Leonor Zabaleta, una mujer indígena arhuaca y defensora de derechos humanos, fue nombrada por el Presidente Gustavo Petro Urrego como embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas en Nueva York. Su impecable labor como activista y defensora de derechos humanos y su trayectoria de más de tres décadas, especialmente en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde vive su comunidad, la han hecho merecedora de diversos premios. Entre los más destacados está el Premio Anna Lindh, otorgado por el Partido Socialdemócrata sueco, en reconocimiento a su incansable dedicación a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas en América Latina.
Este reconocimento se enmarca en su misión de representar políticamente a los pueblos indígenas, velando por el desarrollo y la protección de su cultura, pues logró constituirse como Comisionada de Derechos Humanos de la Confederación Indígena Tayrona y Representante de la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas de Colombia. Además, formó parte de la Delegación de la Mesa de Trabajo por los Derechos de los Pueblos Indígenas en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.
Siendo importante resaltar que desde que la honorable embajadora Leonor Zabaleta asumió su cargo, tenía claro su rol y llegó con una visión definida: Mostrar al mundo la riqueza y diversidad de Colombia, su misión es resaltar que somos un país multicultural, con una identidad única, compuesto por más de 115 pueblos indígenas, además de las comunidades afrodescendientes y raizales de San Andrés y Providencia y las comunidades Rrom. Un país en el que se hablan más de 68 lenguas y en el que compartimos un fin en común: la paz, justicia social y ambiental.
Desde su nombramiento en 2022, Leonor Zalabata ha trabajado incansablemente para visibilizar los derechos de los pueblos indígenas y la defensa de la democracia en Colombia. En su calidad de Representante Permanente ante la ONU, ha utilizado su plataforma para promover el reconocimiento internacional de las problemáticas que enfrentan las comunidades indígenas, abogando por la protección de sus territorios.
En 2023, su labor fue reconocida con su elección como vicepresidenta de la Junta Ejecutiva de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe. Este nombramiento no solo es una muestra de su compromiso con la igualdad de género, sino también un reconocimiento a su esfuerzo por impulsar el empoderamiento de las mujeres indígenas, quienes han sido históricamente marginadas. Desde este cargo, ha sido un instrumento para promover políticas inclusivas que aborden la intersección entre género y etnicidad, asegurando que las mujeres indígenas y otras minorías reciban mayor atención dentro de la agenda global.
Nuestra Honorable Embajadora, su vida es un testimonio de lucha, perseverancia y entrega absoluta a la causa de los derechos humanos, especialmente los de los pueblos indígenas, su nombramiento no es solo un reconocimiento a su vasta trayectoria, sino también un tributo a su profundo compromiso con el país, demostrando activismo, diplomacia y liderazgo con la protección de Derechos Humanos y su gestión para articular las políticas nacionales con las internacionales.