La seguridad debe ser “El Plan”

Bogotá necesita invertir en seguridad, eso para nadie es un secreto. Solo con recorrer las localidades o leer los titulares de prensa, salta a la luz que hay problemáticas reales y de fondo relacionadas con criminalidad. Las estadísticas también lo demuestran. 

Es por esto que, en medio de las discusiones sobre el proyecto del Plan de Desarrollo en el Concejo de Bogotá, tenemos la obligación de revisar con lupa las metas establecidas. Aunque celebro la decisión de la administración Distrital de casi duplicar el presupuesto para seguridad, éste sigue siendo insuficiente para una capital golpeada por la delincuencia.

Se habla de un incremento histórico, pero también es histórico que en el último cuatrienio Bogotá tuviera más de 620 mil víctimas de hurto en diferentes modalidades.

Según el Plan de Desarrollo presentado por el alcalde Carlos Fernando Galán, para los próximos cuatro años, se destinarán 3.52 billones de pesos para seguridad, lo cual corresponde al 3.88% del total del presupuesto de inversión, incluso por debajo de cultura, que tendrá una asignación del 3.92 por ciento equivalente a 3.56 billones de pesos.  

Metidos en “el plan”, considero importante la destinación de casi 700 mil millones de pesos para fortalecer el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo, C4. Sin embargo, la administración debe precisar en qué porcentaje estima reducir la criminalidad gracias a esa inversión. Asimismo, se debe garantizar que con estos recursos se hará el mantenimiento correspondiente a las cámaras de videovigilancia, ya que 1.464 no están funcionando.

Genera gran preocupación que, en medio de la intención de recuperar los lazos resquebrajados con la fuerza pública, en el proyecto no se haga referencia a su bienestar. Lo anterior debe presentar una alerta en cuanto a la posición de esta administración en el apoyo a valerosos hombres y mujeres que velan por el derecho a la seguridad de la ciudadanía. Es pertinente recordar que ésta ha sido una recomendación que se ha hecho en reiteradas oportunidades desde el sector y también por parte de quienes integramos la Bancada Pro Fuerza Pública y Veteranos, que creamos en el Concejo pensando en nuestros uniformados.

Del Plan, Bogotá Camina Segura, destaco los valiosos ajustes en cuanto a las recomendaciones de generar metas específicas para la reducción de delitos. Sobre todo, en metas estratégicas en materia de homicidio, hurto común, extorsión, lesiones personales, homicidios a mujeres, hurto a personas en el servicio de transporte público y lesiones personales con víctima mujer.

Aunque los bogotanos anhelamos mayor pie de fuerza, no podemos caer en hipotéticos que luego nos cuesten por falta de planeación. Es importante que la alcaldía de Galán siguiera la recomendación que le hice en debates de control político sobre la cifra de nuevos efectivos de la Policía. Según el documento, se trabajará en una propuesta jurídica y técnica para alcanzar a llegar a los 2.000; sin embargo, a sabiendas de que se necesitan estos uniformados, la meta sigue siendo ambiciosa.

Ante lo anterior, estaremos prestos a realizar el control a dicho cumplimiento, debido a que, en el pasado, Claudia López hizo la misma promesa y el resultado todos lo conocemos: no se cumplió. También se debe garantizar la permanencia de esos uniformados en la ciudad. En este sentido, también es muy importante que le informen a la ciudad la especialidad, pues necesitamos policías para inteligencia, contrainteligencia y seguridad ciudadana.

Galán se eligió con la promesa de que Bogotá caminará segura, por lo tanto, esa será la vara con la que sea medido. Heredó una papa caliente y ahora su misión es cumplirle a la ciudad.

Andrés Barrios Bernal

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