Aunque la mayoría de las personas lleva un registro de ingresos y egresos y además un presupuesto, solo el 27% de los encuestados manifestaron que siempre les alcanza el salario hasta el fin del mes. Así lo demuestra una encuesta realizada por la Unidad de Investigación, desarrollo y territorio de Confiar Cooperativa Financiera sobre Educación financiera, ahorro y autocontrol, aplicada a 1072 personas entre los 24 y los 40 años en 6 departamentos (Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Risaralda Casanare, y Meta) y 11 regiones del país.
Según John Edwin Baena, experto en comportamiento del consumidor y líder de investigación de Confiar, del 73% restante, el 38% responden que pueden existir momentos en los que no les alcance, “lo que muestra que no solo es necesario llevar un registro y mantener presupuesto, sino, este debe estar acompañado de un control y revisión constantes de los gastos que se realizan”.
Al preguntarles a las personas por si distribuyen eficientemente su dinero, el 23% responden que sí, lo que muestra un excelente manejo de los recursos escasos y al mismo tiempo abre una oportunidad para entender que pasa con el 77% restante que no siempre lo hace o definitivamente no les alcanzas sus recursos para distribuirlos en sus actividades.
El 54% de las personas entrevistadas procuran mantener un registro de ingresos y egresos, porcentaje que coincide con las personas que tiene como costumbre llevar un presupuesto, pero para tener un buen manejo de las finanzas personales no es sólo necesario mantener un registro.
Las personas gastan más cuando están con amigos y familiares
Es frecuente que cuando las personas se encuentran con amigos o familiares no realicen un control de sus gastos, como ya se ha comprobado en otros estudios, los consumidores son emocionales y tienden a demostrar sus sentimientos o estados de ánimo a través de la compra, para el caso de este estudio sólo el 19% gasta exactamente el dinero que presupuesta para sus salidas o encuentros.
A pesar de esto las personas entre los 25 y 40 años tratan de ser racionales a la hora de la compra, una muestra de ello es que el 48% siempre compara precios a la hora de adquirir un bien, además de un 25% que casi siempre lo hace. Esta actitud se suma a los resultados optimistas de un 71% que evalúa la necesidad de tener el producto – siempre (37%) y casi siempre (34%) – lo que muestra una tendencia de los consumidores a ser cada vez más conscientes frente a los gastos y los bienes o servicios que adquieren.
Al indagar a las personas sobre las frases “Lo veo, me gusta, lo compro” y “Solo hazlo” el 46% están en desacuerdo o totalmente en desacuerdo en dejarse llevar por el impulso y la emoción, lo que evidencia la necesidad de continuar generando herramientas que permitan tomar mejores decisiones al consumidor frente a la compra.
Según el estudio el 41% de los consumidores están “en desacuerdo” en comprar sin hacer un preanálisis de lo que se va adquirir y si esto lo cruzamos con la variable imagen y apariencia donde el 43% está “en desacuerdo” nos confirma una vez más que el consumidor promedio evalúa, compara precios y no necesariamente se preocupa por la imagen y la apariencia.
“La frase respecto a la satisfacción evidencia que el consumo necesariamente esta cruzado por la emoción, si se observa la distribución de los resultados, la mayoría afirma que está de acuerdo con que las compras les generan satisfacción, conclusión que ya muchos estudios sobre el consumidor han demostrado, pero que cobra nuevamente relevancia frente el autocontrol”, añadió Baena.
El dinero extra no se destina al ahorro sino al gasto
Según el estudio el 41% de las personas entrevistadas respondieron que “siempre” destinan una parte de sus ingresos al ahorro, pero cuando se enfrentan a cambios ya sean por reducción de gastos (21%), ingresos extras (16%) o incrementos permanentes en la renta (26%) no lo destinan necesariamente al ahorro.
“Es decir que aunque el valor del ahorro puede aumentar, disminuye en términos porcentuales con los nuevos excedentes. Lo que permite concluir que aunque existe un mediano nivel de consciencia del ahorro cuando las personas reducen sus gastos o reciben un ingreso extra, esto necesariamente no lo desatinan para ahorrar, es decir que prefieren utilizarlo para otras actividades de consumo, como viajes, conciertos y compras”, explicó John Baena.
Aproximadamente el 67% de las personas encuestadas son cada vez más conscientes de la importancia de destinar una partes de sus ingresos para el ahorro, este ahorro puede ser separado y guardado de manera formal o informal, privilegiando las alcancías, natilleras, fondos, cadenas o en algún lugar de sus casas, que los sistemas financieros.
En general el 78% de las personas encuestadas ahorran con el fin de cumplir un objetivo concreto y el 62% establecen un tiempo para hacerlo realidad, lo que evidencia que el ahorro requiere además de una organización de los ingresos y egresos, una motivación que genere disciplina y constancia, por ellos es importante construir metas en lo posible colectivas (pareja, familias y amigos) con el fin de hacerlas realidad y no renunciar a ellos.