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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Petróleo

Los hechizos de Powell y la balanza del petróleo

En el lejano reino de Jackson Hole, los sabios del Consejo de la Reserva Federal se reunieron bajo el mando del Gran Mago Jerome Powell. Con voz solemne, anunció que, quizá en el mes de septiembre, lanzaría un hechizo de recorte en las tasas de interés.

Los mercaderes de los reinos, antes incrédulos (65%), ahora están casi convencidos (93%) de que la magia ocurrirá. De inmediato, los pergaminos del S&P 500 y de los mercados globales brillaron con fuerza, mientras el poderoso dólar perdió parte de su armadura.

 

🛢️ En el Reino del Petróleo, el Gran Oráculo de la AIE anunció que en 2025 habrá una marea de producción que podría inundar los mercados. Con los tres titanes productores —EE.UU., la OPEP y Rusia— y los tres grandes demandantes —China, India y Brasil—, la balanza se tambalea.
El conflicto entre Rusia y Ucrania podría decidir el desenlace: un superávit de oferta frente a una demanda débil. Los inventarios ya están tan llenos que hasta los dragones de las cavernas se quejan de espacio, lo que podría hacer que los precios del crudo caigan como una roca en el pozo.

En el Reino de Colombia, el Ministerio de Hacienda blandió su espada financiera e hizo su quinto canje de deuda, acumulando la nada despreciable suma de 46,6 billones de pesos. Gracias a ello, redujo cargas internas y externas, y ganó aire en los vencimientos de corto plazo. Pero hay un enemigo escondido: el riesgo en francos suizos, un conjuro extranjero que, aunque barato, puede resultar traicionero.

Los druidas de la inflación lanzaron un dato inesperado: los precios de los alimentos encendieron hogueras y elevaron la inflación en julio. Así, las expectativas de 2025 siguen en torno al 5%, lo que diluye los sueños de recortes rápidos en las tasas. El mercado prevé que la espada del Banco Central se mantenga firme en 9,25%, con apenas un pequeño movimiento hacia fin de año (si es que llega).

📈 En el mercado accionario colombiano, se abren puertas y trampas:

  • Un dólar debilitado podría ser el viento a favor de los reinos emergentes, dando brillo a las acciones de Latam.
  • Los giros políticos en la región (Chile y Colombia) podrían traer sorpresas positivas.

Pero acechan las sombras: volatilidad global, riesgos de recesión y las siempre impredecibles tormentas políticas.

Fabián Herrera

Mientras OPEP+ aumenta producción de petróleo, en Colombia nos estancamos


Mientras Irak, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y otros cinco países acordaron incrementar su producción de crudo a partir de septiembre, mientras en Colombia el segundo trimestre tuvo una caída del 20,5% (42.542 boe/d), comparados con el año 2024 (53.568 boe/d) según, Parex Resources Inc.

Fuente: Parex Resources Inc

 

Ocho miembros de la Organización de países exportadores de petróleo decidieron aumentar de manera conjunta de 547.000 barriles diarios en sus cuotas de producción a partir de septiembre de 2025 debido a las tensiones geopolíticas generadas por el presidente de los EEUU, Donald Trump.

Mientras estos países reaccionan a lo que evidentemente es un riesgo para la economía de sus países, en Colombia, el argumento es que es una economía de la muerte.

Entre 2023 y marzo de 2025, Colombia no firmó nuevos contratos de exploración y explotación, ubicándose detrás de Uruguay (1), Ecuador (3), Surinam (5), Venezuela (7), Argentina (7), Perú (13) y Brasil (183), esto impacta el amrco fiscal y las pérdidas se estiman en $40 billones entre 2027 y 2035; originados principalmente de rentas, regalías, impuestos y derechos económicos.

Si bien, el desempleo tuvo una disminución, dicho por el mismo presidente “El nivel más bajo del desempleo, 8,6%, en junio. Este es el resultado de salir de la «enfermedad holandesa». Es decir: dejar de depender de ramas extractivas de bajas intensidades en puestos de trabajo que representan lo mayor de las exportaciones (enfermedad holandesa)”, no necesariamente es correcto el argumento.

El análisis que doy, es que, si bien el desempleo va en caída, la oportunidad perdida por dejar de explorar buscando su política de transición energética es gigantesca. Para este segundo trimestre de 2025 en Ecopetrol, la disminución en sus ingresos metros podrían ser de 2,6 billones comparados con el año 2024, pues sus ganancias se estiman en 1,8 billones frente al año anterior de 4,4 billones.

Si revisamos, el año 2023 fue de 5,2 billones, 2022 9,4 y 2021 12,2; nos da una noción de donde está la compañía y la oportunidad perdida. En mayo, por ejemplo, la reducción fue del 28% en la exportación del crudo, que, de haber aprovechado el momento, sumada a todas las estadísticas en mejora de empleo y crecimiento económico, seguramente seria un ejemplo de superación fiscal y económica en la región.

Iván Santisteban

La ira del petróleo y el hechizo del déficit

En el vasto Reino de los Mercados, los sabios del norte celebraban: la temida Bestia de la Inflación había sido contenida… por ahora. Los oráculos anunciaban que el hechizo inflacionario caía a 2.4% en mayo, trayendo calma a los campos de Wall Street. Pero mientras los festejos empezaban, un nuevo rugido se escuchaba desde las tierras del petróleo.

Los mares de crudo se alborotaban, y el precio del «oro negro» se elevaba como un dragón despertando de su siesta, revaluándose un 13% y alcanzando los 76 dólares por barril. Los alquimistas advertían: si esta criatura llegaba a volar por encima de los 100 dólares, como en las antiguas guerras, podría revivir la bestia inflacionaria en tierras del Águila 🦅.

 

Desde lo alto del castillo de la FED, los magos monetarios miraban atentos, mientras en el sur, las monedas latinas danzaban con fuerza. El dólar, aunque intentó alzarse sobre los 4,200 pesos en el Reino del Café, fue frenado por el DXY, que permanecía débil por debajo del nivel 100.

En el Bosque de la Sabrosura (también llamado Colombia), el clima se enfriaba: el IPC descendía al 5.05%, y todos los comerciantes lo celebraban… hasta que el Consejo Real anunció un conjuro oscuro: activarían la temida cláusula de escape de la regla fiscal. Este hechizo permitía al reino gastar sin límites por tres años, despertando el temor entre los guardianes de la deuda y provocando que los dragones del riesgo sobrevolaran los cielos.

El viernes, durante el Gran Consejo del Marco Fiscal, los sabios anunciaron que el déficit ya no sería del 5.1% como se había profetizado, sino de un 7.1%. Algunos videntes del mercado murmuraban en voz baja: “Eso no es todo… el verdadero número puede ser un 7.5%… o incluso un 7.8%, como en los tiempos de pandemia.”

Y así, entre dragones dormidos, hechizos activados y mercados en vigilia, la historia de esta semana llega a su fin… por ahora.

Fabián Herrera

La destorcida de los precios del crudo

Duro revés para Colombia la caída libre de los precios del petróleo. Hoy se cotiza a US $61.67 el barril, más de US $10 por debajo del precio esperado según el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y el precio – base con el que ECOPETROL proyectó sus inversiones (US $73) para el año 2025. Y por cada dólar que baja el precio se dejan de recibir $300 mil millones, en total $3 billones! Además, por cada dólar que baja el precio le dejan de ingresar al país US $16 millones el ingresos de divisas o sea US $160 millones, lo cual presionará aún más la devaluación del peso y de contera encarecerá aún más la deuda pública, que ya supera el 60% del PIB!

Desde luego el impacto de la estruendosa caída de los precios del crudo trasciende a ECOPETROL, pues tiene un efecto nocivo en el ritmo de crecimiento de la economía, en las finanzas públicas y en la economía misma dada la importancia del oro negro en su dinámica, restándole fuerza e impulso. Se calcula que por cada US $10 que baja el precio del crudo se afecta el crecimiento del PIB en -0.4 puntos porcentuales. Y recordemos que, según el DANE, el sector que tuvo el peor desempeño el año anterior, al punto que experimentó una contracción en su actividad y producción, con un decrecimiento de – 5%, en rojo!

 

La preocupación mayor estriba en el impacto de la descolgada de los precios del petróleo en la ya de por sí crítica situación de las finanzas públicas, muy particularmente las de la Nación, que exhibe un descuadre descomunal. Venimos de un déficit fiscal el año pasado de 6.8% del PIB, el más alto en 20 años, muy por encima del 5.6% que había estimado el Marco fiscal de mediano plazo (MFMP). Y se prevé por parte de JP Morgan que este año a lo sumo bajará hasta el 6.1%, superior en todo caso a la previsión del MFMP del 5.1%. Y lo que es peor, el endeudamiento público está disparado, el año pasado registró el 61.3% del PIB 8!!). De manera que estamos ante un escenario que compromete seriamente la sostenibilidad fiscal.

Desafortunadamente los precios siguen a la baja, debido al fantasma de la recesión a consecuencia de la guerra arancelaria decretada por Trump y la mayor oferta de 400 mil barriles. por parte de la OPEP. Como se recordará, las utilidades de ECOPETROL cayeron el 21.7% entre 2023 y 2024, al pasar de $19.1 billones a 14.9 billones, con precios promedio de US $82.5 y US $81 el barril, respectivamente. Y todo indica que esta tendencia de los precios se va a mantener por un largo rato.

De manera que si se mantiene la tendencia de la caída de los precios del crudo el resultado para el 2025 serían el de un empeoramiento del desempeño de la empresa en lo tocante primeramente de sus utilidades, con el agravante de que debido al desplome de los precios ECOPETROL se ha visto precisado a cerrar campos que estaban en operación, dado que los mismos estarían por debajo del “umbral del dolor”, que se entiende como el punto de equilibrio entre costo de “levantamiento” del barril de crudo y su precio. Ello se traduce, como es obvio, en una menor producción, de lo cual se sigue que su impacto se daría por partida doble, por la baja cotización del precio del crudo y la reducción de los volúmenes extraídos y comercializados.

Por fortuna, la Junta directiva de ECOPETROL desoyó los cantos de sirena del Presidente Petro cuando manifestó que “yo quiero que se venda esa operación (el PERMIAN) para invertirlo en energía”. En efecto, en abril pasado ECOPETROL y la OXY extendieron su asociación del Plan de desarrollo del Midland en dicha cuenca. De otro modo ECOPETROL se hubiera dado un tiro en el pie y los resultados esperados serían peores, habida cuenta de que se estaría privando a ECOPETROL de un 15% de su producción, afectando de paso la relación reservas – producción (R/P) de la empresa. De haberse dado este paso en falso por parte de la Junta directiva de ECOPETROL se le hubiera infligido un detrimento a la empresa en momentos en los que su entorno no es el más auspicioso.

Aquí cabe advertir que la frustración del proyecto KOMODO es una oportunidad perdida, con su aplazamiento indefinido a consecuencia de la suspensión de la Licencia ambiental y su posterior expedición de manera tardía y extemporánea, con el agravante de establecer en la misma unas condiciones que a juicio de ECOPETROL Y ANADARCO, su socio, tornan inviable el proyecto. Este impasse se viene a añadir al del proyecto OSLO, ubicado en la misma cuenca del PERMIAN en el que ECOPETROL venía avanzando en las negociaciones para la adquisición de una participación en la empresa CrownRock, de propiedad de su socio, la OXY, proceso este que se truncó, en palabras del entonces Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, porque “el asunto es de coherencia…El petróleo sigue adelante, pero no con fracking”.

Definitivamente la mayor apuesta de ECOPETROL y del país, en asociación con PETROBRAS, está en SIRIUS, cuyas reservas de gas se calculan en 6 TPC, equivalentes a más del doble de las reservas remanentes de gas con las que aún se cuenta, el cual está llamado a recobrar la seguridad y la soberanía energética del país, en este momento en grave predicamento. Pero su comercialidad tarda por lo menos hasta el año 2027. De manera que en el entretanto, para evitar un desabastecimiento, se tendrán que seguir importando volúmenes crecientes de gas natural, lo cual obligará a expandir, con urgencia, la capacidad regasificadora con que cuenta actualmente el país.

Amylkar Acosta

Casa Blanca revoca más licencias para exportar petróleo a Venezuela

La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha revocado los permisos y exenciones concedidas a varias empresas petroleras, incluida la española Repsol, para exportar crudo desde Venezuela, según fuentes citadas por el diario ‘The Wall Street Journal’ y la agencia de noticias Bloomberg.

La medida incluye a la petrolera estadounidense Global Oil Terminals, propiedad del millonario y donante del Partido Republicano Harry Sargeant III, a la francesa Maurel et Prom y la ya mencionada Repsol, según tres personas conocedoras de la cuestión citadas por Bloomberg. Estas compañías deberán poner fin a sus operaciones en Venezuela antes del 27 de mayo, explican las fuentes.

 

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La decisión de Washington afecta también a las licencias emitidas a empresas de gas venezolano que tengan relación comercial con la petrolera estatal venezolana, PDVSA.

Estos permisos fueron emitidos por el Departamento del Tesoro estadounidense bajo el formato de licencias, exenciones o cartas de conformidad para permitirles operar en Venezuela y exportar el petróleo de PDVSA sin que les afecten las sanciones impuestas por Washington.

En lo que se refiere a la estadounidense Global Oil Terminals, además debe poner fin a todas las transacciones con PDVSA antes del 2 de abril abonando cualquier montante pendiente por la compra de petróleo para asfaltado.

También el diario económico ‘The Wall Street Journal’ informó el viernes de que la petrolera de Sargeant había recibido orden de salir de Venezuela y cita como fuente una carta remitida por el Departamento del Tesoro a la compañía.

Global Oil Terminals recibió en mayo una exención de dos años para comprar y transportar asfalto a Estados Unidos y países del Caribe.

Previamente, Trump ha dado hasta el 27 de mayo a la petrolera Chevron para poner fin a sus relaciones con Venezuela en una medida que busca presionar al Gobierno de Venezuela del presidente Nicolás Maduro.

Donald Trump cierra las concesiones al petróleo de Venezuela

Foto: EFE

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles la suspensión a partir del 1 de marzo de las concesiones que su predecesor en el cargo, Joe Biden, brindó al petróleo procedente de Venezuela.

 

Trump ha destacado que el régimen de Nicolás Maduro ha incumplido las condiciones electorales, a la par que no ha colaborado en la deportación de vuelta a Venezuela de «los criminales violentos» que había en Estados Unidos.

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«Por lo tanto, ordeno que el ineficaz e incumplido Acuerdo de Concesión de Biden sea rescindido a partir de la opción de renovación del 1 de marzo», ha detallado el presidente estadounidense en su perfil oficial en Truth Social, su propia red social.

Biden concedió en noviembre de 2022 una licencia a la petrolera estadounidense Chevron para reanudar la producción de petróleo en Venezuela, levantando de algún modo las sanciones decretadas por Estados Unidos en 2019 y que detuvieron las perforaciones.

Biden aumenta las restricciones a perforaciones de gas y petróleo en EEUU

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este lunes nuevas restricciones a las perforaciones de gas y petróleo en aguas norteamericanas por un periodo de tiempo no especificado.

«Estoy tomando medidas para proteger las costas, el golfo de México y el mar de Bering en Alaska de las perforaciones de petróleo y gas natural y del daño que pueden causar», ha hecho saber Biden en una declaración presidencial.

 

La orden declara exentas a todas las zonas de la plataforma continental exterior frente a las costas este y oeste del país, el este del golfo de México y otras partes del norte del mar de Bering en Alaska, por tiempo indefinido.

«Mi decisión refleja lo que las comunidades costeras, las empresas y los bañistas saben desde hace mucho tiempo: que las perforaciones en estas costas podrían causar daños irreversibles a lugares que apreciamos y que no son necesarias para satisfacer las necesidades energéticas de nuestra nación. No vale la pena correr los riesgos», ha hecho saber el presidente saliente del país.

«En un momento que la crisis climática sigue amenazando a las comunidades de todo el país y estamos en transición hacia una economía de energía limpia, ahora es el momento de proteger estas costas para nuestros hijos y nietos», ha añadido.

En una primera reacción a la decisión, el equipo de transición del sucesor de Biden, Donald Trump, ha tachado la decisión de «vergonzosa» y un nuevo obstáculo para los planes del magnate en política económica cuando regrese a la Casa Blanca.

«Está claro que Biden quiere que los altos precios de la gasolina sean su legado. Esta es una decisión vergonzosa diseñada para cobrar venganza política contra el pueblo estadounidense que le dio al presidente Trump un mandato para aumentar la perforación y bajar los precios de la gasolina», ha manifestado la portavoz Katherine Leavitt.

Cuesta abajo

Se repite la historia en viceversa: hace 10 años, cuando la producción de crudo de Colombia alcanzó el millón de barriles al día, se hizo popular en la industria petrolera el gracejo como acertijo tratando de establecer cuánto tiempo haría falta para que se cruzara la curva de producción de Colombia en ascenso con la de Venezuela en declive. Y, efectivamente, la producción de Colombia alcanzó su clímax con la producción de 1 millón de barriles/día, mientras Venezuela, después de producir 4 millones de barriles/día bajó hasta los 2´370.000 ese mismo año.

Esta vez es el nuevo rico en el vecindario, la llamada Guyana Dubái, que cuenta con reservas recién descubiertas, hace apenas 10 años, superan los 11.000 millones de barriles, el que ha venido escalando su producción desde los 1.200 barriles/día en 2019 hasta los 645.000 que produce actualmente y de acuerdo con la proyección de la Agencia internacional de energía (AIE) el próximo año, 2025, la producción de Guyana sobrepasará a la de Colombia con un volumen de 850.000 barriles/día contra los 750.000 barriles/día que produce actualmente Colombia. En la última década se ha desplomado la producción promedio/día el 21% y sería iluso esperar que repunte mientras las precarias reservas remanentes caen.

 

Lo que hace la diferencia es que mientras en Guyana están atrayendo la inversión y firmando a la lata nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo el Gobierno de Colombia decidió descartarlos, como su mayor y mejor contribución a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), causante del Cambio climático, sin lograrlo, porque el consumo de petróleo sigue en ascenso, ya que según la AIE el año pasado alcanzó un récord de 101 millones de barriles/día y su previsión es que este año 2024 alcanzará otro récord con 2 millones de barriles más. 

Es decir que el petróleo que deja de producir Colombia lo provén otros países, entre ellos Guyana y Brasil, en donde el Presidente  Luiz Inacio Lula Da Silva proyecta pasar de la producción actual de 3.5 Millones de barriles/día a 5.4 millones en 2028, hasta convertir a PETROBRAS en la tercera empresa petrolera más grande del mundo y a Brasil en el quinto productor mundial de crudo. Se cumple así la Ley de Keynes según la cual toda demanda crea su propia oferta. En conclusión, con tan absurda como desatinada decisión, Colombia se está quedando con el pecado y sin la gracia.  En este contexto, no sabe uno cómo interpretar esta sibilina declaración del Presidente Petro a propósito de la caída de las exportaciones de Colombia en lo que va corrido del año.

Esto dijo: “no es una buena noticia que caigan las exportaciones, pero no había un análisis del porqué y resulta que el 60% de las exportaciones del país son fósiles, es decir, carbón y petróleo”. Lo que no advierte el Presidente Petro es que al tiempo que caen las exportaciones está cayendo también la Inversión extranjera directa (IED). Según registros del Banco de la República, entre el primer semestre de 2023 y el primer semestre de este año pasó de US $7.524 millones a US $6.304 millones, para una caída del 16.2% anual, siendo más pronunciada la de la IED en hidrocarburos y minería, que fue del 30.3%!

Cabe preguntarse si será bueno para Colombia que las exportaciones caigan si es por cuenta de que “el precio internacional del carbón cayó a la mitad entre el año pasado y hoy, por eso caen las exportaciones. También cayó la demanda del carbón colombiano y esa caída internacional tiene que ver con que el mundo está haciendo una transición energética”. Eso es solo pensar con el deseo, porque las cifras no vienen en auxilio de los augurios del Presidente porque de acuerdo con el más reciente reporte de la AIE el año pasado la demanda por carbón batió el récord con 8.530 millones de toneladas y prevé que este año alcanzará otro récord. Al igual que ocurre con el petróleo, carbón que no extraiga y exporte Colombia lo extraerá y exportará alguno de los países que compiten con Colombia.

La ingenuidad y el desatino del Gobierno de Colombia, que firmó recientemente el Tratado de no proliferación de los combustibles fósiles, comprometiéndose a proscribirlos, contrasta con el realismo y el pragmatismo de Guyana y Brasil que, sin renunciar a la Transición energética ni dejar de trabajar por el cumplimiento a su meta de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) están atrayendo más inversiones al sector de los hidrocarburos, su principal fuente generadora de ingresos, de divisas y de financiamiento de la misma Transición.

En concepto del Vicepresidente de Guyana, “el petróleo no sólo permite aumentar los ingresos y emplear estos recursos en políticas sociales, sino que, además, resulta la principal fuente para financiar una sólida Transición energética hacia energías renovables”. Y remató diciendo que “necesitamos dinero del sector del petróleo y el gas para hacer nuestro país a prueba del clima y adaptarnos al Cambio climático”.

Por su parte el Presidente Lula, reconocido defensor de la Agenda verde, explica que la inversión en petróleo tiene como objetivo primordial disponer de más ingresos para consolidar la Transición energética, bandera de su Gobierno. Y destaca cómo PETROBRAS, pasó de la explotación de petróleo onshore a hacerlo offshore, “ahora puede pasar a las renovables”. Y deja en claro que no incurre en ninguna contradicción, pues “el petróleo seguirá ocupando un lugar importante en la matriz energética junto a las renovables. Queremos hacerlo juntos”. Bien ha dicho el Presidente de la CAF Sergio Díaz Granados que “cada país deberá elegir su velocidad, intensidad y estrategia de acuerdo con sus características” y Colombia, al igual que el resto de Latinoamérica tiene las suyas.

Y más recientemente, la comidilla en los medios es la noticia proveniente de Argentina, en donde se registra un inusitado boom de los hidrocarburos, gracias al enorme potencial del yacimiento no convencional de Vaca muerta y a la utilización intensiva de la técnica del fracking en su explotación. Esta explica y responde por el 56.6% de la totalidad de la producción petrolera y el 54.8% de la de gas natural. Según el más reciente reporte según el cual en los últimos 10 años pasó de producir 500.000 barriles de crudo por día hasta alcanzar los 700.000 actualmente, en contraste con Colombia que pasó de producir 1 millón de barriles/día en 2014 a los 750.000 barriles/día actualmente!

Amylkar Acosta

El petróleo sigue siendo el rey

Luego de la Conferencia de las partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio climático (COP21) en 2015 y la firma del Acuerdo de París, el petróleo quedó en el lado equivocado de la historia, dado que su consumo y el de sus derivados constituyen la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causantes del Cambio climático y el propósito fundamental para contrarrestarlo es la descarbonización de la economía.

Con razón la ex secretaria de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Christiana Figueres, sentenció: “hay que agradecerles a los hidrocarburos por lo que han hecho de la economía de Colombia, porque este país no sería lo que es si no fuera  por la exportación de carbón y petróleo. Por esta razón no se pueden meter dentro de la cajita de los diablos y satanizarlos. Sin embargo, llegó la hora de reconocer que es una actividad que tuvo su momento de sol, pero hoy ya está en el atardecer y tenemos que, prudentemente buscarle alternativas rápidas ya”. No cabe, entonces, la menor duda de que los hidrocarburos tendrán menos futuro que pasado.

 

Todos los países signatarios del Acuerdo de París contrajeron el compromiso de reducir sus emisiones en un porcentaje, en el caso de Colombia en un 51%, hacia el 2030, considerado como la meta volante para alcanzar la carbono-neutralidad en el 2050. Pero la COP 26 tuvo el cuidado de establecer que la responsabilidad adquirida por cada país aunque es común es diferenciada. Y, tal como quedó consignado en la Declaración final de la COP 28, que tuvo lugar el año anterior en Dubai, se le pide a las partes que contribuyan “con una lista de acciones climáticas, de acuerdo con sus circunstancias nacionales” y “acelerar la Transición energética sostenible, asequible y inclusiva, teniendo en cuenta los diferentes puntos de partida, circunstancias y vías nacionales”. Esto, para significar que cada país se debe dar su propia Hoja de ruta para la Transición energética.

No obstante, el actual gobierno, que preside Gustavo Petro, se ha dejado llevar por el voluntarismo renunciando prematuramente a los hidrocarburos, dándole la espalda, cuando el resto del mundo se limita a tomar distancia, alejándose gradualmente de ellos. Tanto la ex ministra de Minas y Energía Irene Vélez como el Ministro actual Andrés Camacho han sido categóricos y reiterativos al afirmar que durante este cuatrienio no se firmarán nuevos contratos de exploración y producción de hidrocarburos.

En la COP 28, el Presidente Petro fue más lejos aún, al firmar el Tratado de no proliferación de combustibles fósiles, paso este en falso que compromete a Colombia no sólo a no firmar nuevos contratos sino a frenar en seco tanto la actividad exploratoria como la producción de hidrocarburos. El mismo dispone, según lo remarcó el mismo Presidente Petro, “cero exploración nueva” y “cero proyecto de explotación nueva en el mundo”.

}Declaraciones como estas han desalentado la actividad de las empresas petroleras en Colombia. Es así cómo, según la Cámara colombiana de bienes y servicios de petrolero, gas y energía (CAMPETROL), en el 2023 se perforaron sólo 51 pozos exploratorios, representando una caída del 45.2% con relación a los 93 perforados en 2022. También se vio afectado el número de pozos perforados en desarrollo, los cuales cayeron el 9.1%, al alcanzar no más de 597 pozos en 2023. Así mismo se contrajo la actividad sísmica 2D equivalente, limitándose a los 1.367 kilómetros, 28.2% menos que el año anterior. Finalmente, en diciembre de 2023 se reportaron, en todo el territorio nacional, 117 taladros activos en total, para una disminución del 23.5% respecto al mismo mes de 2022.

Mientras tanto lo que denotan los registros en el resto del mundo es una febril actividad de las empresas petroleras. Lo que informa la Agencia internacional de energía (AIE) es que en 2022 la producción mundial de crudo se incrementó el 5.4%, superando la tasa de crecimiento de 1.6% en 2021 y la media del intervalo 2010 – 2019, de la prepandemia, de 1.3%, jalonada por la reactivación de la economía global y en un contexto de ajuste progresivo de la oferta de crudo por parte de la OPEP+. Y, según su más reciente pronóstico la oferta de crudo subirá 1.5 millones de barriles más al día hasta alcanzar un nuevo máximo histórico de 103.5 MMBD en 2024, después de los 102 MMMBD en 2023.

A ello habrán de contribuir el récord de producción por parte de EEUU, que supera la de Arabia Saudita, ubicándose en el primer lugar entre los productores, Brasil que, según ha anunciado tiene entre sus planes pasar de producir 3.7 MMBD actualmente a 5.4 MMBD en 2028, para convertirse en el cuarto productor mundial de crudo, Canadá y la revelación en la que se ha convertido Guyana que ya produce 600.000 barriles y a poco andar, alcanzará la producción de 1 MMBD, del cual se ha venido alejando Colombia desde el año 2016. Dicho de otra manera, el petróleo que deje de producir Colombia no le hará falta al mundo y como lo afirmó Sergio Cabrales, experto de la Universidad de Los Andes, “dejar de firmar nuevos contratos de exploración y producción no tiene ningún efecto en la reducción de CO2 a nivel global”, como lo cree el Gobierno pensando con el deseo.

Amylkar Acosta

Muy mal en acero, petróleo y gas

Alguien debe explicarle al economista Gustavo Petro que país que no crea riqueza, en especial en la industria y en el agro, y que además importa en exceso, tiene un futuro de subdesarrollo, desempleo, informalidad y pobreza. Agregarle que la mejor distribución de la riqueza también depende de su creación. Y decirle que en la base de todos los problemas de Colombia está que el producto por habitante es de apenas 6.657 dólares (2022), cuando los países desarrollados están por encima de 30 mil, hasta cien mil y más dólares.

Recordarle lo anterior porque, por su culpa, Colombia está inundada de acero importado de Rusia, China y hasta de Perú y que, desde octubre de 2023, hay reclamos de las siderurgias colombianas para que, según la ley, el gobierno actúe, aumentando los aranceles a esas compras para disminuirlas, y nada se ha hecho. En contraste, hay decisiones de protección contra las importaciones rusas y chinas en Estados Unidos, México, Brasil y Chile.

 

Y son 12 billones de pesos y 45 mil los empleos, entre directos e indirectos, los que pueden perderse si se quiebran las siderurgias, con la certeza además de que sí desaparecen, el acero importado se encarecerá.

De otra parte, desde febrero pasado, Ecopetrol venía en conversaciones con la OXY para, asociados, ampliar el negocio que ya tenían de producir petróleo en la cuenca del Permian, en Estados Unidos, diálogos que concluyeron a finales de mayo, cuando acordaron que Ecopetrol accedería a otros 65 mil barriles de petróleo al día. Pero Petro, insistiendo en manejar a Ecopetrol como si fuera una tienda de su propiedad y contando con la alcahuetería de Ricardo Roa, utilizó el peso de su poder y desbarató la operación acordada, causándole un gran daño económico y reputacional a la petrolera colombiana, como puede constatarlo quien conozca el irritado reclamo de Vicki Hollub, CEO de la trasnacional, por la irresponsable reculada que Gustavo Petro le impuso a Ecopetrol.

Se confirmó además que Colombia tendrá que aumentar sus importaciones de gas desde 2025, a precios que superan lo que cuesta la producción nacional, gas que no llegará de Venezuela –porque ni gasoducto hay–, sino seguramente de Estados Unidos. Una importación que estaba anunciada desde hace años y que Petro no intentó detener promoviendo una mayor producción de gas en el territorio nacional.

La última noticia sobre el gas es la decisión de Susana Muhamad, ministra de Ambiente, de parar el proyecto Komodo 1, de Ecopetrol, para producirlo en el subsuelo del mar Caribe colombiano, parálisis que no se sabe cuánto durará. Porque Gustavo Petro es el único presidente de país petrolero del mundo que ha sido capaz de afirmar: “bienvenidas las trasnacionales a Colombia, mientras no sea a petróleo” –y a gas, porque van juntos–, otra expresión de su infantilismo de izquierda que nada positivo nos genera a los colombianos y sí nos hace mucho daño.

Como los economistas neoliberales, Petro también debe alegrarse de que su título de la universidad no sea revocable. Porque si la economía colombiana creciera al 3,5 por ciento por habitante al año, cosa que no sucede, pasarían cuarenta años para llegar a 30 mil dólares, un producto también bastante bajo para ese momento.

Jorge Enrique Robledo

Derrame de crudo en el municipio de Betulia está controlado

Foto: El Meridiano.co

El alcalde del municipio de Betulia, Sucre, entregó un parte de tranquilidad a la población luego de que se presentara un derrame de crudo n el corregimiento de Villa López, en la finca de propiedad del señor, Julio de la Ossa.

 

De acuerdo con el mandatario local, «Ese crudo fue a parar al arroyo Caracol». El daño en la tubería lo habrían causado un grupo de trabajadores con vestimenta de Ecopetrol quienes al parecer iban a quitar el tubo, pero cuando hacen el corte del mismos, se dan cuenta que está el bombeo de petróleo y dejan todo tirado. Entonces, el líquido empezó a derramarse y ellos no lo pudieron controlar».

Aunque el alcalde aseguró que la situación está controlada, reconoció que el daño ambiental es «inmenso».

El extractivismo de Gustavo Petro

Si algo le sale mal a Gustavo Petro, es posar de gran economista, porque abunda en galimatías, así descreste a algunos mal informados. Son tan absurdas sus afirmaciones que no hay un libro, un ensayo ni una conferencia suya o de alguno de sus seguidores que intente sustentar sus necedades. Porque quedarían en ridículo. Veamos lo que le propuso a Colombia el 20 de julio pasado.

“Una economía del intelecto y no extractivista. En campaña prometí buscar las maneras de cambiar el modelo económico de Colombia, de un modelo extractivista a uno productivo; cambiar la idea de que nos hacemos ricos extrayendo cosas que la naturaleza (…) por la idea de que de verdad nos podemos volver ricos a partir del trabajo y de la transformación de las cosas en la producción. No hay sociedad que se pueda enriquecer, que no trabaje”.

 

¿Puede haber alguna economía, hasta la más simple, que no aproveche la naturaleza y no incluya trabajar y usar la inteligencia? ¿Y la extractivista, que consiste en exportar, fundamentalmente, materias primas agrícolas y mineras, sin transformación o con muy poca, no es trabajo productivo ni usa el intelecto? ¿Producir café o azúcar y petróleo o carbón y los demás bienes agrícolas y mineros no requiere de pensar ni utilizar conocimientos complejos, es decir, utilizar el cerebro y la inteligencia?

Qué irrespeto el de Petro a los colombianos atreverse a decir tamaña majadería y, además, querer estrangular la producción nacional de petróleo, despropósito que nos obligaría importarlo y empobrecerá más a Colombia.

La primera definición que aparece en Google de extractivismo es “la venta al exterior de recursos naturales poco transformados, como la minería, la agricultura o el petróleo”. Y Eduardo Gudinas coincide en que es producir recursos naturales “orientados esencialmente a ser exportados como materias primas sin procesar, o con un procesamiento mínimo”.

Ideas que David Ricardo (1817) encuadró en el “libre comercio” global, escogiendo a países perdedores y ganadores: “El vino (las uvas) será producido en Francia y Portugal, el maíz en los Estados Unidos y Polonia y la ferretería y otros artículos fabricados en Inglaterra”. Inglés tenía que ser, con vivezas colonialistas que no aceptaron Estados Unidos, Francia y demás países desarrollados, en tanto Colombia y el mundo subdesarrollado, sí, porque sus gobiernos han seguido al FMI y los TLC, incluido el de Gustavo Petro.

Es farisaico entonces el reclamo de Petro contra el extractivismo. Y se equivoca de otra manera. Porque la perversidad del extractivismo no es producir materias primas agrícolas y mineras, sino no industrializarse y no desarrollar la ciencia y el conocimiento, como lo confirma Estados Unidos, cuyo avance científico e industrial y agrario es evidente, siendo al mismo tiempo un gran productor y exportador de petróleo, carbón y bienes agrarios. Por ejemplo, produce 13 millones de barriles de petróleo al día y exporta 4,8 millones, en tanto Colombia produce unos 700 mil. Y lo mismo puede decirse del gran avance de la ciencia y la industria de China, apareada con su gran producción de petróleo, carbón y bienes agrarios.

Entonces, el extractivimo de Colombia no es por producir y exportar petróleo, carbón y café y otras materias primas, sino por importar en exceso, por sus débiles aparatos industriales, agrarios y científicos.

Jorge Enrique Robledo

Es un gran error la fobia antipetrolera

Sumando papayas con aguacates –suma que en matemáticas se considera equivocada–, el gobierno de Petro exageró el aumento de los turistas extranjeros a Colombia en 2023. Pero lo peor fue que de esas cifras, como suele hacerlo, sacó conclusiones erradas, dirigidas contra la economía del petróleo y el carbón, que aportaron el 50 por ciento de las exportaciones nacionales de 2023, y contra Ecopetrol, la principal empresa del país, economías que en el corto y mediano plazo es imposible reemplazar por otras.

En su desproporción, Petro fue capaz de decir que “el gobierno ha logrado nuestra meta, que tiene que mantenerse y profundizar, que es reemplazar dólares petroleros y carboneros por dólares de turismo” (ver enlace), sustitución absurda –delirante, incluso– que no promueve ningún otro presidente de país productor de combustibles fósiles en el mundo. ¡En el mundo! Y en el colmo de los colmos, esto lo dice mientras hace demagogia sobre la “reindustrialización” de Colombia, a la par que ataca las dos principales industrias nacionales y anuncia –a través del presidente de Ecopetrol– que prefiere importar gas de Venezuela que promover que se produzca más en Colombia.

 

Las cifras demuestran que un país puede tener, al mismo tiempo, turismo y dólares por exportaciones de petróleo. Colombia: 5,5 millones de turistas y 15.610 millones de dólares, México: 20,3 millones de turistas y 21.870 millones de dólares, Estados Unidos: 30,2 millones de turistas y 67.800 millones de dólares y Emiratos Árabes Unidos más Arabia Saudita: 44 millones de turistas y 196.500 millones de dólares. Y los gobiernos de esos países no se proponen dejar de producir, consumir y exportar petróleo, gas y carbón en el corto plazo.

Petro además engaña cuando le atribuye el aumento de los turistas a realizaciones de su gobierno, que no puede mostrar. ¿O les será muy atractiva la mucha violencia en Colombia en 2023? (ver enlace). Además, CNN en español relacionó el incremento de los visitantes extranjeros con el aumento del “turismo sexual y de consumo de drogas”, corrupción por pobreza que nos avergüenza a los colombianos y que Petro ni mencionó. Y la embajada de Estados Unidos les advirtió a sus nacionales sobre los peligros de ese turismo (ver enlace).

Si Petro lograra su despropósito contra el petróleo, el gas y el carbón, inevitablemente, aumentaría la pobreza en Colombia y, con ella, el turismo extranjero de prostitución, en mucho originado en que las niñas y las jóvenes colombianas se prostituyen muy barato acosadas por la pobreza y el hambre.

Aumenta el rechazo a que Ricardo Roa continue en la presidencia de Ecopetrol, pues lo único que puede mostrar para estar en ese cargo es ser incondicional de Gustavo Petro, a cuyo servicio, en dos ocasiones, fracasó como administrador: como gerente de la Empresa de Energía de Bogotá (ver enlace) y de las cuentas de su campaña presidencial. Y porque son inaceptables los cruces de Roa con el petrolero Serafino Giácono, además de haberse demostrado que no tiene el carácter para defender a esa empresa de la fobia antipetrolera de Petro, quien además pretende convertirla en caja menor de su clientelismo político y de sus demagógicas e irresponsables aventuras con otras fuentes de energía.

Coletilla. Repito: sí hay un problema de cambio climático y Colombia debe hacer su transición energética. Pero un proceso inteligente, que no destruya al país, porque además el aporte nacional al CO2 por quema de combustibles fósiles es de apenas el 0,2 por ciento del total del mundo, luego los colombianos no somos la causa de un lío global ni podemos resolverlo solos.

Jorge Enrique Robledo

FMI califica de ‘encomiable’ plan de transición energética de Petro

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha valorado como encomiable el objetivo del Gobierno de Colombia para reducir la dependencia del petróleo y del carbón, en línea con su plan «esencial» de diversificar sus exportaciones para avanzar en la estrategia de transición energética.

No obstante, según ha constatado el personal técnico del FMI para la elaboración del Artículo IV, un plan de transición energética y de diversificación de las exportaciones debe ser bien diseñado y ejecutado para garantizar la sostenibilidad y la resiliencia de la economía colombiana en el largo plazo.

 

La reorientación del gasto hacia la inversión, dentro de un menor techo de gasto, apoyaría la transición energética y aumentaría el potencial de crecimiento. Para el FMI, la reorientación de parte del gasto hacia proyectos de infraestructura y relacionados con el cambio climático apoyaría el objetivo de Colombia de impulsar su potencial de crecimiento y ser un líder mundial en la agenda de transición climática.

Asimismo, el FMI ha pedido mayores esfuerzos económicos a Colombia en algunos aspectos como la productividad, que debe aumentar en el país como herramienta esencial para impulsar el crecimiento potencial en el mediano plazo.

Para revertir la caída en la productividad total de los factores observada en Colombia en las tres últimas décadas será necesario mejorar el clima empresarial, por ejemplo, simplificando la regulación, reduciendo la rigidez del mercado laboral y eliminando los cuellos de botella que evitan el crecimiento de las empresas más pequeñas y las mantienen al margen de la economía registrada.

En consonancia con estas reformas, el FMI ha pedido al Gobierno que se actúe con gobernanza y transparencia. «El desarrollo de una estrategia integral de lucha contra la corrupción centrada en las áreas con mayor riesgo de corrupción debe guiar los avances en la agenda de gobernanza», ha recogido el equipo técnico.

Estabilidad financiera

En lo que se refiere al sistema bancario, el Fondo ha destacado que los bancos siguen siendo resilientes a pesar del aumento en la morosidad, manteniendo su liquidez y estando bien capitalizados.

No obstante, el personal técnico ha explicado que es necesario seguir vigilando atentamente los riesgos para la estabilidad financiera. «A medida que la economía continúe estabilizándose, la morosidad podría seguir aumentando, lo que requiere un seguimiento cuidadoso», han sostenido.

Finalmente, sobre la política monetaria, el FMI ha apuntado que dados los riesgos al alza para la inflación, incluidos los derivados del fenómeno de El Niño y de la alta indexación, será necesario proceder con cautela en futuras reducciones de los tipos de interés.

A medida que disminuyen la inflación y las expectativas de inflación, ajustar la tasa de interés de política monetaria en función de los datos con el objetivo de situar la inflación firmemente en la meta del 3% a mediados del 2025, permitiría alcanzar un buen equilibrio entre salvaguardar la actividad económica y la credibilidad de la política monetaria.

Se aplaza la cumbre de la OPEP

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados liderados por Rusia, conocidos como OPEP+, han anunciado el aplazamiento al próximo 30 de noviembre de su próxima reunión, inicialmente prevista para el 25 y 26 de noviembre.

En un escueto comunicado, el cartel ha anunciado la decisión de trasladar al próximo 30 de noviembre la celebración de la 187ª Conferencia de la OPEP, la 51ª reunión del Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento y la 36ª reunión Ministerial de la OPEP y no OPEP.

 

Las reuniones, inicialmente previstas para los días 25 y 26 de noviembre de 2023, «han sido reprogramadas para el jueves 30 noviembre de 2023».

La cotización del petróleo reaccionaba ampliando a más del 4% sus descensos al anuncio de la OPEP.

En el caso del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, el precio caía un 4,11% para mantener a duras penas los 79 dólares, mientras que en la variedad West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, la bajada era del 4,18%, hasta los 74,52 dólares.