¿Economía colombiana resistirá los efectos de la guerra en Ucrania?

La economía colombiana resistirá el choque originado por el conflicto entre Ucrania y Rusia. Si bien la confrontación tendrá efectos negativos tanto en el crecimiento como en la inflación global, en el caso colombiano, los mayores precios de las materias primas impulsarán los sectores minero-petroleros, las actividades asociadas como el transporte, la producción de energía y la refinación y otras ramas no transables de la economía, en especial la construcción. Además, los mejores precios del petróleo y el recaudo por la mejor actividad económica mejorará el cierre fiscal y las cuentas externas del país.

No obstante, en el mundo los efectos del conflicto internacional se verán a través de los canales de materias primas, volatilidad financiera, confianza y cadenas de suministro. “La economía global, tras expandirse 6,1% en 2021, se prevé crezca 4,0% este año y 3,6% en 2023. La revisión a la baja del crecimiento es significativa en Europa y moderada en el resto de geografías”, afirmó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.

Sin embargo, en lo que corresponde a la economía colombiana, ésta mantendrá una buena dinámica de crecimiento en 2022, basada tanto en la demanda interna como en el mejor desempeño de la demanda externa.

“Hemos visto que el crecimiento de la economía arrancó con fuerza en 2022, empujada por el buen cierre del año pasado, el gasto de los hogares y las mejores exportaciones. Sin embargo, esperamos que la actividad empiece a desacelerarse en la segunda parte de 2022, debido a que se parte de niveles muy altos de actividad y a las decisiones de política monetaria que buscan moderar el crecimiento y hacerlo más sostenible en el largo plazo. De esta manera el PIB de Colombia crecería un 4,5% en 2022 y un 2,5% el próximo año”, afirmó Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research en Colombia.

De este modo, según el análisis de BBVA Research, la demanda interna seguirá siendo importante, con un impulso positivo desde el consumo privado y un buen dinamismo de la inversión. “En el consumo, tendrán más relevancia los servicios que el gasto en bienes, gracias a la reasignación del gasto de los hogares ante la reapertura más completa de los servicios de interacción social”, aseguró Téllez.

Inflación y tasas de interés, en sus niveles máximos

En lo que corresponde a las decisiones de política monetaria por parte del Banco de la República, BBVA Research estima que el Emisor seguirá incrementando su tasa hasta cerca de 8% a mediados de 2022, nivel que durará por varios trimestres, respaldado por la buena actividad económica, las presiones de inflación actuales y las mayores expectativas de precios a futuro.

Por su parte, Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia, aseguró que en materia de inflación se espera que tenga máximos en el primer semestre, para luego moderarse, principalmente por la caída de los precios de los alimentos, durante la segunda parte del año. Al final de 2022, la inflación se ubicará en cerca de 7%. En 2023, seguirá cayendo hasta 4,5% a diciembre de ese año.

Colombia tiene grandes retos a futuro

Tal como lo dice el informe, la economía colombiana se está recuperando bien de los choques que tuvo la pandemia sobre la actividad, sin embargo, se deben retomar otras preguntas clave: cómo mejorar el nivel de vida de los colombianos, cómo ampliar la capacidad potencial productiva del país y cómo generar un crecimiento sostenible a largo plazo.

Según el equipo de BBVA Research “debe haber conversaciones nacionales sobre estos retos que presenta la economía colombiana. En primer lugar, es necesario seguir borrando las cicatrices que dejó la pandemia, haciendo énfasis en la reducción de la pobreza. El nuevo gobierno deberá recoger las voces del país y decidir cuáles son los fundamentos de una reforma al sistema laboral y pensional que hagan más fácil la creación de empleo, el cuidado de la vejez y el financiamiento y la calidad de la seguridad social en el país”.

En segundo lugar, se debe seguir generando capital en el país a través del incremento de la inversión en capital físico y capital humano. Y, en tercer lugar, para la formación de los capitales anteriores, es necesario seguir aumentando el ahorro nacional. Con esto último, también se lograrán mejorar los balances estructurales del país (externo y fiscal).

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