La renovación del CAN y la reinvención de Bogotá

Una ciudad del futuro se empieza a dibujar en Bogotá pero aún le falta diez para el peso.

La iniciativa es necesaria porque el sector del CAN (Centro Administrativo Nacional) y sectores aledaños, ameritan una profunda intervención para una completa renovación. Pero también la ciudad necesita nuevos y contundentes hechos urbanos de desarrollo que simbolicen una ciudad menos segregada y nuevas esperanzas.

Mis apreciaciones son una mirada desde el desarrollo de ciudades sostenibles de la innovación, del conocimiento y de la creatividad, derivada de mi vinculación en Bogotá en proyectos como Innobo, Parque de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional, Ciudad Salud Región, entre otros, de pertenecer a redes internacionales, y en más de 20 años de conocer y estudiar hábitats de innovación desde los enfoques económicos del desarrollo endógeno y la innovación.

Las imágenes virtuales fueron tomadas de la exposición en Maloka, donde estuvieron exhibidas las cinco propuestas en concurso. Los mapas conceptuales son de mi autoría.

El CAN en 2013: deterioro y estancamiento con futuro


Pueden ser muchas más las razones, pero tal vez son tres las que explican su declive y subutilización pero también la oportunidad para transformar el sector.

La primera, el CAN, tal como se planificó hace más de 60 años, perdió vigencia, entre otros motivos porque el diseño urbanístico al final no se respetó derivando en una aglomeración que va camino a un franco deterioro, que ya se está llevando por delante el Barrio La Esmeralda, porque el borde sur está invadido por un enjambre desordenado de restaurantes, comercio y sucursales bancarias, como servicios que no se satisfacen dentro del CAN, simplemente porque éste se quedó huérfano de planeación, renovación y de futuro. El CAN es un ejemplo de la falta de visión y de planeación sostenida de largo plazo: reflejo de un país que no debe ser.

La segunda razón, la enorme zona verde entre el Bario El Greco y el borde occidental del CAN, de propiedad de la Beneficiencia de Cundinamarca, al final no se desarrolló como un ecosistema que salvaguardara el humedal y con intervenciones similares a las del parque Simón Bolívar. Ahora no hay defensa posible porque la ciudad necesita espacio. La fotografía muestra este predio y al fondo el parque Simón Bolívar.

Y la tercera razón, porque la Universidad Nacional tampoco ha tenido en los últimos 30 años largos años nuevos desarrollos en su borde occidental para una mejor integración con el CAN.

En síntesis, el territorio como es ahora no tiene un buen futuro, y por eso la iniciativa del gobierno nacional, es acertada, oportuna y necesaria. Veamos algunos claro obscuros.

Las cinco propuesta para renovar el CAN y el entorno


Las propuestas incorporan elementos derivados de opiniones que logramos expresar expertos y ciudadan@s, y del análisis que cada consorcio hizo del sector y de otros proyectos complementarios.

Lo bueno

1. Están definidos los conceptos principales que en las propuestas se identifican como nodos, componentes o clústers, y aluden a: espacios para entidades de gobierno, cultura, conocimiento, vivienda multiestratos (implícitos oficinas y comercio), todo con arquitectura sostenible. De esta manera, la renovación tendrá una identidad novedosa que expresará la idea de una ciudad para una sociedad del futuro distinta al urbanismo y a la arquitectura del presente y del pasado, y a los usos que hasta ahora ha privilegiado el reciente urbanismo.

2. El componente ambiental es transversal en cuanto a espacio público, arquitectura y preservación del humedal en el lote de la Beneficiencia de Cundinamarca. Además, unas propuestas más que otras, integran mejor el Parque Simón Bolívar y aledaños con el territorio del CAN y el campus de la Universidad Nacional, para conformar un gran territorio ambientalmente sostenible y humanamente acogedor. Una ciudad de la naturaleza, de la vida, del conocimiento y símbolo de la creación de instituciones inclusivas e innovadoras con buenos gobiernos. El CAN debe simbolizar la Colombia y la Bogotá del futuro. Un quiebre con el presente y el pasado.

3. Las propuestas muestran una ciudad multiusos pero deben cuidarse de abigarrar y saturar el territorio. Desnaturalizaría el proyecto, y sería un “nuevo” desarrollo sin el grado de innovación y de representación simbólica que debe tener. El propósito principal no deber ser aprovechar hasta el último centímetro posible para elevar torres cuadradas y apretujadas, como las que se construyen al frente del CAN.

En la renovación del CAN lo importante serán sus contenidos, el espacio público, la combinación de usos, la prestación de servicios, y la amplitud para que la gente no se sienta encapsulada entre cajas de vidrio y concreto, distraídas con uno que otro jardín y con una que otra fuente de agua.

  1. Dos de las propuestas insinúan el Parque de Ciencia y Tecnología (PCT) de la Universidad Nacional, pero todas reconocen o incorporan un espacio dedicado al conocimiento sin arriesgarse a una integración más depurada con la Universidad.

Posiblemente la ambigüedad con el parque der investigación de la universidad, se debe a que la Nacional todavía no muestra con claridad el proyecto y su perspectiva, pero también debido a la débil idea de que el CAN es una cosa y la Universidad otra, lo cual pudo ser relativamente cierto pero hacia el futuro no debe ser nada cierto, porque la universidad se tendrá que abrir cada vez más y más a la ciudad en la medida que la ciudad también avance en cultura ciudadana, democracia, inclusión y en respeto por lo público.

La figura muestra el planteamiento urbanístico del parque de CyT dentro del campus de la UNAL, donde el edificio con arcos corresponde actualmente a la Hemeroteca Nacional. Y el volumen vecino corresponde al centro de investigaciones aplicadas para la industria, que sería el primer gran proyecto con el cual proseguirá el parque una vez se ha creado la Unidad de Gestión Tecnológica para atender temas de propiedad intelectual y de transferencia de tecnología.

  1. Hay una propuesta donde la curva (sensualidad, un gesto ausente en la arquitectura colombiana), es un elemento estético fundamental, tanto en el planteamiento urbanístico como en los esbozos de su arquitectura.

Otras propuestas también plantean alguna arquitectura generosa y distinta para los edificios de la cultura, la memoria y la vida, y las artes, pero también debería ser igual para vivienda y oficinas de gobierno. Romper con la monotonía de la forma (asunto de ética y estética, y por tanto de una idea superior de diseño en consecuencia de una sociedad superior), permitirá desarrollos parecidos a los que muestran las siguientes ilustraciones.

Centro de Gobierno. Belo Horizonte. Obra de Oscar Niemeyer

La renovación del CAN debe ser un desafío ético y estético. Ahí radicará su virtud, para no repetir Ciudad Salitre donde el buen urbanismo y los edificios para vivienda no se completaron con conceptos adicionales de una “ciudad”, porque las artes, la cultura, la educación, están ausentes, con excepción de Maloka, están ausentes. Es una ciudad para dormir, comer, ver cine, consumir y nada más.

Qué debe mejorar

  1. Los contenidos de las ciudades del futuro no serán los íconos de la sociedad actual, donde los edificios de las grandes empresas, corporaciones, centros comerciales, no serán en proyectos como el del CAN, los más predominantes.

En los próximos años, a la gente le importará en Colombia más la calidad de los gobiernos, la transparencia de su gestión, apertura y relectura de la democracia a partir de reformas políticas, y de reconstrucciones ideológicas.

En los años inmediatos, las oficinas públicas las asociará la ciudadanía a cambios que se profundizarán en torno a reforma política, anticorrupción, rescate de lo público y no como un accesorio funcional únicamente para el mercado, y esto se deberá expresar en la arquitectura y en el urbanismo. Por eso el proyecto del CAN debe simbolizar el rescate de lo público al servicio de la sociedad. Hecha la paz Colombia deberá pensar distinto.

Por lo dicho, lo concerniente a las artes y la cultura, la ciencia, la educación, la salud, el medio ambiente, en un contexto de equilibrio y de equidad social con sostenibilidad ambiental, serán los iconos de la sociedad y del crecimiento del futuro, que reemplazará los iconos de la sociedad y los fundamentos del crecimiento presente.

A más de instalaciones para el sector de Defensa, los sectores antes mencionados deben ser los servicios e instalaciones gubernamentales que deben ocupar el nuevo CAN, y la inspiración para un diseño que se deberá reflejar en su urbanismo y arquitectura.

Este imaginario se refuerza por la relación con la generación de conocimiento, investigación y creatividad en esos mismos sectores, determinados en gran medida por la existencia de la Universidad Nacional. Por lo tanto, hay algunas propuestas que minimizan el espacio de gobierno a favor de espacio para oficinas y comercio. La virtud del proyecto será lo público, con vivienda conocimiento, arte y cultura, y no oficinas y comercio a la lata.

En otras palabras, los sectores de futuro le darán un carácter de futuro al proyecto. Por eso, las oficinas empresariales, cuando ya se tiene al frente la Ciudad Empresarial Sarmiento Angulo, no deben estar en el proyecto del CAN en el borde de la calle 26 ni debe ser un componente principal, igual que el comercio, que tienen en el Gran Estación y en el Salitre Plaza, unos centros comerciales más que suficientes. Más bien, las nuevas torres de la ciudadela empresarial de Sarmiento deben subir en altura, entre otras cosas para romper con la monotonía de x número de cajas cuadradas de 10 pisitos.

El siguiente mapa conceptual rescata los conceptos principales: gobierno, innovación, conocimiento y vivienda, y los mega proyectos que saben recoger algunas de las propuestas: renovación del CAN, Universidad Nacional e Innobo.

2. Una propuesta se destaca sobre las demás, la cual tiene dos componentes principales clave: gobierno e innovación, donde este último se puede interpretar como la inclusión de la cultura, del conocimiento, de una arquitectura innovadora, y del uso creativo y generoso de un espacio público sostenible. Maneja de manera más generosa el espacio y la forma: la curva, y es la que mejor integra el Parque Simón Bolívar con el Campus de la Nacional.

3. En las cinco propuestas los componentes de gobierno, cultura y vivienda, defensa, están más consolidados, no así el del conocimiento, respecto al cual me referiré ahora.

El conocimiento y la innovación


Todas las propuestas tienen el componente del conocimiento como componente clave pero falta mayor definición del mismo. Cómo podría ser mejor.

Las propuestas asocian el conocimiento a la educación, pero un par de ellas también aluden a centros y laboratorios de investigación y desarrollo, es decir, con ciencia, tecnología e innovación.

Espacialmente lo ubican en los predios donde ahora están las antiguas residencias universitarias Camilo Torres, y en el terreno vecino de Ingeominas, RTVC y otras instituciones. A su vez está al frente del espacio donde está proyectado el Parque de Ciencia y Tecnología (PCT) de la Universidad Nacional en los entornos de la Hemeroteca Nacional.

Dos de las propuestas alcanzan a dibujar el parque en sus planteamientos, pero no hacen ninguna alusión al mismo. Además, una propuesta integra el proyecto de Ciudad CAN y el componente del conocimiento con Innobo y la Operación Estratégica del Anillo de la Innovación: el proyecto de la curva, el cual también referencia otras redes urbanas como el aeropuerto y el plan centro.

Como todo parque científico y tecnológico tiene un 50% de usuarios ligados al nacimiento y consolidación de empresas de tecnología, el emprendimiento y el desarrollo de pymes de alto impacto innovador (proyectos tipo Innpulsa y otros más sofisticados), se ubicarían en los predios donde están Ingeominas, RTVC, la UPME, y otras entidades más, y que identifico como el Parque de la Nación, porque los predios son de la nación y porque sería una apuesta de la nación hacia el futuro a través de la CyT y el emprendimiento.

Las fotografías ilustran el tipo de edificios que conformarían el Parque de la Nación, y muestran que las industrias del futuro no nacen y consolidan en bodegas.

El mapa conceptual que sigue recoge los contenidos principales de las propuestas para la Renovación del CAN, los ubica funcionalmente, y muestran una dimensión superior del componente del conocimiento.

Se aprecia el Campus de la Nacional con su PCT orientado a la investigación, colindando y complementario está el Parque de la Nación para atraer y desarrollar mipymes de alta tecnología y centros de investigación públicos que saldrán del viejo CAN y otros que deberá crear la ciudad y el país en los siguientes 20 años. Estos dos contenidos configuran el núcleo del nodo del conocimiento del CAN.

Si por alguna razón, la Universidad aplaza la decisión del PCT, el Parque de la Nación podría comenzar solo. A este podrían trasladarse Invima, el Instituto Nacional de Salud, e integrar el Instituto Colombiano de Metrología con el proyecto del edificio de laboratorios de ingeniería para la Industrial de la Universidad Nacional.

Pero esta visión u otra parecida, hay que discutirla con la Universidad, e incluir en el presupuesto final del proyecto del CAN los primeros desarrollos físicos del Parque del PCT y del Parque de la Nación.

La Universidad Nacional debe mirar el desarrollo del CAN y de todos sus componentes principales: gobierno, cultura, conocimiento, memoria y vivienda, como la gran oportunidad de dar un salto de calidad en la formación y en investigación, pero también en su desarrollo físico, mirando a la ciudad, como lo ha pensado entre otros, Viviescas, exvicerrector de la sede de Bogotá.

Los lectores podrán decir que son muchas las ideas, incluso que hay redundancias, lo cual es cierto, pero afortunadamente la ciudad tiene en la cabeza iniciativas de este tipo, las cuales hay que planificarlas en detalle, encontrar aspectos convergentes y descartar los divergentes. Todo está por definirse, pero falta visión y voluntad política superior entre los actores.

Ideas finales


A pesar de la acertada concepción general de las distintas propuestas, y entendiendo que son el esbozo inicial, se debe hacer un mayor esfuerzo creativo, no hacer de los edificios para oficinas y comercio un componente principal, cohesionar los sectores de gobierno, cultura y conocimiento, vivienda. De su integración resultará la coherencia del proyecto, y evitar la creación de un híbrido. No darle unidad es volver dentro de 50 años a decir que la CIUDAD CAN hay que hacerla de nuevo. El nuevo proyecto debe durar 100 y más años.


El nodo del conocimiento hay que pensarlo y necesita de una pronta factibilidad, y la alcaldía, en cumplimiento de su plan de desarrollo, hacer la factibilidad de Innobo, con el compromiso de estructurar los primeros proyectos para dejarlos iniciados y comprometidos para su desarrollo a partir del 2015 o 2016.

Como lo plantean algunas propuestas, el desarrollo nuevo del CAN deberá comenzar por el predio baldío de la Beneficencia de Cundinamarca y por el nodo del conocimiento. El núcleo central del CAN será más lento de renovar por la relocalización de las entidades que están ahí ubicadas, y por la construcción de las nuevas edificaciones. Por eso, el Museo de la Memoria y de la Dignidad debería crearse sobre el borde de la 26 en el terreno baldío referido. La paz necesita superar lo más pronto posible los síndromes de la guerra. Este nuevo proyecto debe ser un símbolo de la Colombia pacífica, creativa, culta, emprendedora, inclusiva y consciente.