En el marco de la presente campaña presidencial hemos sido testigos de la utilización de diversos mecanismos y dispositivos retóricos para generar miedo entre los votantes, especialmente frente a la idea de un gobierno alternativo liderado por Francia Márquez y Gustavo Petro. La expropiación, la reforma pensional y la reforma a la salud son miedos constantes y recurrentes, alimentados por la campaña que busca la continuidad del establecimiento y de la vieja clase política. La que busca que los colombianos y colombianas teman con soñar otro futuro posible.
Es por eso que decidimos dialogar con la ciudadanía, en un ejercicio en el cual reconocemos los miedos existentes y buscamos, a través de la palabra y el argumento, desmitificarlos y explicar la propuesta programática que busca sentar las bases de una transición seria, responsable y decidida hacia un país que busque por fuera el neoliberalismo las respuestas para su desarrollo y que encuentre en la aplicación de los acuerdos de paz el centro de una nueva cultura política y social: una donde el derecho a la vida sea inviolable.
En este proceso hemos contado con la participación de más de 400 ciudadanos y ciudadanas, en donde el intercambio de ideas y el respeto por la opinión distinta han sido la regla. De esta forma tuvimos la oportunidad de dialogar sobre la propuesta de salud, que busca aplicar un modelo preventivo basado en derechos, entendiendo que la provisión de bienes y servicios básicos hacen parte de las necesidades que deben ser cubiertas para garantizar el derecho a la salud. Sin agua potable, sin alimentación balanceada, sin saneamiento básico, sin un ambiente sano y una vivienda digna, el derecho a la salud seguirá sin ser satisfecho.
También abordamos la propuesta pensional cuyo objetivo, mediante la aplicación de un sistema de pilares, es lograr garantizar que todas las personas que cumplan los requisitos puedan acceder al derecho a la pensión, además de lograr apoyar económicamente a los adultos mayores que no tienen ingresos de pensión. Transformar el modelo de pensiones significa que el estado colombiano resolvería un déficit en el fondo público de pensiones que en 2021 ascendió a $14.8 billones de pesos.
Los ajustes institucionales que proponemos ponen los derechos en el centro y se basan en la solidaridad como el valor central del ejercicio de lo público y de la acción del estado: un sistema de salud que busque prevenir la enfermedad y no trasladar enormes ganancias a intermediarios; un sistema de pensiones en donde la competencia entre los fondos públicos y privados se acabe y en donde cada ciudadano realice un aporte al sistema público, cubriendo la pensión de quienes trabajaron ayer y esperando la solidaridad de quienes lo harán mañana.
Este esfuerzo colectivo de diálogo ha sido posible gracias a la disposición ciudadana de discutir y confrontar las ideas desde el reconocimiento del otro, y gracias a la decidida participación de personas como Luz María Múnera, Luciano Sanín, Martha Alfonso, Ricardo Bonilla, Ana Erazo, Carolina Corcho y Terry Hurtado, quienes enfrentaron los miedos a través del argumento. Continuaremos con estos ejercicios de diálogo que nos permiten reflexionar, ejercer la crítica y la autocrítica y, sobre todo, encontrar nuevas formas de decirle a los colombianos y colombianas que ante la campaña de miedo debemos responder soñando hoy, y construyendo juntos esos sueños mañana. Seremos potencia de la vida.