Ala! Que satisfacción profesional y personal haber estado entre una de esas 220.000 personas asistentes a la programación académica y cultural de la Feria Internacional del Libro -Filbo2024-. Fue tan rápido todo que con una clausura atiborrada de aplausos promovieron de inmediato a la ‘madre patria’ -España-, como el próximo país invitado de honor en el 2025. Mi labor en ese inmenso y gratificante mar de escritores, libros y letras fue con humidad periodística destacar y resaltar el trabajo de algunos bogotanos o ‘cachacos’ autores de historias convertidas en cientos de páginas. En honor a las letras, todos mis respetos.
Creo, como buen capitalino, nos falta reconocer o darle crédito a los coterráneos y colegas de profesión arriesgados a entrar en el selecto mundo de convertir un género periodístico rigurosamente investigado en una obra literaria, teniendo presente la escasa audiencia en el apasionante mundo de la lectura sea cual sea el tema. No obstante, las últimas noticias en ese sentido son alentadoras porque, según la Cámara Colombiana del Libro, el 72% de la población colombiana lee y el otro 28% no lo hace. Quienes afirmaron leer lo hacen 75% en libros. Una súper noticia para los literatos y las finanzas de la industria editorial.
Destacar a Mario Mendoza -su más reciente obra, Los Vagabundos de Dios, vendió más de 5.500 ejemplares-, bogotano siempre protagonista de las más recientes versiones de la Filbo se volvió una gratificante costumbre y un punto de partida para abordar a otros menos alardeados. De hecho, esta última fue mi principal disculpa para buscar autores poco publicitados o tenidos en cuenta por los grandes medios. Entonces, hablar con Juan Pablo Barrientos, autor de “Dejad que los niños vengan a mí” y “Este es el cordero de dios” despertó mi interés porque en esta oportunidad apareció en la programación con su más reciente obra: “El archivo secreto”.
El libro fue concebido a cuatro manos, es decir, con la obra y gracia de dos periodistas tesos para investigar este espinoso tema, que en palabras de su coautor, Miguel Ángel Estupiñan: “Archivo Secreto se refiera a un lugar dentro de los Archivos Eclesiásticos de todas las curias y de todas las congregaciones religiosas de sacerdotes. Ahí se guardan testimonios sobre delitos de curas que han sido procesados por la iglesia y que no necesariamente esos casos han llegado a conocimiento de la Justicia Civil colombiana”. En síntesis, entender un fenómeno tan grave como es el encubrimiento de abusos sexuales en la Iglesia Católica Colombiana. Que dios nos ampare y favorezca…
¡Pilas! Tocó seguir recorriendo los atiborrados pabellones de Corferias. Entre esa locura encontré el stand del reconocido reportero de noticias y periodista de televisión, Mario Villalobos, otro ‘rolo’ que acumula 35 años de trayectoria en medios, con impactantes trabajos que le otorgaron tres premios de periodismo Simón Bolívar y un cúmulo de acercamientos a historias como la de su primer libro: “Las confesiones de una bruja -Magia negra y poder”-. La bruja, según su autor, prestó sus servicios de hechicería a personalidades poderosas, criminales y famosas: narcotraficantes, paramilitares, fiscales, militares, cantantes, actores, actrices, jueces de la república, prepagos, sicarios, apartamentitos, un etcétera macabro. “Es un trabajo con 20 años de investigación. Cada momento relatado en este libro es fruto del condicionamiento de ser testigo presencial de los ‘trabajos o rituales’ de La bruja”, dijo Mario Villalobos.
Para este redactor referenciar a todos los escritores ‘cachacos’ consultados para descubrir cómo concibieron sus libros en siete u ocho párrafos de opinión es complejo. Se trata más bien de hacer un llamado de atención para entender que ese mismo bogotano, rolo o capitalino hace un esfuerzo humano, intelectual y social para evidenciar un sin número de historias o temas que nos impactan directa o indirectamente. Al final de cuentas es por medio de la lectura y las letras que descubrimos lugares, hechos, situaciones o datos, que tal vez nunca podremos palpar en primera persona. “…el buen lector es un viajero y un ciudadano del tiempo”, diría el escritor, Germán Espinosa.
Finalmente, ¿Por qué cachacos bien? Porque a diferencia del señor presidente, Gustavo Petro, descachándose con señalar recientemente a los bogotanos de “rateros” -lo dijo en plural- tras los recientes y constantes escándalos de corrupción en su gobierno, creo somos más los capitalinos honestos y honrados que los nombrados en su gobierno para acabar con la poca dignidad que le queda a los colombianos.
#Parzival: ¿Sera Qué El Presidente Gustavo Petro (@petrogustavo) Regionalizando El Robo A Las Arcas del Estado Va A Culminar Con El Cáncer De La #Corrupción Criolla?