Expertos en temas políticos y derecho internacional explican por qué conviene cambiar la Constitución para garantizar el cumplimiento de los acuerdos que se firmen en La Habana.
Al respecto, el profesor Miguel Ángel Herrera de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia expresó que la creación de una constituyente social es una oportunidad para que los grupos y clases subalternas también puedan definir las reglas que rigen al país.
“Este es un momento crucial para que cada colombiano dé a conocer sus preocupaciones. Las clases subalternas somos muchos y autónomos, tenemos la capacidad para decidir las leyes, pero creemos que eso es ajeno a nosotros”, agregó el docente.
De igual manera, mencionó: “la constituyente es mejor opción que el plebiscito puesto que la paz que se está hablando desde una élite se debe llenar de pueblo y de una multitud que debe revelarse”.
Por su parte, el profesor Antonio Rengifo, experto en Derecho Internacional, afirmó que luego de los acuerdos de paz vendrá una etapa de transición y no puede entenderse como algo definitivo, sino una oportunidad para abrir espacios hacia una nueva etapa política, una nueva relación de legitimidad y nuevos desafíos.
“El acuerdo de paz servirá para abrir oportunidades y que el poder constituyente responda a varios interrogantes y aspectos constitucionales sobre los cuales el congreso colombiano actual ha sido impotente, por ejemplo, en materia de reforma a la justicia, desarrollo rural y equidad”, anotó.
El experto resaltó que debe aprovecharse el espacio que se está dando para la constituyente, a partir del acuerdo de paz, porque esto servirá para rescatar la participación de la sociedad civil.
Asimismo, explicó que se debe asumir el desafío de una constituyente que abrirá espacios para debatir las reformas y reestructurar las organizaciones financieras.
Un tratado internacional
Sobre la posibilidad de elevar los acuerdos de paz a un rango internacional, para que una organización como Naciones Unidas sea la encargada de legitimar el proceso de paz, el experto afirmó que esta propuesta no es tan descabella como pudo parecer al principio.
“Los tratados internacionales son hechos y regulados entre estados, pero también entre estados y organizaciones internacionales; esta es una oportunidad para desempantanar el dilema que estamos viviendo actualmente en Colombia sobre la necesidad de convertir los acuerdos de paz en un compromiso internacional”, señaló Rengifo.
Según los expertos, es muy importante que se dé vigilancia internacional para asegurar que se respete el contenido y la implantación de los acuerdos.
Colombia ya ha avanzado en esa materia dentro del sistema de las Naciones Unidas con la resolución 2261 de 2016, en el que se determinó que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó, por unanimidad, la Misión Especial de Monitoreo y Verificación del Acuerdo sobre el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas, entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc.
Según el profesor Rengifo, esta resolución está acompañada a través de un mecanismo tripartita (tres partes): consejo de seguridad, Estado colombiano y las FARC EP, de manera que esto significa un gran logro de la diplomacia colombiana.