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El FC Barcelona ganó este miércoles al Athletic Club (0-2) en la primera semifinal de la Supercopa de España, disputada en el King Abdullah Sports City de Yeda (Arabia Saudí), y buscará un nuevo título, el decimoquinto, de la competición cuyo palmarés domina contra Real Madrid o RCD Mallorca, tras despachar a unos combativos ‘leones’ que no afilaron las garras ante un Barça renacido, reconectado en algunas partes con su versión buena, y al que no le hizo falta usar a los ‘cautelarizados’ Dani Olmo y Pau Víctor, que sí podrían jugar la final.
Los blaugranas, subcampeones de LaLiga, ganaron a un Athletic que llegaba a esta Supercopa como campeón de la Copa del Rey. Los bilbaínos, que levantaron sus dos últimas Supercopas ante los ‘culers’, no pudieron aprovechar su buen estado de forma y se toparon con un Barça que, sin ser regular ni dominar todo el partido, sí gozó en algunos momentos de buen juego y tuvo, en general, más y mejores ocasiones que los de Ernesto Valverde.
Ayudó mucho al Barça recibir la buena noticia de que el CSD daba al club blaugrana y a sus jugadores Olmo y Víctor la medida cautelar para poder jugar esta Supercopa. No la semifinal, pero sí una final en la que esperan rival y donde intentarán que, como sucedió no hace tanto, en la Supercopa ganada por el Barça de Xavi a principios de 2023, que esta competición sirva como catapulta. Porque el Barça de Hansi Flick está muy bien en la ‘Champions’, y pese a que lideraba con solvencia LaLiga EA Sports, está metido en un pozo de 5 de 21 últimos puntos logrados que les ha enviado a la tercera plaza.
Pero, contra el Athletic, el Barça que sí marca y sí sabe defender su portería (esta vez de nuevo con el polaco Szczesny) supo salir a flote y sellar una victoria importante. Aunque deberán confirmar esta mejora en la final del domingo. Hasta entonces, Flick y su cuerpo técnico deberán recuperar físicamente a los jugadores y ver cómo seguir mejorando a un grupo que ya dejó atrás errores cometidos en el pasado más reciente.
Y así salieron, a morder y a marcar. En el minuto 17, tras un buen arranque, el Barça vio puerta para empezar a ver la luz, gracias a un Gavi que remató de primeras una rápida jugada asociativa iniciada por Raphinha, continuada por Pedri y Balde y culminada por el centrocampista internacional español, que lo dio todo mientras estuvo en el verde del estadio saudí. El Barça siguió buscando el gol, con Lewandowski y el propio Raphinha, muy incisivo.
Tanto, que Unai Simón salvó en el 23′ una clarísima ocasión del ‘capi’ blaugrana, que no pudo aprovechar un mano a mano para ampliar la ventaja en el marcador. Gran parada de un Unai Simón que tuvo muchísimos menos problemas para atajar, con la mano, el posterior intento de tiro elevado, suave y flojo, de Lamine Yamal. A todo ello, el Athletic intentó estirar líneas y acercarse al área de Szczesny, pero sin claridad ofensiva.
Tras el descanso, el Barça salió más fuerte, dispuesto a encontrar el 0-2 que pudiera ‘dormir’ al Athletic Club. Y tuvo dos buenas ocasiones, primero con un disparo lejano ‘marca de la casa’ de Lamine Yamal y, poco después, con una clarísima en las botas del capitán Raphinha, que recibió un precioso balón largo de Iñigo Martínez (antiguo ‘athleticzale’) pero, tras recortar bien a Lekue, no atinó en el disparo, flojo y centrado y demasiado fácil para Unai Simón.
Pero esta dinámica se tradujo finalmente en el segundo tanto para los de Hansi Flick. Y fue obra de Lamine Yamal, recién recuperado de una lesión para esta Supercopa de España, al recibir un buen pase de Gavi, al límite del fuera de juego, y encarar con calma a Unai antes de batirle con precisión quirúrgica. Un tanto que consumaba la tendencia ofensiva y de superioridad blaugrana.
Diez minutos más tarde, lo justo para dejarles calentar bien, Ernesto Valverde dio entrada a Nico Williams (que era duda por una contusión en el tobillo) junto a Mikel Vesga y Óscar De Marcos, y nada más entrar Vesga envió una volea peligrosa que obligó a Szczesny –titular por llegar tarde Iñaki Peña al entrenamiento de activación previo al partido– a despejar de puños. Y Nico Williams también la tuvo en el 70′, pero su disparo raso no tuvo peligro. El que sí hubiera tenido, de ir dentro, el disparo de su hermano mayor Iñaki Williams, pero el gran centro de Yuri no se vio premiado.
Al partido cada vez le quedaban menos minutos de juego y el Barça, con un Flick atento, tiró de rotaciones. Primero para dar descanso a Lamine Yamal, al que necesitarán para la final bien fresco, y también para dar oxígeno al equipo, con un Athletic cada vez más ofensivo. Tanto, que el VAR anuló, bien anulado, un tanto de De Marcos (de vaselina sobre el meta polaco del Barça) y ya en el 86′ fue Iñaki quien de nuevo marcó para el Athletic. Pero el VAR intervino para señalar que Djaló, recién entrado, tocó el balón antes de que Williams pudiera, de remate certero, ‘recortar’ la distancia en el marcador.
Quedaban casi 4 minutos más el añadido pero a los ‘leones’ les faltaba precisión para hallar ese tanto válido que les diera una motivación extra para buscar el tanto del empate. Pero en esta tesitura de partido de idas y venidas el Barça pudo sentenciar cuando el tiro a casi puerta vacía de Frenkie De Jong lo sacó un defensa prácticamente sobre la línea de gol. Y el marcador no se movió, dejando un 0-2 que acaba con las opciones del Athletic Club de buscar una cuarta Supercopa y que da alas a un Barça que, ya con Dani Olmo y Pau Víctor como fichas de juego, intentará superar al Real Madrid o al RCD Mallorca en la final de esta Supercopa.
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