La compañía minera realizó una inversión social de $3.949 millones durante el año anterior, cifra superior a la registrada un año atrás cuando se ubicó en $2.681 millones.
El crecimiento en este rubro estuvo jalonado durante el año pasado por la inversión en programas de responsabilidad social empresarial, el cual alcanzó los $1.749 millones y la puesta en marcha de más programas a través la Fundación Mineros S.A. Allí se invirtió en el desarrollo de todas las comunidades de las áreas de influencia con las administraciones municipales y los gobiernos regionales.
Entre los principales logros resaltados por la compañía en esta materia se encuentra el mejoramiento de vías, la generación de empleo local y el consumo de bienes, el apoyo a los procesos relacionados con el fortalecimiento institucional, el mejoramiento de infraestructura, las jornadas educativas y la cultura ambiental, dotación de puestos de salud y la socialización de los proyectos.
La presidenta de la compañía, Beatriz Uribe, resalta en el informe que “en la dimensión social, queremos destacar los avances que hemos tenido en la gestión de la Fundación Mineros S.A., que constituye un brazo aliado del área de Responsabilidad Social Empresarial y contribuye a la inversión de nuevos recursos destinados al desarrollo de las comunidades de las áreas de influencia de nuestra operación”.
En cuanto a la generación de empleo, la empresa minera se destacó por contratar más de 1.854 empleos, con salarios cancelados por $32.412 millones. Estos puestos de trabajo se dividen en 950 directos con Mineros S.A., 547 en la operadora Minera S.A.S. y 357 en la exploradora Minera S.A.S. Las prestaciones legales pagadas por el grupo ascienden a $6.630 millones en este periodo.
Frente al tema ambiental, la firma destinó recursos por un monto superior a los $4.728 millones, generando negocios en esta materia por $1.224 millones. En 2010, la gestión alcanzó los $3.353 millones. Aquí “resaltamos la ejecución de estrategias de comportamiento frente al cambio climático, protección de la biodiversidad, el derecho al agua, la optimización de recursos, la educación ambiental y la gestión para minimizar los impactos en nuestras operaciones”, dijo.
Se reforestaron 110 hectáreas con árboles de diferentes especies, sembraron 118.000 árboles a través del programa de establecimiento de plantaciones protectores y en los humedales se hizo una remoción de la vegetación flotante “para con ellos contribuir a recuperar el espejo de agua, facilitar el recambio de liquido y el tránsito de las comunidades por los caños”, según el informe.
Se realizaron más de 340 capacitaciones ambientales a los trabajadores y sus familias, en tema como el ahorro del agua y la energía, la identificación de la fauna y el manejo integral de los residuos. “El enfoque con el que trabajamos en las comunidades vecinas es la cooperación entre múltiples actores y la pluralidad de ideas a través del diálogo”, señaló.