La capital afgana fue de nuevo estremecida por un doble ataque suicida en una concurrida zona, cerca del Ministerio de Defensa. El atentado dejó al menos 24 muertos y 91 heridos. Entre las personas fallecidas se cuentan dos generales, un jefe de los servicios de inteligencia y un comandante policial; en un duro golpe para las fuerzas de seguridad.
El ataque comenzó con una primera explosión hacia las 15.20, hora local (10.50 GMT), en una zona de tránsito y con puestos de venta ambulante rodeada por dependencias del Gobierno afgano y próxima al palacio presidencial. Esto, con el objetivo de causar el mayor número de víctimas, no solo entre los funcionarios que a esa hora salían del ministerio, sino entre los policías y miembros de los equipos de emergencia, quienes acudieron a atender a las primeras víctimas.
El movimiento talibán, un grupo insurgente enfrentado al Gobierno de Kabul y a sus valedores occidentales, se ha atribuido el doble atentado. Un portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, ha confirmado a través de las redes sociales que el Ministerio de Defensa ha sido el objetivo de la primera explosión, y la policía, el de la segunda.
Entre los muertos hay varios altos cargos de seguridad que la cadena ha identificado como el general Razaq, vicejefe de apoyo del Ejército, y dos mandos policiales, el responsable de la oficina de adquisiciones de la fuerza (PD2) y su número dos y jefe de información de ese departamento.
“Con estos ataques, vuelven a mostrar que se oponen al progreso y el desarrollo de nuestro querido país”, ha manifestado el presidente afgano, Ashraf Ghani, en un comunicado enviado a la prensa. En el texto, Ghani presenta sus condolencias a las familias de los muertos –a quienes se refiere como mártires—y expresa su deseo de una pronta recuperación a los heridos.
El atentado se produce apenas dos semanas después de que 13 personas murieran por otro suicida talibán, en un asalto contra la Universidad Americana de Afganistán (AUAF), a las afueras de la capital.