Militares rumbo a La Habana

Una decisión sin precedentes en la historia de las negociaciones de conflictos armados en la región fue anunciada por el presidente Juan Manuel Santos: la participación de militares activos en la mesa de diálogos de La Habana. Congresistas de la oposición difieren del respaldo de uniformados en el proceso de paz.

La Comisión, integrada por tres coroneles y un almirante, en representación del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía; estará comandada por el general Javier Alberto Florez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares.

Esta delegación instalará una subdelegación que se encargará de ajustar los detalles que tienen que ver con la logística y seguridad del desarme de los miembros de las Farc, una vez se firme definitivamente el acuerdo final de paz entre el grupo insurgente y el Gobierno Nacional.

El anuncio sienta un precedente en la historia de la resolución de conflictos internos ya que es la primera vez que oficiales de ese rango son convocados para sentarse cara a cara con los comandantes de un grupo insurgente para discutir esos temas.

Además, es un gesto de acercamiento entre los comandantes de las facciones que se han enfrentado por la vía de las armas desde hace más de cincuenta años. Esta comisión oficial, preparada técnicamente en DD. HH. y conflicto, permitirá que, por primera vez en cincuenta años, los militares expresen su opinión en el espacio en que se adelantan los diálogos.

El presidente Juan Manuel Santos exigió respeto para con los militares que salieron para La Habana este jueves 21 de agosto, frente a las críticas expresadas por varios sectores, pero específicamente por la bancada uribista en el Congreso en cabeza del senador Álvaro Uribe.

Este señaló en un comunicado que llevar una subcomisión militar activa a dialogar con los miembros de las Farc es indefendible porque “Equiparan lo no equiparable. Equiparan las fuerzas institucionales con el terrorismo y sus misiones que no son equiparables. Mientras el fuego del terrorismo es delito, la acción de las Fuerzas Armadas es el cumplimiento de su misión”. Por el momento esta declaración de la bancada uribista no ha recibido el respaldo de ningún otro sector político del país.

La representante del Centro Democrático, Tania Vega, dijo que: “Llevar a militares activos a La Habana es igualarlos con el terrorismo. Primero los igualaron con el terrorismo que eran combatientes (…) después diciendo había conflicto y ahora los llevan a La Habana a negociar”.

Por su parte, el senador del Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, manifestó que llevar a la mesa de conversación una comisión de altos mandos militares “es un paso transcendental en la búsqueda de la paz”. Asimismo, mencionó que esta comisión tiene un carácter técnico que busca diseñar cuáles son los procedimientos y los pasos para llegar al cese de hostilidades y la dejación de armas y, enfatizó en que, “la misión que va en representación de las Fuerzas Militares tiene un objetivo claro y específico. Ya es hora que empiece a producirse un diálogo entre las fuerzas militares y la guerrilla”.