Fiat 124 Sport

El 124 fue creado en 1966 por el departamento de diseño de Fiat, sobre la plataforma de su hermano el 124 Sedán, curiosamente apareció en el mercado un año después de la versión Spyder diseñada por Pininfarina.

La década de los sesenta superaba su primer lustro y Fiat buscaba opciones de vehículos nuevos que lucieran bien y tuvieran un rendimiento mecánico satisfactorio. La primera condición se cumplía a cabalidad en el 124 Sport, mientras que la segunda se colmaba a medias al ofrecer gran rendimiento pese a su cilindrada baja, pero sin satisfacer las expectativas de Dante Giacosa “Gran Gurú” y visionario de Fiat (creador entre otros de los Fiat Topolino, al igual que de los célebres 500 y 600) quien proponía un motor montado adelante de manera transversal, diseño que se impondría definitivamente como solución a problemas como la falta de espacio para los pasajeros y mayor sencillez de conducción y el cual se utiliza en la actualidad casi en la totalidad de los vehículos.

El 124 Sport a lo largo de su vida tuvo tres series, la primera aparecida a finales de 1967 como modelo del año siguiente y que permaneció en el mercado hasta el segundo semestre de 1969. La segunda estuvo disponible entre este momento y finales de 1972, cuando le dio paso a la última que suspendió producción en 1975.

El modelo de la primera serie tenía la carrocería tradicional de dos puertas, pero en su reducido frontal únicamente había dos faros montados en la parte superior de los guardabarros. Mientras en la parte posterior las luces de cola eran delgadas y pequeñas y el baúl no tenía apertura a ras de la defensa. Utilizaba un motor de cuatro cilindros 1.438 c.c, montado longitudinalmente, con doble árbol de levas accionado por una correa de caucho, que producía 90 HP, el cual se podía acoplar a una caja manual de cuatro o cinco velocidades según el pedido del cliente.

La segunda serie tenía algunos cambios menores en la carrocería, además incorporaba faros delanteros dobles a los lados de una parrilla más amplia y fabricada en plástico negro y en la parte superior de una defensa de nuevo diseño la cual incorporaba los cocuyos. Las luces de cola también eran de mayor tamaño y su forma casi rectangular con excepción de una pequeña curvatura a sus lados exteriores.

En esta serie se conservaba el mismo motor de la anterior, pero también se podía contar con uno nuevo también de cuatro cilindros en línea pero de 1.608 c.c que producía 110 HP (el mismo motor que se usaba en el Fiat 125 Special) diseñado por Aurelio Lampredi director de la oficina de proyectos de Ferrari y más tarde director general de Abarth. Este propulsor ganaba bastante potencia y torque debido a que utilizaba dos carburadores Weber 40 IDF y a un índice de compresión de 9,8 a 1. Este motor únicamente estaba disponible con caja de cambios manual de cinco velocidades adelante.

Para la tercera y última serie, el auto fue sometido a grandes cambios. El frontal seguía siendo de cuatro faros, pero la parrilla contaba con una parte rectangular que sobresalía y en cuya parte central se tenía una malla. La cola también sufrió cambios drásticos al incorporar luces verticales que permitían a la tapa del baúl abrir a ras de la defensa con lo que el cargar y descargar objetos se facilitaba.

Las defensas también sufrieron cambios al aumentar su grosor. Se vendió con dos opciones de motorización la primera de 1.592 c.c que producía 110 HP, gracias a la incorporación de dos carburadores Weber dobles, que alimentaban perfectamente cada uno de los cuatro cilindros. Por otra parte se disponía también de un cuatro cilindros de 1.756 c.c, también con doble árbol de levas, al cual con un carburador Weber doble se le podían extraer 118 HP. Con el primer motor se podía pedir caja de cambios manual de cuatro o cinco velocidades, mientras que para acompañar al segundo únicamente se disponía de la de cinco.

El 124 Sport también se fabricó en España con la marca SEAT entre 1970 y 1975 y jamás se produjo con la motorización básica de 1.438 c.c, que si se utilizó en sus hermanos italianos Fiat.

Su interior es amplio e iluminado, gracias la generosidad de sus superficies vidriadas. Las sillas delanteras ofrecen múltiples graduaciones pero carecen de fábrica de los vitales apoyacabezas, mientras que la trasera permite albergar dos personas con comodidad o tres incómodos.

El panel de instrumentos es sin duda una de sus mayores fortalezas y un detalle que refuerza su vocación deportiva, al incorporar instrumentos redondos de aguja (fabricados por Veglia Borletti) para indicar la temperatura de funcionamiento del motor, lo mismo que la presión del sistema de lubricación de este y para la cantidad de combustible que se encuentra en el depósito, lo que también sucede con la hora del día en que nos encontramos.

La velocidad, así como el odómetro parcial y total, están ubicados en dos grandes círculos que permiten su lectura con un simple golpe de vista. El resto de la información corre por cuenta de los poco eficientes testigos luminosos. Del panel de instrumentos desciende una consola central sobre la que se monta la palanca de cambios, el freno de mano y los mandos de la ventilación y la calefacción.

El timón de generosas dimensiones, sirve para accionar un sistema de bolas recirculantes que no cuenta con asistencia. El timón original es de pasta, pero algunos propietarios lo sustituían por uno fabricado en madera por fabricantes como Nardí.

Aspectos mecánicos

Utiliza el motor de cuatro cilindros en línea, con 8 válvulas accionadas por dos árboles de levas que a su vez son movidos por el cigüeñal, mediante una correa de caucho. Este propulsor con bloque de hierro y culata en aluminio tiene una cilindrada de 1.756 c.c y es alimentado por un carburador Weber de doble cuerpo que le permite al conductor extraer 118 HP. Está acoplado a una precisa y suave de accionar caja de cambios manual, que cuenta con un control de cambios simple y efectivo que permite disfrutar las cinco velocidades adelante.

El sistema de frenos con discos en las cuatro ruedas y servo asistencia, es de una efectividad sorprendente, pero requiere de una familiarización rigurosa para evitar las inconvenientes bloqueadas de llantas, que posibilitan el que se pierda el control del vehículo.

De fábrica se montaban unos bonitos rines de 13 pulgadas de aleación ligera marca Chromadora, que permiten una mayor ventilación de los discos. Las suspensión delantera con tijeras y espirales, mientras que atrás un eje rígido con espirales, tensores de alineación y barra Panhard para evitar desplazamiento laterales complementan la propuesta.

El comportamiento del automóvil es estupendo, con una aceleración y capacidad de recuperación sorprendentes. Sus 118 HP se sienten en todo rango de revoluciones y el sonido que produce el motor es muy agradable y evocador de días en los que el rendimiento se lograba con mucho ingenio y apelando a elementos como aumentar el índice de compresión del motor, o montando mayor cantidad de carburadores y estos de vénturis. Dejando a lo sumo la electrónica para que se hiciera cargo del sistema de encendido o de carga.

El 124 Sport también se fabricó en España con la marca SEAT entre 1970 y 1975 y jamás se produjo con la motorización básica de 1.438 c.c, que si se utilizó en sus hermanos italianos Fiat.