El arte cinético se toma el Museo El Chicó que celebra sus 50 años con la exposición de Ferruccio Gard

Confidencial Colombia – Ferruccio Gard es una de las figuras más importantes actualmente del arte cinético y el Museo El Chicó trajo una selección cuidadosa de lo mejor del artista para exponerlo desde el 16 de mayo hasta el 16 de junio con el objetivo de celebrar 50 años de pintura en el museo.

Gard ha expuesto en siete ediciones de la Bienal Internacional de Venecia y ha realizado 170 exposiciones individuales en museos y galerías de arte de todo el mundo. Sin lugar a dudas es una experiencia imperdible para visitar sus obras cargadas de movimiento y geometría.

La exposición no tiene ningún costo para los visitantes que vayan a deleitarse con cerca de 30 obras que estarán expuestas por un mes en el museo.

Confidencial Colombia contactó al curador de la exposición Bruno D’Amore, crítico de arte -miembro desde 1977 de la Association International des Critiques d’Art– que nos habló de la importancia y repercusión de este acontecimiento.

En Colombia, de los pocos grandes exponentes de arte cinético o geométrico fue Omar Rayo. Dentro del ámbito latinoamericano ¿Los artistas emergentes sienten la influencia de Ferruccio Gard y Rayo?


Creo que muchos artistas cinéticos se ven influenciados por estas grandes figuras; en las grandes muestras de arte cinético que he organizado o dirigido, siempre estuvieron presentes artistas latinoamericanos, como el grande maestro argentino Julio Le Parc. Igualmente he buscado difundir la obra de Rayo en Europa, lo considero un grande artista tanto del llamado arte geométrico como del optical art.

El movimiento y la geometría son pilares del arte cinético ¿Cómo reforzar esa sensación con lo que transmite las obras de Gard para la exposición?

Es suficiente mirar fijamente las obras, una por una, para entender el sentido y la fuerza de su geometría, la cual tiene una función decisiva tanto en la dirección del op art como en la dirección cinética.

Para la gente en general le es más fácil asociar el arte con las ciencias sociales, pero el arte cinético, en especial la obra de Gard se nutre mucho de la geometría, que se asocia más a la matemática ¿Es el arte cinético la expresión artística de las matemáticas o cómo esta ciencia influye en el arte cinético?

¡No! Todas las pinturas, cualquier obra, en todos los tiempo, encierran en sí fuertes componentes racionales, en particular componentes matemáticos. En algunos casos, esta componente “se ve”, es explícita, en otras ocasiones esta componente está sutilmente escondida. Pero siempre está presente, tanto en el arte figurativo que quiere representar lo real (tomamos por ejemplo el arte del Renacimiento italiano o en las obras de Fernando Botero, quien tiene como modelo para su obra precisamente el Renacimiento italiano), como en el arte abstracto, ya sea en el arte informal, incluso la de Jackson Pollock. La matemática es uno de los lenguajes en los cuales se expresa el arte figurativo.

¿El arte cinético se ciñe a lo decorativo en lo estético o puede transmitir algo más allá de ello?

Se trata de un arte experimental que, cuando nació, hace ya varios decenios, quiso introducir el movimiento en las obras de arte, componente que, hasta ese momento, no había hecho parte del arte. De otra parte, el arte es, debe ser investigación.

Hay mucho de inmortalizar momentos o sensaciones por medio de una pintura, detener el tiempo y dejar una obra como testimonio ¿Cree que la obra de Gard rompe con ello y su arte se vive en el instante para el instante así pasen años y años y que quizá uno pueda verla distintas veces y tenga sensaciones diferentes cada vez?

Desde este punto de vista el cuadro no cambia, cada obra es un unicum, cada obra va vista y re-vista, y en cada ocasión es una obra diversa, porque la obra está en el cerebro de quien la observa. El artista la crea con este objetivo, no para sí.

¿Qué es lo más complejo de poner en armonía la obra de Ferruccio Gard y el espacio con las dimensiones del Museo El Chicó?

Ninguna complejidad, las obras del Maestro Gard habrían podido presentarse mezcladas, en las diferentes salas, con los objetos históricos y estéticos contenidos en el Museo El Chicó; es más, la tentación de presentarlas así fue muy fuerte.