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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Paz total

“Hay muchas quejas de las comunidades en los PDET”: director de la Agencia de Renovación del Territorio

En entrevista para Confidencial Colombia, Raúl Delgado, director de la Agencia de Renovación del Territorio explicó la manera en cómo se está abordando el diálogo con las comunidades de los territorios en donde se implementan los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET, y revela que encontró muchas quejas e insatisfacciones en esta materia

¿Qué tanto han avanzado los PDET durante estos ocho meses del gobierno Petro?

 

Raúl Delgado: En esta primera parte hemos retomado la relación con las comunidades de los municipios PDET, primero que todo a través de un encuentro nacional a finales de noviembre y luego, la realización de 16 encuentros regionales que acaban de culminar. Durante este tiempo hicimos los encuentros de Bajo Cauca y Sur de Córdoba. En estos encuentros, la principal decisión, el principal mandato de las comunidades, es retomar la esencia y principios del acuerdo de paz en la implementación de los PDET, fundamentalmente la participación comunitaria con enfoques diferenciales de género, étnico, poblacional y territorial. Y el otro mandato es retomar el espíritu transformador de los PDET.  Esa es una primera acción que hemos adelantado en este periodo.

¿Cuándo usted habla de retomar los diálogos, se refiere a que estos se dejaron de hacer en el gobierno anterior?

Raúl Delgado: Las comunidades y de manera generalizada y casi unánime tanto del encuentro nacional como los encuentros subregionales, afirman que fueron muy tenidas en cuenta a la hora de la formulación de los planes de acción para la transformación regional pero luego, prácticamente fueron desconocidos en los procesos de priorización, de ejecución y control social de los proyectos que desarrollaban las iniciativas que fueron aprobadas. Ese es el gran reclamo que han hecho y es para nosotros un mandato porque es retomar la participación.

Uno de los proyectos polémicos es el de unas letrinas para los Emberas, eso demuestra que se estaban gestionando temas que desconocen la ancestralidad y las costumbres de las comunidades donde se intervenía?

Raúl Delgado: Uno de los objetivos era hacer un balance con las propias comunidades sobre la implementación de los PDET pero en particular, analizar los proyectos ejecutados o en ejecución que se pusieron en marcha y hay muchas quejas y denuncias de las comunidades. Estamos haciendo el balance final, pero pensamos que alrededor del 30% de los proyectos en ejecución tienen graves problemas, entre ellos los proyectos de energía; también hay muchas quejas sobre las unidades sanitarias familiares y también en algunos casos está la queja del desconocimiento de los pueblos étnicos. En general se reclama que no fueron sometidos al Mecanismo Especial de Consulta conformado por las autoridades étnicas de los territorios PDET y tiene exactamente el objetivo de examinar que el proyecto esté acorde con sus tradiciones, con su cultura, con su cosmovisión y en muchos casos eso no se hizo.

¿Cuántos de estos proyectos fueron firmados y a cuánto ascienden?

Raúl Delgado: Los planes de acción de transformación regional, que son 16, uno por cada una de las 16 subregiones en las que se agruparon los municipios, aprobaron 32.808 iniciativas. De eso, según el informe que recibí cuando asumí el cargo, se habrían activado el 41%. Pero ya hablando de proyectos, el informe que recibo es que están terminados o en ejecución alrededor de 5.000 proyectos en los que se habría invertido aproximadamente 20 billones de pesos. De esos un buen número, como lo he dicho, están en problemas. Este es un tema muy serio y por eso estamos con todo el detalle haciendo ese consolidado para dar a conocer el número de proyectos y el valor de los mismos.

Hay algunos PDET que han avanzado en sus iniciativas productivas como Valencia e incluso Tierralta pero hay otros que no lo han logrado mucho, ¿cuánto tiempo puede tardar, por ejemplo, un emprendimiento en San Vicente del Caguán que es una zona donde se requiere intervención estatal?

Raúl Delgado: El avance en las subregiones en la implementación de los PDET’ es disímil, entre otras, porque, se concentró en pocas regiones esa inversión en el gobierno anterior, que llegó a ser de 6.6 billones de pesos, adelantando el 70% de las regalías que correspondían al periodo del gobierno presidente Petro y del gobierno que lo suceda. Eso llevó a que en unas regiones se concentrará la inversión y por lo tanto se aprobará un mayor número de proyectos y un mayor número de iniciativas.

En este gobierno estamos buscando una fórmula que por una parte promueva la equidad en la inversión entre las distintas subregiones y por otro apruebe proyectos que de verdad cierren las brechas. Eso es en esencia la propuesta para que en lugar de hacer una sola bolsa regional haya una bolsa por cada una de las 16 subregiones.

Hablando ya de los pilares, las comunidades aprobaron sus proyectos y los agruparon en 8 pilares, siendo el de educación el que más iniciativas congrego, y el segundo, los productivos ¿Que cuánto puede tardar un proyecto productivo en generar ingresos a las familias?, depende de las líneas, depende si es café, si es cacao, o si es un proyecto avícola, un proyecto de ganadería, dependerá de la actividad que se vaya a implementar. No habría un término fijo en general, sino que dependería de la línea productiva que se implemente.

Se le notó muy entusiasmado mientras hablaba con la comunidad. ¿Eso quiere decir que ha habido química entre usted y las comunidades con las que se ha encontrado?

Raúl Delgado: Yo creo que usted fue testigo de ese hecho, y ha sucedido en buena hora, no solo en el sur de Córdoba sino en la totalidad de los encuentros. Procuro entregar lo mejor de mí, en mi trabajo en general y en esos encuentros en particular, escuchar a la gente con toda la atención así la jornada se extienda de 8 de la mañana hasta 8 de la noche.

Más que una química personal creo que es una química con el gobierno del presidente Petro, porque los líderes comunitarios han manifestado que vuelven recobrar la esperanza y la fe eh, en la implementación del acuerdo de paz de los PDET.

 

Corte Suprema de Justicia pone freno a narcos que se quieren colar en la paz total

La Corte Suprema de Justicia avaló la extradición de Harold Antonio Ayala Pinedo, solicitado por los Estados Unidos por los delitos de concierto para delinquir y lavado de activos.

El máximo tribunal de la justicia en Colombia negó la petición de Ayala Pineda para ser nombrado ‘gestor de paz’ en el marco de la Paz Total, dejando claro que esta figura no evita un posible envío a una cárcel extranjera.

 

La justicia de Estados Unidos a través del Distrito de Massachusetts, pidió a Ayala en extradición, en momentos en que el procesado trataba de evadir la acción penal presentando a través de su abogado una solicitud al Comisionado de Paz para que nombrara a su defendido como gestor, y dicho documento que fue firmado por el jefe máximo de “Los Rastrojos Costeños”.

Píldoras para la memoria de Andrés Pastrana

En Colombia hay un solo expresidente moralmente impedido para hablar, quejarse o dar recomendaciones sobre mal manejo del orden público nacional, y se llama Andrés Pastrana Arango.

Cuando Andrés Pastrana Arango llegó a la Presidencia de la República afirmó de manera bastante ingenua que se podía firmar la paz con la guerrilla de las Farc en seis meses, y no sé si creyendo que el grupo ilegal, se dejaría seducir fácilmente, instaló las primeras reuniones sin tener prestablecido una agenda y unos puntos a tratar.

 

Ya cuando todo estaba listo y con una agenda construida por el gobierno en la que además participaron miembros de la oposición de ese momento encabezada por Horacio Serpa Uribe, María Emma Mejía, Antonio Navarro,  Noemí Sanín, etc.,  vino entonces la inauguración del proceso de paz con 42 mil kilómetros despejados para que las Farc hicieran lo que a bien les pareciera, pero con un detalle que los colombianos no olvidan, la silla en la que sentaría Manuel Marulanda ‘Tirofijo’, quedó vacía porque su ocupante nunca llegó. Aún así, el proceso de paz no se cerró.

Este episodio sucedió el 7 de enero de 1999, y doce días después las Farc congelaron los diálogos, exigiendo acciones contundentes en la lucha contra el paramilitarismo. Aún así, el proceso de paz no se cerró.

El 4 de febrero las Farc pidieron el cambio de alcalde encargado de La Macarena en el departamento de Meta, Simeón Sánchez por Jorge Pérez, un individuo recomendado por la misma guerrilla y el 25 de ese mes de febrero, las FARC-EP expulsaron a un fiscal que atendía denuncias contra el grupo subversivo en San Vicente del Caguán, y el proceso, continuó.

Un mes más tarde, se encuentran los cadáveres de los indigenistas estadounidenses Ingrid Washinawatok, Laheenae Gae y Terence Freitas, secuestrados desde el 25 de febrero y asesinados por orden de Grannobles, pero el proceso de paz no se cerró.

Se incrementaron las pescas milagrosas, las tomas a poblaciones y los asesinatos. Se presenta los secuestros de Luis Eladio Pérez, Óscar Tulio Lizcano, el asesinato de la Familia Turbay Cote, y nada de lo anterior hizo que el proceso de paz se detuviera.

Junto a esto algo más sucedía, las acciones violentas de los paramilitares comandados por Carlos Castaño se hacían más frecuentes, sembrando una ola de terror a donde quiera que llegaban.

A este escenario de caos, y miedo se une el ELN, quien secuestró un Fokker 50 de Avianca que llevaba 41 pasajeros y cinco tripulantes. El vuelo 9463 de Avianca cubría la ruta aérea entre las ciudades de Bucaramanga y Bogotá.

Este panorama caótico, de miedo y desesperanza se vivió durante el gobierno de Andrés Pastrana, cuatro años donde no hubo autoridad y si en cambio tuvimos un presidente dedicado a viajar con su familia por diferentes países mientras Colombia estaba incendiada por una guerrilla de las Farc que aprovechó los 42 mil kilómetros cedidos por el entonces primer mandatario para hacer lo que se diera la gana, junto a  un paramilitarismo que se imponía a punta de bala y violaciones a los derechos humanos y un ELN tratando de demostrar que tenía fuerza y podía causar males si así lo deseaba.

Este fue el país que Andrés Pastrana dejó, un país donde reinaba el caos, el miedo y la desesperanza por un orden público mal manejado y un proceso de paz que no supo conducir, como para que ahora redacte cartas al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quejándose por la situación que viven los territorios en Colombia por los enfrentamientos armados entre grupos ilegales.

Es cierto que con los años se pierde la memoria, pero tranquilo doctor Pastrana, aquí estamos los colombianos para refrescársela.

@sevillanoscar

 

 

 

La paz es el nuevo paradigma del cambio

La sociedad colombiana necesita recuperar la confianza en el proceso de paz, confianza en los diálogos constructivos que se establezcan a todo nivel y en todos los escenarios posibles para construir acuerdos territoriales y un gran acuerdo nacional de paz y reconciliación, encaminados a la transformación de las causas que retroalimentan el conflicto armado, y que debe conducir a lograr el monopolio legítimo de la armas por parte del Estado, a sacar estos instrumentos letales de la vida social, de las imposiciones económicas y por supuesto de la deliberación política.

Sin esa confianza, que va de la mano de la transparencia y la honestidad de los actores armados que se involucren en el proceso, de las personas que representan a uno u otro sector político, social y económico, y de quienes deben coordinar y promover la reconciliación y la paz, no será posible lograr los consensos necesarios para que estas se conviertan en una realidad permanente.

 

El cese al fuego y de hostilidades bilateral que avance a convertirse en multilateral, es la respuesta que tanto el Gobierno Nacional como los grupos armados no estatales le deben dar al pueblo colombiano, si verdaderamente desean que la confianza en el proceso se fortalezca y que la participación ciudadana sea la estrategia fundamental de pacto y transformación.

Si el gobierno colombiano no garantiza la vida de líderes y lideresas sociales y comunitarios, si no garantiza la seguridad de empresarios, comerciantes, ganaderos, sino logra que se respeten y fortalezcan las organizaciones sociales y su accionar, si no fortalece los partidos y movimientos políticos, el movimiento sindical y los gremios económicos; y si las organizaciones armadas al margen de la Ley, no cesan los ataques a la población civil, si no desisten de seguir cometiendo secuestros, extorsiones, desplazamientos, confinamientos, despojos, asesinatos y masacres, si no suspenden el uso de minas y artefactos antipersona, sino dejan de reclutar menores y utilizar a la mujer como botín de guerra, esa confianza tan necesaria se aleja, y el resultado de tantos esfuerzos, nuevamente será la frustración y el desánimo.

En la medida en que la sociedad reconoce que se está en un proceso de Paz para solucionar el conflicto armado, es muy probable que además de querer ser reconocida y participar en las decisiones y propuestas, empiece a exigir y a participar de la construcción de entornos de paz, a promover y comprometerse con resultados inmediatos, de ahí la necesidad, no solo de recuperar las confianzas rotas, sino también de avanzar en la construcción de un ambiente social y cultural proclive al proceso, que lo respalde, que lo interpele desde la proposición y la acción, que lo rodee y que lo haga parte de la vida cotidiana.

Hoy la sociedad colombiana a logrado, gracias a la persistencia fundamental de sectores de la sociedad civil que trabajan por la paz y los Derechos Humanos, instalar los Consejos Municipales, Departamentales y el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia. Instrumentos que aparecen reseñados desde los acuerdos de paz del 1991 con el Ejército Popular de Liberación, hoy partido Esperanza, Paz y Libertad, promovidos por Redepaz en el acta fundacional de 1993, al igual que la figura de Alto Comisionado para la Paz, impulsados por los organizadores del Mandato Nacional por la Paz de 1997 y el Gobierno del entonces Presidente Ernesto Samper, y retomado en los acuerdos de paz con las Farc-Ep de 2016, elevándolo a rango constitucional. Esta figura tan importante para generar propuestas de Cultura de paz y ambientes de confianza, diálogo social y reconciliación, no es ni debe ser considerada una instancia más de las muchas creadas en Colombia y que son sometidas al olvido, a la figuración, o simplemente convocadas para evitar sanciones por parte de los entes de control.

Además de fortalecer escenarios como las Mesas de Interlocución Social Para la paz, que las organizaciones sociales vienen promoviendo a todo nivel, y fortalecer los Consejos de Paz, es necesario iniciar desde ya la preparación de varias jornadas nacionales de desarme ciudadano, que contemple la entrega de municiones y otros artefactos como se advierte en la Ley 2272 de 2022, buscando recoger y destruir las aproximadamente Cinco Millones de armas de fuego legales e ilegales que están en poder de civiles. Esta sería una excelente iniciativa, que el Gobierno debe liderar con el apoyo de las organizaciones de Paz, para involucrar a toda la población en la dinámica de la paz total e integral.

Debemos retomar las campañas de fortalecimiento de cultura ciudadana para la paz. Jornadas de mucha trayectoria e instaladas en el imaginario colectivo como la Semana por la paz, que este año va del 3 al 10 de septiembre, el 2 de octubre día de la noviolencia, el 25 de noviembre día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, el 10 de Diciembre día internacional de los Derechos Humanos, entre otros, no pueden pasar desapercibidos.

Hay que robustecer las figuras de los jueces de paz y conciliadores en equidad y a sus organizaciones, promover los comités de convivencia y derechos humanos de las juntas de acción comunal y los consejos de administración de propiedad horizontal, así como a los equipos de convivencia de las diversas organizaciones sociales. El Estado tenido en cuenta la experiencia de las organizaciones sociales que trabajan por la paz, debe promover mediante campañas permanentes pedagógicas e informativas los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, haciendo énfasis en los derechos de la mujer, la población LGBTIQ+ y los derechos de los niños y las niñas.

Tanto la sociedad en general, como todas las instancias de Estado y de gobierno a nivel nacional y territorial, deben retomar con fuerza y decisión las recomendaciones finales de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, que buscan contribuir a que se defina una agenda de futuro que permita avanzar en diálogos sobre asuntos fundamentales y sentar las bases de la reconciliación, la paz y la no repetición. La paz será posible, avanza y se fortalece, pero será necesario involucrar con más claridad y programas generosos, a todos los sectores de la sociedad, organizados y no organizados, a los medios de comunicación, a las instituciones educativas, a las iglesias y confesiones religiosas, a los partidos políticos. La Paz puede convertirse en la una gran bola de amor que envuelva desde Colombia al mundo entero. La paz es el nuevo paradigma del cambio.

Luis Emil Sanabria D

The Economist califica la paz total de Petro como “inalcanzable”

La revista inglesa The Economist en un artículo reciente crítica fuertemente la política de Paz Total del Gobierno de Gustavo Petro a la que califica como “caos total”.

Este medio de comunicación analiza la situación de orden público que vive el país y asegura que la política de paz total del presidente Gustavo Petro está llena de buenas intenciones, pero la califica como un “inalcanzable”.

 

The economist describe los últimos ataques armados protagonizados por el ELN, y habla de los retos que tiene en esta materia el presidente Gustavo Petro, además de analizar los puntos que contiene la política de paz junto con los proyectos que en esta materia se discuten en la actualidad del país como el proyecto de ley que busca el sometimiento a la justicia del Clan del Golfo y las disidencias de las Farc.

Su búsqueda de la paz parece más inestable que nunca”, dice el The Econmist y manifiesta la preocupación que existe en Colombia por la propuesta de cese al fuego, que no se ha concretado y que al parecer, es bastante incierta.

The Economist hace énfasis en que la violencia se ha recrudecido en las últimas semanas en Colombia, y a esto se ha sumado el paro minero del Bajo Cauca instigado por el Clan del Golfo, el secuestro de los 70 policías y el atentado del ELN en el Catatumbo.

La publicación también deja en claro que a pesar de que Petro está buscando de todas las maneras acercamientos con grupos armados, los ataques alrededor del país no cesan y citan precisamente el hecho que dejó hasta el momento 10 soldados muertos en el Catatumbo tras una retaliación del Eln.

Canciller pide a la ONU investigar un supuesto boicot al proceso de paz

El canciller, Álvaro Leyva, propuso al Consejo de Seguridad de la ONU la creación de una comisión internacional de investigación que reciba el apoyo del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para analizar un supuesto boicot al proceso de paz en el país.

Leyva, que ha subrayado los «constantes esfuerzos» del Gobierno colombiano en la implementación del acuerdo de paz, ha afirmado sentir «la obligación de llamar la atención del Consejo de Seguridad». «Porque sí tenemos enemigos del proceso de paz», aseveró.

 

«Naturalmente hay mucho desorden en materia de violencia en Colombia y la ‘Paz Total’ ha llevado a tener que conversar con agrupaciones que no tienen carácter político. Se habla del sometimiento a la justicia, que es algo completamente diferente. Son negociaciones bajo unas condiciones muy claras, muy claras, con la jurisdicción ordinaria», ha explicado el ministro.

El titular de Exteriores ha pedido investigar una denuncia penal contra antiguos funcionarios de la Fiscalía colombiana por presunta obstrucción a la justicia, fraude a resolución judicial y ocultamiento del material probatorio en 2018 durante el proceso de no extradición del exlíder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Jesús Santrich.

Asimismo, durante su discurso, el jefe de la diplomacia colombiana ha mencionado la necesidad de ampliar el rol de la misión de paz en el país y ha resaltado que su país sea puesto «como país ejemplo en la búsqueda incesante de la paz, pese a los intentos de frenar los acuerdos de paz en años anteriores.

«Qué mejor que sea en Colombia la demostración ante el mundo de lo que puede ser posible a partir de un trabajo en conjunto con el Consejo de Seguridad, porque, repito: el diálogo y la paz son la victoria», aseguró.

ExFarc piden un alto al fuego a los grupos armados

El líder de Comunes, Rodrigo Londoño, ha participado este jueves a través de videoconferencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para recalcar su apoyo al plan de paz total impulsado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y ha pedido a los grupos armados que acuerden un alto el fuego mientras dura la negociación.

«Los grupos en armas deben reconocer que el Gobierno actual es democrático y progresista, que su lucha contra él no tiene sentido. El cese al fuego debería por tanto partir de estas organizaciones», ha expresado quien en su tipo en la guerrilla de las FARC era conocido como ‘Timochenko’.

 

Londoño ha celebrado que con el triunfo electoral de Petro no solo se han puesto en marcha nuevas negociaciones con grupos armados, sino que además se han reactivado los acuerdos de paz de 2016 que se firmaron con la extinta guerrilla de las FARC, los cuales fueron despreciados por la administración de Iván Duque.

Así, ha pedido al Gobierno de Petro que tenga en cuenta «la experiencia» de los diálogos de La Habana con los hoy representantes de Comunes, partido político que surgió tras la desmovilización de las FARC. «Con modestia, nos permitimos afirmar que estos acuerdos deben ser los cimientos de cualquier negociación», ha dicho.

Durante su intervención, Londoño ha ahondado en la necesidad de que se reactiven cuanto antes las promesas que se alcanzaron en 2016, como la cuestión del reparto equitativo de las tierras, o la protección de los líderes sociales y campesinos, así como de los guerrilleros desmovilizados.

A su vez, ha subrayado que los grupos que retomaron la vía armada representan «un porcentaje minúsculo» con respecto a quienes se sumaron al acuerdo de 2016 y que si bien «sus actividades dejan mucho que desear desde el punto de vista moral y político», el Estado es parte responsable de que se hayan fortalecido estos años.

«Somos conscientes de las enormes dificultades que tiene consolidar la paz, pero, igualmente, estamos más convencidos que nunca que la vía de las armas y la confrontación solo conduce al desastre», ha expuesto.

«Creemos firmemente, y por eso nuestro respaldo a la política de paz total de Petro, que el diálogo es el único que puede conducirnos a una sociedad civilizada. De todas las alternativas de la humanidad, la peor es la guerra. Sólo la paz y las vías del diálogo nos harán mejores», ha concluido Londoño.

Ficciones

De una u otra forma todos vivimos una ficción. Para mí, el mejor ejemplo de esta máxima es cuando dos personas recuerdan cosas radicalmente opuestas del mismo hecho vivido. La verdad, que defendemos con tanta vehemencia se convierte en un entramado de razones, vivencias y emociones que con el tiempo pueden terminar alejándonos de la realidad. Así, sucesivamente vamos formando lo que somos y lo que contamos de nosotros mismos.

Este país vive inmerso en varias ficciones colectivas que hemos incorporado como realidades, y no pocas veces como pasiones. Explicaciones de nuestra violencia, mitos, relatos y sobre todo justificaciones. Los colombianos – y tal vez los latinos – llegamos a convertir un detalle en nuestra identidad, a veces absurda como que hay un metro de izquierda subterráneo y un metro de derecha elevado. Ahí es cuando la ficción se vuelve un delirio, y de ellos estamos llenos. Cada uno de los grupos violentos de la larga historia del conflicto han construido su propia ficción: la de los paramilitares era la defensa de la propiedad y la de las guerrillas la justicia por vía de la revolución armada.

 

Últimamente los mensajes de Antonio García son como una catarsis de las ficciones colectivas del ELN, destinados exclusivamente a reforzar la esencia identitaria de guerrilla. Aunque hay muchas cosas verificables y probablemente ciertas como que el Comando Central conserva unidad de mando sobre esa guerrilla – la idea de un ELN federal, como si fuera un Estado es más ilusión que realidad – hay otras que no se sostienen y por eso la sociedad las percibe como un relato cínico de quién elude toda responsabilidad sobre sus actos.

Deshacer una ficción es doloroso, porque la madurez que implica pasar de la culpa a la responsabilidad es la misma que implica pasar de la infancia a la adultez. Pero ahí están los datos, los relatos y los testimonios que muestran que esa gran narrativa donde la guerrilla representa una sociedad completamente marginada es falsa. Para no hablar de verdades, la realidad verificable es que los territorios que dicen defender están inmersos en una violencia homicida centrada en contra de la población, y lo más triste: en contra de las organizaciones sociales que alguna vez quisieron defender. Poco va a quedar de tejido social o de organizaciones populares si siguen a este ritmo. Al final el poder popular, tan de la esencia del ELN, se construye con gente. Y gente es lo que no está quedando.

Ante eso el mensaje del ELN es volver a los mensajes que conoce bien: “son daños colaterales”, “pagamos con la misma moneda”, “hemos estado en guerra hace 60 años”, “el presidente Petro no nos representa”. Frases construidas sobre generalidades que son siempre inalcanzables e inteligibles para el grueso de la sociedad: “el poder real”, “el modelo económico”, “participación con todos”. Y ante la posibilidad de un gobierno más generoso que lo acostumbrado se refugian en todos y cada uno de los detalles, como si una sumatoria extensa de detalles garantizara el cumplimiento de cualquier acuerdo, por imposible que sea.

Si el ELN no asume una postura más madura que la que muestran sus mensajes, Colombia podrá ser el país más generoso del mundo en un proceso de paz y el gobierno insistirá hasta el agotamiento en la idea de la paz negociada, que es tal vez lo que aglutina con mayor fuerza a la coalición de gobierno, pero en la tercera ronda de diálogos veremos a un ELN tan apegado al detalle que será capaz de hacer de una coma su identidad. Su lista irá creciendo y su intención de ser el único grupo armado con reconocimiento político será cada vez mayor.

Mientras tanto, Colombia también sigue sumida en su propio delirio. Una parte de la sociedad piensa que la paz no es tan importante como las reformas sociales, o incluso que las reformas sociales traerán por sí mismas paz y seguridad, y otra afirma que sólo la mano dura puede sacarnos de este embrollo. Nada de esto es cierto, pero en nuestra escala de valores elegimos la identidad sobre la evidencia, aún a costa de los resultados que pueda traernos como sociedad. Al final, no hay nada más inmaduro que preferir que el mundo arda, con tal de tener la razón.

Laura Bonilla

De nada sirve un cese a fuego con el ELN

Si se llegase a pactar un cese al fuego bilateral entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, este no ayudaría a reducir la conflictividad que se vive en los diferentes territorios del país donde se vive la confrontación armada con mayor intensidad porque los demás actores ilegales no entran en ese trato.

Que el Ejército y la Policía no se enfrente con el ELN no significa de ninguna manera que esta guerrilla dejará de enfrentarse con el Clan del Golfo, ni con las disidencias de las Farc ni mucho menos con el Estado Mayor Central de las Farc.

 

Por lo anterior, el gobierno de Gustavo Petro debe insistir dentro del marco de la Paz Total de buscar un cese al fuego de carácter multilateral para que baje la conflictividad en regiones como el Catatumbo, el departamento del Cauca, etc.

Además, debe también crear un ambiente favorable hacia la paz total y para esto es necesario que acuda a la sociedad civil, a la academia y a la opinión pública para convencer al país que se requiere desactivar todos los factores de violencia armada alimentada por el narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando, etc., y que esto solo será posible si y solo si se trabaja en este sentido.

El presidente Gustavo Petro debe aceptar que hasta el momento ha actuado torpemente, y que no ha dado prioridad a asuntos como de la Paz Total por querer jugar con el efecto regadera, disparando a todo lo que puede sin lograr mayor efecto más allá de unas cuantas notas en la prensa.

Que tampoco ha sabido conducir el proceso de paz ni demostrarle al ELN que como jefe de Estado tiene la sartén por el mango, y que puede darle golpes contundentes haciendo uso de las capacidades de la Fuerza Pública y de la Policía, y que no es haciendo concesiones de manera generosa, como va a ablandar a una guerrilla complicada, ciega y testaruda conducida por personas que se quedaron viviendo en los años 70.

La idea de buscar una paz multilateral en Colombia no es mala, y sería lo mejor para todos los colombianos, incluso para aquellos políticos que necesitan de la guerra para conseguir votos porque solo así podrán visitar cualquier territorio del país sin miedo a que su integridad se vea afectada por la acción de algún actor violento.

El tema, es que por buena que sea esta idea, no es fácil de lograr, que requiere de paciencia, inteligencia y apoyo de la sociedad civil.

En lugar de buscar el apoyo popular a unas reformas que no se aprueban en la plaza pública sino en el Congreso de la República, Petro debe buscar el respaldo de la gente en todo el país a temas como la paz total, porque de nada vale firmar un acuerdo con un grupo armado ilegal, cuando los otros factores de violencia en los territorios quedan activos.

 

 

Resucitar una Nueva Colombia, encontrar nuestro propio camino

No es fácil resucitar, no fue fácil para Jesús el Dios humanado (según la tradición judeocristiana) que, siendo humillado, torturado, crucificado y asesinado en la cruz, resucitó al tercer día como un hombre nuevo. Eso es lo que se conmemora hoy domingo, la resurrección de un hombre nuevo, que dio la vida para salvar a la humanidad de la pobreza, el hambre, la esclavitud, el dolor y la injusticia. No será fácil, nadie dijo que lo sería, resucitar a Colombia, y superar aquellos males por los que el hijo de María murió en la cruz y resucitó.

Algunos hablan de la resurrección de Colombia como si se tratara de un milagro, que otros y otras deben realizar, esos que tienen que hacer la tarea que no me corresponde; algotros alegan que la resurrección debe cambiar todo, pero que todo siga igual; desde distintas orillas se declara la necesidad de que todo muera, para que una Colombia de “solo buenos” resucite sobre la muerte; algunos intentan hacer que muera lo que se requiere, que sobreviva lo que se necesita y que resucite una Colombia del tamaño de los sueños del nazareno.

 

No será fácil intentar resucitar esta patria, primero, porque a pesar de los años, no ha terminado de nacer y segundo, porque tampoco ha terminado de morir. Resucitar una Patria sin vencidos ni vencedores y plasmar en un pacto las características de ese hijo o hija nueva, no será tarea fácil, más si tenemos en cuenta que cuando se decidió romper el cordón umbilical con la llamada Madre Patria, y se le puso el nombre de República, bautizada y bendecida, aún no se tenía claridad sobre cuál era la carga genética que ordenaría el crecimiento de un nuevo ser vivo llamado Colombia.

Algunos trataban de esconder partes del recién nacido, pues se trataba de una malformación creada con retazos copiados de otros bebes. Poco a poco esa nueva vida fue creciendo y también se le fueron aplicando disecciones que, en lugar de fortalecerle, la fueron limitando. Primero se decidió que fuera federal, pero esta parte de la recién nacida República no les gustaba a unos y rápidamente, esa idea y su implementación fue extirpada. No querían que se pareciera a la península que violó a los Andes, porque esta gustaba de esclavizar y tener sirvientes, pero había quienes no les interesaba perder los privilegios de poseer almas y cuerpos que cuidaban la recién nacida, así que esta parte tampoco se extirpó. A los creadores no les gustaban los reyes y los señores feudales, pero mantuvieron grandes extensiones de tierra y cobraron arriendo a los antiguos poseedores que eran tratados como subhumanos, esta parte se le dejó intacta.

Nunca decidimos con empeño crear los componentes necesarios de un nuevo ser y generar las condiciones que exigía su crecimiento. Quienes se adueñaron de ella, la nueva patria, prefirieron que siguiera gateando y cabalgar en su espalda, con silla, bozal, riendas, espuelas, y socios extranjeros que tomaron el timón.  Se prefirió extirpar las neuronas a la criatura, enrollarle la cabeza con una tela de tres colores y arrullarla con un himno, para que durmiera tranquila y no levantara sus piernas delanteras.

Luego de mucho llanto, de humillaciones y torturas, de nuevas banderas e himnos no oficiales, de reformas y contrarreformas, de disparos, masacres, magnicidios, de dolores en la espalda causados por el peso de ser cabalgada sin descanso, y de malformaciones, se hizo un pare y siga obligado. Nuevamente, se quiso mejorar y hacer modificaciones a la carga genética de la todavía infantil Colombia, y se firmó un nuevo pacto. Pero, aunque se puso un gran empeño, y se contaba con energías cósmicas o divinas que ordenaron el nacimiento de un nuevo ser, no se logró que esos nuevos genes se unieran. Algo salió mal en el nuevo intento.

No se fue capaz de morir en lo que no servía y resucitar en un nuevo ser apto para crecer armónicamente, sin jinetes parásitos, sin sirvientes y esclavizados, sin bozal, silla, riendas y espuelas, sin trepadores para quienes todo vale con tal de subir a la montura, sin disparos, masacres, magnicidios y demás. Ese nuevo acuerdo que en 2024 cumplirá 33 años, creado con las mejores intenciones del bien común, pero también con los más profundos interese individuales que olvidaron el amor al prójimo, y del cual emergería una nueva Colombia, fue poco a poco desarrollando un nuevo deformado ser de dos cabezas. En una cabeza se alojó una excepcional carga de derechos, sostenida bajo la responsabilidad popular, con elecciones, deberes y todo lo demás, y en la otra cabeza, sostenida bajo el suplicio de las mayorías, se alojó una violenta matriz económica con lanzallamas, lanzacohetes y escupe balas, sin participación, sin elecciones ni deberes, que se alimenta de matas que matan derechos y que poco a poco fue asumiendo el control, bajo el mando de nuevos y viejos jinetes.

Hoy nuevamente el Dios de la Vida, las energías cósmicas, la fuerza del volcán nevado del Ruiz, y otras deidades, nos imponen otro reto, resucitar una Nueva Colombia, encontrar nuestro propio camino, pactar un nuevo acuerdo de paz territorial y nacional capaz de reconocer la importancia de los derechos y los deberes, construir con generosidad un nuevo mapa genético social, económico y político que incluya como nunca antes el respeto y reconocimiento de otras formas de ver y vivir la vida. Pactar la resurrección para que las causas que también llevaron a la muerte violenta de Jesús desaparezcan, y darle paso a luz que ilumine la tumba que hemos llamado Conflicto Armado Interno.

A quienes creemos que otra Colombia es posible, nos corresponde dejar a un lado mezquindades y dolores, a quienes todavía no creen, nuestra mano abierta y nuestra capacidad de diálogo para encontrar acuerdos, y a quienes insisten en la violencia como partera de la historia, la invitación a experimentar y sentir la inmensa fuerza creadora que tiene un pueblo que añora, desde la noviolencia, ser en la diversidad, crecer en libertad y recuperar la palabra como condición de respeto en la convivencia.

 

Luis Emil Sanabria D.

Gobierno considera suspender proceso de paz con el ELN no pacta un cese al fuego

El jefe de la delegación del Gobierno  con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Otty Patiño, ha recalcado la necesidad de que en la próxima cita entre ambas partes se pacte un alto el fuego bilateral y no descartan suspender la negociación si no se alcanza un acuerdo en este sentido.

 

Patiño ha señalado que ese alto el fuego «es absolutamente necesario» puesto que el principal beneficiario será la población civil. «No basta el cese de operaciones ofensivas», sino que se precisa también el fin de las hostilidades en todas aquellas poblaciones y municipios donde tiene presencia la guerrilla del ELN.

Patiño ha precisado que será a partir del 26 de abril cuando las delegaciones del Gobierno y el ELN se sienten a negociar en La Habana. El alto el fuego, ha subrayado, «sería lo primero» que se abordaría y confía en que la guerrilla se suma a él debido al «clamor» que existe en las comunidades en las que opera.

«Plantean que el primer punto es la participación, no se entendería esto en medio de la confrontación y las amenazas a la población civil. No se instauraría una participación libre, democrática e incluyente, sino una mediada por las armas del ELN y eso es absolutamente inadmisible», dijo Patiño.

El negociador de Casa Nariño cree que la presión nacional e internacional acabará por surtir efecto y persuadirá al ELN de dejar las armas, más después del descrédito de la última semana, en la que uno de sus atentados acabó con la vida de nueve militares en un área rural de Norte de Santander.

Aquel atentado, fue condenado ampliamente por el Gobierno de Colombia, cuyos representantes no descartaron incluso levantarse de la mesa de negociación. No obstante, Patiño ha señalado que si bien están capacitados para hacerlo, no se contempla pues significaría cerrar la puerta a cualquier tipo de acuerdo.

No obstante, ha matizado, que se puede suspender las negociaciones si el ELN no responde «satisfactoriamente» a las preguntas y desde si están dispuestos a sentarse, no para reforzarse política y militarmente, sino para poner fin al conflicto armado».

Esta semana, el ELN reafirmó en un comunicado su interés en seguir negociando con el Gobierno una solución pacífica al conflicto armado que padece Colombia desde hace más de medio siglo, al mismo tiempo que justifica sus últimas acciones como respuesta a las ofensivas del Ejército, al que acusan de ejecutar a guerrilleros desarmados y de connivencia con grupos criminales.

 

Iván Cepeda presentan denuncia contra la procuradora por presunta intervención en política

El senador  Iván Cepeda confirmó que presentó una queja disciplinaria contra la procuradora, Margarita Cabello, por presunta intervención política.

La Procuraduría General de Colombia solicitó este fin de semana que se declarase inexistente la ley ‘Paz Total’ aprobada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro para facilitar la negociación con grupos armados, ya que estaría incumpliendo la ley al tratar una norma de seguridad ciudadana y sistema judicial sin haber sido consultado con el órgano encargado, el Consejo Superior de Política Criminal.

 

Cepeda también presentó una denuncia ante la Comisión de investigaciones y acusaciones del Congreso contra el fiscal general, Francisco Barbosa, por delitos de calumnia, prevaricato, abuso de autoridad, intervención en política y abuso de función pública.

«Entre los hechos se destacan los constantes ataques a la paz, los falsos señalamientos relacionados con la política de drogas del gobierno nacional y el presunto uso del cargo con fines políticos y electorales, en un intento por desequilibrar al Gobierno del presidente Gustavo Petro», señaló Cepeda.

Nota relacionada: Mitos y realidades de la paz total

Barbosa, durante un evento celebrado en la capital dominicana de Santo Domingo y ante la presencia de fiscales y procuradores iberoamericanos, manifestó que el Gobierno colombiano había lanzado en el Congreso propuestas para legalizar el narcotráfico.

«A través del Congreso, el Gobierno actual ha presentado propuestas para legalizar toda la cadena del narcotráfico en Colombia. Yo me he opuesto. Como fiscal general no permitiré que pase porque no representa el pensamiento de Colombia y los colombianos», dijo Barbosa.

Tanto Petro como Cepeda criticaron estas declaraciones, el mandatario denunció que el fiscal había perpetrado «una verdadera calumnia», mientras que el senado acusó a Barbosa de «traición a la patria» por «injuriar» al país en un foro internacional.