En 2016, tras año y medio de estudiar la ciudad y la problemática de su complejo tráfico, presentamos en conjunto con el ingeniero Iván Rodriguez y un grupo de trabajo interdisciplinario de ingeniería, una propuesta de APP de Iniciativa Privada, para que en su primera fase la ciudad manifestara su interés. Era un megaproyecto multipropósito con sus propias fuentes de financiamiento, lleno de impactos positivos en todos los órdenes de la vida de los ciudadanos, que fue lacónicamente desestimado por un funcionario de segundo orden de la administración distrital de entonces (y eso que el alcalde era Peñalosa, que suponíamos que sería muy receptivo a estos asuntos). Se llamaba Gestión de la Congestión. Con la estrategia de #GerenciaEnVía de la alcaldesa López y del secretario Estupiñán se acogen algunos elementos de esa propuesta, lo que causa esperanza de ver que los bogotanos (incluyendo las administraciones municipales) no seremos más observadores pasivos de la debacle que se vive en nuestro espacio urbano principal, sino que ahora hay acción positiva para atenuar las consecuencias de un problema que no tiene solución a la vista, y aunque no aborde todos los elementos de la propuesta integral, hay que celebrarlo.
Y más cuando se ubica a Bogotá como la peor ciudad del mundo en tráfico (El Tiempo, 2021-03-14) medida por el tiempo de viaje en vehículos particulares. Las razones para haber llegado a esta situación son variadas. En una enumeración rápida estarían las siguientes: no es una situación particular para esta ciudad, sino es un fenómeno mundial con énfasis en ciudades enormes del tercer mundo; aunque la densidad de vehículos por persona aún es relativamente más baja que en otras ciudades, ha crecido permanentemente el número de vehículos debido a la mejor capacidad de compra de parte de la población y del significado aspiracional del carro; ya no solo es un fenómeno que se presenta en las horas pico y hay intersecciones y vías en las cuales se observa trancón todo el día; no hemos logrado que el transporte público sea una buena alternativa para quienes puede usar carro particular; construir más vías, aumentando la oferta, no representa sino una solución temporal y tiene un efecto perverso porque jalona más demanda a muy mediano plazo; pero además porque hay una enorme incertidumbre sobre qué va a pasar en el futuro, ya no tan lejano, en que los vehículos sin conductor y el uso compartido que representarán una gran optimización operacional, pueden incluso reducir la demanda por las vías (sería la solución de fondo, pero deja en duda inversiones actuales); por increíble que parezca, los huecos y defectos del pavimento bajan la velocidad en las vías y ni se diga cuando los aguaceros frecuentes paran el tráfico por la gran cantidad de acumulaciones de agua (charcos) por desagües defectuosos o inexistentes, o mal diseño de la geometría del pavimento; para completar, la cultura ciudadana es lamentable y el desorden es notorio, la desobediencia a las normas es común, incluso el irrespeto a los semáforos y las contravía son frecuentes sin que tengan sanción; la falta de semaforización inteligente y una gran cantidad de intersecciones a desnivel que son requeridas, que sumado al mal comportamiento de los conductores, hace que su capacidad potencial se vea disminuida en comparación a lo que podría atender si fuera en un país del mundo desarrollado; por último, la ciudad no tiene recursos monetarios suficientes para llevar a cabo las inversiones que desatrasen la oferta, mejoren la malla vial, y la mayoría estarán comprometidos en la primera línea del Metro y las troncales adicionales de Transmilenio.
Todas las recomendaciones pasan por bajar a los conductores de sus vehículos y hacerlos caminar, usar la bicicleta o el transporte público (mejorándolo en que sea atractivo, ágil y suficientemente digno), además porque socialmente hablando los viajes en automóvil particular son muy injustos si se mira su uso del espacio público. No menos importante es la necesidad de limpiar el aire de la ciudad, que por fortuna podría reducirse con los buses y carros eléctricos aunque haya trancón, y si se pudiera lograr en el corto plazo una mejor velocidad promedio de los buses y carros actuales bajarían su nivel de emisiones. Se sabe que medidas restrictivas como pico y placa, no son efectivas porque no solo no reducen el número de viajes trasladando la demanda a horas valle, sino que genera la compra de un segundo vehículo normalmente de más años de uso y por ende, mayor generador de contaminación.
Por supuesto, para un problema tan complejo no hay soluciones simples. Ni siquiera hay soluciones. Pero sí se pueden implementar acciones que mejoren la situación caótica, a través de la Gestión de la Congestión. Algunas de las acciones para gestionar la terrible congestión que enfrenta Bogotá que deberían emprenderse simultáneamente, son cuando menos, las siguientes, algunas de las cuales están incluidas en #GerenciaEnVía:
- Los pavimentosdeben estar perfectos, al menos en la red principal, sin huecos ni encharcamientos. Mientras se avanza con la renovación de las estructuras es preciso tener comandos de reacción inmediata inter-entidades del Distrito para atenciones prioritarias (tapar huecos, construir desagües, cambiar paraderos). Hasta donde se entiende #GerenciaEnVía avanza en la reacción conjunta entre las entidades.
- La semaforizacióndebe ser inteligente, tanto con inteligencia distribuida como con inteligencia centralizada. La distribuida o local, implica que en la misma intersección se procesan los flujos de vehículos en todas las direcciones y se establecen diferentes políticas de paso en tiempo real. En la centralizada, con base en la información proveniente de la lectura de flujos y velocidades en las intersecciones principales de la ciudad, se procesan permanentemente algoritmos de optimización que envían estrategias integrales, de ciudad, a las intersecciones para establecer prioridades que optimicen el flujo en la ciudad como un todo. En #GerenciaEnVía se anunció que estaba lista por fin la semaforización inteligente de 1514 intersecciones. Magnífico.
- La señalizaciónque es básica para que todos los usuarios de los servicios urbanos puedan entender bien todas las instrucciones que les brinda la ciudad, incluyendo el transporte público, de manera fácil y completa. Pero especialmente aquellos elementos de señalización que sirven para encauzar a los usuarios y no dejarlos cometer actos indeseables, y así educarlos en mejores prácticas forzadamente, como hacer fila, la mezcla de carriles, respetar los carriles de desaceleración y aceleración, los pasos de peatones, etc. En #GerenciaEnVía se anunció que había un trabajo importante en esto.
- La construcción de víasnuevas que optimicen la red actual, que generalmente no son grandes construcciones, con prioridad a los proyectos que desatoran zonas de la ciudad y dan alternativas de rutas. (Se descartan las autopistas urbanas con peaje, porque no representan mejoras de largo plazo y beneficio neto económico para la ciudad). Se han adelantado algunas de estas obras desde 2016.
- La construcción de intersecciones a desnivel que hacen falta en la ciudad (154 nuevas), pero con un plan de ejecución integral y zonal, que no terminen siendo el traslado de cuellos de botella a las intersecciones vecinas, con diseños especiales que optimicen los movimientos en toda la zona, incluyendo la suspensión de muchos cruces y reencauzando el tráfico a las intersecciones mejoradas. Se han construido algunos pocos pasos elevados de los requeridos desde 2016.
- La educación ciudadanaque cree sensibilidad necesaria para que los ciudadanos vuelvan a sentir orgullo de comportarse bien, seguir las reglas, colaborar y comprender que, si todos nos portamos bien, nos va mejor a todos también. La ciudad hoy en día premia a los que se portan mal; el que no hace fila y se mete por carriles no indicados, o la berma si fuera el caso y logra pasar primero. Revertir esto es un imperativo. La estrategia de #GerenciaEnVía incluye este componente.
- El control policivo que vuelva realidad la cultura ciudadana, porque la educación no funciona en nuestro medio sin control policivo. Especialmente para casos de parqueo no autorizado, paraderos no establecidos, respeto de carriles preferenciales para buses y polución, e infracciones. #GerenciaEnVia incluye este componente.
- Los pagos por congestión que le pongan precio al uso de las vías, de tal forma que se pueda practicar un “revenue managementinverso”[i] para desestimular el uso de áreas o intersecciones de la ciudad en diferentes horas del día y días de la semana, según se presente la demanda. Y lo mejor, el traslado de todos esos grandes ingresos por uso de las vías por parte de los particulares a recursos para mejorar el transporte público, construir más infraestructura de movilidad, ciclovías y más seguridad en la ciudad para poderse mover con confianza y agilidad mejorada.
- La reacción inmediataque es clave para que las vías que van fluyendo bien, pese a un gran número de vehículos, no se tornen en un gran trancón por efecto de una varada, o de un accidente, y de hasta un pequeño incidente. Hay que disponer de grupos de reacción inmediata que cuenten con los elementos de resolución inmediata, como drones y grúas. #GerenciaEnVia incluye esta reacción.
- El diseño profesional de las intervenciones usando simulaciones y demás tecnología aplicada en el mundo que permite probar las alternativas en el computador antes de ser construidas, optimizándolas y evitando diseños subjetivos que normalmente no funcionan bien. #GerenciaEnVía trae este importantísimo componente.
- La configuración de vías rápidas, a partir de lo existente, que resulta de la selección técnica de vías principales con geometría suficiente para eliminar todas sus intersecciones a nivel, mediante puentes o deprimidos y anulación de intersecciones, con diseños de entradas y salidas de las mismas con carriles de acceso a una rotonda a nivel con diseño especial para administrar de manera eficiente los tránsitos de las vías secundarias a la principal, liberando carriles de la vía rápida en los cuales se puedan alcanzar velocidades objetivo de 30 km/hr. El diseño de las Vías Rápidas aplica de igual forma a las troncales de Transmilenio que vayan por estas vías arterias, mejorando su velocidad, y por ende, mejorando su capacidad y nivel de servicio, especialmente reduciendo sus tiempos de viaje. Su efecto sobre el SITP también sería notorio por cuanto los carriles mixtos e incluso los preferenciales, se agilizarían al igual que el resto del tráfico.
- La gerencia de la congestiónque gerencie todo lo anterior vía por vía, y cuyos objetivos principales se miden por la velocidad y el flujo de vehículos en la hora pico. Todos los componentes anteriores son parte integral del mejoramiento y que se reflejan en estas dos variables del proceso, haciendo una analogía con el mejoramiento continuo basado en el control de procesos al que se le gerencia su mejoramiento permanentemente. #GerenciaEnVía incluye este concepto y dedica gran cantidad de profesionales para gerenciar 14 troncales.
La no muy buena noticia es que el resultado superlativo que se podría esperar de Gestión de la Congestión solo se lograría si se llevaran a cabo todos los componentes integralmente y solo será marginal al hacer unos si y otros no, y algunos en forma parcial, como en la estrategia emprendida. Pero se empezó y eso es lo más importante. Esperemos que el próximo gobierno no acabe con todo lo bueno que se haya logrado, como es lo usual. El principal problema estratégico de la ciudad, y del país en general, es que no tenemos planeación de largo plazo; cada gobierno tiene su plan, que desconecta preferentemente lo del anterior, y más sus aspectos buenos para que no brillen.
Cualquier mejora en los tiempos de viaje tiene un impacto superlativo para los ciudadanos, por el hecho de recuperar un poco de bienestar al no estar sometidos a tantas horas perdidas a diario en el transporte [vi], con sus trancones, su polución, su ruido y su agresión, además por la reducción real de la contaminación por efecto del aumento de la velocidad [v].
El Alcalde que se le mida a implementar la Gestión de la Congestión [viii], quedaría como el más importante estructurador urbano del mundo, además de lograr una gratísima recordación que lo clasificaría para cualquier aspiración política y administrativa en el país y en los organismos multilaterales. Los ciudadanos se lo agradeceríamos por siempre.
*@refonsecaz – Ingeniero, Consultor en Competitividad