Diplomacia científica para salvar la Amazonia

La Amazonia, hogar de una riqueza biológica y cultural incomparable, fuente de servicios ecosistémicos esenciales para la humanidad, está en peligro por las presiones humanas que amenazan su integridad y funcionamiento. La deforestación, los incendios, la minería y la expansión de la frontera agrícola son apenas algunas de las causas de la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo, la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero, factores que ponen en riesgo la supervivencia de millones de especies, cientos de pueblos indígenas y la estabilidad climática regional y global.

Ante este escenario, es urgente que los ocho países de América del Sur que comparten la cuenca amazónica fortalezcan su colaboración para gestionar de forma sostenible este ecosistema vital. La diplomacia científica se presenta como una herramienta clave para facilitar la cooperación, el entendimiento y la confianza y avanzar en la resolución de los desafíos globales de interés común, como el cambio climático, la protección de la biodiversidad, la salud global o la transición energética.

La ciudad de Leticia, donde la Universidad Nacional de Colombia cuenta con la sede Amazonia, es la ciudad indicada para ser la sede de dicha iniciativa, por ser punto de encuentro de tres naciones hermanas: Colombia, Brasil y Perú. Por estar ubicado en una parte estratégica del Noroeste de la Amazonía, contribuye significativamente a la humedad atmosférica sobre el continente y es fundamental para el ciclo del agua en la región, facilitando la evapotranspiración y la formación de lluvias.

En este escenario, Colombia puede afianzar su liderazgo, impulsando la creación del primer Centro Internacional de Resiliencia para la Amazonia (CIRA), basado en tres pilares: ciencia, innovación y gobernabilidad; busca promover acciones en investigación, innovación y gobernanza efectiva para la gestión sostenible de los sistemas socioecológicos de la Amazonia, enfocándose en la resiliencia ambiental, social y ecológica de los paisajes y la salud de la cuenca y de su población. 

La propuesta, en línea con los objetivos de política exterior de Colombia, debe buscar el respaldo de la OEA y la UE, además de otros socios como son el Banco Mundial, el BID, el PNUD, la UNESCO y la FAO.

Con su experticia y sus nueve sedes regionales, la Universidad Nacional de Colombia está en condiciones de aportar conocimiento, capacidad y visión para salvar la selva de todos, y apoyar al gobierno en todos los aspectos científicos y técnicos.

La creación del CIRA representa una oportunidad para Colombia como anfitrión de la COP16-2024. Esta conferencia será un escenario clave para mostrar el compromiso de Colombia en la agenda medioambiental regional y global. El CIRA será un ejemplo de cómo la diplomacia científica puede contribuir a la acción climática y al desarrollo sostenible, contribuyendo a materializar la agenda discutida en la cumbre amazónica celebrada en Belém, Brasil en agosto de 2023. No olvidemos que para el gobierno colombiano la conservación de la selva es una prioridad, manifestada en acciones y políticas públicas, como la firma del Pacto de Leticia por la Amazonia, la declaración de emergencia climática, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 51% para 2030, la implementación del Plan Nacional de Reforestación, la promoción de la economía circular y la bioeconomía, y el fortalecimiento de la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la gestión ambiental.

Como profesor, investigador y candidato a la rectoría de la Universidad Nacional, brindo todo mi respaldo para la concreción de esta iniciativa, convencido de que nuestra alma mater podrá contribuir a la construcción del diálogo entre ciencia y sabiduría ancestral para los desafíos globales que se nos presentan. 

Jairo Alexis López

Profesor de la Universidad Nacional, doctor en Física y candidato a rector.