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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: mujer

Cuando el amor nos cuesta la vida

Por: Georgia Rothe

Se han empeñado en decir que ya no es necesario que luchemos por la igualdad, porque ya la hemos conseguido. Que no invirtamos en proyectos contra la violencia de género, porque ya las mujeres se han empoderado. Que la lucha de las mujeres terminó cuando alcanzamos el derecho al voto hace más de 90 años. ¿Cómo puede ser que tengamos que escuchar esto, si apenas a finales del 2024, celebramos y lloramos de emoción por la aprobación del proyecto de ley en Colombia, “Son niñas, no esposas”, que prohíbe el matrimonio infantil? ¿Cómo puede ser que hasta el 2024 se haya considerado legal que niñas estén sometidas a la voluntad de hombres en contra de su voluntad, que sean abusadas sexualmente y que todo esto esté justificado por contextos culturales donde esto es entendido como una forma de amor romántico? A las mujeres, hasta el amor, nos cuesta la vida.

 

Hay una ignorancia intencional respecto a la violencia basada en género y, por eso, es importante que aprovechemos cada oportunidad que tengamos para visibilizar lo que atravesamos las mujeres todavía en este tiempo y se necesita un nuevo enfoque, uno innovador, uno que no revictimice a las mujeres ni las empobrezca “pobrecita” sino que, desde la digna rabia, busque indignar también a quien lo lea; que exponga datos concretos, que ponga en el centro las propias voces de las mujeres y sus experiencias, que se validen las formas diferentes en cómo las mujeres dependiendo de sus contextos están expuestas a más violencia.

Esta vez, celebramos que en Colombia las mujeres tendrán autonomía sobre su proyecto de vida y no se verán forzadas a uniones o matrimonios forzados a edad temprana que, lejos de proteger a las niñas o asegurarles un mejor futuro, las exponen a nuevas formas de abuso, limitan su autonomía reproductiva, las limitan a las tareas del cuidado y perpetúan ciclos de pobreza y violencia. Hoy avanzamos un paso en Colombia pero no olvidemos que muchas mujeres en la región enfrentan barreras para decidir sobre su salud sexual y reproductiva.

La violencia no ha acabado.

La violencia sexual, reproductiva y económica contra las mujeres en América Latina seguirá sino exigimos desmantelar las barreras estructurales y los patrones culturales patriarcales. Según CEPAL, entre el 60% y el 76% de las mujeres de la región han sufrido violencia de género. Esta violencia no solo es física o sexual; en el ámbito económico, las mujeres están trabajando en la informalidad laboral y tienen menores oportunidades de acceso al crédito. Esto limita su autonomía económica y las expone a contextos de violencia, donde muchas no pueden salir de relaciones abusivas debido a la dependencia económica.

El camino hacia la igualdad no ha terminado, ni terminará mientras una niña en otro país sea obligada a casarse, mientras las mujeres no puedan decidir sobre sus proyectos de vida, mientras una mujer sea revictimizada por buscar justicia, o mientras la pobreza y el trabajo no remunerado sigan siendo un peso desproporcionado sobre nosotras. Cada paso que damos, como la reciente victoria en Colombia, es un recordatorio de que la lucha no solo vale la pena, sino que es urgente. Las voces de las mujeres en toda América Latina exigen ser escuchadas y atendidas, porque cada derecho conquistado no es un punto final, sino un nuevo comienzo para transformar nuestras sociedades. A las niñas, a las mujeres, a todas: no les debemos menos que un futuro sin miedo, sin violencia, y con verdadera libertad. El cambio no es negociable, es lo que nos deben y lo queremos cobrar ya.

Georgia Rothe

Coordinadora de Género, Diversidad, Equidad e Inclusión – Pro Mujer

Sobre Pro Mujer:

Pro Mujer es una empresa social que trabaja desde hace más de 33 años por la igualdad de género en América Latina. Nuestro objetivo es ofrecer herramientas para que las mujeres alcancen su máximo potencial, mejoren sus condiciones de vida y se conviertan en agentes de cambio para sus comunidades. Utilizamos un modelo integral y holístico para brindar a las mujeres desatendidas en América Latina servicios y herramientas en tres áreas estratégicas: inclusión financiera, salud y desarrollo de habilidades empresariales.

Después de más de tres décadas trabajando de cerca con mujeres de distintos contextos, hemos adquirido un conocimiento profundo sobre las necesidades y aspiraciones de las mujeres respecto a la igualdad de género, por ello, hemos asumido la tarea de acompañar a otras organizaciones y empresas a construir sus propios planes de acción para impulsar un futuro más igualitario a través del Gender Knowledge Lab, el área de consultoría de Pro Mujer especializada en brindar soluciones a instituciones públicas, privadas y organizaciones de América Latina a integrar políticas de género, diversidad e inclusión (GDEI) en sus operaciones y productos

 -57 y + 1257

La canción que resuena este fin de semana alude a una «chica», a los «shorts», a la «tanguita amarilla», al «bombón», al «perreo», al «bluyineo», y a situaciones de fiesta que en esencia ocultan un trasfondo preocupante. Se trata de una joven que, a tan solo 14 años, entra a la discoteca y se enfrenta al consumo de sustancias y la cosificación de un mundo donde “eso” es la norma. Este tipo de letras además de reflejar la cultura popular es irónicamente utilizada por los medios de comunicación para “captar audiencias”, alimentando un ciclo de explotación y superficialidad.

Es la discusión planteada para ganar audiencia. Y como hordas salvajes se lanzan al ataque, luego de haber promocionado las muñecas de la mafia, Pablo Escobar y disfrutar el reggaeton.

 

El reggaetón ha sido objeto de críticas por su tratamiento de la imagen y el cuerpo de la mujer, presentándolos como objetos de consumo. Las letras sexistas y las poses exhibidas son herramientas de marketing que perpetúan estereotipos dañinos. La juventud, al consumir y compartir este contenido en redes sociales, se convierte en cómplice de una cultura que minimiza el riesgo que enfrentan las mujeres, especialmente las más jóvenes.

Es fundamental abordar la Ley 1257, que busca prevenir la violencia contra la mujer y proteger sus derechos. Sin embargo, a pesar de su existencia, la implementación de estas normativas enfrenta grandes desafíos. A menudo, el enfoque recae en la mujer víctima, quien, en ocasiones, puede ser vista como culpable, lo que la coloca en una situación muy vulnerable. Este contexto exige una reflexión profunda sobre la percepción de la mujer en nuestra sociedad.

La Ley 1257 no solo establece medidas para la protección de las mujeres, sino que también busca crear un entorno libre de violencia y discriminación. Sin embargo, a pesar del marco legislativo, el machismo y el patriarcado siguen arraigados en nuestra cultura. Las canciones que promueven la cosificación y el desprecio hacia las mujeres prevalecen, opacando los esfuerzos por construir un futuro más equitativo.

Recordemos que hace 20 años cantábamos «Muévete ya, muévete ya, muévete por tus derechos y tus derechos se moverán gracias al ingenio de Raquel Sofía Amaya, muévete por tus derechos», un llamado a la acción que aún resuena. Necesitamos que esos mensajes inspiren a los artistas a crear letras que promuevan el respeto y la dignidad de las mujeres. Nuestros derechos son derechos humanos, y merecemos un trato digno.

La violencia contra las mujeres abarca diversas formas: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial. Cada una de ellas se entrelaza, causando un daño profundo y duradero. Denunciar el acoso sexual es esencial, y es fundamental que se reconozca que el respeto es un derecho, no un privilegio. Las mujeres no somos trofeos ni objetos de deseo, y nuestros cuerpos son sagrados.

El Estado tiene la responsabilidad de implementar medidas de protección para todas las mujeres, especialmente aquellas que han sido víctimas de violencia. No puede ser un privilegio recibir atención psicológica o asistencia jurídica; estas son necesidades básicas que deben garantizarse.

Hoy, con firmeza y determinación, hacemos un llamado a los artistas para que reconsideren el impacto de sus letras. Queremos construir un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y completamente libres, inspirándonos en figuras como Rosa Luxemburgo.

Existen 184 proyectos de ley en el Congreso que buscan asegurar una vida digna para las mujeres. No permitamos que sean solo palabras vacías. Exigimos justicia y nos queremos vivas. No más violencia, no más silencio. La Ley 1257 debe ser una realidad palpable en la vida de cada mujer.

Marcela Clavijo

Kamala Harris tilda de ofensivos los comentarios de Trump sobre las mujeres

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, ha tildado de «muy ofensivos» los recientes comentarios del expresidente y ahora candidato republicano, Donald Trump, sobre la protección de las mujeres en un mitin de cara a las elecciones presidenciales del próximo martes.

«Creo que es muy ofensivo para las mujeres en términos de no comprender sus necesidades, su poder, sus derechos y su capacidad para tomar decisiones sobre sus propias vidas, incluyendo su propio cuerpo», ha indicado en declaraciones a la prensa.

 

Esto se produce después de que el magnate asegurara en la víspera en un mitin en la ciudad de Green Bay, en el estado de Wisconsin, que protegería a las mujeres estadounidenses, «les guste o no». «Voy a protegerlas de los migrantes que llegan. Voy a protegerlas de países extranjeros con misiles y de muchas otras cosas», aseguró.

El expresidente hizo estas declaraciones vestido con un chaleco de seguridad reflectante y conduciendo un camión de basura en alusión a las recientes palabras del presidente, Joe Biden, quien dijo que «la única basura que ve flotando son sus partidarios».

De este comentario se intentó desmarcar poco después Harris, quien matizó que «discrepa rotundamente» con cualquier crítica que aluda al voto. «Seré la presidenta de todos los estadounidenses, me voten o no», dijo en declaraciones a los medios.

Las palabras de Biden hacían referencia a una polémica anterior desatada a raíz de un chiste realizado por el comediante Tony Hinchcliffe en un mitin del expresidente Trump en el que calificó a Puerto Rico como una «isla de basura». El magnate neoyorquino, de hecho, se retractó más tarde por el suceso.

Las mujeres rurales están de moda

El 18 de diciembre de 2007, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas estableció el día 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales, con el objetivo de reconocer a las mujeres rurales por su contribución en el desarrollo rural y agrícola, la erradicación de la pobreza, la mejora en la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente.

Las mujeres rurales son las que aseguran la mitad del sustento alimenticio en el planeta y cuidan y protegen el medio ambiente y la biodiversidad. Como agricultoras han aprendido a adaptarse al cambio y han liderado iniciativas de reforestación y recuperación de cuencas hidrográficas.

 

Precisamente en Ecoaguas, la iniciativa socio ambiental de Syngenta creada en 1995 cuyo objetivo es preservar los bosques nativos tropicales y establecer procesos de educación para fomentar una cultura ambiental en las comunidades, están vinculadas muchas mujeres de las zonas rurales de los departamentos del Valle del Cauca, Cauca, Urabá antioqueño y Magdalena.

Actualmente el programa Ecoaguas «Sembrando agua», que impacta directamente a 18 municipios, trabaja con población vulnerable rural de estrato 1 y 2, mucha de ella desplazada por el conflicto armado y formada por familias lideradas, en la mayoría de los casos por mujeres. De los 1.164 viveristas vinculados al programa, el 60% corresponden a mujeres, que obtienen ingresos económicos con los que mejoran sus vidas y las de sus núcleos familiares. Ecoaguas les ha brindado la posibilidad de ejercer una labor remunerada con un gran impacto ambiental.

A lo largo de 29 años de existencia de este programa de Syngenta, se han obtenido datos relevantes para la protección y cuidado del medio ambiente en el territorio nacional, gracias al trabajo de las mujeres rurales que se vinculan como viveristas. Los datos son: 

Producción y siembra de 1.900.000 árboles nativos de más de 170 especies protegidas.

Intervención de 4.051 hectáreas, distribuidas en Antioquia, Cauca, Magdalena y Valle del Cauca.

Reforestación, diagnóstico y protección de 18 microcuencas hidrográficas y 372 nacimientos de agua en el país.

Más de 220 km de aislamiento de las cuencas hidrográficas intervenidas.

Nota relacionada: “Invierta en la Mujer Rural: Las Regiones Presentes” Un Espacio para evidenciar el poder de las mujeres campesinas convertidas en agroempresarias

¿Alguien quiere pensar en las niñas?

«Una niña, un maestro, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo”— Malala Yousafzai

Cada año, el 11 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Niña, una fecha para reflexionar sobre el presente y el futuro de millones de niñas en el mundo, especialmente en Colombia. Las niñas son semillas de cambio, pequeñas portadoras de sueños que, con las condiciones adecuadas, pueden florecer en mujeres fuertes y líderes capaces de transformar el mundo. Algunas como Malala Yousafzai, activista pakistaní por los derechos de las niñas, ha luchado enfrentando todo tipo de ataques violentos, atentados y el exilió. Cuando en una sociedad como la árabe ella levanto la voz para exigir educación para las niñas, puso en jaque y cuestiono el régimen que criminaliza y violenta la presencia de la mujer en la sociedad, menoscabando derechos y otorgándoles el rol de la infamia, el silencio y la vergüenza.

 

Por eso hoy quiero dedicar este espacio a pensar en ellas, en su vida, su cotidianidad y en que estamos haciendo para asegurar un mundo mejor para su existencia. El propósito de esta columna ha sido en principio escribir, poder narrar algunos de los temas sobre los que trabajamos junto a mi equipo a diario y profundizar en que se está haciendo bien y cómo podemos replicarlo. Por ello profundizo estas líneas en algunas herramientas fundamentales como la educación, la seguridad y la movilidad como elementos esenciales sobre los que se debe discutir y exigir para una vida libre de violencias y con oportunidades para nuestras niñas.

A nivel global y en Colombia, las niñas continúan enfrentándose a enormes desafíos. En Bogotá, los informes recientes no son alentadores: hasta abril de 2024, se registraron más de 532 casos de delitos sexuales contra menores, un aumento del 30% en comparación con el año anterior. Las cifras de violencia intrafamiliar también han aumentado, alcanzando un alarmante crecimiento del 211% en los casos denunciados. Estos números, además de ser aterradores, nos urgen a tomar acción inmediata y a garantizar que las niñas vivan en un entorno seguro, donde puedan desarrollarse plenamente.

Uno de los pilares fundamentales para el empoderamiento de las niñas, además de la educación, es su capacidad de desplazarse con seguridad y autonomía. Bogotá, una ciudad que alberga a más de 9,3 millones de habitantes y donde se realizan más de 14,6 millones de viajes diarios, ha comenzado a entender esto y ha implementado programas clave que promueven la movilidad segura para las niñas. El programa «Al Colegio en Bici» es un ejemplo de cómo una política pública puede transformar vidas. Con más de 4.800 estudiantes participando en 2024, de los cuales el 43% son niñas, esta iniciativa no solo ofrece un medio de transporte seguro, sino que también fomenta la independencia y confianza de las niñas en su día a día. Además, el programa «Biciparceros», que acompaña a estudiantes que utilizan sus propias bicicletas, ha creado una red de confianza, aunque todavía persiste una brecha de género importante: solo el 27% de las participantes son mujeres. Reducir esa disparidad es una tarea pendiente.

Otro ejemplo es la «Escuela de la Bicicleta», un programa liderado por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), que enseña a niñas y niños a usar la bicicleta como medio de transporte. En 2023, las mujeres representaron el 87% de los procesos de enseñanza de la Escuela, lo que muestra el interés y la necesidad de estos espacios para empoderar a las niñas y adolescentes. La bicicleta no es solo un medio de transporte, es también una herramienta de libertad y autonomía, algo crucial para las niñas en su camino hacia la igualdad.

Sin embargo, aunque el uso de la bicicleta está en auge en Bogotá, todavía existe una gran disparidad entre hombres y mujeres. A pesar de que las mujeres realizan el 54% de los viajes diarios en la ciudad, solo una de cada tres personas que se desplaza en bicicleta es mujer. Esto refleja no solo una cuestión cultural, sino también los problemas de seguridad que muchas niñas y mujeres aún enfrentan al moverse por la ciudad. La movilidad segura es solo un componente del empoderamiento de las niñas, pero está profundamente interconectada con su acceso a la educación. Cuando una niña puede ir a la escuela sin miedo, su mundo se expande. Es por esto que el trabajo de activistas como Malala Yousafzai es tan relevante, porque nos recuerda que una niña con acceso a la educación tiene el poder de cambiar su vida y la de su comunidad. En Bogotá, los esfuerzos para facilitar la movilidad de las niñas deben complementarse con políticas que garanticen su acceso a una educación de calidad y sin interrupciones.

No podemos hablar del empoderamiento de las niñas sin recordar ejemplos inspiradores como el ocurrido esta semana en México, donde Claudia Sheinbaum, se convirtió en la primera mujer presidenta de México. Su ascenso es un testimonio de cómo una niña que sueña, una niña con educación y apoyo, puede alcanzar los más altos cargos y liderar cambios trascendentales. Cada niña en Colombia y en el mundo debe tener la oportunidad de seguir ese camino. En este Día Internacional de la Niña, no solo debemos celebrar los avances, sino también redoblar nuestros esfuerzos para garantizar que cada niña tenga las oportunidades que necesita para alcanzar su máximo potencial. Como sociedad, debemos recordar que el futuro depende de la imaginación, la educación y la libertad de nuestras niñas. Es hora de que todas las niñas en Colombia y en el mundo reciban las herramientas necesarias para cambiar sus propias vidas y, a través de ello, cambiar el mundo.

Quena Ribadeneira

Impulsan un programa para la inclusión laboral de mujeres en Colombia

El Fondo Mujer Libre y Productiva (FMLP), lanzó el programa del Gobierno Nacional adscrito a la Vicepresidencia de la República de Colombia, con apoyo del Programa Oportunidades sin Fronteras de USAID y la Fundación Colombia Incluyente, ha lanzado el programa “Mujeres: equidad y empleo”.

La iniciativa busca implementar políticas públicas de inclusión laboral y mentorías de empleabilidad con enfoque de género, para promover la autonomía económica de las mujeres en el país.

 

“El programa ‘Mujeres: equidad y empleo’ es una apuesta clara por reducir la brecha laboral de género y generar condiciones equitativas de acceso al empleo formal. Queremos que las mujeres en Colombia no solo ingresen al mercado laboral, sino que lo hagan en condiciones justas y con las herramientas necesarias para su desarrollo profesional”, afirmó María Fernanda Reyes, directora del Fondo Mujer Libre y Productiva.

La meta es lograr la inserción de al menos 2.300 mujeres en empleos formales, enfocándose en mujeres cabezas de hogar, cuidadoras, migrantes, étnicas y diversas, quienes residen en municipios como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, entre otros.

El programa aspira a inscribir formalmente a 6.000 mujeres y proporcionar orientación socio-ocupacional a 4.000 mujeres, fortaleciendo sus competencias laborales y habilidades para procesos de selección y entrevistas. Se espera que 2.800 de ellas culminen exitosamente la fase de formación en competencias, preparándose para ingresar al mercado laboral con las capacidades requeridas por los empleadores.

Asimismo, el programa también busca involucrar al sector privado, sensibilizando a 50 empresas en temas de inclusión laboral y equidad de género, promoviendo la adopción de prácticas justas en sus procesos de selección y contratación.

Las mujeres están de moda

Dice, Florence Thomas -activista feminista colombofrancesa-, en una de sus columnas de El Tiempo que le gusta hablar de “…feminismo en movimiento con sus olas y tsunamis…”. Me quedo con esta última palabra para resaltar en rojo, con mayúscula y subrayado la incursión de las mujeres -con derechos peleados y ganados- en los cargos públicos más importantes de la región generando innumerables impactos entre sus pueblos, los generadores de opinión, la prensa y la comunidad internacional. No son una ola, son un verdadero tsunami con severos impactos en las tres américas.

Por primera vez una mujer con perfil científico en la presidencia del país a lo “mero macho”, México; por primera vez, la cercana posibilidad de una mujer negra en el primer cargo político de la Democracia más apetecida por todos, Estados Unidos; por primera vez, una valiente arriesga su vida para convertirse en la sombra detrás del poder para derrocar la tiranía empoderada hace 30 años en el más cercano de nuestros vecinos geopolíticos, Venezuela. Seamos sinceros, “las mujeres están de moda”, como dice la canción del Grupo Niche.

 

Claudia Sheinbaum (@Claudiashein), Presidenta electa; Kamala Harris, candidata Demócrata y María Corina Machado, la política ejemplo a seguir en medio de las adversidades, se convirtieron en los últimos meses en figuras poderosas contra los poderosos en ese competido y testicular escenario de la contienda electoral. Se deben tener las faldas y los pantalones bien ajustados para enfrentar sin rubores a los “jurásicos” dueños de las plazas atiborradas de adeptos o enemigos, dueños de los discursos cargados de odios y mensajes ofensivos, dueños de equipos de campaña con solo “doctores” a la cabeza, dueños de ser protagonistas mediáticos, dueños de ser los “muñecos de la mafia política”.

No! Ahora, las descritas, las que exteriorizan con honor sus cargos gubernamentales y las que miran en un futuro cercano ser candidatas a ese menester presidencial, son las agitadoras de un sin número de iniciativas revolucionarias para alentar a millones a creer en otra forma de planear, administrar y ejecutar políticas públicas, quisiera en mi caso particular: serias, tangibles, reales, sinceras, realizables y en esencia encausadas, no solamente a sus seguidores ideológicos sino en el particular caso colombiano, a los más de 54 millones de ciudadanos últimamente maltratados por un gobierno austero para enfrentar la cruda realidad económica, social y polarizante.

Veamos, precisamente, el ejemplo de Colombia. Gustavo Petro, caracterizado por generar controversias hasta con su misma sombra levantó el polvero amagando indirectamente con ser reelegido vía Constituyente para seguir durante mínimo cuatro periodos más y con eso, según el mandatario, fortalecer su ambicioso proyecto de izquierda radical. Los dispersados varones o caciques de la política criolla han hecho caso omiso al anuncio y han preferido cazar peleas con fuertes mensajes en redes sociales, especialmente en Twitter, ahora X. Todo el oleaje discursivo es centrado en los hombres de extremos y sus legendarias discusiones alrededor de quién la ha embarrado menos en este histórico país de líderes sin pantalones para sacar adelante a Colombia y los colombianos.

Ante esa borrasca política, entró en escena la figura femenina de la periodista, Vicky Dávila (@VickyDavilaH) -aborrecida y criticada sin pudor por parte del Presidente-, que sin querer queriendo, sin oficializar una candidatura, con respaldos por una buena parte de lideresas de todos los sectores de la sociedad y siendo sinceros con un marcado apoyo entre la comunidad digital viene rompiendo con todos los pronósticos para, siendo sinceros, convertirse en esa primera mujer con grandes posibilidades de entrar en la “baraja” de candidatas y candidatos a pelear en un cara a cara por las presidenciales del 2026. Tiene todo a su favor: posicionamiento, imagen, medios, discurso y respaldo financiero…

Las mujeres feministas criollas siguieron el ejemplo con el anuncio oficial de María Fernanda Cabal, política seriamente detractora del actual gobierno, perfilada como de la extrema derecha, uribista pura sangre, pero disgustada con su Centro Democrático porque le evade el interés por ser su candidata oficial y la convicción de primera mandataria. Su fuerte carácter y entereza para hablar de frente, le hacen tener un ambiente propicio para buscar ser una opción más. Otras lideresas se murmuran. Francia Márquez, actual vicepresidenta; María José Pizarro, Senadora del Partido de Gobierno; Claudia López, ex Alcaldesa de Bogotá e Íngrid Betancourt (@IBetancourtCol), antigua congresista y veedora de la gobernabilidad, entre otras.

Que vengan mujeres de todas las razas, de todos los colores, de todos los géneros, de todas las ideologías, de todas las regiones. Que rompan sin miedo las negras formas de hacer política por parte de esos históricos “varones electorales”, que enamoren con la verdad y la honestidad a los electores, que protejan a sus ciudadanos como una madre protege a sus hijos, que la esperanza de un mejor país sea una constante, que nombren, si es necesario un gabinete feminista con las mejores en su rol y que sientan la patria con férreo nacionalismo para entender lo importante que somos en el contexto regional. “…Un feminismo no muy tranquilo sino agitado por múltiples movimientos y luchas que se abrieron a las diversidades y a la interseccionalidad”, argumenta (@Florencemujer1)

Parzival: ¿Colombia está preparada para elegir a la primera mujer presidenta?

Colombia y la región buscan verdaderos cambios. En ese contexto, las mujeres están de moda en varios escenarios de nuestras vidas. Y una de ellas es la vida política. Ellas, Tal vez pueden ser un punto de partida a frescas y nuevas formas de gobernar. Todos tenemos la opción.

Edgar Martínez Méndez

La lucha de las mujeres por el derecho al voto 70 años después

Votar es un derecho que hoy en día no se cuestiona, pero esto es un dato histórico muy importante de reconocer y compartir con las generaciones actuales, porque durante siglos las mujeres no pudieron hacerlo. El primer país en permitir el voto femenino a las mayores de 21 años fue Nueva Zelanda, el 19 de septiembre de 1893, hace 128 años. Este primer sufragio de las mujeres sin restricciones ni condiciones se logró gracias al movimiento liderado por Kate Sheppard, pero solo hasta el año de 1919 fue cuando las mujeres neozelandesas pudieron presentarse también a las elecciones, equiparando el derecho no solo de elegir si no de ser elegidas. Las sufragistas nacen en el siglo XX con la primera parlamentaria en llegar a la cámara en Nueva Zelanda Elizabeth McCombs en 1933. Sin embargo, el voto femenino ha sido una lucha titánica en muchos países del mundo y obviamente una incisiva batalla por la igualdad. Hoy recordamos a las sufragistas británicas como Emmeline Pankhurst, Emily Davison, Millicent Fawcett, Mary Richardson, Maud Watts y Annie Kenney. A las Sufragistas estadounidenses como Elizabeth Cady Stanton, Alice Stokes, Lucy Burns y Sojourner Truth, a la legendaria Olympe de Gouges, la uruguaya Paulina Luisi y a la española Clara Campoamor.

Las sufragistas británicas desarrollaron un papel histórico, y aunque no fue un camino fácil por que fueron ninguneadas por ser revolucionarias, por defender sus derechos y por intentar crear un mundo más justo e igualitario, todas ellas sufrieron ataques, recibieron insultos por la calle y fueron apedreadas, desheredadas social y familiarmente, fueron, perseguidas desde lo privado hasta lo publico, a estas mujeres les tocó superar a palo seco toda la violencia política junta, empezando por la palabra ‘suffragettes’ la cual fue utilizada de manera despectiva. En sus actos políticos hubo abucheo y desprestigio, las mujeres padecieron la violencia política, y las detenciones por sus ideas y movilización fueron arbitrarias en todo sentido. “Nosotras, mujeres sufragistas, tenemos la misión más grande que el mundo haya conocido: liberar a la mitad de la raza humana y, a través de esa libertad, salvar al resto” declaró Emmeline Pankhurst, una de las principales activistas británicas.

 

Marion Wallace Dunlop fue en 1909 la primera sufragista que se declaró en huelga de hambre tras ser detenida durante 91 horas por escribir en muros públicos la Declaración de Derechos humanos, acciones muy similares que hoy se dan en las ciudades con los grafitis que quedan de las marchas del 8 m y 25 m.  La huelga de hambre iba en serio y las autoridades le metían a la brava una sonda con sustrato alimenticio por la nariz, garganta, y tráquea hasta llegar a los pulmones poniendo obviamente en riesgo su salud. ¿Unas tesas verdad? Daban todo por el todo, y el sentimiento de colegiatura ya era universal. Luego se sumaron el Reino Unido y los Estados Unidos.

El coletazo del voto llega a América Latina, a Uruguay que fue el primer país en permitir el derecho al voto en 1927.  Y aunque poco se sabe en Colombia en el año de 1853, en la provincia de Vélez (Santander), casi al mismo tiempo que en Nueva Zelanda, las mujeres accedieron al sufragio de manera rapida, aunque fue un derecho no reconocido fue una conquista, ya que luego en el año de 1855 les fue arrebatada esa victoria por la Corte Suprema de Justicia que desde entonces se mete y al parecer actúa como influenciada y detracta la decisión, pero las mujeres lo lucharon y se creó el precedente mucho antes que el 54

Para llegar a las urnas contra la sociedad heteronormativa y patriarcal se inicia la lucha de otros derechos que antes de la década de 1930 no tenían, las mujeres no podían ingresar a la universidad y si acaso terminaban el bachillerato, no podían salir de viaje sin el permiso de sus esposos y tampoco manejaban su propio salario, eran consideradas como personas no capaces de hacerlo, por el periodo mestrual y la histeria, ¿que tal esto?  Y fue el presidente liberal Enrique Olaya Herrera, de quien decían era hijo de una lavandera, un rebelde hecho a pulso y sin abolengos con quien empieza el panorama a cambiar, en el año 32 se conquista el derecho a administrar bienes y en el siguiente el derecho a la educación. Esas dos victorias fueron claves para la autonomía de las mujeres, con la posibilidad de terminar el bachillerato e ingresar a la universidad las mujeres garantizaban estar cualificadas para un empleo, ganar un salario y así administrar su dinero. 

Luego Alfonso López Pumarejo a mediados de los 40, se planteó una reforma que le daría a la mujer el estatus de ciudadana y podría ejercer cargos públicos, pero esta reforma no incluía el derecho al sufragio, y se logró media victoria puesto que celebraban las mujeres, pero solo privilegiadas como la hermana de, la hija de nieta de o la esposa de eran las convocadas, y dejaba por fuera el voto femenino, en 1947, 500 mujeres presionaron la firma del memorial donde pedían a López Pumarejo llevar a cabo la reforma. Las sufragistas lideradas por Lucila Rubio, una de las fundadoras de la Unión Femenina de Colombia (UFC). sabían y refutaban el no tener una ciudadanía incompleta, y en 1948, encontraron en la declaración universal de los derechos humanos la pertinencia del derecho al voto. Las Naciones Unidas promulgan que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinción alguna de raza, idioma, religión, sexo o de cualquier otra índole.” Y Colombia fue uno de los países que firmó dicho acuerdo internacional, asumiendo la responsabilidad de trabajar en pro del mismo.

Y como hoy en día las sufragistas intentaron llevar el proyecto de ley ante el Congreso de la República; pero la propuesta no obtuvo los resultados esperados, las mayorías hombres no lo aceptaron, pero estas heroínas no se rindieron y en vísta de la actualidad política y con mucha astucia se pegaron a la propuesta del General Rojas Pinilla con quien encontraron una oportunidad única para presentar la iniciativa ante la Asamblea Nacional Constituyente que pretendía reelegirlo hasta 1957.  Así Josefina Valencia y Esmeralda Arboleda se convirtieron no solo en la voz que representaba a las mujeres, sino que fueron nombradas como constituyentes, fueron las primeras en la historia, una por el Partido Conservador y la otra por el Partido Liberal, y el 3 de agosto, la asamblea reeligió a Rojas Pinilla como presidente y ellas radicaron el proyecto de ley del voto femenino, prueba de la posibilidad que tenemos las mujeres de negociar y hacer alianzas que saquen adelante la causa común así pensemos distinto.

El 25 de agosto algunos hombres asambleístas apoyaron la iniciativa, y el sufragio femenino fue aprobado con 60 votos a favor y cero en contra. El resultado no fue una decisión unánime, ya que los opositores se salieron del recinto con la voluntad de dejar sin quórum la votación, para que vean que la infame práctica de romper el quórum tiene trayectoria. Así se consagraron todos los derechos políticos de la mujer y muchas de ellas fueron a votar libres y a conciencia, otras fueron a votar siguiendo a sus maridos, como lo mandaba la Iglesia en el sagrado matrimonio, y lo cierto es que por fin las mujeres llegaron a las urnas masivamente. En 1957 las mujeres votaron el plebiscito del Frente Nacional, un pacto que buscaba ponerle fin a décadas de violencia entre liberales y conservadores alternando el poder durante 16 años. 

Mientras las mujeres ejercieron plenamente su ciudadanía, con ello se aprobó el pacto que condicionó y aprobó la exclusión de los derechos electorales de muchos sectores políticos, el famoso frente nacional y asi con la aprobación del voto femenino, las mujeres defendieron su derecho, y empezaron a ganarse un espacio en la política. Esmeralda Arboleda fue la primera mujer elegida que llegó al Congreso de la República y Josefina Valencia fue ministra de Educación.

Hoy, 70 años después, recordamos que fue gracias al trabajo de las sufragistas y su articulación que nosotras somos reconocidas como ciudadanas que pueden elegir y ser elegidas. Sin embargo, hoy en día persiste la brecha de desigualdad en la representación política de las mujeres en Colombia, según datos de la Registraduría Nacional y el Consejo Nacional Electoral en su más reciente balance sobre la participación de las mujeres en el mapa del poder político local y regional para el periodo 2024-2027, si bien se han logrado algunos avances, comparados con otros países de América Latina en términos de representación efectiva en cargos de elección popular, han sido unos avances menores.

En nuestro país hoy en pleno siglo 21 apenas llegamos a un 20% en representación combinada de alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas, y recordemos que ya hace 70 años, los periódicos y medios de comunicación registraron este acontecimiento histórico y gracias a las sufragistas en ese escenario político fue que se dio el resultado de los años de la lucha feminista.

Por más de una década, centenares de mujeres buscaron su ciudadanía completa y, paradójicamente, la consiguieron hasta que subió al poder el militar Gustavo Rojas Pinilla, a quien han querido atribuir el voto feminista, pero esa afirmación no solo es equivocada, sino que desconoce y resta la importancia de la lucha de las mujeres en el país. No fue un regalo del General es el resultado del movimiento internacional feminista que se da también en Colombia. La lucha continúa, la paridad es el reto, pero la paridad no es la frontera, para romper esos techos de cristal necesitamos que los hombres cedan espacios y los cedan a las mujeres que en realidad queremos hacer política, no hay de otra, ceder el poder y tomar las riendas del cuidado, invertir los roles y nivelar la cancha. No es una cuota, aunque ayuda, es la voluntad de cambio la que permitirá que ocupemos esos cargos, los de elección popular y por ende los de administración pública.

Hoy la política pública para las mujeres da solución a seis dimensiones concertadas; la educación, la salud, la autonomía económica, la paz, la participación social y política, a la de seguridad para una vida sin violencias. Y esto también lo celebramos, aunque lo que más queremos celebrar es que no nos sigan matando. 

Marcela Clavijo

A 70 años del voto femenino en Colombia persisten los retos

El libro El país de las mujeres de la escritora nicaragüense Gioconda Belli es un relato que explora el rol de las mujeres en la sociedad y la política a través de una visión feminista y utópica. Belli imagina una sociedad en la que las mujeres toman el poder y desafían la estructura patriarcal tradicional. En una parte de su libro, menciona:

«La participación de las mujeres en el poder y en la construcción de una nueva sociedad no es un capricho, sino una necesidad para la transformación verdadera. Al asumir roles de liderazgo, las mujeres no solo llevan consigo su experiencia, sino también una visión renovada sobre la justicia, la igualdad y la convivencia. Es fundamental que las mujeres se ubiquen en el centro de la toma de decisiones para cambiar la estructura del poder que históricamente ha sido dominada por hombres. Las mujeres tienen una capacidad única para generar un cambio profundo y duradero, que transforme las estructuras sociales y políticas en algo más equitativo.»

 

Esta bella utopía que Belli plantea en su libro tuvo un hito destacado en Colombia el 25 de agosto de 1954, cuando la Asamblea Nacional Constituyente aprobó el voto femenino, marcando un hito en la historia de la igualdad de género. Este evento emblemático condensó el valor de las luchas y sacrificios de las mujeres pioneras que allanaron el camino para la participación política de todas las colombianas. A 70 años de este logro histórico, es esencial reflexionar sobre los avances alcanzados, los desafíos persistentes y el crucial papel que seguimos desempeñando en la política y la sociedad.

Las primeras discusiones sobre el voto femenino en Colombia fueron impulsadas por mujeres valientes como la activista Ana Restrepo del Corral y la educadora y política María de los Ángeles González. El reconocimiento formal de este derecho fue el resultado de una batalla persistente en el ámbito político. El 25 de agosto de 1954, el Capitolio Nacional vivió uno de los debates más emocionantes al acoger y escuchar las voces de Josefina Valencia y Esmeralda Arboleda. Estas dos mujeres, provenientes de distintas vertientes políticas, defendieron con firmeza la necesidad de aprobar el voto femenino. Su presencia en ese escenario político fue el resultado de más de una década de lucha feminista que, paradójicamente, coincidió con la dictadura del militar Gustavo Rojas Pinilla. En este trasegar de lucha es importante reconocer la lucha sufragista de María Currea Manrique, primera mujer electa como Concejala de Bogotá y que en su honor el edificio nuevo del cabildo distrital lleva su nombre.

Este derecho adquirido ha sido un proceso que, aunque ha enfrentado dificultades, ha logrado posicionar y llevar una agenda política orientada a la construcción del Estado y las políticas públicas en el país. Hasta el día de hoy, Colombia ha logrado avances significativos en la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. La ratificación de tratados internacionales y la promulgación de leyes clave, como la Ley 1257 de 2008 y la Ley 1719 de 2014, han sido pasos importantes hacia la protección de los derechos de las mujeres y la garantía de una vida libre de violencia. Además, la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras de 2011 y los Lineamientos de la Política Pública para la Equidad de Género de 2012 han consolidado un marco sólido para avanzar en igualdad de género.

Sin embargo, la plena aplicación de estas normas enfrenta desafíos persistentes. La violencia de género sigue siendo un grave problema. En el primer semestre de 2024, se han contabilizado 412 feminicidios. A pesar de que Colombia declaró una emergencia por violencia machista hace un año, las medidas adoptadas hasta ahora parecen insuficientes para salvaguardar a las mujeres en el país. Según la Procuraduría General de la Nación, cada 18 horas una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer, y la mayoría de los crímenes son cometidos por sus parejas o exparejas. Los departamentos con mayores índices de estos delitos son Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Bogotá y Atlántico.

En el ámbito de los derechos reproductivos, la reciente despenalización parcial del aborto en Colombia, que permite la interrupción del embarazo hasta las 24 semanas de gestación, ha sido un avance significativo en la garantía de derechos para las mujeres. Esta reforma, que surge como respuesta a años de movilización y demanda por parte de organizaciones feministas y de derechos humanos, representa un paso crucial hacia la autonomía reproductiva. No obstante, la implementación efectiva y el acceso equitativo a estos servicios siguen siendo desafíos importantes, especialmente en regiones más alejadas y en comunidades con recursos limitados.

Además, las mujeres que participan en la política y en movimientos sociales enfrentan una creciente violencia política. Esta violencia se manifiesta en agresiones físicas, amenazas y ataques verbales que buscan silenciar y desalentar su participación activa. Este fenómeno no solo limita la representación femenina en la esfera política, sino que también perpetúa un ambiente de hostilidad y exclusión. Adicionalmente, la violencia derivada del conflicto armado sigue afectando desproporcionadamente a las mujeres, especialmente a aquellas pertenecientes a grupos étnicos indígenas y afrocolombianos. A pesar de los esfuerzos para incluir un enfoque de género en el acuerdo de paz de 2016, la implementación completa de los indicadores de género sigue siendo un desafío.

En términos de participación política, hemos visto avances, logrando un 29,2% de representación en el Congreso para el período 2022-2026, en el caso particular del Senado la distribución de las mujeres por partido político, la mayor cantidad y mayor proporción de mujeres hace parte del Pacto Histórico, que obtuvo en total 20 curules, de las cuales 10 son mujeres,. Este porcentaje es un testimonio de la creciente influencia femenina en el ámbito legislativo. Sin embargo, a nivel territorial, la representación femenina sigue siendo baja: solo el 17,5% en Asambleas Departamentales y el 12% en alcaldías. Esta representación desigual refleja las barreras estructurales y culturales que continúan limitando la participación efectiva de las mujeres en la política, y subraya la necesidad de implementar acciones como las listas paritarias para todos los cargos de elección popular, como lo han propuesto varias fuerzas políticas y que el Pacto Histórico hizo realidad en las últimas elecciones.

Uno de los retos más significativos que enfrentamos es la ausencia de una mujer en la presidencia de Colombia. A pesar de los avances logrados, la falta de una presidenta representa una brecha importante en la igualdad de género en el más alto nivel de poder político. La elección de una mujer presidenta no solo simbolizaría un avance crucial hacia la equidad de género, sino que también podría traer consigo una serie de beneficios transformadores. Una presidenta podría influir directamente en la formulación de políticas públicas con un enfoque más inclusivo y equitativo, y podría servir como un poderoso modelo a seguir para futuras generaciones de mujeres en Colombia.

En este aniversario, es crucial que celebremos los logros y reconocimientos obtenidos, pero también debemos abordar con firmeza los desafíos que enfrentamos. Las mujeres hemos demostrado ser agentes de cambio fundamentales en la política colombiana, impulsando transformaciones y leyes que han mejorado la vida de muchas personas. Es necesario que nuestra voz sea escuchada en todos los ámbitos del país y que se tomen medidas concretas para superar las barreras que aún nos limitan. La igualdad de género no debe ser un objetivo lejano, sino una realidad cotidiana en todos los aspectos de la vida colombiana. En estos 70 años del voto femenino en Colombia, celebramos los avances logrados, pero también debemos enfrentar los desafíos persistentes con determinación y compromiso.

Quena Ribadeneira

Emprender Mujer abre 385 cupos en Medellín, Barranquilla y Bogotá

Hasta el 4 de agosto de 2024 hay tiempo para que las mujeres de Medellín, Barranquilla y Bogotá se postulen a la convocatoria Emprender Mujer, programa de capacitación y fortalecimiento diseñado para potenciar las empresas lideradas por mujeres en temas de negocios, impacto y liderazgo.

Los 385 cupos disponibles serán distribuidos entre 200 emprendedoras de Medellín, 35 de Barranquilla y 150 de la capital colombiana. Las seleccionadas recibirán mentorías empresariales, capacitación en habilidades para hacer crecer los negocios, oportunidades de financiación, acceso a contactos con líderes emprendedoras y una red de conexiones nacionales e internacionales en diversos mercados.

 

“Luego de un primer semestre de excelentes resultados, con 145 emprendedoras formadas a través de 12 bootcamps, 36 talleres y 9 eventos de relacionamiento, hacemos un nuevo llamado a las mujeres que creen en la posibilidad de hacer empresa en Colombia”, expresa Federico Restrepo Sierra, cofundador y codirector de Impact Hub. “Con ellas seguiremos impulsando el fortalecimiento del tejido productivo porque su labor es fundamental en la construcción del desarrollo sostenible que necesitan sus ciudades”, agrega.

Los requisitos para participar en esta convocatoria son ser mujer, tener un emprendimiento y contar con al menos cuatro horas a la semana para asistir a los encuentros que adelantará el programa. También, en caso de resultar seleccionadas, las beneficiarias deben pagar un valor económico dependiendo de la etapa en la que esté su emprendimiento, que puede estar en consolidación, crecimiento o expansión.

Violencia de género digital

Las cuarentenas de la pandemia del COVID-19 trajeron como secuela también un aumento de la violencia de género digital. Al digitalizarse las relaciones sociales, muchos jóvenes y adultos normalizaron el intercambio de videos y fotografías íntimas como alternativa al contacto físico reducido a su más mínima expresión. Pronto llegaron las tutelas a la Corte Constitucional sobre esta forma de violencia contra las mujeres      y personas con orientación sexual e identidad de género diversa, pero también hombres.

Mediante sentencia T-280 de 2022, la Corte Constitucional exhortó al Congreso para sancionar penalmente la violencia de género digital que por ahora permanecerá sin regulación en Colombia.  En respuesta, con la senadora Ana María Castañeda  y      la participación de organizaciones de mujeres y de      derechos humanos en el ámbito digital     presentamos dos proyectos que fueron acumulados, debatidos y aprobados en tres debates sucesivos en Senado y Cámara.

 

De paso a su último debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, 18 organizaciones de mujeres hicieron llegar a cada congresista un comunicado cuestionando el alcance y la capacidad del proyecto a partir de muchas incomprensiones y solicitando su archivo. Dada la calidad de las organizaciones y su colaboración sustancial al avance del proyecto, con el ponente optamos por no culminar su trámite y volver a la pizarra para presentarlo nuevamente -mejorado- en la próxima legislatura.

El proyecto que se frustró comprendía tres elementos interrelacionados: (i) un mandato al gobierno para elaborar una política pública comprensiva para la prevención, protección y reparación de la violencia de género digital; (ii) la sanción penal de la creación y distribución de “material íntimo y/o sexual” como una vulneración al derecho de intimidad con varios agravantes; y (iii) una plataforma específica integrada al Sistema Nacional  de  Registro, Atención, Seguimiento y Monitoreo de las Violencias Basadas en Género creado en el Plan Nacional de Desarrollo y que actualmente coordina el Ministerio de la Igualdad. 

Particular preocupación para autores y ponentes de esta iniciativa ha sido el señalamiento       que el delito  denominado “distribución de material íntimo y/o sexual sin consentimiento”      perdió el enfoque de género y, según una columnista,     podría utilizarse para encubrir “políticos corruptos” o lo que es peor beneficiaría, por el principio de favorabilidad, a los condenados por pornografía infantil. El tipo penal fue redactado por especialistas en derecho penal, atendiendo las recomendaciones del Consejo de Política Criminal. La glosa cae sobre la acepción “material íntimo y/o sexual” que bien pudo aclararse en la ponencia o mediante proposición durante el debate.

Por una parte, frente a la similitud señalada entre la conducta penal que sanciona el proyecto y el delito vigente de pornografía infantil, la jurisprudencia es diáfana al determinar que dicho delito se configura sólo     con fines de explotación sexual o cuando el material ha sido obtenido con violencia o engaño. En contraste, el proyecto de ley proponía agravar la pena cuando los afectados fueran niños o niñas. Esto se aplicaría exclusivamente a la difusión o creación de material íntimo realizado sin consentimiento y motivado por razones de género, orientación sexual o identidad género diversa.

De otra parte, la alusión a que el nuevo delito permitiría coartar la libertad de expresión y el ejercicio periodístico no corresponde al texto. La jurisprudencia constitucional ha establecido los linderos entre los derechos a la intimidad y a la libre expresión y el proyecto de ley mantiene la protección de ambos, cada uno en su ámbito, sin extender el marco de aplicación a donde no corresponde.

Son todas inquietudes válidas que el proyecto no descuida. Bien por la vigilancia de la sociedad civil. Sin ella es difícil acertar. Volveremos sobre estos temas, haciendo claridades y mejorando los textos. De lo que sí estamos claras es que la violencia digital de género requiere regulación urgente para la adecuada protección, prevención y reparación frente al delito de violencia de género digital que está haciendo estragos en la sociedad.

Clara López Obregón

Las mujeres rurales tienen como ser agroempresarias en el Cesar

Cuando entramos al territorio de la Jagua de Ibirico, el Paso y Chiriguaná nos encontramos con la presencia de la Corporación Colombia Internacional (CCI) que trabaja en alianza con la empresa Drummond Ltd buscando alternativas de generación de ingresos no mineros para llevar bienestar a su comunidad.

Lo que cuenta aquí es que esta intervención tiene nombre propio, son las mujeres rurales a las que se les está dando la oportunidad de trabajar en ellas mismas para generar ingresos con sus habilidades y ánimo de trabajar asociativamente.

 

Esto se logra porque llega a la zona del corredor minero el programa 500 Mil Agroempresarias CCI siendo esta cifra alcanzable al 2030 si se suman más y más aliados. Con el tejido social con el que cuenta la CCI gracias al programa de 500 mil agroempresarias, que representan el fortalecimiento de emprendimientos liderados por mujeres rurales, mediante diversidad de aliados, entre los que se encuentran Drummond Ltd. – CCI; el objetivo es llegar a más municipios que aporten a la meta de lograr 20.000 nuevas empresas o el fortalecimiento existentes. La metodología funciona brindando capital semilla y acompañamiento integral a valientes mujeres del campo. Actualmente estamos impulsando 23 emprendimientos liderados por mujeres que benefician a 400 personas con nuevas historias de vida en los municipios de el Paso, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico.

Un impacto positivo en las comunidades

Se espera que la alianza entre Drummond Ltd y CCI genere un impacto significativo en las comunidades rurales del área de influencia de la empresa, donde se encuentran ubicados los proyectos que serán beneficiados. Los resultados esperados incluyen:

Empoderamiento económico de las mujeres rurales: Las mujeres participantes fortalecerán sus capacidades para generar ingresos y mejorar su calidad de vida, contribuyendo a su autonomía económica y al bienestar de sus familias.

Fortalecimiento de las empresas rurales: Los emprendimientos liderados por mujeres se consolidarán y se volverán más competitivos en el mercado, generando nuevas oportunidades de empleo y dinamizando la economía local.

Desarrollo sostenible de las comunidades: La implementación de prácticas sostenibles en la producción y el manejo de recursos naturales contribuirá a la conservación del medio ambiente y al desarrollo sostenible de las comunidades rurales.

Un compromiso por la transformación de los territorios y el empoderamiento de las mujeres rurales

La alianza entre Drummond Ltd. y CCI es un ejemplo tangible del compromiso que ambas organizaciones tienen con el desarrollo económico y social de las comunidades rurales en Colombia. A través de este programa, se busca empoderar a las mujeres rurales y fortalecer sus emprendimientos, contribuyendo a la construcción de un futuro más próspero y sostenible para el campo colombiano.

“Yo tuve el sueño y muy grande por lograr nuevas experiencias en la mujer rural generando ingresos para su familia por eso logré afirmar que las historias de nuestras mujeres en el campo debemos cambiarla, dar más libertad y mayor apoyo a aquellas mujeres maltratadas, sin educación escolar que hoy pueden estar en ferias internacionales y siendo proveedoras de empresas” Si se puede y estamos listos a impulsar el desarrollo del país en favor del campo colombiano. Dra. Adriana Senior, CEO de CCI”.

Ever Carrillo Navarro, Coordinador de Proyectos Sociales y Ambientales de Drummond, expresó: “La iniciativa de fortalecer las capacidades productivas de las mujeres rurales de nuestra área de influencia se suma a los esfuerzos que, desde la política de Responsabilidad Social Corporativa, Drummond Ltd. viene adelantando con el propósito fundamental de seguir contribuyendo a la diversificación productiva del territorio”.

Drummond, comprometido con el bienestar de las comunidades rurales, se une a este programa para impulsar el empoderamiento económico y social de las mujeres, contribuyendo a un futuro más próspero y sostenible para el campo colombiano.

La Fundación She Is estimula el coraje femenino

Empoderamiento y el coraje femenino serán reconocidos por la ONG internacional con impacto en Colombia She Is en sus dos concursos: Innovation Tank y She Is Global Awards, ambos con cierre de convocatoria hasta el 30 de mayo y en los cuales mujeres y niñas líderes, como también, emprendimientos con liderazgo femenino pueden proyectarse ante el sector público, privado, académico e inversionistas en el marco del evento She Is Global Forum 2024, que se realizará el 8 y 9 de agosto en el Gran Salón de Plaza Mayor Medellín. Además, recibirán premios como son: becas, capital semilla, formaciones.

Liderando con coraje el desarrollo sostenible por un mundo con equidad de género es el slogan central de este evento, el cual tiene ingreso gratuito con inscripción previa en el enlace https://acortar.link/OIQoW2. En este escenario los asistentes podrán conocer importantes personalidades internacionales de alta incidencia en el tema de equidad de género y cambio climático como son: Pashtana Durrani, joven de 23 años, profesora y activista afgana, fundadora de LEARN Afganistán, organización que aboga por la educación de las niñas y en el país.

 

Además, fue ganadora en 2021 de los Premios de Liderazgo Global Tallberg-SNF- Eliasson por sus esfuerzos para promover la alfabetización digital infantil como pilar de un nuevo enfoque de la educación frente a los brutales y violentos acontecimientos políticos y sociales en Afganistán. Fue reconocida como Campeona Mundial de la Educación por el Fondo Malala y nombrada una de las 100 mujeres más influyentes de la BBC.

Otra gran conferencista de este evento será Xiye Bastida, activista mexicana por la justicia climática. Ella con 21 años es defensora de los derechos indígenas y narradora de historias. A través de sus raíces otomíes defiende la sabiduría y los principios indígenas como solución a la crisis climática. Fue organizadora de Fridays For Future y es cofundadora y directora ejecutiva de Re-Earth Initiative, una organización internacional dirigida por jóvenes que apoya a los jóvenes de primera línea en 27 países. Recibió el Premio Espíritu de la ONU 2018 y fue nombrada TIME100 Next en 2023. Al Foro también se sumará Livia Malcangio, quien se ha desempeñado en la Secretaría Permanente como directora de Relaciones Institucionales y Protocolo durante más de 20 años en la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz. Escribió el libro educativo “Ser Nobel”, que se distribuye en cada Cumbre a todos los estudiantes y en las escuelas de todo el mundo.

Como directora ejecutiva de la Fundación KidsRights en Italia durante siete años ha presionado incansablemente por los derechos de los niños. Ha trabajado en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para el Secretario General Adjunto de Asuntos Económicos y, como intérprete profesional, ha traducido para varios líderes mundiales durante las cumbres del G8, el Foro Social Mundial y en misiones humanitarias. Ha trabajado para el Gobierno italiano, gestionando fondos europeos para programas internacionales de formación.

Estas líderes, junto con otros y otras de talla internacional serán parte de este evento. También, dichos concursos les permitirán a las participantes alto posicionamiento y nuevas oportunidades. Además, recibirán retroalimentación y estímulos para continuar con su labor por la equidad de género y el desarrollo sostenible.

Bancolombia piensa en todo, hasta en la inclusión rural

Bancolombia fortalece su estrategia de inclusión financiera rural para que las comunidades de regiones apartadas puedan acceder a oportunidades de desarrollo económico a partir de soluciones colaborativas de inclusión financiera que generen beneficios de triple impacto.

Entre estas se encuentra el primer Laboratorio de la Ruralidad, una plataforma que propiciará ejercicios exploratorios para enfrentar desafíos sociales, económicos y ambientales de interés público, bajo metodologías de innovación y experimentación.

 

En su primera etapa, esta iniciativa avanzará con el desarrollo de dos proyectos piloto enfocados en fortalecer la educación e inclusión financiera en los departamentos de Chocó y Nariño. Se espera consolidar un modelo de desarrollo territorial escalable que, a dos años, pueda ser implementado en 22 municipios de estas regiones para impactar a más de 30.000 personas en condiciones de vulnerabilidad financiera.

El laboratorio está dirigido a personas y negocios que tienen ingresos básicos y bajo conocimiento financiero y tecnológico. La visión de Bancolombia consiste en que la verdadera inclusión se materializa cuando se ponen todas las capacidades para promover el bienestar. Así, se impulsará el acceso a educación financiera y el uso de soluciones integrales que sean fáciles, cercanas, confiables y oportunas.

Chocó tendrá un modelo de crédito grupal para acceso a financiación y ahorro comunitario

En Chocó, se buscará hacer un aporte a la construcción de redes de apoyo entre los líderes del territorio, actores del tejido empresarial de la región, el banco y terceros aliados. La idea es generar soluciones para retos en materia de energía y conectividad, competitividad empresarial, acceso y uso de productos, y servicios financieros, entre otros.

A la fecha se han consolidado espacios con 34 líderes comunitarios que representan a más de 10.000 habitantes afro e indígenas. También se ha vinculado a 130 barequeros y formado a 400 personas en competencias digitales y finanzas personales.

El reto en esta región será consolidar un modelo de crédito grupal para promover el acceso a la financiación y el ahorro comunitario.

En Nariño nos enfocaremos en un modelo de préstamos productivos y un sistema rural emergente

En Nariño, como parte del programa de Finanzas para la Equidad, se implementará un sistema rural cuyo objetivo será aumentar y mejorar la oferta de productos y servicios financieros para la región.

El propósito será impactar a cerca de 26.000 personas en condiciones de vulnerabilidad financiera, ofreciéndoles un programa que medirá el bienestar económico de las poblaciones locales. Esta iniciativa fortalecerá la educación financiera con herramientas para un buen uso de la plata, y contribuirá a la adopción de tecnologías que faciliten el proceso de inclusión a la banca y el bienestar financiero.

Para lograrlo, USAID aportará recursos por más de US$ 200.000 y Bancolombia movilizará $ 7.000 millones de pesos, de los cuales más de $ 5.000 millones serán en préstamos productivos.

Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, expresa que “en Colombia, más del 93% de las personas tiene acceso a servicios financieros. Sabemos que nuestra tarea va mucho más allá, y debemos asegurar la profundización en el uso del sistema financiero para lograr triple impacto: social, económico y ambiental”. El directivo añade que “hemos dispuesto nuestras capacidades en innovación social para que desde el Laboratorio de la Ruralidad Bancolombia y, de la mano de comunidades y actores locales, podamos encontrar soluciones a las necesidades de las personas en las regiones, de forma cada vez más personalizada”.

Mora enfatiza en que “tenemos el propósito de lograr que un millón de personas en zonas apartadas accedan al sistema financiero y sus beneficios. Nuestra experiencia nos ha mostrado que una vez que la persona tiene un producto financiero, necesita acompañamiento y pedagogía para profundizar su uso y lograr disminuir brechas socioeconómicas, lo que se traduce en desarrollo sostenible para lograr el bienestar de todos”.

Actualmente, cerca de 800.000 personas del sector rural son atendidas a través de Bancolombia A la mano. De estas, 24.587 están en el departamento de Chocó, y 25.179 en Nariño. El ecosistema que Bancolombia tiene a su servicio es robusto: 10 oficinas, 34 puntos de atención móviles, 1.167 corresponsales bancarios, 7 kioscos y 74 cajeros acompañan el objetivo de contribuir a la inclusión en el sistema financiero y el cumplimiento de sus sueños.

La búsqueda de soluciones para la ruralidad es una de las aristas de la estrategia de Bancolombia para impulsar la inclusión financiera de triple impacto. Con una gama amplia de alternativas de ahorro, pagos y transaccionalidad ―entre ellas Bancolombia A la mano, los códigos QR y los créditos de bajo monto―, millones de personas y negocios en todos los rincones del territorio han logrado incorporar los servicios financieros en su cotidianidad, y usarlos como palanca en sus propósitos de vida.

Así “estiran” el dinero las mujeres

La reconocida Cooperativa de Ahorro y Crédito Fincomercio preguntó a mujeres de estrato 1, 2 y 3, cómo cumplen sus obligaciones, administrar el presupuesto del hogar, más conocido como “el diario” y reservar dinero para ahorrar a pesar de la compleja situación actual.

“Este sondeo nos permitió encontrar que las trabajadoras del hogar han desarrollado diferentes formas de ahorrar. Primero, hacer todas las comidas en casa, esto es, nada de restaurantes. Segundo, quitar o reducir su plan de televisión e internet hogar. Tercero, cancelar el plan pospago y comprar paquetes por días para el celular. Cuarto, comparar precios en varios lugares. Quinto, arreglarse el cabello y uñas en casa porque es más barato y el infaltable, almuerzo en ‘coca’. Estos son apenas algunos de los sabios trucos de las cuidadoras del hogar para ahorrar todos los meses”, señala Mauricio García, director ahorro e inversión de Fincomercio.

 

A continuación, el listado de 20 hábiles prácticas que van desde comprar productos con descuentos por pronto vencimiento hasta cocinar para varios días y recurrir al famoso “calentao” porque la misión en los hogares colombianos bien podría llamarse, “haciendo magia con el dinero”.

20 formas de ahorro de la mujer colombiana de a pie

1.       Ir a la plaza en la tarde para comprar los saldos

2.       Comprar paquetes de promoción

3.       Llevar almuerzo en “coca”

4.       Comer la fruta que esté más barata

5.       Comer antes de salir para no gastar afuera

6.       Comprar productos con descuentos por pronto vencimiento

7.       Mercar las verduras en barrios populares porque es más barato

8.       Mercar lo de grano en marcas genéricas  

9.       Guardar en la nevera la comida que sobre para el otro día

10.   Preguntar cuánto van a comer en la casa para no desperdiciar

11.   Mandarles lonchera a los hijos en vez de dinero

12.   Sacarle provecho a los beneficios y convenios de cooperativas, cajas de compensación, fondo de empleados a los que estoy afiliada

13.   Madrugar para no tomar transporte adicional

14.   Comprar productos de aseo por galones

15.   Comparar precios y tamaños de productos de limpieza

16.   Cambiar proveedores de servicios de teléfono e internet más económicos

17.   Hacerse la manicura en casa porque es más barato

18.   Ir cine los miércoles que es a mitad de precio o comprarla con mi cooperativa y tener algún descuento

19.   Comprar para el mes

20.   Invitar a tinto y aromática sin complementos

“Conocer de primera mano cómo hacen magia las mujeres de a pie con el dinero nos impulsa a seguir creando soluciones de ahorro conectadas con el presupuesto real de las colombianas, teniendo en cuenta lo que viven a diario y lo más importante, mostrándoles que incluso con ingresos reducidos ahorrar es posible cuando entendemos que es el principal hábito para cumplir metas”, narra emocionado García.