Un niño con autismo puede diagnosticarse desde los 3 años de edad. Presenta una alteración del desarrollo infantil que afecta el lenguaje, la imaginación, la conducta y su relación con el entorno. Lo anterior conduce al interrogante: ¿Están capacitados los colegios distritales para recibir a niños con autismo?
María Espitia, docente del distrito, explica: “nosotros no hemos sido capacitados para la correcta atención de un estudiante con esta condición. Manejamos aulas de 40 a 50 estudiantes, lo cual es un gran impedimento en la debida atención personalizada. A la educación pública tendría que dársele un giro de 180 grados para que sea unificada, beneficiando no solo a los niños con autismo sino a la comunidad en general”.
Carol León, psicóloga egresada de la Universidad Piloto de Colombia, afirma que, en general, los colegios distritales no se encuentran en la total capacidad ya que un niño con autismo tiene necesidades especiales que requieren de atención personalizada. Enfatiza, en cuanto al contexto escolar, que hace falta preparación de las autoridades educativas hacia la comunidad académica para la adecuada relación con estas personas. Además, la insuficiencia de medios, instrumentos y metodologías limita la educación de todos los integrantes del aula, sin importar la condición.
La educación pública tendría que hacer una evaluación sobre las bases dignas de la educación a la que los niños con autismo tienen derecho, evitando el rechazo, la apatía y los traumas causados por instituciones no preparadas.
