Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Reforma a la salud

Ponencia de informe a la reforma a la salud prosperó en la Cámara

Este martes en la noche se votó positiva la ponencia de informe a la reforma a la salud en la Cámara de Representantes a pesar de tener trabas al comienzo en el segundo debate.

La iniciativa se aprobó con 93 votos a favor y 43 en contra. Los votos positivos vinieron por parte del Pacto Histórico, el partido Liberal, las curules de paz, y algunos de La U y Alianza Verde.

La oposición y representantes de Alianza Verde como Catherine Juvinao y Katherine Miranda intentaron aplazar el debate porque todavía no se ha conformado de una comisión accidental que se aprobó recientemente.

«Muy bien. La Cámara de Representantes avanza en las reformas democráticas», dijo desde su cuenta de X (Twitter) el presidente Gustavo Petro.

Después de la aprobación se debe crear una comisión accidental que presentará un informe sobre el consenso que hay sobre la reforma. Con base en el informe, la comisión -con participación de todos los partidos- deberá presentar una propuesta que se aprobará o no en plenaria. Finalmente, se votaría artículo por artículo la reforma a la salud.

Le puede interesar: Todos y todas deberíamos acompañar el propósito de la reforma rural integral

«No vamos a correr»: Andrés Calle sobre reforma a la salud

El presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle Aguas, ndicó que el próximo martes, para abrir la discusión formal del proyecto, se votará el informe con el que termina la ponencia mayoritaria y luego se dará paso para que entre en funciones una comisión accidental.

La comisión accidental tendrá presencia de todos los partidos que tienen asiento en la Cámara de Representantes y presentará un informe a la plenaria sobre las proposiciones para el texto del proyecto de ley de la reforma a la salud. Dicho informe será aprobado o negado por la plenaria”, indicó.

Envío un mensaje claro de las garantías plenas que se darán en la discusión. “Escucharemos a todos los sectores y el debate será únicamente en la plenaria de la Cámara. No queremos dar lugar a confusiones. No hay afanes, no vamos a correr, no vamos a limitar el tiempo, vamos a dar la participación a todos los sectores políticos”.

La hora de las propuestas

Por: Germán Escobar Morales

Como se suele decir, la política es dinámica y ¡sí que lo ha sido en este año de reforma a la salud! En otro capítulo, algo inesperado por muchos, esta semana la Cámara de Representantes votó por crear una subcomisión con el propósito de re-escribir el proyecto de Ley de reforma del sistema de salud, buscando el tan ansiado y esquivo consenso nacional. Comencemos por el principio, ¿Cómo puede explicarse esto desde el punto de vista político?

Bueno, desde el pasado 20 de julio en la instalación del Congreso, el Presidente Petro ha anunciado la búsqueda de un “acuerdo nacional,” lo que en palabras sencillas podría traducirse en la conformación de una coalición de Gobierno, sin el compromisorio nombre.  Sin embargo, desde aquel discurso, hemos visto posiciones erráticas, tanto del Presidente, como de su Gabinete, las cuales no han dejado ver una ruta de acción consistente y concreta para lograr acuerdos políticos en torno a las reformas sociales que pretende esta Administración, no solo con las bancadas de los diferentes partidos, sino con actores determinantes de la sociedad civil, muy especialmente, los gremios económicos.  En este orden de ideas, este hecho, pareciera responder, de forma pragmática, a ese propósito de unión frente a la que fue, hasta hace unos meses, la reforma priorizada por el Presidente.  Ahora, en un sentido un poco más cotidiano, este hecho también es un síntoma del ecosistema político del país, el cual, en medio de las campañas para las elecciones regionales generales y el desgaste en la opinión de la Presidencia Petro, parece evidente que el Gobierno no cuenta con las mayorías para desempantanar un texto de reforma que desde el comienzo ha causado tanto debate y que, luego de múltiples remiendos, parece más bien dejar descontento a todo el mundo —incluidos a sus propios autores intelectuales—.

Bueno, una vez analizado el contexto de la naciente subcomisión, la pregunta del millón es ¿Qué resultará de ella? Volvamos al comienzo de la columna: la política es dinámica —y difícilmente predecible—. Todo dependerá de la verdadera voluntad de acuerdo, en particular, de los extremos ideológicos que participan en el proceso.  Durante las discusiones que se dieron en el primer trimestre del año, pude presenciar de primera mano el espectro de pensamiento en la entonces “coalición de Gobierno” y, ciertamente, el famoso 1% que faltó por conciliarse —y que era la esencia de la reforma—efectivamente no pudo salir adelante por los paradigmas ideológicos inmodificables de algunas personas que participaron del proceso. En esta ocasión, el resultado dependerá de si se llega a la mesa con dichas posiciones o existe apertura honesta a co-construir un proyecto alternativo.  Aquí, quiero ser claro sobre algo; los paradigmas a los que me refiero están, tanto en la línea más fuerte de la derecha —el establecimiento—, como en la de la izquierda, en palabras sencillas, en quienes pretenden conservar el estatu quo sin mayores cambios y quienes buscan una re-fundación de todo nuestro modelo de salud —económico y social—.

Aquí entro yo, nuevamente, a llamar por una “tercera vía” para reformar nuestro sistema de salud; misma que he planteado tanto en un pequeño libro, como en distintas propuestas desde la sociedad civil, de diversas formas.  La tercera vía, es flexible, es decir, puede implementarse en una versión “fuerte” o en otra “blanda.” Dicho lo anterior, quiero rescatar sus principios o filosofía, comenzando el desarrollo de un rol del Estado protagónico en la gestión del riesgo de las personas y poblaciones, coordinando debidamente a los agentes y no, simplemente, un ejercicio rector expectante y casi de testigo mudo frente a múltiples circunstancias diarias de millones de personas.  Además de lo anterior, modula las fuerzas de mercado en la propia conformación de las redes de atención, reconociendo que el mercado es importante pero que éste por sí solo si puede llegar a soluciones que no necesariamente estén totalmente coherentes con la garantía plena del derecho fundamental a la salud. Finalmente, en una dimensión más técnica, la tercera vía, impulsa una idea que no es mía, pero que creo de vital importancia para el futuro de nuestro sistema de salud, con o sin reforma: el cálculo de la UPC —que determina el presupuesto— mucho más ajustado a las concentraciones de riesgos, pero, sobre todo, con incentivos al desempeño y los resultados en salud de los agentes.

Como he venido comentando en esta misma columna, en estos meses de debate de la reforma, he visto con cierta tristeza la ausencia de propuestas concretas más allá de la dicotomía planteada por los extremos paradigmáticos; sin embargo, la coyuntura nuevamente nos da la oportunidad de generarlas, “pensar fuera de la caja” y encontrar soluciones nuestras y no importadas de líneas de pensamiento muy ajenas a nuestra realidad como un país emergente, del siglo XXI, con grandes capacidades y logros sociales, al tiempo que oscuros y terribles problemas en nuestro tejido social.

Cámara de Representantes crea una subcomisión para presentar un nuevo texto de reforma a la salud

La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó una proposición de la representante por el Nuevo Liberalismo, Julia Miranda, de crear una subcomisión integrada por un representante de cada bancada para trabajar un nuevo texto de reforma a la salud.

Con la intención de atender la propuesta del señor presidente Gustavo Petro de construir un acuerdo nacional, de manera respetuosa presentamos proposición para crear una subcomisión integrada por todos los partidos que conforman la Cámara de Representantes, la cual tendrá como finalidad la concertación de un texto que será el resultado de la elaboración de meses de diálogo nacional», dice el texto firmado por la representante del Nuevo Liberalismo.

De acuerdo con Miranda, la iniciativa aprobada por la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes aún tiene mucha resistencia de parte de diferentes sectores políticos, por lo que se hace necesario crear un ambiente favorable para que se apruebe en el debate en la plenaria de la Corporación.

la mesa directiva de la Cámara de Representantes deberá definir, junto a las bancadas, los voceros o representantes de los partidos que conformen esta subcomisión.

 

¿Colombia sin reforma a la Salud?

Ciertamente, este primer año del Gobierno del Presidente Petro estuvo lleno de agitación política y de la opinión pública, siendo especialmente relevante lo acontecido en el sector salud con el proyecto de reforma liderado, en buena parte, por la ya exministra Carolina Corcho.  Sobre tal efervescencia, creo que se puede decir que no se ha tratado solo de forma, sino de fondo.  La Dra. Corcho provocó un debate sin precedentes recientes en el ecosistema de salud, dejando de lado los argumentos sobre mecanismos de ajuste de riesgo o incentivos a la competencia y el mercado en salud, por aquellos relacionados con la visión ideológica acerca del neoliberalismo y sus efectos nocivos sobre la garantía plena del derecho fundamental a la salud —¡ojo! No califico la jerarquía de unos sobre otros; luego de estos meses de arduo enfrentamiento de ideas, creo que el experimento social de generar una discusión nacional sobre el sistema de salud, a partir de paradigmas de pensamiento distintos ha resultado, por lo menos, interesante—.

Ahora, también debo decir que este debate sobre la reforma a la salud ha dejado ver cierta esterilidad en escenario de propuestas concretas, al tiempo que estructurales, para abordar los problemas que tiene nuestro sistema de salud y evolucionar hacia uno que pueda cumplir con nuestro contrato social —garantista— y superar sus bolsillos de ineficiencia y desigualdad. Atestigüé en algunos momentos, con algo de tristeza, cómo el propio sector cayó en una espiral de pugnacidad que lo llevó a una falsa dualidad de reforma sí o no, contraponiendo los bandos que defendían a una u otra posibilidad y obviando —con recelo—a quienes buscáramos alternativas distintas a ese esquema binario de pensamiento, anticuado y poco congruente con una realidad llena de complejidad.  No puedo evitar pensar que, este ambiente dicotómico es casi una copia del esquema histórico de la Guerra Fría, donde no cabían ideas o líneas de pensamiento, más allá de las dos formas de ver el mundo imperantes —e impuestas—desde el norte para todo el sur global.

Así pues, en este entorno enrarecido y lleno de ceños fruncidos, se le sumó el hecho de la política electoral, pura y dura, y no solo por las elecciones locales que están cada vez más próximas, sino por los acontecimientos relacionados con la pasada campaña presidencial.  Sin duda, hay que esperar el avance de las investigaciones y el eventual juicio sobre Nicolás Petro, en el marco de la institucionalidad, pero sus primeras declaraciones y el hecho de que esté vinculado a tan truculento escándalo, siendo el hijo del Presidente —aún sin ser criado por él, como lo expresó en aquella resonante entrevista—claro que tiene y tendrá repercusiones políticas.  Específicamente, es muy probable que la reforma a la salud, que ya venía cojeando en su trámite en la Cámara de Representantes, no logre su primera prueba de fuego en la plenaria de dicha Corporación. Ya se ha dicho como el proyecto de Ley se ha vuelto una colcha de retazos que, no dice ni lo que el Gobierno quisiera escuchar, ni lo que gran parte del establecimiento desea preservar.  Para ser sinceros, ya no me parece un Frankenstein, como coloquialmente se le ha denominado, sino más bien un Minotauro, que está encerrado en el laberinto del Congreso, devorándonos en discusiones desgastantes.

Entonces ¿qué salida le queda al Gobierno —y al país— para poder reformar el sistema de salud? Bueno, la salida de la vía administrativa.  Por supuesto, pendiente del pronunciamiento sobre su exequebilidad por parte de la Corte Constitucional, el Gobierno se ha propuesto la intervención intersectorial sobre la Guajira, en el marco de la declaratoria de una emergencia social y económica, que lo faculta a emitir Decretos Ley.  Queda claro que esta ruta abre una ruta de generar una reforma a la salud de facto en este territorio, sin la tortura del proceso legislativo.  Desde luego, muchos miran con inquietud y desconfianza estas facultades extraordinarias; otros, como yo, poseídos por ese optimismo que a pesar de la crudeza de la realidad evita irse, pensamos que es una oportunidad.

¡Sí! La vía administrativa representa una oportunidad en varias dimensiones para todos.  En primera medida, le permite al Gobierno y más concretamente al Ministro de Salud, implementar algunas de sus ideas en un territorio en donde el mercado en salud más fallas presenta lo que, a mi juicio, hace cierto sentido técnico y, desde la perspectiva política, podría ser el comienzo de logros concretos que representen una mejor percepción ciudadana. En segunda instancia, esto podría ser un laboratorio o piloto, el cual generaría para el país lecciones valiosísimas de política pública, mismas que eventualmente pudieran plasmarse en una reforma mucho más exhaustiva y soportada en evidencia empírica. Tercero y, tal vez lo que veo como lo más significativo, es que abre una posibilidad de construcción conjunta: lejos del debate político del Congreso, el Ministro Jaramillo tiene el chance aquí de convocar a distintas fuerzas civiles —pacientes, academia, gremios, etc—para diseñar en conjunto un microsistema que pueda operativizar la Atención Primaria en Salud con enfoque diferencial, articular debidamente a los distintos agentes tanto de salud como de otros sectores, conformar unas redes de atención sanitaria que modulen debidamente las fuerzas de mercado, al tiempo que se incentiva su calidad y eficiencia, entre otros aspectos, todo bajo unas capacidades reforzadas de coordinación por parte del Estado —lo que yo he llamado la tercera vía para reformar al sistema de salud—, cambiando así el ambiente confrontacional que hemos tenido en los meses pasados.

Ciertamente, el balón está en la cancha del Gobierno y el Ministro Jaramillo para poder hacer un segundo tiempo de la reforma a la salud con un solo equipo: Colombia. Y es que, hablando de fútbol, creo que podemos rescatar ese espíritu de trabajo colectivo de nuestra poderosa selección femenina de fútbol que nos mostró que podemos hacer cosas grandes si estamos unidas(os) en un solo propósito nacional.  En este caso, como muchas y muchos, creo que nuestro sistema de salud necesita reformas para responder mejor a sus objetivos sociales, pero también persisto en mi invitación a salir de los arquetipos ideológicos y pensar en fórmulas distintas, concretas, innovadoras y, sobre todo, nuestras y construidas colectivamente —con las y los nadies, los grupos étnicos, los académicos y profesionales de la salud, los pacientes, etcétera, etcétera—­ para tan grande y ambiciosa meta.

Germán Escobar Morales

Paloma Valencia radica proyecto de reforma a la salud

La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, presentó un proyecto de ley estatutario para reformar la salud en Colombia, que a diferencia de la iniciativa del Gobierno Nacional que hace trámite en el legislativo, será discutido en primer debate por las comisiones primeras de Senado y Cámara.

La iniciativa reconoce el sistema público, mixto y privado y defiende la libre elección del usuario en el momento de afiliarse.

“Esta sí reconoce el carácter estatutario que tiene la salud, defiende el derecho de los colombianos a escoger su aseguradora que bien puede ser uno público o uno privado”, explicó la congresista.

Con esta propuesta el pago que se hace por cada paciente va a ser distinto. “Por los pacientes de alto costo el Estado aportará más que por uno que esté en buenas condiciones y las EPS van a pelearse por los pacientes enfermos en lugar de pelearse por los sanos”, puntualizó.

El proyecto busca además garantizar la equidad en salud en zonas marginadas o de baja densidad poblaciones de acuerdo a sus necesidades de salud y capacidad de atención.

Agarrón entre dos exministras de Petro

La exministra de Salud, Carolina Corcho, contó su versión sobre lo que sucedió en el gabinete en medio de la redacción del texto de la reforma a la salud que se debate en Congreso de la República, asegurando que sus excolegas, Alejandro Gaviria, Cecilia López y José Antonio Ocampo pusieron muchas trabas.

Corcho dijo durante un foro en el Valle del Cauca, que los tres exministros no estaban de acuerdo con la esencia de las reformas y que ella no tuvo nada que ver con el rompimiento de la coalición de apoyo a Gustavo Petro.

Aseguró, además, que con ellos nunca se llegó a un consenso porque “estos defendieron la Ley 100 y el manejo privado de los recursos públicos de salud”.

Desde su cuenta de Twitter, la exministra de Agricultura negó que esto fuera cierto:

“Jamás me he opuesto a las reformas de este gobierno; sí sugerí cambios porque el presidente me lo pidió. Llegamos a acuerdos que ella rompió al no incluirlos a último momento”, manifestó Cecilia López.

Dijo además que Carolina Corcho consideraba al proyecto de reforma a la salud como “su proyecto personal”.

 

Primero el negocio después el paciente: urgente la reforma

Jaime Acosta Puertas 

Este texto está basado en hechos reales ocurridos en la segunda semana de enero de 2023 en una ciudad de mediano tamaño y en un hospital de tercer nivel acreditado hace pocos años. 

La paciente del régimen contributivo y categoría C, ingresa por urgencias. Primero el triage, después la primera evaluación de un médico general, luego exámenes de sangre, a continuación el diagnóstico del especialista de turno que ordena su hospitalización por infección urinaria. Al día siguiente una ecografía, y el radiólogo le dice que tiene una gran cantidad de cálculos en la vesícula lo cual daría para iniciar de inmediato un proceso a cirugía. Como la paciente toma aspirineta de 100 mgrs producto de un ACV (accidente cerebro vascular), no puede ser intervenida de inmediato, solo días después. Fue dada de alta por su favorable respuesta a los antibióticos, y con una orden para iniciar un posible camino al quirófano posiblemente para extraer la vesícula. 

El acompañante le pregunta al internista qué ocasionó la crisis en el paciente. Este respondió: “una ingesta”. El acompañante sorprendido reacciona: ¿cómo? ¿una ingesta? es decir ¿algo que comió? Sí, respondió el médico. ¿está seguro?. Si. Al acompañante no le gustó para nada la respuesta.  

Dan de alta a la paciente, la sacan en una camilla hasta el carro. No permitieron ponerle la férula, ni los zapatos, envuelta en una sábana encima de una camilla y cual bulto de papas la introducen en el asiento delantero. Urgencias no estaba ni al 50% de ocupación como para justificar afanes y maltrato. Era claro que el objetivo era sacarla o sacarla del hospital, porque si su estado empeoraba tendrían que tenerla ocho días hasta que médicamente fuera posible la cirugía.  

La historia clínica decía que sólo si tenía un cuadro agudo de vómito, diarrea, fiebre, escalofrío, etc etc, la llevaran nuevamente por urgencia, es decir, cuando estuviera en las últimas. Nada advirtieron de la aspirineta. Ni una palabra. Omisión total. Irresponsabilidad absoluta, porque no hubo una explicación integral de la salud del paciente y de su futuro inmediato. 

El acompañante insatisfecho con el diagnóstico de la ingesta, buscó en una IPS Clínica a un médico amigo. Este le dijo que no estaba en la ciudad, pero que recomendaba una revisión urgente por X o Y especialista adscritos a la clínica. Adicionalmente, una médica amiga le recomendó una ecografía de abdomen para ver dónde estaba localizado el problema, porque en la historia clínica de la IPS Hospital no acompañaron los resultados de la ecografía, sino que con base en ellos, en silencio, fue que formularon consulta a un médico general para que este remita al paciente a un cirujano. Todo como bajo una sombra, sin hablarle con claridad  y responsabilidad al paciente. 

La ecografía arrojó un diagnóstico preocupante: una vesícula llena de cálculos en cantidad incuantificable, aunque uno de los cálculos tenía 2 cms de diámetro. Por el asunto de la aspirineta la paciente no fue intervenida de inmediato, sino ocho días después. Es decir, por la aspirineta le dieron de alta en el Hospital, por la aspirineta la aplazaron ocho días la cirugía en la Clínica, y por la aspirineta facturaron el Hospital y la Clínica, pero, por la manera como está diseñado el negocio del sistema de salud curativa, fue que facturaron las dos IPS. Además, dos semanas en vilo por el insuficiente diagnóstico del hospital y su falta de claridad en la ruta a seguir. Al final todo salió bien gracias a los médicos amigos y al buen servicio de la Clínica.  

Dónde falla el sistema 

Asumiendo que la infección se había superado, pero no el problema de la vesícula, en la hospitalización se debió iniciar el proceso de la cirugía, para que transcurridos los ocho días por el uso del anticoagulante, la paciente fuera intervenida. Esos siete u ocho días el paciente los podría pasar en su casa bajo un buen cuidado, e ir a los exámenes y consultas para viabilizar la cirugía. Es decir, en un periodo de una semana y unos días más se habría podido resolver todo el caso, y no en más de veinte días como al final ocurrió.  

Si el acompañante no hubiera dudado del diagnóstico del IPS Hospital y si no hubiera tenido amigos en otra IPS, la paciente hubiera corrido el riesgo de esperar otra crisis para iniciar el mismo proceso por urgencias, de pronto no salir con vida de un nuevo evento, o si no con secuelas mayores. En casos similares, la inmensa mayoría de pacientes regresan a casa con un mal diagnóstico, y la incertidumbre y preocupación por la lentitud del proceso a una cirugía.  

En cualquier circunstancia los médicos advierten que el proceso de autorización hasta el ingreso al quirófano puede durar dos meses, contando con mucha pero con mucha suerte. Algunos lo logran en seis meses, otros en más tiempo y algunos se van de este planeta sin saber por qué se fueron vueltos polvo a los confines del universo. 

Por qué sucede esto, porque el sistema tiene problemas de eficiencia y sensibilidad humana por no tener de primero al paciente. Estas son fallas inherentes a la concepción y mal diseño de la ley 100 con su modelo curativo y no preventivo, donde el esquema de la salud preventiva no cuenta, porque al paciente que origina esta columna, ya le habían diagnosticado los problemas en la vesícula cinco meses atrás. De esta manera, la ley 100 tal como ahora existe no puede adoptar un modelo preventivo. Si la reforma no es profunda en torno a la salud preventiva, los problemas estructurales que padece el sistema no se podrán resolver, porque el robo de las Eps continúa, como ilustra el reciente caso de Emssanar donde había un cartel de tráfico negro con medicamentos para el cáncer y otras patologías.  

 

 

     

   

       

 

    

 

Senador Gallo ratifica su No a la reforma a la salud

Tras la decisión del Partido Liberal de no dar su apoyo al proyecto de reforma a la salud, el senador Juan Pablo Gallo, vocero de la colectividad ratificó su decisión de no respaldarlo y pidió al Gobierno Nacional presentar uno nuevo, pero con un diálogo previo con los diferentes sectores del país.

El congresista ratificó su postura de no tranzar su voto a cambio de algún cargo público, ““Yo voto negativo la reforma a la salud, yo no pongo en juego la salud de los colombianos, yo no me vendo”.

Gallo insiste en que, “aprobar la reforma a la salud propuesta, sería como retroceder en el tiempo, cuando hoy casi se alcanza el 100% de cobertura, existen vicios de trámite y no es una ley ordinaria”.

El senador liberal dice que en una eventual nueva propuesta que se presente a discusión del legislativo, esta debe tramitarse como ley estatutaria, teniendo en cuenta las propuestas de los diferentes partidos políticos, junto con los de la sociedad civil.

 

David Racero anuncia la suspensión de los debates a las reformas a la salud, pensional y laboral

El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, anunció que las discusiones que se tramitan en el legislativo quedan congeladas por la coyuntura política que vive el país, tras el escándalo que se ha desatado por el caso de la exjefa de Gabinete, Laura Sarabia, en donde está involucrado el exembajador, Armando Benedetti.

“Se congelan las discusiones de las reformas hasta que podamos no solamente dialogar de nuevo, reconstruir la coalición y podamos discusiones como la reforma que proyectan la transformación de temas tan importantes por el país, no pueden ser mediadas por factores externos”, dijo.

Se confirma entonces que los debates de las reformas a la salud, pensional y laboral, por el momento quedan suspendidas.

Nota relacionada: Benedetti cumple con su amenaza: “ahí nos caemos todos”

Reforma a la salud supera su primer debate

La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de reforma a la salud presentado por el Gobierno Nacional.

La célula legislativa un total de 130 artículos de los 139 que contenía la ponencia presentada por el representante, Alfredo Mondragón. Nueve artículos fueron eliminados durante la discusión.

Por ahora, le fue otorgada al presidente de la república la facultad por el término de seis meses, para capitalizar la Nueva EPS.

La Comisión Séptima dio su visto bueno para que se realicen las juntas médicas con personas de la salud especializado en diferentes modalidades. En este caso el profesional médico en salud pondrá sus conocimientos y técnicas al servicio de la atención del paciente. Cuando el personal de la salud lo considere necesario o pertinente podrán solicitar una junta médica con el objeto de discutir el caso de un paciente determinado a las entidades encargadas del servicio de salud.

Se autorizó además el giro directo de la Adres a las Instituciones de Salud del Estado (ISE). En adelante las entidades promotoras de salud (EPS) pasarán a ser ‘gestoras de salud’.

La discusión pasa a la plenaria de la Cámara de Representantes en donde podrán hacerse modificaciones a lo recién aprobado.

 

Alejandro Gaviria discutirá Reforma de Salud en el Congreso

Este martes se llevará a cabo una sesión especial en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes para discutir sobre la Reforma a la Salud.

Alejandro Gaviria, exministro de Educación del gobierno de Gustavo Petro, hace parte de la lista de invitados por la oposición para hablar al respecto.

Además de él, según el portal de La Silla Vacía harán presencia figuras conocidas del sector como Fernando Ruiz, exministro de Salud de Iván Duque; Clemencia Mayorga, presidenta del Colegio Médico de Cundinamarca y Bogotá; y Germán escobar, ex viceministro de Salud de Duque.

La lista de invitados la conforman 19 personas que han trabajado en el sector de la salud para el país y algunos expertos del sector.

Le puede interesar: Las preguntas que haría Uribe en la consulta popular para la reforma a la salud

Las preguntas que haría Uribe en la consulta popular para la reforma a la salud

Desde el auditorio de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, dio a conocer lo que eventualmente preguntaría en la consulta popular que promueve el Centro Democrático en el marco del debate que se vive en la actualidad por el  proyecto de reforma a la salud, que discute el Congreso de la República.

“Nosotros pensamos no se debe suprimir la EPS, no se le deben eliminar las funciones de aseguradora ni sustituirla por esos centros del Estado”, dijo el exmandatario.

Las preguntas que podría plantearse en la consulta popular serían las siguientes:

  1. ¿Rechaza usted que se elimine su entidad promotora de salud – EPS?
  2. ¿Rechaza usted que se eliminen las funciones de aseguramiento de las EPS?
  3. Aprueba usted mejorar las condiciones de remuneración y/o compensación de los médicos y en general del talento humano de la salud?
  4. ¿Aprueba usted reducir los tiempos de pago a hospitales y clínicas por la prestación de servicios de salud?
  5. ¿Aprueba usted que, entre el Estado, los particulares y las entidades solidarias se mejoren las acciones preventivas de la salud para la ciudadanía?
  6. ¿Aprueba usted que el Sistema de Salud oriente recursos de manera focalizada, con participación del Estado, los particulares, el sector solidario, para mejorar la prestación de servicios en zonas rurales dispersas o con insuficientes centros de salud y hospitales?
  7. ¿Rechaza usted que sea un centro de salud primario escogido por el Estado el que defina el médico y el hospital que lo va a atender?

Uribe considera que es un error querer eliminar las EPS del sistema de Salud.

La reconstrucción del sector salud

Como si se tratase de la bomba de Hiroshima, luego de ocho meses de la administración de la exministra Carolina Corcho, el sector salud queda en un estado donde, prácticamente, solo quedan ruinas que reconstruir.  Más aún, la reforma a la salud de la ex ministra fue una bomba al interior del propio Gobierno, que desencadenó una crisis ministerial antes de haberse cumplido su primer año y otros cismas dentro de los partidos políticos más grandes de la otrora coalición. Existen pocos precedentes recientes de semejante inestabilidad política en nuestra democracia, a tan corto tiempo de haberse posesionado un presidente.

Volviendo al sector salud, la crisis que la ex ministra anticipó muy tempranamente en su administración, sin duda llegó, y dejó desolación en un ministerio y un ecosistema que, aunque está acostumbrado a éstas, no había vivido un escenario así en sus treinta años de creado, luego de la Ley 100 de 1993.  Comencemos por las EPS; claramente, el anuncio de la intención de su desaparición y luego, las distintas versiones del texto de proyecto de Ley que, con eufemismos, buscaban lo mismo, sumado al hecho del retraso de giros por parte de la ADRES, ha sido un cataclismo para sus estados financieros, sin ninguna condición para que algún inversionista piense siquiera en capitalizar alguna de ellas —creo que ni el propio Elon Musk haría una locura semejante, en este contexto—.

Por su parte, los prestadores de salud quedaron igualmente afectados. En general, todos con carteras —como es costumbre— que no se subsanan, en parte, por la situación arriba descrita del aseguramiento.  El vigoroso sector privado de la prestación, está prácticamente paralizado, igualmente, ante la ausencia de cualquier inversión significativa frente al escenario de una reforma incierta y el sector público, esperanzado en la estatización del sistema de salud, viendo un chispero de promesas incumplidas y jugado por una reforma que hoy, sigue estando tan embolatada como hace tres semanas.

Pasemos al grupo más importante de todos, la razón de ser del sistema de salud: los pacientes. Sin duda, han sido los más afectados. Todo el contexto descrito —además del irresuelto, y yo diría, no gestionado desabastecimiento de medicamentos— ha afectado fuertemente su atención rutinaria.  Según la Procuraduría General de la Nación, las quejas por deficiencias en la atención han aumentado y, en el día a día, es notorio esto.  En este punto, me parece absolutamente inaceptable, desde el punto de vista ético, que la discusión de la reforma a la salud haya sido llevada de tal manera que se provocara esta crisis, sin considerar los efectos inmediatos en la vida, la dignidad y la salud de tantas y tantos.

Otro aspecto de esta Hiroshima de la salud, que no aparece en los titulares de prensa pero que es muy importante, es el desempeño misional del Ministerio de Salud y Protección Social, el cual ha quedado devastado en este tiempo.   Ocho meses después, no se sabe absolutamente nada de la implementación del Plan Decenal de Salud Pública 2022-2023, el cual es la hoja de ruta para el trabajo intersectorial en busca del bienestar de la población.  Luego del Plan Nacional de Desarrollo, diría que es el instrumento de política pública más poderoso del Gobierno para transformar al país.  Tampoco existe el más mínimo avance en la política farmacéutica, por ejemplo, en lo relacionado con el reconocimiento del valor terapéutico de la innovación.  Por otro lado, no se explica cómo no se ha avanzado en la implementación de la historia clínica interoperable, algo que prácticamente estaba listo a final del anterior Gobierno —y que, con algo de olfato político, esta administración hubiera podido alzarse con un logro temprano, así no fuera totalmente suyo—; lo mismo sucede con el Plan Nacional de Enfermedades Huérfanas, el Plan de Salud Rural —compromiso del acuerdo de paz con las FARC—, entre muchos otros temas.

Como lo apuntaba al comienzo de esta columna y como efecto colateral —tal vez más importante que el efecto sobre el propio sector salud—, la forma en que esta propuesta de reforma se ha dado, terminó por destruir políticamente la coalición de partidos con el Gobierno, algo que las bases ideológicas del petrismo celebran, pero que, analizado sin la pasión de estos temas, conduce al Presidente Petro a un escenario de retos importantes en su gobernabilidad que, según sus propios anuncios, tratará de superar por medio de la gente en la calle, lo que sin duda, lesiona la institucionalidad del país y, eventualmente, la democracia bajo un orden constitucional definido.  Más aún, la fractura evidente al interior de los partidos políticos de la U, Liberal y Conservador, no es en sí mimo un triunfo sobre el Establecimiento, sino el camino hacia la política de intereses individuales, sin una visión más grande que el de un puñado de electores representados por cada político por separado. ¡Por algo, las democracias más consolidadas, tienen partidos igualmente sólidos!

Lamento, querida lectora o lector, no ofrecer hoy una columna más motivadora; pero prometo hacerlo en un futuro venidero. Esperemos que el nuevo ministro Jaramillo, un político recorrido, logre reconstruir este sector, luego de la bomba que le cayó, solo que ésta no fue enviada por un poder externo desde el aire, sino por un poder interno, al seno del Gabinete del propio Gobierno.

Germán Escobar Morales

Desde el balcón Petro insistió en la movilización social

Luego de posicionar a los nuevos ministros del gabinete, el presidente de la república, Gustavo Petro salió al balcón del Palacio de Nariño y pronunció un discurso en donde una vez más invitó a la movilización social para exigirle al Congreso de la República la aprobación de las reformas presentadas para debate, como la pensional y la de salud.

El primer mandatario criticó la manera en como operan estos dos sistemas en Colombia, asegurando que nunca se debió permitir que los dineros públicos fueran intermediados por empresarios.

«El resultado es que se acumularon fortunas, que hubo robos y desastres éticos alrededor del manejo de estos recursos, pero no hubo un aumento en la calidad y en la cobertura para asegurar que los derechos de la gente sean universales», dijo.

Aseguró que si no se modifica la manera en como opera el sistema de salud, las EPS seguirán desapareciendo y recordó que ya ha sucedido casos.

Eran 110, no quedan sino seis vivas (…) Si no hay ley, esas EPS quebrarán y sus afiliados irán a las que sobrevivan, y ese número de afiliados, que son ya siete millones, hará que se derrumben las que quedan», afirmó.

En cuanto a la reforma laboral el presidente se cuestionó sobre si “¿no ha llegado la hora de que el pueblo trabajador tome decisiones?”. “Que ya no simplemente el pueblo proteste, como hacíamos antaño en todas las marchas, sino que se decida de una vez por todas a gobernar”.

Nota relacionada: Las tres condiciones de Uribe para apoyar la reforma pensional

Gustavo Petro afirmó que va a seguir trabajando en las reformas y le dijo al pueblo que no puede bajar las manos.

“No basta con ganar en las urnas, el cambio social implica una lucha permanente y la lucha permanente se da con un pueblo movilizado y al frente de ese pueblo tiene que estar la juventud, el pueblo trabajador, la clase obrera. El intento de coartar las reformas puede llevar a una revolución”, insistió el mandatario.