¡No hay derecho a tanta irresponsabilidad! Esta semana más de uno quedó preocupado al escuchar las declaraciones de la representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Susana Boreal. Según la congresista petrista “obligar a un niño a asistir al colegio es una forma de violencia y de adoctrinamiento”.
Las cantinflescas declaraciones se dieron en medio de un debate en el Congreso de la República sobre un proyecto de ley con el que se busca la regulación de horarios escolares y medidas para reducir la deserción que el año pasado llegó a más de 473 mil estudiantes.
Sin duda, lo dicho por Boreal es sacado de los cabellos y revela una visión absolutamente equivocada sobre la enseñanza. Recordemos que la obligación estatal es garantizar el derecho fundamental a la educación, pues así reposa en nuestra Constitución Política. Motivar a una persona a asistir al colegio no es un acto coercitivo, sino más bien una herramienta que impulsa su desarrollo.
Pero lo de Boreal ya no sorprende, pues ella se hizo visible ante la opinión pública precisamente por vivir “en la nube”. En 2022, al ser consultada sobre el trabajo legislativo y temas de cultura general, dijo riéndose que tenía muchas cosas por aprender. En ese entonces, señaló que Colombia tiene 38 departamentos, en vez de 32, y expresó abiertamente que desconocía el significado de una moción de censura.
La congresista de izquierda tampoco ha estado exenta de la polémica. Para justificar un proyecto dijo que fuma marihuana todos los días, por otra parte, contrató a quien presuntamente sería su pareja sentimental en su Unidad de Trabajo Legislativo, UTL, (salario pagado con los impuestos de los colombianos), y, por si fuera poco, tiene señalamientos de acoso laboral.
Sin embargo, y volviendo al eje central de la nueva polémica, lo cierto es que en Colombia no se puede seguir condenando a la gente a la vulnerabilidad, la exclusión, la pobreza y la falta de oportunidades.
Llama la atención que estas declaraciones de Boreal se hayan producido la misma semana en la que el gobierno de Gustavo Petro anunció que para 2025 el presupuesto de educación superior se recortará en un 37%, pese a tener ministerios como el de la Igualdad con 1.8 billones de pesos asignados y una vergonzosa ejecución menor al 2.4%.
También resulta curioso y motivo de análisis que el proyecto político del petrismo se hiciera elegir con banderas de acceso y gratuidad en la educación, que evidentemente olvidaron. Fueron ellos quienes volcaron al movimiento estudiantil a protestar en 2021, causando graves estragos en diferentes ciudades, aludiendo que se necesitaban cupos, mayores recursos y mejor calidad en escuelas y universidades.
Sin embargo, ahora el petrismo mantiene silencio, hace recortes, desbarata el ICETEX y congresistas como Boreal salen con el cuento de que obligar a alguien a estudiar está mal, cuando ella misma lideró protestas con músicos en el llamado estallido social.
Señora Boreal: la educación, lejos de ser una forma de violencia, es una herramienta para acabarla. Educación es sinónimo de oportunidad. Además, la escuela que a usted no le gusta, es el espacio para que las personas aprendan a convivir y a expresarse.
Por último, debemos exigir que Susana Boreal deje la vagancia, que asuma la dignidad del cargo y lidere debates de altura. Ya estuvo bueno de “la nube” Boreal.