La rabia y la indignación ante un nuevo conflicto racial ha vuelto a sacudir a la sociedad estadounidense. A primera hora de la mañana un joven negro de 18 años murió después de ser tiroteado por un agente de la Policía en una gasolinera de St. Louis, área cercana a la localidad de Ferguson, en el estado norteamericano de Misuri.
La víctima, identificada como Antonio Martin, de 18 años, recibió al menos un disparo cuando se encontraba junto a su novia, quien no ha querido hacer ninguna declaración, según fuentes de la familia citadas por el periódico St. Louis Post-Dispatch. La madre de Antonio ha sido quien, entre sollozos y gritos, identificó el cuerpo de su hijo.
El Departamento de Policía del condado de St. Louis ha explicado en un comunicado que el agente que realizó los disparos realizaba una patrulla de rutina cuando vio a dos hombres. Al aproximarse, uno de ellos “empuñó un arma y apuntó al agente”, según la versión oficial, en la que no se señala a Martin en ningún momento. El policía, que “temía por su vida”, realizó varios disparos e hirió mortalmente al joven, mientras que el otro hombre “huyó del lugar”.
Una versión muy diferente es la que muestran los usuarios de Twitter, indignados con este episodio que recuerda inevitablemente a la polémica desatada por la muerte del joven Michael Brown hace apenas un par de meses. De hecho, tras el suceso decenas de personas se han concentrado en la zona para protestar por lo ocurrido. Las fuerzas de seguridad locales, que no han dado su versión de lo ocurrido, han realizado varios arrestos durante esta manifestación espontánea.
Según los manifestantes y los usuarios de Twitter, que se han lanzado a subir vídeos a las redes sociales y han convertido a Antonio Martin en trending topic, el chico “no iba armado” cuando el agente le disparó. Además, personas que acudieron a la gasolinera al poco de ocurrir el fatal incidente, aseguran que la muerte del joven no fue instantánea, que durante casi 30 minutos “respiraba”, pero la ayuda de la ambulancia no llegó a tiempo de salvarle.
Ahora le red social es un hervidero de críticas e indignación, que piden la comparecencia de autoridades estadounidenses así como explicaciones a la policía de las circunstancias reales en las que se produjo el incidente. Muchos usuarios han insistido en acusar a los agentes de “matar una vez más a gente inocente” y exigen que esta situación “insostenible e indigna” acabe de una vez por todas.