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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Cese al Fuego

ELN ordena detener ataques contra la Fuerza Pública

El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ordenó a todas sus estructuras hacer un alto a los ataques contra la Fuerza Pública en todo el país, en el marco del cese al fuego firmado con el Gobierno Nacional.

El cese al fuego tendrá una duración de seis meses, a partir del próximo 3 de agosto.

 

“En el marco del acuerdo firmado con el Gobierno colombiano de Cese al Fuego Bilateral Nacional y Temporal (CFBNT), el comando central del Ejército de Liberación Nacional ordena a todas sus estructuras a suspender las operaciones ofensivas contra las Fuerzas Armadas, la Policía y los organismos de seguridad del Estado colombiano”, señaló alias ‘Antonio García’, máximo cabecilla del grupo insurgente.

El jefe guerrillero advirtió que cada incumplimiento será reportado al comité de verificación quienes se encargarán del respectivo monitoreo.

“Llamamos a todos los mandos y combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a cumplir de manera rigurosa con este cese al fuego acordado”, puntualizó.

Nota relacionada: Estos son los protocolos para el alto el fuego con el ELN

 

Estos son los protocolos para el alto el fuego con el ELN

El Gobierno  del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han publicado este sábado los protocolos para el alto al fuego bilateral e que empezará a operar desde el próximo 3 de agosto y hasta el 29 de enero.

Se trata de las reglas de juego con las que las partes concretan cómo operará el cese de hostilidades y queda contemplado lo prohibido y el funcionamiento del mecanismo de monitoreo y verificación que se encargará de acompañar la medida, que abarca todo el territorio colombiano.

 

El presidente, Gustavo Petro, ha firmado una resolución para que, desde el Ejecutivo, se modifique la terminología con que se refiere al ELN.

En total son nueve los documentos pactados, que incluyen el de Rol de la Mesa de Diálogos de Paz en el cumplimiento del Acuerdo del cese al fuego bilateral, el de Protocolo complementario al mandato del Mecanismo de Monitoreo y Verificación para el cese al fuego y el de Rol de la Iglesia católica en el mecanismo de monitoreo y verificación.

También se han firmado el texto sobre Veeduría social y los Mecanismos de Protección Humanitaria, el de Evaluación, prórroga o suspensión del cese al fuego bilateral y el de Seguridad y protección para los integrantes del mecanismo de monitoreo y verificación.

Los tres últimos son Seguridad para el ELN y lugares donde hace presencia, Comunicaciones del acuerdo del cese al fuego bilateral y Pedagogía del acuerdo del cese al fuego bilateral y sus protocolos.

Las delegaciones de paz también han pactado el reglamento y plan de trabajo del Comité Nacional de Participación que comenzará a funcionar el próximo 3 de agosto. «Ese mismo día entrará en vigencia de manera plena el cese al fuego bilateral, nacional y temporal por ciento ochenta (180) días», resaltan las partes.

Además, las partes han explicado que lo pactado servirá para facilitar el desarrollo de las elecciones del 29 de octubre al dar tranquilidad a varias regiones del país. «Consideramos que el cumplimiento cabal de los compromisos asumidos en el acuerdo de cese al fuego bilateral y de participación para la construcción de la paz son un aporte concreto a la realización del proceso electoral que culminará con las votaciones territoriales el día 29 de octubre de 2023 y su correspondiente escrutinio», han argumentado.

Finalmente las delegaciones de paz del Gobierno y del ELN han apuntado que el cuarto ciclo de conversaciones iniciará el 14 de agosto en Caracas, Venezuela.

Estas directrices se suman a las ya anunciadas en la Resolución 194 que se firmó el pasado 8 de julio y que da vida a lo acordado entre los negociadores de paz.

Desde que se anunció el acuerdo para un alto el fuego bilateral se explicitó que tendría tres fases: la primera desde el 9 de junio y que finalizó el 6 de julio, tiempo en el que se hizo el alistamiento del proceso, se terminaron los protocolos, se hizo pedagogía en los territorios y se dio a conocer lo acordado con las estructuras del ELN. Además, se concretó el mecanismo de verificación con trabajo conjunto de Naciones Unidas y de la Iglesia católica.

La segunda fase está vigente desde el 6 de julio y terminará el 3 de agosto. Se aplicará la fase de desescalamiento, se frenarán las acciones ofensivas por parte de las Fuerzas Militares y de la guerrilla del ELN.

La tercera empezará el 3 de agosto y durará 180 días prorrogables, en función de las evaluaciones periódicas del mecanismo y de que se garantice el cumplimiento de las partes comprometidas.

La verificación se hará cada dos meses y creará un mecanismo de evaluación que actuará de manera local y regional para estudiar los posibles problemas que se pudieran presentar durante la vigencia del alto el fuego. Dicha instancia estará conformada por integrantes del Gobierno, el ELN, las Naciones Unidas y la Iglesia Católica.

El presidente Gustavo Petro ordenó una revisión mensual sobre la ejecución del presupuesto para garantizar que los recursos lleguen a las regiones.

Petro firmó decreto para oficializar cese al fuego con el ELN

Gustavo Petro decretó el cese el fuego con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) a partir del 3 de agosto y que durará hasta el 29 de enero de 2024, aunque podrá ser prorrogado si la Mesa de Diálogos de Paz lo considera.

El cese de hostilidades será «bilateral, nacional y temporal», por lo que las operaciones del Ejército colombiano contra el ELN han sido suspendidas.

 

«No se puede hablar de paz sin una sociedad más equilibrada, más equitativa; no esta, de las más desiguales del mundo, la posibilidad de la paz naufraga en medio de la desigualdad», dijo Petro en declaraciones publicadas por la Presidencia de Colombia en su cuenta de Twitter.

Las delegaciones del Gobierno de Colombia y de la guerrilla del ELN encargadas de llegar a un acuerdo de paz pactaron el 9 de junio acordaron un alto el fuego bilateral a nivel nacional y de seis meses de duración.

Así, el pacto consta de tres etapas. La primera de ellas abarcó desde la firma hasta el 5 de julio, periodo en el que se habrían alistado las organizaciones que verificarían el cumplimiento del alto el fuego.

A partir de ahora se producirá la etapa de desescalada con la vista puesta en el 3 de agosto, fecha en que ambas partes se han comprometido a respetar un alto el fuego a nivel nacional.

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Un cese, varios escenarios

El cese al fuego con el ELN es una noticia esencialmente optimista. Está dividido en tres fases donde se dictarán protocolos específicos, una segunda donde ambas partes se prepararán, y finalmente el 3 de agosto iniciaremos 180 días sin acciones ofensivas. Contrario a la cantidad de información sin verificar que ha estado circulando, el cese parece estar bastante mejor planeado, y es mucho más realista que los intentos del pasado.

En una guerra cuyo repertorio está encaminado a controlar violentamente territorios y poblaciones, el ELN es tal vez el último grupo que activamente busca enfrentar al Estado, y por eso un cese bilateral puede hacer que la reciente oleada violenta se reduzca significativamente. Sin embargo, el futuro tiene un escenario virtuoso y uno no tan optimista.

 

En el escenario positivo se logra que el cese al fuego disminuya la violencia. Esto requiere la fuerza pública última evite que otros grupos como las disidencias del EMC, o el clan del golfo se expandan, aprovechando la inactividad del ELN.  Es decir, que la fuerza del Estado debe ser capaz de crear un escenario de suficiente tranquilidad para que en primer lugar se pueda avanzar en el cumplimiento de lo acordado y también para que pueda haber mejoría social en las regiones de influencia de grupos violentos.

Al mismo tiempo, el proceso de diálogo con el Estado Mayor Central debe avanzar bajo las mismas condiciones y renegociar un cese al fuego mejor planeado, verificado y donde la participación de las comunidades rurales que cohabitan dichas zonas del país sea posible y segura. Aquí, si ambos ceses logran liberar capacidad de la fuerza pública también es probable que ésta logre recuperar zonas de influencia del clan del golfo y de esta forma presione a este grupo armado a una negociación.

En el escenario negativo el Estado no logra crear las condiciones mínimas para detener la expansión de otros grupos y esta situación escala la confrontación entre ilegales. Permítanme detenerme aquí para aclarar un punto fundamental: existe una creencia generalizada de que cuando se menciona la confrontación entre grupos armados, se refiere a enfrentamientos directos y claros entre dos o más grupos, y que en medio de estos combates los civiles resultan afectados. Sin embargo, esta idea no se ajusta a la realidad. El repertorio de violencia de los grupos armados en la actualidad no se limita a los enfrentamientos directos. Su objetivo principal es obtener recursos financieros para mantener a sus combatientes a cualquier costo, controlar áreas del territorio, imponer normas y castigos a las comunidades que no se alineen con ellos, y desplazar o confinar a los habitantes en contra de su voluntad.

Por lo tanto, si la fuerza pública no logra frenar la expansión de otros grupos, como el EMC y el Clan del Golfo, no se crearán las condiciones necesarias para que la población participe activamente. De no cumplirse esta condición, la tensión existente podría desencadenar guerras regionales cada vez más sangrientas en Chocó, Arauca, El Catatumbo, Cauca y Nariño. Es imperativo actuar con determinación para evitar este escenario devastador. En un contexto tan violento, no sería posible implementar de manera efectiva los programas sociales acordados. Nos sumiríamos nuevamente en una espiral violenta, lo cual tendría un costo dramático para la democracia colombiana, que ya se encuentra en déficit de liderazgos perdidos.

¿Cuáles son las variables que nos llevarían hacia uno u otro escenario? Ya he señalado que la presencia efectiva de la fuerza pública es fundamental para respaldar el cumplimiento del cese al fuego, al igual que la coordinación entre la oficina del Alto Comisionado de Paz, el acuerdo con el ELN y los avances en la mesa con el Estado Mayor Central.

Sin embargo, tal vez la variable más determinante radica en la calidad de la participación, donde la población, sus organizaciones y comunidades no perciban su esfuerzo como algo superficial. Esto no puede suceder en el vacío. Se requieren recursos canalizados, enfocados y orientados a este propósito. Si buscamos el escenario optimista, la clave no sólo es en cómo se hagan las cosas, sino en que funcionen.

 

Críticas de Uribe al cese al fuego con el ELN

El expresidente Álvaro Uribe Vélez, a través de un video divulgado en su cuenta de Twitter criticó el cese al fuego bilateral pactado entre el Gobierno Nacional con el Ejército de Liberación Nacional -ELN.

De acuerdo con el exmandatario, “la paz necesita cesación de crímenes para construir confianza en la comunidad”.

 

Y añadió: La institución Ejército no delinque, por ende, no se entiende que lo pongan a la par del grupo que delinque”, recalcó.

Uribe aseguró que es muy diferente darle garantías al ELN para que, según él, “mientras cumple con la paz no se le ataque”.

El líder del Centro Democrático se mostró en contra de las declaraciones del guerrillero alias Pablo Beltrán en las que anunció que el grupo armado ilegal no cesará ni las extorsiones ni los secuestros.

“Debe entenderse que el cese criminal cobija todos los delitos, por supuesto el secuestro, aislado o sistemático, sin que puedan ser oponibles interpretaciones acomodadas o restringidas del Derecho Internacional Humanitario o del Estatuto de Roma. La paz necesita cesación de crímenes para construir confianza en la comunidad”, afirmó.

Una respuesta al Estado Mayor Central

La semana pasada varios medios de comunicación me preguntaron por el cese al fuego con el Estado Mayor central. Yo dije, y me sostengo, que la decisión del presidente Petro de suspenderlo fue una buena decisión, en tanto no se contaba con una mesa instalada, un equipo negociador, y una verificación basada en unos pocos puntos de no agresión entre el Estado y el grupo. Seamos sinceros, este grupo no estaba en guerra contra el Estado, sino en expansión de su control territorial. Sin embargo, el Estado Colombiano tiene que estar preparado porque va a iniciar una campaña militar para mostrarse más grandes de lo que son, lo que en la práctica indica más confinamiento y más asesinato de líderes y lideresas sociales, como lo muestra nuestro más reciente informe en PARES.

Somos muchas las personas que desde el análisis y el seguimiento hemos tratado de aportar a la paz en Colombia. Algunas hemos pagado altos costos – como el exilio – por denunciar los entramados de la política y su profunda relación con la violencia organizada, y otras personas no pueden contar la historia. Fueron asesinadas, sistemáticamente durante más de cuatro décadas.  También cuando investigamos hace veinte años la parapolítica, fueron los violentos quienes nos señalaron, amenazaron y hostigaron. El comunicado del Estado Mayor Central es más de lo mismo: terminamos siendo quiénes analizamos la violencia y no quiénes la producen los responsables de ella. No se olvide que se trata de un grupo en armas, refiriéndose a civiles.

 

Sí hay un tufillo en el proceso de paz total de querer omitir información y análisis que les recuerde que existe el Derecho Internacional Humanitario, que la guerra tiene mínimos y que hay comunidades que están sufriendo en medio de sus embates de crecimiento territorial. Y sobre todo que el reclutamiento de menores y su posterior asesinato es un crimen de lesa humanidad, independientemente de cómo lo justifiquen. Esa voz, la voz de las denuncias ha protegido a poblaciones y comunidades durante muchos años de los abusos de los violentos, que hoy están completamente desaforados. En eso, tuvo toda la razón el presidente en llamar a la sensatez en el esfuerzo de paz. Hay cosas que el Estado no puede pasar por alto.

Contrario a las acusaciones, la mayor parte de analistas o “intelectuales” como nos han llamado, hemos defendido la permanencia de las mesas. Lo que esperamos es que en medio de una negociación se hagan explícitos los límites. Ese fue el problema fundamental del cese al fuego. Este grupo, compuesto de muchos otros, cesaron operaciones entre ellos para unificarse en una sola estructura, pero iniciaron guerras para ampliar su control. No necesariamente en contra de otros grupos armados, también lo hicieron incrementando su fuerza militar en contra de las comunidades que habitan sus territorios, amenazando a las bases sociales que no quisieron someterse y asesinando a los líderes y lideresas – especialmente los indígenas – que se opusieron al incremento desmedido del reclutamiento.

Un grupo en expansión necesita dinero, armas y gente. Tres cosas básicas para garantizar su supervivencia. Al no tener el control absoluto de la economía incrementaron la extorsión – como lo muestran todas las cifras de fuentes oficiales y también de fuentes primarias – el control de economías menores y la presión para obtener recursos y gente. Sea la coca, sea la minería ilegal, sea la vergonzosa economía de la trata y esclavitud de personas que controla el clan del golfo en el Urabá, sea el contrabando, sea la violencia sicarial. A eso, le complementa la amenaza en 166 municipios de afectar las elecciones, terminando de hundir la ya precaria democracia local.

Por eso, la primera regla del Estado en una negociación con un grupo similar tiene que ser parar la expansión. Y en esto la fuerza pública juega un papel fundamental. Por supuesto que la presencia del Estado debe ser integral, pero hoy no hay posibilidad alguna de avanzar en ello si al menos no se detiene la expansión de los grupos. Y eso no es guerrerismo, sino mera sensatez. La izquierda necesita combinar efectivamente el anhelo de paz con la política de seguridad. En esto el presidente puede y debe llamar a la unidad nacional.

Durante la semana que pasó, una de nuestras investigadoras más lúcida y brillante estuvo reportando balaceras cada día, ante el rompimiento de una tregua, situación que pudo ser evitada con una acción más efectiva del Estado. Su valentía nos inspira a no callar.

 

 

 

 

Gobierno suspende cese al fuego con el Estado mayor central

Luego de escuchar a los delegados de las comunidades de los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo en un medio de un consejo de seguridad el Gobierno Nacional tomó la decisión de suspender el cese al fuego bilateral con el Estado Mayor Central de las Farc (EMC-FARC), en estos cuatro territorios.

El asesinato de cuatro jóvenes en el Putumayo, al parecer, cometido por el frente ‘Carolina Ramírez’, aliado del llamado ‘Estado Mayor Central’ de las disidencias Farc, sumado a las quejas de la comunidad de graves violaciónes del Derecho Internacional Humanitario por parte de esta organización al margen de la ley, motivaron la decisión del Ejecutivo quien hizo un llamado a la organización ilegal a demostrar hechos de paz.

 

El Gobierno invitó a EMC-FARC a ratificar la participación de sus delegados en los mecanismos locales en los que sigue vigente el cese al fuego. Hemos constatado la distensión que se ha logrado en otros territorios donde opera el EMC-FARC por el respeto al cese al fuego y cómo se han evitado daños irreparables a la vida e integridad de los pobladores.

«Si el cese al fuego bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir en ello», puntualizó.

 

Petro propone el ELN un cese al fuego territorial

El presidente de la república, Gustavo Petro, propuso al ELN establecer un cese al fuego territorial, que podría ser extendido a todo el país con el pasar del tiempo.

El primer mandatario lanzó la idea pidiendo al grupo guerrillero pensarlo y discutirlo, «Escojámosla. No la impongo, discutámosla», afirmó.

 

Esta iniciativa fue dada a conocer sin mencionar los detalles de ¿Cuál será la zona? ¿Cómo funcionará? ¿Cuáles son las condiciones? ¿Por cuánto tiempo sería?, etc.

“Sí queremos darle ese estatus político al ELN pero reconociendo la nueva realidad. En esa medida, les propongo que trabajemos, en serio, un cese al fuego. Que se dejen de matar; que sea un cese de hostilidades a la sociedad”, enfatizó el mandatario durante un encuentro con voceros de organizaciones campesinas y étnicas del Litoral Pacífico.

En su discurso de este sábado, el Jefe del Estado propuso a los miembros de la cúpula del ELN, -con quienes su Gobierno lleva a cabo unos acercamientos de paz en La Habana, Cuba- “comenzar a trabajar en la idea de una paz territorial”.

“Debemos mirar la paz desde el prisma territorial. Podemos escoger una nueva región concreta y comenzarla a hacer expandir en el espacio colombiano. Y, en la medida en que vayamos consolidando las nuevas regiones, escojamos una, Narino podría ser, pero empecemos un cese al fuego, un cese a la hostilidad, un proceso que pueda generarle confianza a la sociedad colombiana”, destacó.

El ELN no ha dado respuesta alguna a la idea de Petro, y en Presidencia no han entregado más información al respecto.

Gobierno niega nuevo cese al fuego con el Clan del Golfo

El alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, desmintió que se vaya retomar un alto el fuego con el Clan del Golfo, después de que hace unas semanas el presidente Gustavo Petro ordenara romper la tregua por los hechos de violencia que orquestaron durante el paro minero en el Bajo Cauca.

 

«La versión que circula en medios sobre una inminente reanudación del cese el fuego entre el Gobierno Nacional y el grupo autodenominado AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) es errónea», señala Rueda en un breve comunicado.

En ese sentido, Rueda ha explicado que el documento del que se hacen eco algunos medios y que publican «como novedad» ya «fue elaborado tiempo atrás», por tanto, el alto el fuego bilateral sigue «suspendido», si bien, ha señalado, actualmente existe un canal de comunicación con este grupo armado.

Rueda ha incidido en que cualquier grupo armado «será escuchado, siempre y cuando ofrezca gestos claros y verificables de paz y de desescalada» y que «ninguna decisión en materia de paz desconoce los derechos de las víctimas ni la responsabilidad del Estado con la seguridad y la protección de la ciudadanía».

Gobierno anuncia comisión que hará monitoreo al cese al fuego con el Estado Mayor Central de las Farc

La Oficina de Paz indicó que el mecanismos de veeduría, monitoreo y verificación del cese al fuego pactado entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central, “estará integrado por delegados del  Ministerio de Defensa, de la Fuerza Pública y del EMC-Farc, y cuenta con el acompañamiento de la MAPP-OEA y, en calidad de observadores, la Misión de Verificación de la ONU y la iglesia católica, como representante de la sociedad civil”.

En el mismo sentido, afirman que en el “marco del proceso de acercamiento entre el Gobierno Nacional y el llamado Estado Mayor Central de las Farc anunciamos que próximamente se dará inicio a una segunda fase, definida como dialógica bajo los preceptos de la política de Paz Total”.

 

La Oficina del Alto Comisionado también destaca que “tras finalizar la reunión de mandos del EMC-Farc, la semana pasada concluyó con éxito la operación de retorno de los miembros de esa organización a sus respectivos lugares de origen”, y que “aquellos a quienes se les permitió salir temporalmente de centros carcelarios han vuelto a sus sitios de reclusión”.

“Las operaciones fueron acompañadas por delegados de entidades multilaterales, de la iglesia y del cuerpo diplomático acreditado en Colombia, de acuerdo con el protocolo establecido. El levantamiento temporal de las órdenes de captura que pesan en contra de estas personas expiró luego de cumplirse el tiempo acordado para la mencionada reunión de mandos”, dice un aparte del comunicado.

Por último, en el marco de este proceso el Gobierno Nacional valora y agradece a las misiones diplomáticas de Noruega, Unión Europea e Irlanda por su incondicional apoyo a los presentes esfuerzos de la Paz Total en nuestro país.

De nada sirve un cese a fuego con el ELN

Si se llegase a pactar un cese al fuego bilateral entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, este no ayudaría a reducir la conflictividad que se vive en los diferentes territorios del país donde se vive la confrontación armada con mayor intensidad porque los demás actores ilegales no entran en ese trato.

Que el Ejército y la Policía no se enfrente con el ELN no significa de ninguna manera que esta guerrilla dejará de enfrentarse con el Clan del Golfo, ni con las disidencias de las Farc ni mucho menos con el Estado Mayor Central de las Farc.

 

Por lo anterior, el gobierno de Gustavo Petro debe insistir dentro del marco de la Paz Total de buscar un cese al fuego de carácter multilateral para que baje la conflictividad en regiones como el Catatumbo, el departamento del Cauca, etc.

Además, debe también crear un ambiente favorable hacia la paz total y para esto es necesario que acuda a la sociedad civil, a la academia y a la opinión pública para convencer al país que se requiere desactivar todos los factores de violencia armada alimentada por el narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando, etc., y que esto solo será posible si y solo si se trabaja en este sentido.

El presidente Gustavo Petro debe aceptar que hasta el momento ha actuado torpemente, y que no ha dado prioridad a asuntos como de la Paz Total por querer jugar con el efecto regadera, disparando a todo lo que puede sin lograr mayor efecto más allá de unas cuantas notas en la prensa.

Que tampoco ha sabido conducir el proceso de paz ni demostrarle al ELN que como jefe de Estado tiene la sartén por el mango, y que puede darle golpes contundentes haciendo uso de las capacidades de la Fuerza Pública y de la Policía, y que no es haciendo concesiones de manera generosa, como va a ablandar a una guerrilla complicada, ciega y testaruda conducida por personas que se quedaron viviendo en los años 70.

La idea de buscar una paz multilateral en Colombia no es mala, y sería lo mejor para todos los colombianos, incluso para aquellos políticos que necesitan de la guerra para conseguir votos porque solo así podrán visitar cualquier territorio del país sin miedo a que su integridad se vea afectada por la acción de algún actor violento.

El tema, es que por buena que sea esta idea, no es fácil de lograr, que requiere de paciencia, inteligencia y apoyo de la sociedad civil.

En lugar de buscar el apoyo popular a unas reformas que no se aprueban en la plaza pública sino en el Congreso de la República, Petro debe buscar el respaldo de la gente en todo el país a temas como la paz total, porque de nada vale firmar un acuerdo con un grupo armado ilegal, cuando los otros factores de violencia en los territorios quedan activos.

 

 

Gobierno considera suspender proceso de paz con el ELN no pacta un cese al fuego

El jefe de la delegación del Gobierno  con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Otty Patiño, ha recalcado la necesidad de que en la próxima cita entre ambas partes se pacte un alto el fuego bilateral y no descartan suspender la negociación si no se alcanza un acuerdo en este sentido.

 

Patiño ha señalado que ese alto el fuego «es absolutamente necesario» puesto que el principal beneficiario será la población civil. «No basta el cese de operaciones ofensivas», sino que se precisa también el fin de las hostilidades en todas aquellas poblaciones y municipios donde tiene presencia la guerrilla del ELN.

Patiño ha precisado que será a partir del 26 de abril cuando las delegaciones del Gobierno y el ELN se sienten a negociar en La Habana. El alto el fuego, ha subrayado, «sería lo primero» que se abordaría y confía en que la guerrilla se suma a él debido al «clamor» que existe en las comunidades en las que opera.

«Plantean que el primer punto es la participación, no se entendería esto en medio de la confrontación y las amenazas a la población civil. No se instauraría una participación libre, democrática e incluyente, sino una mediada por las armas del ELN y eso es absolutamente inadmisible», dijo Patiño.

El negociador de Casa Nariño cree que la presión nacional e internacional acabará por surtir efecto y persuadirá al ELN de dejar las armas, más después del descrédito de la última semana, en la que uno de sus atentados acabó con la vida de nueve militares en un área rural de Norte de Santander.

Aquel atentado, fue condenado ampliamente por el Gobierno de Colombia, cuyos representantes no descartaron incluso levantarse de la mesa de negociación. No obstante, Patiño ha señalado que si bien están capacitados para hacerlo, no se contempla pues significaría cerrar la puerta a cualquier tipo de acuerdo.

No obstante, ha matizado, que se puede suspender las negociaciones si el ELN no responde «satisfactoriamente» a las preguntas y desde si están dispuestos a sentarse, no para reforzarse política y militarmente, sino para poner fin al conflicto armado».

Esta semana, el ELN reafirmó en un comunicado su interés en seguir negociando con el Gobierno una solución pacífica al conflicto armado que padece Colombia desde hace más de medio siglo, al mismo tiempo que justifica sus últimas acciones como respuesta a las ofensivas del Ejército, al que acusan de ejecutar a guerrilleros desarmados y de connivencia con grupos criminales.

 

“Fue ridículo decretar un cese al fuego”: Paloma Valencia

La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, en entrevista para Confidencial Colombia explica los motivos por los que se opuso al cese al fuego decretado por el presidente Gustavo Petro.

¿Qué le pareció la orden que dio el presidente Gustavo Petro para que se levante el cesé al fuego con el Clan del Golfo?

 

Paloma Valencia: Hay que celebrar que lo hayan levantado porque fue ridículo haberlo decretado. No se puede entrar a una negociación arrinconado las Fuerzas Militares de Colombia, permitiendo que los violentos se tomen el país. A la gente le ha tocado estar bajo el yugo del Clan del Golfo porque resultó siendo solamente un cese unilateral. Yo creo que eso no solamente era inconstitucional -era ilegal- porque estos criminales no tienen voluntad de paz, a ellos hay que someterlos y cuando lo estén, ahí si negocia.

¿Era válido decretar un cesé al fuego con el Clan del Golfo?

Paloma Valencia:  Yo creo que no, mi interpretación sobre los ceses al fuego es que solamente podrían surgir en medio de una negociación que hoy no existe, y no puede existir por una razón básica, y es que no hay Ley de Sometimiento.  Usted no puede empezar una negociación sin Ley de Sometimiento y por tanto cesé al fuego era completamente ilegal.

¿Las características del Clan del golfo dan para un cese al fuego?

Paloma Valencia:  Lo que sucede es que quieren negociar con todos los mafiosos, pero eso es precisamente la discusión, mi opinión es que usted no puede claudicar, ni siquiera por decisión del presidente. Una de las obligaciones del Estado es con la seguridad y esta no es potestativa,  no es que se pueda o no se pueda. La seguridad se tiene que brindar todos los días.

¿Qué pudo suceder para que el país esté de nuevo en medio de una fuerte ola de violencia?

Paloma Valencia:  Desde que al Gobierno hizo esos ceses al fuego bilaterales -que en realidad son unilaterales-. las Fuerzas Militares se quedaron quietas, y por otro lado no se combaten las drogas ilegales, y cuando usted no combate la droga, lo que tiene es un montón de plata que está al servicio de la criminalidad y esta se utiliza para asesinar, para tomarse vías y pueblos. Lo que está viviendo el país es la ausencia de una política antidrogas.

El hecho de que La Fuerza Pública entre a combatir podría ayudar elevar los índices de violencia

Paloma Valencia:  Usted puede creer que porque usted no está haciendo nada y que todo el mundo está quieto, se disminuye la violencia, pero lo que usted está es dejando que los grupos ilegales controlen el territorio y que los ciudadanos en vez de vivir bajo el estado de derecho que debe propiciar Colombia, vivan bajo el estado de los grupos que imponen su ley.

 

 

Clan del Golfo culpa al ELN por la violencia en el Bajo Cauca

Luego de que el presidente de la república, Gustavo Petro, diera por terminado el cese al fuego con el Clan del Golfo y diera órdenes a las Fuerzas Militares y a la Policía para que reinicien operaciones en contra del grupo ilegal, esta organización emitió un comunicado negando tener la responsabilidad de los hechos que se le indilgan.

“Nada tenemos que ver como organización con las manifestaciones de violencia que se han dado en el transcurso del paro minero que se desarrolla en varias partes del país, así comprendamos las razones objetivas que lo motivaron”, dice el comunicado.

 

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El Clan del Golfo culpa al ELN por los hechos ocurridos en la región del Bajo Cauca y asegura tener disposición para la paz.

El comunicado fue dado a conocer luego de que el presidente, Gustavo Petro, ordenó a la Fuerza Pública retomar operaciones contra la organización ilegal.

comunicado by Confidencial Colombia on Scribd

“Se suspende el cese bilateral con este grupo al margen de la ley. No permitiremos que sigan sembrando zozobra y terror en las comunidades”, advirtió el Mandatario por medio de su cuenta de Twitter.

«Estructuras como la ‘Dagoberto Ramos’ pareciera que actuaran por su cuenta»: MinDefensa

El ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, aseguró que hay estructuras que delinquen en el occidente del país, como la ‘Dagoberto Ramos’ o la ‘Jaime Martínez’, que pareciera que actuaran en contravía de la línea del Estado Mayor Central y de lo acordado frente al cese al fuego.

“Por los hechos, como se han venido presentando particularmente de estructuras que delinquen en el occidente del país, parece que no existiera una unidad real y que estas estructuras estuvieran actuando por su cuenta sin acatar un mando central. Mientras que hay unas expresiones, en las que se asume el compromiso de respeto al cese del fuego, otras estructuras como la ‘Dagoberto Ramos’ o la ‘Jaime Martínez’, actúan en contravía y tendrá que ser el Estado Mayor Central, quien defina con toda claridad o que haga que las instrucciones impartidas, sean efectivas y acatadas», sostuvo el ministro Velásquez.

 

Asimismo, el jefe de la cartera de Defensa, dijo que con respecto al tema del cese bilateral hay unos mecanismos de veeduría monitoreo y verificación que se deben realizar y que espera que se hagan de forma muy rápida para evaluar si hubo o no una violación al cese, lo que no representa necesariamente una ruptura de lo acordado.

“Incidentes que en ocasiones podrían considerarse de mucha gravedad no siempre tendrían que conducir a la terminación del mismo. En ese punto el Gobierno Nacional tendría que tomar la decisión”, señaló el Ministro.

Por otro lado, la erradicación de cultivos ilícitos también fue uno de los temas relevantes, donde el Director General de la Policía Nacional, General Henry Sanabria, aclaró que durante el mes de enero no hubo erradicación porque se estaba realizando el proceso de contratación y manifestó que este mes de febrero ya se llevan 420 hectáreas erradicadas.

El general aseguró que el Gobierno, en cumplimiento de la Política de Defensa y Seguridad que avanza en su consolidación, tiene como objetivo para este año la erradicación de 22 mil hectáreas, pero especialmente con permanencia institucional para que no se presente resiembra.