Corrupción en la Salud

Por: María Andrea Nieto


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Desde hace días venía inquieta con sentarme a revisar las cifras del sector salud en la última década en Colombia. Ahora que necesitamos tanto de los médicos, las enfermeras y de un servicio hospitalario que pueda atender al máximo la pandemia del coronavirus, es que uno lamenta (como tantas otras veces) que las inversiones no se hayan realizado a tiempo. Unas por falta de voluntad política. Otras falta de visión de las autoridades. Y otras peores, porque se robaron la plata.

En los aspectos positivos hay que reconocerle al Gobierno del presidente Iván Duque haber incrementado el gasto en el sector salud como nunca antes en la historia del país. En el 2019 el presupuesto fue de 25 billones y para el 2020 el presupuesto pasó a una cifra de 31.8 billones de pesos. Eso es una muestra clara de voluntad en aras de construir una sociedad más equitativa. Así los sectores más radicales de la oposición, a veces tan insensata, no reconozca la verdad constatada en los números.

Muchos que ya tuvieron la oportunidad de administrar recursos públicos, salen hoy a dar cátedra sobre lo que debería hacer el gobierno, que así les guste o no, sufre las consecuencias de no haber recibido activos más robustos en el sector salud para atender la situación actual. Revisé estas cifras que presentó Rafael Nieto en su columna para el periódico El Colombiano: para el año 2018 había 15 camas hospitalarias por 10.000 habitantes. Sí 15. Solo teníamos 20.8 médicos por 10.000 habitantes. Sí con esos 20.8 es que estamos lidiando esta tragedia. Y tan solo 12.6 enfermeras por 10.000 habitantes. Entre el año 2010 y el año 2.018 esos fueron los números que el gobierno de Juan Manuel Santos le dejó al país. ¿Podría haber hecho más?

Seguro que sí. Supongamos que fue por falta de visión la falta de una mayor inversión. Pero lo triste es el nivel de corrupción en el sector salud en Colombia que se ha robado los recursos de la salud. Los cálculos estiman que entre el 3% al 10% de los gastos en el sector termina en manos de los corruptos. Para el año 2.010 el presupuesto fue del 12 billones de pesos. Haciendo un estimativo del 7% que se perdió en total del 2010 al 2017, por culpa de los corruptos, podríamos decir que se robaron cerca de 12 billones de pesos en ese periodo. Con ese dinero tendríamos más camas hospitalarias, más médicos y más enfermeras. Y hoy en día, el personal sanitario podría contar con los elementos básicos de bioprotección para enfrentar la emergencia sanitaria.

¿Y el futuro? La Organización Mundial de la Salud le está rogando al mundo y a los gobiernos que para el año 2030 se generen al menos 6.000.000 millones de empleos en el sector de la salud. Eso requerirá invertir en personal médico y en aumentar el número del personal de enfermería. Se necesita en definitiva mejorar el sistema de salud pública.

Es que la salud es un derecho básico. No puede ser solo para el sector socioeconómico mejor acomodado de la sociedad como ocurría antes de que llegara el coronavirus, que no respetó pinta y contaminó sin saber hasta los “usted no sabe quién soy yo”. Por eso se requiere que las inversiones para ampliar la cobertura sanitaria sean una realidad. Y que haya una voluntad política que entienda que más inversiones en el sector salud genera un mayor bienestar en las personas y en las familias. Esta política social no es exclusiva de la izquierda. No. Es sensatez y buen gobierno del punto cardinal político de donde provenga. Por eso, que este gobierno esté destinado mayores presupuestos para el sector salud es una gran señal. Esperemos que los entes de control se pongan las pilas y que los corruptos dejen de robarse la plata. Un día, quizá hoy en día, alguno de sus familiares va a necesitar un médico, una enfermera o peor aún, un respirador para no morir.

@MAndreaNieto