El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió este viernes de que “los delincuentes que estén extorsionando desde la cárcel serán trasladados a otros centros de reclusión de mayor seguridad” y se refirió la política de inhibir las comunicaciones para evitar que sigan afectando a la sociedad colombiana.
Petro lo ha anunciado en una declaración a medios tras salir de un encuentro con el Papa Francisco en Ciudad del Vaticano, donde han hablado de la “paz total”, la crisis climática y la situación política en Nicaragua, según ha informado un comunicado de la Presidencia de Colombia.
“La extorsión está siendo dirigida en un 70 % desde las cárceles. Allí hay corrupción. Indudablemente, la política que estamos siguiendo es inhibir de comunicación al delincuente que desde la cárcel está generalizando la extorsión en Colombia”, aseguró al responder a la pregunta de un periodista sobre el delito de extorsión en el país.
Petro ha enfatizado que “delincuente que nosotros podamos tener evidencias ciertas de que está ocasionando extorsiones, se va de esa cárcel y va a entrar a cárceles de mayor seguridad” y explicó que el delito de extorsión está ligado al aumento de la violencia generada por bandas en las grandes ciudades y no tiene relación directa con el conflicto armado.
“Hay otro fragmento del país, el de las grandes ciudades, el de las ciudades costeras, el de Bogotá, en donde ha aumentado la tasa de homicidios. Es decir, la violencia en general. Allí es donde se presenta con mayor brío la extorsión generalizada, sobre todo en una ciudad como Barranquilla. Esta es otra violencia, tiene otras causas”, indicó.
El mandatario ha manifestado que, según indicadores evaluados por el Gobierno Nacional, los factores de violencia en los territorios donde hay conflicto armado han disminuido y ha atribuido este fenómeno a los diálogos de paz que se adelantan con los actores armados.
“Las políticas de diálogo que se han adelantado en este año y medio casi, han sido efectivas en disminuir la violencia”, ha sostenido y ha añadido que “hay una violencia del conflicto armado que ha cambiado de fase, que está muy ligado a las economías ilícitas, que tiene unos territorios concretos, el litoral pacífico, el nordeste antioqueño, el Urabá, el Putumayo, la frontera colombo-venezolana, etcétera. Esa geografía de esa inseguridad marca allí, con los indicadores que tenemos, un descenso de la violencia”, ha sentenciado.
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