Foto: Óscar Sevillano
La investigación que sigue un Fiscal Seccional de Bogotá, sobre el crimen de un ciudadano que fue apuñalado unas 161 veces, indica que este fue torturado en una de las casas del barrio San Bernardo en donde se estableció durante muchos años el crimen organizado en la ciudad, vecino de la Calle del Bronx.
El Distrito niega que en la ciudad existan casas en donde se torturen a las personas e informó además que dicha casa fue sellada por un periodo de diez días porque, según las investigaciones, no tiene licencia para funcionar como hotel de paso o paga diario, que sería la razón social bajo la que funciona.
Durante la reciente intervención que se hizo en el sector, se registraron 97 personas entre las cuales un sujeto fue arrestado por porte ilegal estupefacientes, además, se incautaron 18 armas blancas, varias cajas de cigarrillos al parecer de contrabando, además de un lote de bebidas alcohólicas adulteradas que fueron posteriormente destruidas.
De acuerdo con el coronel Wilfrand Méndez, comandante operativo, en el sector de San Bernardo solo se ha reportado un caso en el que un hombre fue sacado muerto de la mencionada casa. “Este es único caso que tenemos en esa modalidad en este sector en lo que va del año”, enfatizó.
¿Es nueva la denuncia de las casas de tortura en Bogotá?
Los llamados masajes y lugares de tortura quedaron en evidencia, luego de que se intervino el Bronx y se demostró la existencia de determinados lugares en el sector, como la Casa de Millonarios, en donde estaba escrito un mensaje que advertía a los que se portaran mal “que serían conducidos a la sala de masaje”.
Foto: Casa de Millonarios/ Antiguo sector del Bronx/Óscar Sevillano
En este lugar, se hallaron además los restos de una persona que habría sido desmembrada y se recogieron testimonios de ciudadanos que frecuentaban el lugar, muchos de ellos consumidores, que había casas donde torturaban a la gente.
Esta nueva denuncia, sumado a los cadáveres que han sido encontrados en bolsas negras en diferentes partes de la ciudad, deja la dudad sobre la frecuencia de estas prácticas en Bogotá y, si estas corresponden al modo de actuar de alguna organización criminal con presencia en la capital del país.