El Ministerio de Justicia de Haití ha anunciado la destitución del fiscal general de Puerto Príncipe, Jacques Lafontant, en el punto de mira desde hace meses de las autoridades judiciales por negligencia en el cargo y posible corrupción, en medio de la ola de violencia que sacude desde hace meses la capital del país.
El Ministerio ha hecho pública la destitución a última hora del pasado viernes, en el que designó al ex fiscal del Gobierno en el municipio de La Croix des Bouquets y Hinche, Edler Guillaume, como sustituto de Lafontant.
Esta decisión tiene lugar después de varios robos en la sede de la Fiscalía donde los ladrones se habrían llevado documentos importantes, en medio de acusaciones vertidas contra Lafontant por el Consejo Superior de la Judicatura del país, informa el portal de noticias haitiano Loop.
El Consejo había recomendado el cese fulminante de Lafontant, así como de varios magistrados del país, por “falta de integridad moral, abuso de autoridad y abuso de alcohol”.
Hace meses que el sistema judicial haitiano está al borde del colapso, entre la inseguridad reinante por el dominio de las bandas callejeras y las huelgas de magistrados que reclaman mejores condiciones laborales.
La escalada de violencia en que vive sumido a Haití, con zonas prácticamente controladas por bandas armadas e incidentes diarios de ataques y secuestros, se ha cobrado la vida desde principios de año de más de 1.400 personas, según una estimación de Naciones Unidas, que ha reclamado “apoyo urgente” para el país más pobre de las Américas.
El aumento de la violencia armada ha provocado a su vez un empeoramiento en las cifras del hambre, hasta el punto de que este año habrá un 30 por ciento más de niños afectados por desnutrición aguda grave, según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que teme que las cifras pasen de 87.500 a 115.600.