Mientras en Colombia se siga actuando bajo la lógica de ser un país donde hay corrupción, pero no hay corruptos, será difícil luchar contra este cáncer por más procesos de quimioterapias que se realicen para acabarlo.
Lo ocurrido con el proyecto que buscaba eliminar la casa por cárcel para quienes cometieran delitos contra los dineros públicos es la prueba fehaciente. ¿Quién tuvo la culpa?, es difícil establecerlo, porque tanto en senado como en cámara se cuidaron de dejar la escena tan impecable como la sotana del Papa.
Podrán los presidentes de senado y cámara dar todas las explicaciones posibles para tratar de limpiar sus nombres luego de darse cuenta de lo mal parados que quedaron ambos. El problema es que por más de que lo intenten, es difícil cumplir con este objetivo, porque es tan alta la indignación que existe en la ciudadanía por cuenta de este mal incrustado en la política y en la administración pública, que bien se puede aplicar el adagio popular que a la letra dice “cría fama y échate a la cama”.
Muy triste que todo un año de buena labor de Alejandro Carlos Chacón hayan quedado opacados por cuenta del oscuro episodio que se dio en la cámara de representantes en donde aparece un falso conciliador enviado por la ministra del Interior y un conciliador que no tiene tiempo de leer los más de mil folios que envío el senado.
Lamentable además que Ernesto Macías haya dilatado el trámite en senado durante ocho meses y para tratar de lavarse las manos decida enviarlo a última hora. A su triste paso por la presidencia de esta corporación se le debe sumar este episodio que termina por darle la estocada final para calificarle como una pésima labor.
A esto hay que agregarle también la actitud del resto de la mayoría de congresistas que no mostraron voluntad para que hubiese tenido un final feliz, lo que demuestra que el legislativo no tiene la más mínima intención para limpiar la política de las prácticas de corrupción y clientelismo que durante décadas la ha manchado.
Tarde vino a reaccionar el Gobierno Nacional quien apoyó el tema de manera muy tímida, quizás porque su mismo partido, es decir, -el Centro Democrático- mostró una actitud bastante osca en la consulta anticorrupción a pesar de haberse comprometido a respaldar la consulta anticorrupción de manera decidida, sin embargo se vio todo lo contrario, lo que dejó la impresión en la ciudadanía y en la opinión pública de que con esta fuerza política, solo se puede contar cuando las iniciativas de consulta al pueblo colombiano, estén encaminadas a golpear moralmente a los Acuerdos de Paz con las Farc y a acabar con la Justicia Especial para la Paz.
Si en verdad el Gobierno Nacional está resuelto a luchar contra la corrupción y el clientelismo, debe mostrar una actitud más decidida que demuestre su total voluntad. No basta con no ceder en las pretensiones de los partidos que piden representación política en el gabinete ministerial. También se requiere el respaldo del partido de Gobierno, así la idea no sea propia.
Por último, los presidentes de senado y cámara deben dar las garantías para que los trámites al interior del legislativo se cumplan a cabalidad con total transparencia.
Twitter: @sevillanoscar