Lo más representativo del premio Compasso d’oro se expone en Bogotá

Una muestra que recoge lo más selecto de los productos italianos que han sido reconocidos con uno de los más prestigiosos premios del diseño en el mundo desde 1954, el Compasso d’Oro, se verá en la Universidad de los Andes. Una invitación a estrechar los lazos y conocer la íntima relación entre diseño y empresa.

Creatividad, calidad y rigor son quizá las palabras que mejor definen el estilo italiano, no importa si se habla de muebles, de un cuadro, de un automóvil o de una construcción. Todas sus creaciones de alguna manera son tratadas como obras de arte desde su misma fabricación, es quizá por eso que su industria trasciende fronteras y sus productos son objeto de admiración en todo el mundo.

Conscientes de esto una comisión de expertos conformada por diseñadores, críticos, historiadores y periodistas especializados, miembros de la Asociación Italiana de Diseño industrial – ADI, o incluso externos a ella, mantienen una permanente observación de todo lo que produce la industria en el país para resaltar sus proyectos con el reconocido Premio Compasso d’Oro, que anualmente destaca lo más representativo de la mezcla entre industria y arte.

Y son esos proyectos, más exactamente los galardonados en el año 2014, los que hacen parte de la muestra El lenguaje universal del diseño italiano que estará expuesta en la Sala de Exposiciones del edificio Julio Mario Santo Domingo de la Universidad de los Andes de Bogotá, entre el 19 de noviembre y el 7 de diciembre en el horario de lunes a viernes de 8:00 a.m a 5:00 p.m. y los sábados de 8:00 a.m. a 12 m.

La exposición de arte y diseño, promovida con ocasión del Año de Italia en América Latina por el Ministerio Italiano de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional, trae además al país una pieza representativas de cada decenio desde la creación del premio en 1954 y todos serán plasmados en un catálogo de edición especial.

Además de la muestra se realizará un seminario propuesto por la Asociación para el Diseño Industrial ADI y realizado por la Agencia Italiana para el Comercio Exterior, Oficina de la Embajada de Italia para la Promoción del Intercambio Comercial en Colombia. En este encuentro se analizarán algunos de los más célebres casos históricos a través de testimonios de diseñadores y empresarios.

Para los organizadores el deseo es que la exposición Compasso d’Oro ADI pueda no solamente promover la excelencia italiana en América Latina sino, sobre todo, impulsar el diálogo y el intercambio con una zona del mundo que atraviesa un momento de gran crecimiento económico y cultural y donde los lazos con Italia han sido tradicionalmente muy estrechos.

“En el marco de los numerosos eventos organizados para el Año de Italia en América Latina, la exposición Compasso d’Oro ADI se configura como una vitrina para la excelencia del diseño y de la producción italiana y para la identidad italiana ‘abierta a lo nuevo’ y por lo tanto, a la innovación”, señala el embajador de Italia en Colombia Gianni Bardini.

En su concepto, la amplia variedad de sectores productivos y de tipos de productos presentados, demuestra que el diseño italiano no es solamente un instrumento del denominado “producto de lujo” sino que, principalmente, es una herramienta de desarrollo para aquellas empresas que muestran respeto por el ambiente y la cultura, el valor público y social.

El Año de Italia en América Latina tiene como objetivo integrar y valorizar los múltiples aspectos de la presencia italiana en Latinoamérica, con la intención de poner en evidencia aquellos puntos de vista originales y no convencionales capaces de abrir las más amplias perspectivas para las futuras relaciones entre Italia y América Latina.

Hacen parte de la exposición que se presentará en Bogotá una selección de productos y categorías de distintas procedencias realizadas por empresas con la colaboración de diseñadores italianos, a través de la cual se puede hacer un recorrido a través de la historia de este premio, uno de los más importantes del mundo.

Para profundizar más sobre el mundo del diseño italiano, habla Giovanna Talocci, vicepresidenta de la Asociación para el Diseño Industrial de Italia, ADI y coordinadora del proyecto.

¿Qué trascendencia tiene el diseño industrial en Italia?

El diseño industrial en Italia ha representado, desde los años sesenta en adelante, la confirmación de esas capacidades creativas que nos volvieron famosos en el mundo en los siglos pasados. Estas capacidades creativas, unidas a un espíritu empresarial valiente y listo a acoger nuevos desafíos, ha permitido a empresas manufactureras, incluso medianas pequeñas, a convertirse en líderes mundiales con productos de diseño.

¿Qué se necesita para formar una cultura alrededor del diseño como se ha logrado en su país?

En Italia históricamente el diseño nace de la cultura arquitectónica, de la cual ha heredado la vocación humanística y la capacidad de asumir un punto de vista completo sobre los problemas que afronta. Pero a partir de los años sesenta se ha emancipado, encontrando un camino propio, a través del feliz encuentro entre arquitectos, diseñadores y empresarios valientes. En seguida surgieron nuevas escuelas especializadas y facultades universitarias que han enriquecido el patrimonio cultural específico de la disciplina. En conclusión: es necesaria la práctica concreta de la profesión junto con el saber teórico, que proporciona respiro y perspectiva a las soluciones propuestas en el tiempo. Si estos dos componentes son respetados, el diseño conquista también al público.

¿Cómo perciben ustedes el campo del diseño en Latinoamérica? ¿Hay figuras claras que destacar?

América Latina es un mundo que desde siempre ha tenido lazos muy fuertes con la cultura italiana: de América Latina y de su cultura provienen, entre otras cosas, uno de los teóricos más importantes que hayan animado los debates italianos en materia de diseño: Tomás Maldonado.

También en Latinoamérica una arquitecta italiana, Lina Bo Bardu, encontró una dimensión original y apreciada a nivel mundial proyectando objetos y edificios. Hoy en día América Latina es, al mismo tiempo, una fuente de ideas nuevas sobre el uso de materiales, sobre las formas, sobre las exigencias de sociedades diferentes a la italiana, pero con las cuales se puede entablar un diálogo equitativo: América Latina es un interlocutor valioso para el diseño italiano.

La muestra ya estuvo en Perú y ahora estará en Colombia ¿qué significan para ustedes estos dos países desde la óptica del diseño?

Perú y Colombia pueden ser un interlocutor importante para el diseño italiano, ya sea por la relación con las empresas y el mercado de estos países, como por la posibilidad de aplicar otros ámbitos del diseño que Italia, y nuestra asociación, la ADI, está experimentando. Me refiero al diseño para los Servicios, el diseño para lo Social, y el diseño de los Mercados, el diseño para el Trabajo y el Food Design.

¿Qué representa para ustedes como Asociación que el año de Italia en Latinoamérica sea celebrado, entre otras actividades, con una muestra de las creaciones ganadoras del Premio Compasso d’Oro?

Estamos trabajando desde hace algunos años, para dar una dimensión internacional permanente e incisiva a los criterios que históricamente han animado siempre las ediciones del premio ADI Compasso d’Oro, con el objetivo de tener una comparación creativa con el resto del mundo y para instaurar una relación permanente con los profesionales de los otros países, para poner en común problemas y soluciones.

Presentar en América Latina los galardonados de la última edición del Compasso d’Oro y una selección de piezas ganadoras desde 1954 a hoy, tiene, de hecho, el objetivo de alimentar una reflexión y el debate sobre la importancia del diseño para el mejoramiento de la calidad de vida sin barreras lingüísticas o culturales.

Un buen proyecto es válido en cualquier latitud, también en continentes y países muy distantes. No es casual que la muestra se titule El lenguaje universal del diseño italiano y tenemos que agradecer al Ministerio de Relaciones Exteriores italiano y al ICE por habernos permitido realizarla y al MAC de Lima y a la Universidad de Los Andes de Bogotá que nos han querido hospedar.

Descríbanos un poco la muestra que veremos en Bogotá y cuéntenos que ha sido lo más complejo de traerla a Latinoamérica.

La muestra en Bogotá representará iconográficamente a Italia, sobre la cual estarán posicionados los productos ganadores de la última edición del Compasso d’Oro, la de 2014.

Una gráfica dedicada, explicará las características de las piezas premiadas, la historia del complejo proceso de selección que precede a la proclamación de los ganadores, el papel de la ADI, que organiza y gestiona el premio, y el de la Fundación ADI Colecciones Compasso d’Oro, que tiene la tarea de custodiar y promover la colección histórica, única en el mundo, constituida por todos los productos ganadores desde 1954 a hoy.

El Ministerio de los Bienes Culturales declaró, en 2004, la Colección “bien de interés artístico e histórico” agregándola en el Patrimonio Nacional.

Seis productos, uno por cada decenio desde 1954 a hoy, serán expuestos físicamente en una sección específica para representar la colección entera. Cada decenio será contado también fotográficamente con todos los productos ganadores, para poder dar un cuadro exacto de la riqueza de la Colección y estimular una reflexión sobre la importancia del diseño italiano en la creación de una nueva forma de concebir los objetos que acompañan nuestra vida.

A partir de este año ADI entrega el Compasso d’Oro International Award, abierto a diseñadores y productores de todo el mundo. ¿Cuál es el objetivo de traspasar las fronteras con este reconocimiento y qué posibilidades les dará a quienes participen?

Consideramos que la comparación con el resto del mundo sea indispensable. Las fronteras se amplían cada vez más, los problemas y la búsqueda de soluciones no son más patrimonio de un sólo país. Poner a disposición el know-how de nuestra asociación para la comparación internacional sobre temas específicos, nos parece una oportunidad para todos aquellos que, a través del diseño, miran hacia un virtuoso progreso social. Esperamos que de nuestra herencia cultural nazca un diseño internacional que tenga un buen equilibrio entre estética y tecnología, forma y funcionabilidad, sostenibilidad ambiental y social.

¿Qué parámetros debe cumplir un producto para concursar por el Premio Compaso D’ Oro?

Antes que nada el equilibro entre todos los componentes del proyecto. Hoy en día uno de los criterios más importantes es el respeto del componente ético, es decir el control de la sostenibilidad ambiental, de la sostenibilidad social, el impacto positivo en la vida de las personas en todas sus fases, de la producción al consumo y la atención para la usabilidad, aquello que comúnmente se clasifica como design for all.

Obviamente cuando se habla de productos, la estética es importante, pero el aspecto funcional es inalienable, sin el respeto por la funcionabilidad el diseño cae en un juego efímero, tiene un expediente de marketing de corto respiro. Pero la funcionabilidad no es sólo un hecho mecánico, un buen encastre de piezas: es adherencia a las necesidades, grandes y pequeñas, de una sociedad (también a la necesidad de fantasía…), es una forma de interpretarlos eligiendo un camino por encima de otro.

Este es el requisito fundamental para competir: saber dar una respuesta practicable, sostenible y original a un problema real, en términos de productividad, usabilidad, de economía, de respeto por el usuario, por sus exigencias y hasta por sus gustos. El valor fundamental del diseño italiano es la armonía: para ganar el Compasso d’Oro, tanto a nivel italiano como a nivel internacional, es necesario respetar esta armonía de componentes.

Sólo me queda compartirles un deseo: que el buen diseño sea practicado por todos: empresas, diseñadores, profesores, pero sobre todo por las instituciones públicas que pueden incisivamente sostener el mejoramiento de la calidad de vida.