La Policía Nacional de España trabaja ya de forma preliminar para coordinar el dispositivo de seguridad en torno a la final entre River Plate y Boca Junior que se jugará el 9 de diciembre en el Santiago Bernabéu, para cuando se espera movilizar en torno a 2.000 agentes, entre ‘antidisturbios’ de UIP o UPR, especialistas en el control de masas, o unidades de Información. Los detalles del despliegue, no obstante, dependerán de la decisión que se adopte sobre la venta y reparto de entradas, ante la posibilidad de que puedan desplazarse a Madrid aficionados radicales.
Fuentes policiales consultadas han explicado que el dispositivo policial depende en primer lugar de la decisión sobre el reparto de entradas. “No se puede plantear con seriedad ni este ni ningún dispositivo deportivo hasta que no se sepa si se venderán entradas, y cuántas o cómo, en Argentina”, enfatizan las citadas fuentes, que recuerdan que la Comisión Estatal contra la Violencia debe aún fijar si el partido se declara de alto riesgo, como es previsible por los antecedentes del River-Boca que se suspendió por graves altercados.
El diseño del plan depende en gran parte de la previsión que se haga de la asistencia o no de aficionados violentos venidos desde Argentina u otros países. Se remiten a decisiones previas como si se permitirá el acceso al Bernabéu de hinchas de Boca, después de que en el partido de ida en La Bombonera no se vendieran entradas al equipo visitante. Lo acordado entre las directivas era que en el partido de vuelta en el Estadio Monumental sólo asistieron los aficionados de River. Sin embargo, el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, aseguró en la madrugada de este viernes que las hinchadas de Boca también podrán acudir a la final.
Para el partido del 9 de diciembre en el Bernabéu, con capacidad para 80.000 espectadores, se baraja colocar en los fondos (detrás de las porterías) a las aficiones rivales de River y Boca con la intención de separarlas. El blindaje de la llegada de los autobuses al Bernabéu y el control sobre las aficiones se realizaría utilizando el protocolo habitual en cualquier partido de alto riesgo en España.
Fuentes sindicales recuerdan que el dispositivo se tendrá que diseñar en “tiempo récord” (en nueve días) y que obligará al refuerzo de plantillas y al cambio de días de descanso fijado en un mes de diciembre que comienza con el Puente de la Constitución y finaliza con la Navidad, cuando se suelen reforzar las medidas de seguridad en zonas de gran afluencia por el nivel 4 de alerta alta por la amenaza terrorista.
En cualquier caso, las fuentes conocedoras del dispositivo policial recuerdan la experiencia de la Policía en eventos deportivos y la importancia del trabajo preventivo. Se remiten a la ausencia de altercados en el Mundial de Rusia del pasado verano, por ejemplo, donde hubo desplazamiento de aficiones con pasado violento. La clave, advierten, está en el control desde la salida del país de origen, por lo que subrayan la importancia de la colaboración policial entre España y Argentina.
Los expertos policiales de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, que es quien coordina este tipo de dispositivos, cruzan ya información sobre la afinidad de aficiones de equipos españoles con las ‘barras brava’, ante la posibilidad de que puedan aprovechar el partido para visibilizarse en Madrid. Uno de los puntos señalados como claves en el entramado de seguridad son los aeropuertos, tanto los de salida como Madrid-Barajas, para prevenir sobre la infiltración de radicales.