Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Reforma a la salud

¿Cómo recuperar el tiempo perdido para la reforma?

Hemos perdido mucho tiempo, tiempo valioso para encontrar “tierra común” para nuestras posiciones, tiempo para co-crear y no simplemente amalgamar, tiempo para intercambiar ideas y construir un mejor sistema de salud entre todos.  Lo hemos perdido por la defensa extrema de ideas sin haber generado los espacios de diálogo constructivo y respetuoso que el sector necesitaba.  Sin embargo ¡ya estamos aquí! Y no se puede volver atrás.

En las semanas recientes y, con algo de presión política en diversos frentes y temas, el Presidente Petro ha abierto la posibilidad real de introducir propuestas —no menores—en el proyecto de reforma a la salud presentado por la Ministra Corcho, las cuales se fundamentan en la preservación del modelo de aseguramiento que hemos tenido en los últimos 30 años en el país.  No obstante, tampoco ha claudicado en su idea de generar un modelo de aseguramiento gestionado directamente por el Estado —algo que es coherente con su pensamiento político y, por supuesto, sus promesas de campaña—.  El reto, entonces, se hace evidente: ¿cómo formular un nuevo sistema de salud, que sea coherente técnicamente y progresivo en el goce del derecho fundamental a la salud, con ideas tan disímiles?

Para responder esa pegunta, empecemos por recordar que desde la Ley 100 de 1993, el Estado puede gestionar la salud de la población, por medio de Empresas Promotoras de Salud (EPS) públicas.  Los resultados no han sido los mejores, desafortunadamente.  Ahora, en un ejercicio de entendimiento ideológico —despojado de cualquier calificación—, este modelo no se ajusta a la visión política del Gobierno Petro, pues, al final, una EPS es una expresión corporativa, actuando en y por las condiciones de mercado. De ahí que su planteamiento sea el de un modelo de aseguramiento Estatal distinto.

Por otro lado, un modelo de gestión Estatal o público de salud no es, ni extraño, ni bueno o malo.  Por regla general, tiende a ser menos eficiente, aunque más garantista.  Debido a esto, requiere de un esfuerzo fiscal importante y un servicio civil transparente y consolidado para lograr los objetivos de cualquier sistema de salud.  Latinoamérica está plagada de fracaso tras fracaso de éstos, explicados por las evidentes limitaciones presupuestales y la debilidad institucional.  Sin embargo, a mi modo de ver, esto no significa que debamos renunciar a la aspiración de poder contar con un modelo público, transparente, efectivo, eficiente y técnico.  Incluso, tal y como el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) ha sido un vehículo para generar equidad en un país como Colombia, tremendamente inequitativo, un modelo de estas características pueda ser otro para catalizar un servicio público tecnocrático, sin corrupción y enfocado en resultados —recomiendo una pausa en la lectura en este punto y escuchar “Imagine” del apoteósico John Lennon—.

Sobre la base de lo anterior están las claves para, por fin, responder la pregunta que quedó en el tintero.  Nuestro sistema de salud es atípico y es lo que le ha permitido obtener logros que, para un país de nuestras características, hubiera sido muy difícil de alcanzar de otra forma. En ese sentido, no debemos temer a soluciones igualmente atípicas, innovadoras ¡Cúanto daño nos hace enfrentándonos por ideas de público versus privado! Lo que si debemos discutir es el diseño institucional y funcional de los modelos de aseguramiento, tanto corporativos, como Estatales —especialmente, el segundo—.

Durante este intenso debate de reforma, he tratado de tender puentes entre ideas, exponer argumentos que buscan una tercera vía para transformar nuestro sistema de salud, lo que no significa una renuncia a los principios que me han movido a trabajar por la salud y la dignidad de las personas y, menos aún, a mi naturaleza de técnico y no de político.  Creo que es un gran avance el hecho de que los partidos políticos Liberal, de la U y Conservador hayan podido lograr defender el modelo de aseguramiento actual, generando el compromiso del Gobierno de mantenerlo en su propuesta de reforma. Al tiempo, comparto las alarmas sobre el modelo de aseguramiento Estatal que propone el Gobierno, pero —como lo he tratado de explicar— no por su naturaleza pública, sino por su diseño.  La gestión integral del riesgo de salud, tiene dos componentes intrínsecamente relacionados, como lo he explicado en otras columnas: el de salud (técnico) y el financiero.  Es un error desarticularlos, como pareciera suceder en la propuesta del Minsalud.  También, es imperativo reconocer que la operación de los sistemas de salud —en el mundo de hoy— es tremendamente compleja, por lo que requiere de robustas estructuras operativas que van mucho más allá de lo que hasta ahora hemos visto.

Como lo dije al comienzo, hemos perdido mucho tiempo, pero en aras de recuperarlo, pensemos con cabeza fría y no dejemos que el afán nos consuma; tal vez necesitamos una pequeña pausa para “construir sobre lo construido,” que en este caso no lo menciono pensando en las capacidades del sistema de salud, sino sobre los acuerdos políticos que pueden traerle estabilidad al país y el sector y, de esta manera, promover la formulación de un esquema público progresivo, con suficientes capacidades, transparente y eficiente, en el marco de la libre elección de las personas, de tal manera que no haya regresividad en el derecho.  Sigo confiando en el debate democrático e invito a que lo alimentemos con respeto, desde todas las aristas ideológicas, para posibilitar al país de una buena reforma, de la cual salgamos esperanzados y no polarizados.

Germán Escobar Morales

Las preguntas que Uribe quiere hacer a los colombianos

El expresidente Álvaro Uribe Vélez, dio a conocer el borrador de lo que sería la consulta que promovería el Centro Democrático para que los colombianos se pronuncien sobre las reformas a la salud, laboral y pensional, que impulsa el Gobierno Nacional.

De acuerdo con el documento, esta sería una “consulta popular por la defensa de la democracia, la economía fraterna, la inversión, el empleo y el mejoramiento de los salarios, de los apoyos al Adulto Mayor, de las pensiones futuras, de la remuneración a los médicos, empleados y trabajadores de la salud; y, de los servicios de salud de medicina familiar y preventiva y en zonas con pocas instalaciones y dispersión de la población”.

Le puede interesar: Uribe quiere preguntar al pueblo por la reforma a la salud

El exmandatario planea poner a consideración de los colombianos las siguientes preguntas:

Mantener y mejorar el actual Sistema de Salud con solamente cuatro reformas en los próximos diez años:

– Incrementar las remuneraciones de los médicos, empleados y trabajadores de la salud;

– Implementar acciones entre el Estado, los particulares y las entidades solidarias para prestar efectiva atención de medicina preventiva a toda la comunidad;

– Implementar acciones entre el Estado, los particulares y las entidades solidarias, para dar atención efectiva en zonas con población dispersa, rurales o de insuficientes centros de salud u hospitales,

– Adoptar de manera general el giro directo de los pagos por parte de la Adres a los hospitales y entidades prestadoras de servicios, con efectivos instrumentos de control por parte de las EPS.

  1. Mantener y mejorar el actual Sistema de Pensiones, con solamente dos reformas en los próximos diez años:

– Ajustar las cotizaciones, sin aumentar la edad para adquirir el derecho a la pensión, a fin de garantizar los recursos del sistema;

– Aumentar gradualmente, en los próximos tres años, la cobertura y el pago a los integrantes pobres de la tercera edad a fin de que la totalidad reciba un apoyo mínimo individual de 350 mil pesos hoy (línea de pobreza).

  1. Implementar un Plan Quinquenal de Mejoramiento Salarial, entre el Gobierno, los trabajadores y los empleadores. Suspender cualquier reforma laboral en los próximos 10 años para dar tranquilidad y garantías de inversión y de creación de empleo.

¿Y ahora que sigue para la reforma a la salud?

Como se preveía, con la presentación del proyecto de Ley del Gobierno de la reforma a la salud, comenzó en serio el debate y, en escasas tres semanas, como si fuera un huracán, ha dejado un ministro fuera del gabinete, la unión de tres partidos políticos en torno a propuestas alternativas, un sector caldeado y el Presidente que, aunque jugado con su iniciativa, dispuesto a modularla, en contra de lo que venía pasando desde su Cartera de salud. —Un balance bastante florido—.

El producto de esta tormenta perfecta —que estaba anunciada desde hacía meses— es que el Presidente Petro parece haber llegado a un acuerdo con tres partidos políticos que son imprescindibles para lograr las mayorías necesarias en el Congreso.  Sin embargo, el camino no está totalmente despejado.  Queda el enorme reto de traducir el acuerdo político en un articulado con sustento técnico, bajo el principio de progresividad del derecho y nunca regresividad.  Esta tarea sigue siendo difícil, considerando que persisten formas distintas de pensar entre los equipos técnicos de todos los lados y que “el diablo está en los detalles.”

Nuevamente, desde la esfera política, el Presidente Cesar Gaviria fue muy claro en decir que esperaba que se llegara a un consenso, pero manteniendo las líneas rojas que él ha establecido claramente y que, de no mantenerse tales líneas, se presentaría un proyecto distinto.  En una posición similar está el propio Presidente de la República, quien aboga por sus líneas —¿multicolores? —. Como lo he dicho en otros espacios, existe una posibilidad real de armonizar todas esas líneas, sin embargo, hay que reconocer que es un equilibrio bastante frágil, el tema muy complejo, las posiciones originales muy distantes y que cualquier elemento de disenso puede romper el principio de acuerdo.

Las horas y días que vienen son críticas para redactar una ponencia que permita darle luz a todo lo anterior, pero sobre todo, estabilidad al sistema de salud, el cual afronta hoy una crisis por la misma incertidumbre del debate, lo que ha deteriorado la atención en salud de las personas.  Por otro lado, otra amenaza que se cierne sobre esta reforma de la reforma es el estatus quo de crítica constante, atizado por varios expertos que no fueron llamados a este proyecto en particular; un hijo de la fracasomanía de Hirchman que Alejandro Gaviria suele recordar, también, de tanto en tanto.

Precisamente, sobre esto último se concentra el mayor riesgo para la reforma, sea cual sea, el cual surge del hecho de que que ya queda claro que no podrá ser la imposición de una sola visión sobre el sistema de salud, sino la armonización de varias en un ejercicio de economía política y como nos cuesta tanto llegar a consensos sociales en nuestro país, seguramente habrá muchos descontentos al final —de todas las orillas—, lo que puede terminar en una falta de implementación real y, al final, una nueva oportunidad perdida.  Estamos, entonces, ante un nuevo experimento social nuestro, una prueba más para saber si podemos superar las diferencias, generar una visión conjunta de país o seguiremos prefiriendo la polarización, la crítica a toda costa y el auto-sabotaje de nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Encuentre aquí otros artículos de Germán Escobar Morales

Las reformas van

Después de dos semanas muy difíciles para el gobierno nacional, particularmente para el presidente Gustavo Petro, en diferentes aspectos, especialmente causados por algunos familiares y algunos amigos cercanos del gobierno muy aprovechado por la oposición, por los medios masivos de comunicación tan tirantes con Gustavo Petro, desde un principio, desde que ganó la elección y desde la misma campaña.

Duele que al presidente le ocurran esos hechos cercanos de algunos familiares y de colaboradores. Sabemos de una lucha de decenas de años, de toda su vida que lo hemos seguido y analizado ha hecho una lucha política transparente y genuina, siempre a favor de las clases populares. Después de muchos hechos difíciles de su vida, pero también derrotas, de confrontaciones muy fuertes desde la oposición, desde los debates, finalmente es nuestro presidente y creíamos que con ello iba a tener cualquier circunstancia de gobierno común y corriente , pero ha sido la crítica más mordaz que conocemos en la historia reciente de la política nacional. Se asemeja mucho al gobierno de Samper, que tuvo una oposición muy fuerte, oposición política, pero también declarada oposición empresarial y de medios de comunicación. Desde ese entonces no se ve una oposición tan dura, tan frontal, incluso riesgosa para el bienestar del país, no le importa a muchos en Colombia, que los temas económicos, muy sensibles; puedan afectarse.

Entonces desde Samper, desde el año 94 no teníamos esa circunstancia tan difícil para el gobierno, hace ya prácticamente 30 años, entonces es muy complicada inicialmente esta situación del gobierno nacional por las actitudes empresariales, políticas y de comunicaciones.

Pastrana tuvo oposición, pero solamente oposición política, no empresarial y lo mismo podemos decir de los gobiernos de Uribe, Santos y Duque. Tuvieron oposición política, pero nunca tuvieron oposición empresarial y tan dura en los medios de comunicación masivos, poderosos a nivel nacional.

A pesar de esto, también pues reclamar unas actitudes totalmente inconsecuentes de la ex ministra del Deporte, María Isabel Urrutia y las fallas de la ex directora del Bienestar Familiar, eso le causó muchas observaciones al gobierno. Pero a pesar de todo esto el gobierno va avanzando, las aguas se están calmando y las reformas van avanzando. Creemos que el gobierno pasando el primer chaparrón político de la oposición empezó al diálogo constructivo en sus proyectos de ley.
Por ejemplo, la reforma a la salud empezó a avanzar con unos acuerdos mínimos con partidos de coalición sí, pero no fueron partidos que eligieron al gobierno, me refiero al Partido de la U, al Partido Conservador y al Partido Liberal, que tuvieron unas manifestaciones muy fuertes en contra de la ministra de salud Carolina Corcho y del contenido de la reforma. Posteriormente vimos que visitaron al presidente los directores de estos partidos algo muy poco usual durante muchos años nunca vimos al expresidente César Gaviria asistir a Palacio. Yo creó que no asistió durante los ocho años del gobierno de Samper, tampoco del gobierno Uribe y no tenemos registro de otros registros, pero estuvo allá la semana pasada con el presidente Petro. Esas son buenas señas de que, con las discusiones, los debates, las audiencias normales en el Congreso de la República y con la ciudadanía en general la reforma avanza, por supuesto, se trata de unificar criterios, consensos sobre el alcance y el contenido de la reforma, pero tal parece que avanzara en lo central, en lo fundamental como lo ha planteado desde un inicio el gobierno nacional y su ministra de la salud.

También vimos fotografías de los gremios encabezados por Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, el presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, también Bruce Mac Master, Presidente de la ANDI y otros que hacen parte del Consejo Gremial, tomándose una foto con las centrales obreras, la CUT en particular, la CGT y la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dialogando sobre el tema laboral y también de la reforma pensional, es decir, la comisión tripartita de gobierno, empresarios y trabajadores ha ganado la partida de la discusión y el debate sobre el contenido de estas dos últimas reformas, no quiere decir que saldrán como están en el proyecto que cursa en el Congreso de la República, ya habrán debates y discusiones del contenido de esta reforma y lo mismo habrán audiencias, en fin.

Con lo anterior quiero decir que, a pesar de líneas rojas que a veces manifiestan partidos aliados o de gobierno pues ahí van andando las reformas.

Por último quiero recordar que entorno a la reforma tributaria que está funcionando, que está operando en Colombia con muy buenos ingresos, el gobierno nacional en solo mes y medio (enero-febrero) propuso ya una adición presupuestal de 23.5 billones, algo inusual. Quiere decir que está funcionando los ingresos, hay mayor recaudo, el país está pagando los tributos. Esta reforma tributaria al principio tuvo muchos preocupaciones, escuchábamos al expresidente César Gaviria decir que tenía el Partido Liberal 14 líneas rojas que prácticamente hacía inviable la aprobación de esta reforma tributaria por algunos partidos y especialmente por el liberalismo.

Finalmente la reforma tributaria salió adelante y hoy está funcionando, con el alcance referido anteriormente. Quiero decir con todo esto que antes del debate en las comisiones y plenaria en el Congreso de las iniciativas de este y otros gobiernos hay mucha figuración de los políticos y de los partidos y especialmente manifestaciones grandilocuentes, a veces sin certeza en su contenido y hacen ver que las reformas no pasarán, pero al final las aguas se calman y en el Congreso se aprueban las reformas como parece que van a salir las reformas para el bien del país y también parte del contenido de la campaña presidencial del presidente Petro que planteó Reforma tributaria progresiva, reforma a la salud, reforma pensional y laboral, entre otras

Partidos Liberal, de la U y Conservador y Gobierno acuerdan integrar sus propuestas al proyecto reforma a salud

Al término de una reunión en el Ministerio del Interior, los presidentes de los partidos Liberal, de la U y Conservador, anunciaron que el personal técnico del Ministerio de salud, trabajarán para integrar los puntos en los que coinciden, con la idea de integrar en un solo proyecto la reforma a la salud, próxima a debatirse en el Congreso de la República.

“Estamos  trabajando los tres partidos y el Gobierno tratando de encontrar un camino para discutir un único proyecto de reforma a la salud”, explicó el expresidente y director único del Partido Liberal, Cesar Gaviria.

Gaviria insiste en que el sistema de salud debe ser mixto y reconoce que la idea de llevarlo a todos los rincones del país es difícil pero que es buena idea.

Por su parte la presidenta del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, reconoció que la reunión fue buena y constructiva y que el paso a seguir es esperar a que los técnicos se den a la tarea de unificar las propuestas.

Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador, confirmó que los 20 puntos que proponen y acordaron con el Gobierno Nacional serán integrados a la propuesta.

 

Acuerdo político para salvar el proyecto de reforma a la salud

El proyecto de reforma a la salud tendrá algunos cambios acordados entre el gobierno nacional con los partidos de la U y Conservador.

Al culminar la reunión en la Casa de Nariño, Dilian Francisca Toro, presidenta del Partido de la U anunció que el proyecto no eliminará las entidades promotoras de salud (EPS) y que el sistema será mixto (público y privado).

El sistema de salud será mixto, la parte privada será con articulación de las gestoras de salud y vida, y la parte pública estará integrado por hospitales de nivel 1, que son los que se van a convertir en CAPS”, aseguró.

Puede interesarle: La U, junto a liberales y conservadores presentan otra propuesta de reforma a la salud

También explicó que a las EPS no se les harán giros, no tendrán redes integradas, y no habrá posición dominante. Dilian Francisca Toro considera que estas se deben llamar ‘Salud y Vida’ o tener otro nombre.

El Partido Liberal por su parte dijo no conocer los detalles del nuevo acuerdo y que en cuanto los analicen harán el respectivo pronunciamiento.

 

Las reformas progresistas evitarían una crisis colosal

Es irracional considerar las reformas que impulsa el gobierno del presidente Petro, un asunto ideológico con el cual se “atenta” contra un modelo de mercado amparado por la Constitución de 1991.

Las reformas son inaplazables para un estado que rápidamente necesita transformarse con nuevas teorías,  visiones y políticas de desarrollo. Ninguna de las reformas representa una amenaza para una sociedad capitalista. Por definición, los países que avanzan son progresistas. Las reformas son urgentes y servirán si comportan un cambio real. Reformas superficiales como las que proponen los multi partidos de la decadencia contrarreformista, alargarán la agonía de un modelo que no crea valor, equidad y sostenibilidad.

Colombia no crea valor

Las exportaciones de Colombia son dos veces menores que las de Argentina, 2.5 veces inferiores a las de Chile, una séptima parte de las de Brasil. Con la actual canasta exportadora es imposible elevar la productividad, la competitividad y la capacidad de innovación.

El desastre exportador y el auge de las importaciones se refleja en una gigantesca informalidad que alcanza al 60% de la economía, mostrando que la flexibilidad laboral ha sido un fracaso asociado a una producción rezagada anti exportadora.

La gente perdió condiciones y nuevos espacios de oportunidades, y el empresariado jamás cumplió con generar más empleo, diversificar y sofisticar la producción y las exportaciones, a cambio de condiciones laborales y tributarias más ventajosas para ellos. Ganaron, pero no la población, la economía y el Estado. Por esto y más, la productividad de Colombia es la peor en el mundo de la OCDE, y el salario mínimo es el más alto porque el promedio del salario es muy bajo. En otros países, incluidos los de la OCDE, ese promedio es más alto puesto que la productividad es más alta, en consecuencia, el salario mínimo es relativamente más bajo.

Asimismo, solo el 25% de la población mayor logra pensionarse, dado que la economía formal asociada a la flexibilidad laboral no ha generado condiciones laborales estables en torno a una transformación sostenida de la producción que conduzca al surgimiento de una nueva generación de empresas de alta tecnología: industriales y de nuevos servicios inteligentes.

Adicionalmente, el comercio en su mayoría es una actividad de baja calificación donde la innovación llega sin esfuerzos nacionales de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), ya que la innovación la hacen otros países puesto que Colombia se asume como una simple economía importadora. Las carreteras son para las importaciones, los puertos y aeropuertos también. Los colombianos pagamos impuestos para generarle condiciones a los países más competitivos, es decir, indirectamente le aportamos a su productividad, considerando que la mayoría de las exportaciones de Colombia van por un tubo (petróleo) o por tren (carbón).

Un abrumador déficit estructural de su comercio internacional, es la constatación de un modelo económico estructuralmente contrario al desarrollo, al bienestar, al empleo, a la creatividad y a la innovación para desarrollar nuevas actividades complejas e innovadoras, y en ellas encontrar los nichos desde los cuales, a mediano y largo plazo, se pueda construir densas aglomeraciones productivas con empresas de alta tecnología en los distintos eslabones de las cadenas, con el fin de generar nuevos empleos, más calificados y estables así su desplazamiento de unas empresas a otras llegue a ser más alta por las características del cambio tecnológico asociado al acelerado cambio productivo.

En el contexto de un modelo de crecimiento adverso a una idea positiva y duradera de desarrollo, el sistema de salud se convirtió en la gran fuente de turbia acumulación porque tiene como mercado a toda la población. De eso se jactan quienes lo diseñaron, pero es un indicador vacío, que no dice mucho. No hay otro sector – ante la incapacidad de los privados y del estado para impulsar sectores productivos potentes, avanzados y complejos -, que genere tantas opciones de negocios, ingresos y rentabilidades con alta dosis de corrupción para capturar dineros públicos en torno a la vida.

Las EPS tienen derecho a tener una rentabilidad para que sean estables. Lo que no tienen es derecho a apropiarse de dineros públicos con los cuales se elevaría aún más la calidad de los servicios para todos, la cobertura territorial, aumentaría la calidad de los profesionales y de la investigación, y se desarrollarían industrias de salud. Ha sido un sistema que presta buenos servicios a una parte de la población, que son los que más protestan con la reforma porque son los dueños del negocio, y no quieren que les sellen los agujeros por los cuales capturan rentas adicionales. Sin embargo, en la medida que la contribución baja, baja la calidad.

Esta discusión es espantosa, pero es la salud como un negocio con limitados aportes a la diversificación, emprendimiento y crecimiento de la economía, porque las gigantescas prestadoras de salud y los gobiernos nunca vieron en la investigación, en el desarrollo y en la innovación, el centro del factor de acumulación, expansión y calidad, desarrollando industrias de alta complejidad para servicios de mayor complejidad para todos y para exportar. En ultimas, el sistema de salud está relacionado con las políticas de reindustrialización, ciencia y tecnología y educación.

Incluso, con el enfoque de la reforma del gobierno, tendría problemas más adelante si no hay nexos sostenidos entre el sistema de salud, y los sistemas productivos, de investigación y de educación porque son el núcleo del mejor sistema de salud preventiva y de alta complejidad.

Contrarreforma a la salud

Coinciden los partidos Liberal, de la U, Conservador y Cambio Radical, en conservar las EPS, y que basta con cambiarles el nombre para preservar su condición de intermediarias en la distribución de los recursos del Estado. Como acto de “generosidad”, pues nos creen idiotas, proponen que la ADRES se dedique a pagar los medicamentos a las farmacéuticas, mientras ellas hacen negocios con las facturas por atender a los pacientes. Para ello piden que se incremente el valor de la UPC. Así conservan el margen que han dedicado a malgastar y/o hurtar, en algunos casos.

Los contrarreformadores no proponen cómo desarrollar un sistema productivo y de servicios preventivos para la vida, sino en defender sus negocios para succionar más plata del estado.

Contrarreforma pensional

La discusión se limita a dos temas: uno, los fondos privados quieren continuar captando los aportes de quienes devengan más de un salario mínimo, mientras la reforma lo pide a partir de cuatro salarios mínimos y con ello el fondo público construye una capacidad de ahorro propia que no dependa exclusivamente del presupuesto nacional; y dos, los fondos privados quieren que coexistan dos sistemas: el contributivo y del ahorro obligatorio, y la reforma del gobierno pide que sea uno solo donde pueden coexistir Colpensiones y los fondos privados como fondos de pensiones y no de ahorro. Vuelve y juega, como los fondos privados capturan recursos de la gente para invertir en otros sectores, y no como un retorno al sistema de pensiones para ampliar la cobertura pensional, defienden el sistema que los beneficia, pero no el que beneficia a la sociedad.

Contrarreforma laboral

La reforma quiere una especie de régimen laboral perfecto, justo, para una economía correcta. Antes de la reforma laboral de Uribe, se estaba cerca de una política laboral para una economía en transformación permanente, que en teoría se caracteriza por: más formalidad menos informalidad, más innovación menos ineficiencia, más exportaciones menos importaciones, más producción y desarrollo de energías limpias menos minero-energéticos, más producción y desarrollo de industrias de salud menos dependencia de importaciones, más desarrollo del sistema de movilidad incluidas industrias de movilidad y desarrollo de nuevos productos y menos dependencia de importaciones, más agricultura con agroindustria e industrias de insumos y tecnología y menos dependencia de tecnologías agro-industriales, más producción y desarrollo de industrias de materiales, electrónica, industrias 4.0, naval y aeroespacial para un mejor aprendizaje de las tecnologías importadas más avanzadas y de ahí derivar en fortalecer y crear potentes empresas nacionales en servicios inteligentes articulados con industrias superiores que esparcirían innovación, emprendimiento y nuevos empleos calificados en todo el sistema productivo.

Este salto es el escenario ideal de una economía formal que necesitará de una reforma laboral para una mayor productividad, equidad y sostenibilidad duradera. La formalización sobre condiciones más justas y difundidas en la sociedad, solo es posible de la mano de una potente y sostenida política de reindustrialización, que le cambie el cerebro a las empresas, a la sociedad y al estado. El sistema laboral vigente es injusto, se hizo para un país que renunció a la productividad, al cambio estructural y tecnológico endógeno, a la equidad y es resistente a la paz.

Las reformas y la reindustrialización

Los contenidos de las reformas, incluida la tributaria, están relacionadas con la inaplazable reindustrialización que debe iniciar Colombia. Una relativa autonomía tecnológica y productiva en salud, una mayor cobertura pensional, y una reforma laboral para aumentar la formalización, tendrían en la política de reindustrialización el mejor aliado técnico-político para discutir con los contrarreformadores. Sin embargo ¿por qué la política de reindustrialización aún está encapsulada cuando es la que neutralizaría a los opositores? Si el gobierno cree que la puede mejorar con los gremios, está equivocado, es con ellos, pero no solo con ellos. El neoliberalismo colombiano volvió al estado esclavo del mercado, lo cual, teórica y políticamente, es incorrecto, inaceptable e intolerable.

Dado este contexto, donde hay tantas necesidades de inversión pública con retornos seguros, no tiene sentido ser radicales con el cumplimiento de la regla fiscal. Es hora de invertir para iniciar grandes cambios si se quiere evitar un colapso general porque hay una falla crónica en el sistema económico y político.

P.D. El presidente se equivocó en nombrar a Alejandro Gaviria teniendo a Aurora Vergara.

Por un acuerdo nacional sobre la salud

En la base de todos los problemas del sistema de salud de Colombia –e igual sucede con los de los demás sectores del país– está que creamos muy poca riqueza por habitante, cantidad que determina el recaudo del Estado por impuestos y lo que puede gastar en todas sus obligaciones.

Porque sufrimos por un capitalismo que crea escasos 6.000 mil dólares de riqueza por habitante al año, en tanto, por ejemplo, en Estados Unidos crean 70.430, en Alemania, 50.801 y en Francia, 43.518. De estas cifras sale que en 2019 el gasto público en salud por persona en Colombia fue de apenas 495 dólares, 22, 11 y 9 veces menos que el de esos países, respectivamente.

Los colombianos entonces no podemos seguir olvidando nuestra debilidad estructural para disfrutar de la mejor salud, así haya avances que es necio negar, y que la actual reforma –que ya tiene cinco proyectos de ley y puede hundirse– debe priorizar dos grandes temas. 1. El financiero, sobre el total de plata que se tiene en el sector y cómo acrecentarla en términos reales y gastarla de la manera más eficiente. 2. En qué invertirla y en qué porcentajes: prevención de la enfermedad y curación, infraestructura clínica y hospitalaria, medicamentos, deudas a las IPS, costos de las EPS, mejores condiciones laborales y un largo etcétera.

Aumentar los recursos públicos es muy difícil, dado el capitalismo subdesarrollado de los 6.000 dólares y el amplio déficit fiscal, lo cual no exime al gobierno nacional de aportar más. Pero es obvio que la parte fundamental de los recursos adicionales al real servicio de la salud solo puede salir del uso eficiente de los que ya tiene el sector, a partir de mejorar la promoción y la prevención –lo que no ocurrirá de un día para otro–, reducir de verdad la corrupción y las ganancias excesivas y aumentar la eficiencia en el gasto.

La Supersalud no puede seguir siendo una entidad enclenque que simula perseguir a ladrones e ineptos. Si hay que crear una fuerte sección en la Contraloría para vigilar a las EPS y al sistema de salud, pues hay que hacerlo, porque son bien gastados los dineros públicos que impiden que se los roben o los malbaraten. Se oyen propuestas.

Luis Jorge Garay calculó que las utilidades de las EPS son excesivas, del orden del veinte por ciento, unos once billones de pesos el año pasado. Los porcentajes de esas ganancias deben pactarse con el Estado, por lo menos sobre los recursos públicos. Si las tasas de utilidad de las empresas de electricidad –sobre su propia plata– se negocian con el Estado, ¿por qué no en la salud? Y hay que promover EPS privadas sin ánimo de lucro, porque si ese sistema funciona en las clínicas también puede funcionar para este efecto.

A partir de un acuerdo nacional sobre los puntos anteriores, porque sin más plata para la salud no hay paraíso, deben darse otros acuerdos: fortalecer la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, la salud pública y la medicina familiar. No a la integración vertical. Derechos de salud iguales para todos, con una sola UPC. Manual tarifario único. El SOAT no debe ser una rueda suelta con fallas gravísimas. Compras centralizadas de medicamentos e insumos y respaldar su producción en Colombia. Apoyar la más amplia y mejor formación de los médicos y demás trabajadores de la salud. Contratación laboral directa con todas las prestaciones sociales. Y un especial cuidado en resolver los graves problemas de la red pública hospitalaria, imposible de reemplazar por la actividad privada.

Claudia López inaugura centro de salud y habla sobre la reforma a la salud

La Secretaría de Salud puso en funcionamiento el Centro de Salud Suba, para que la comunidad acceda a una amplia oferta de servicios beneficiará a más de 63.000 personas.

“Es una felicidad poner al servicio de esta localidad, la más popular, populosa y diversa, este Centro de Salud, además con un cabildo indígena muy organizado. Estamos construyendo 20 nuevos centros de salud y con este ya vamos en nueve; y en este, particularmente, pasamos a tener 20 servicios para que se brinde una atención lo más integral posible”, destacó la alcaldesa Claudia López.

Este Centro de Salud comenzó su modernización y ampliación de espacios desde febrero de 2021. Dos años después, se abren las puertas de nuevo para beneficiar a los usuarios afiliados tanto al régimen subsidiado como al contributivo y que habitan o trabajan en la localidad de Suba.

Esta obra tuvo una inversión de más de 8.000 millones de pesos, lo que permitió realizar la obra y adquirir los equipos necesarios para la atención de los usuarios.

El Centro de Salud Suba cuenta con 28 consultorios y ofrecerá los siguientes servicios: fisioterapia, fonoaudiología, terapia ocupacional, rayos X, ecografía, farmacia, medicina familiar, pediatría, nutrición y dietética, medicina general, ginecología, dermatología, medicina interna, psicología, enfermería, vacunación, sala amiga de la mujer lactante, odontología general, odontopediatría, periodoncia, endodoncia, radiología odontológica, toma de muestras, trabajo social y optometría.

La alcaldesa Claudia López se refirió al Proyecto de Reforma a la Salud que surte su trámite en el Congreso de la República. La mandataria dijo que confía en la sabiduría y en la capacidad de concertación entre el Gobierno nacional y el Congreso de la República.

“El Gobierno nacional y el Congreso de la República no les pueden fallar a los colombianos. Los colombianos estamos esperando tener mejor salud. Es necesario hacer reformas y esperamos que las concerten de la mejor manera, y que en el segundo semestre del año podamos empezar a aplicar lo que allí se acuerde”, sostuvo la mandataria distrital.

En ese mismo sentido, dijo que hay muchos aspectos por mejorar pero que no vale la pena destruir lo que se ha logrado en los últimos 30 años. “Toda EPS debe prestar muchos mejores servicios de salud tanto preventivos como curativos en buenas IPS y establecimientos de centros de salud y hospitales”, manifestó.

Reiteró que la Alcaldía siempre estará dispuesta a servir de escenario de aplicación de las reformas que se acuerden, “si todavía tenemos tanto por mejorar en zonas urbanas —incluso Bogotá—. Imagínense: en zonas rurales de Colombia, ese es el gran desafío, esa es la gran deuda que la Colombia campesina, que las mujeres rurales, que los jóvenes que están en municipios de menos de 100.000 habitantes, también tengan derecho a la salud”.

Alejandro Gaviria

Una pregunta llegó a mi cabeza luego de que se conoció la noticia de la salida de Alejandro Gaviria del gabinete ministerial del presidente de la república, Gustavo Petro, ¿Qué hacía el ministro de Educación en los temas de salud?

Alejandro Gaviria estuvo al frente de la cartera de Educación, pero extrañamente hasta el momento no se ve o no se conocen los resultados de su gestión al frente de este ministerio, ni siquiera se le vio haciendo alguna declaración pública sobre este asunto.

No quiero entrar a descalificar a la persona de Alejandro Gaviria porque se de ante mano que es una un personaje con la suficiente inteligencia y capacidad para trabajar y sacar adelante las metas que se le impongan, y es precisamente por esto que se me hace supremamente extraño que su paso por este ministerio se haya dado sin pena ni gloria.

No entiendo porque Gaviria estaba dedicado a los temas de salud si su misión se supone que estaba en corregir las fallas que existen y que evitan que Colombia tenga un cubrimiento total en educación básica para niños y jóvenes, y por supuesto, procurar para que se ampliaran los cupos en las universidades públicas del país y para que se construyan más y mejores centros académicos de formación superior, técnica y tecnológica en todos los departamentos del país.

Nada de esto se vio y sí se lo empezó a planear, tampoco se lo divulgó ni se lo puso en el debate público como era lo lógico.

He visto a muchos y muchas bastante preocupados y conmovidos por la salida de Alejandro Gaviria del gabinete, que muy posiblemente pudo ser injusta, pero a ninguno he visto preguntándose el por qué un ministro de Educación tiene que meterse en los temas de salud.

Es como si a la ministra de Agricultura, Cecilia López, valiéndose de que sabe y conoce sobre los temas de presupuesto público, administración e impuestos, se le diera por hablar de lo que hace o deja de hacer el ministro de Hacienda.

Es indudable que el exministro conoce de los asuntos relacionados de la salud porque estuvo al frente de esta cartera en el gobierno de Juan Manuel Santos, y claro que sus aportes pudieron ser valiosos. El problema es que cualquier opinión que se tuviera en torno al proyecto de reforma a la salud debió hacerse al interior del equipo de ministros y no hacia fuera, y mucho menos en los micrófonos de los medios de comunicación.

No dudo que Alejandro Gaviria debió sentirse maltratado y por supuesto que mi mayor solidaridad, más no por esto voy a dejar de preguntar por su gestión como ministro de Educación, que insisto no la vi por ninguna parte, en cambio si vi a un ministro de Educación dedicado a hablar sobre la reforma a la salud.

 

 

 

 

Las claves de la reforma a la salud de La U, conservadores y liberales

Líderes de partidos que son bancada de gobierno como el Conservador, Liberal y La U, preparan -desde la semana pasada- la publicación de la Reforma a la Salud que ellos tienen entre manos.

Según se ha conocido, la propuesta consta de 40 artículos entre los que los principales cambios con respecto a la reforma del gobierno son que se mantiene el esquema de EPS y pasarían a llamarse Egvis (Entidades Gestoras de Salud y Vida).

En este nuevo modelo las EPS tendrían la posibilidad de ser mixtas, públicas o privadas. Además, se proponer que la Adres (Administradora de los Recursos del Sistema General de Salud y Vida) pague a las farmacéuticas y Egvis la atención de los pacientes.

A la Reforma a la Salud presentada por el gobierno por parte de la ministra Carolina Corcho le han salido varios reparos. De hecho, hace unos días Germán Vargas Lleras -líder de Cambio Radical- presentó la suya.

Le puede interesar: Petro declara insubsistente a María Isabel Urrutia, que le respondió

Nueva pulla de Alejandro Gaviria a Carolina Corcho

Alejandro Gaviria ofreció su primera entrevista después de su salida del gobierno de Gustavo Petro. El exministro de educación habló con Caracol Radio sobre su relación con el presidente y también se refirió a Carolina Corcho, ministra de Salud.

En primer lugar, Gaviria declaró que antes de la decisión del mandatario le hubiera gustado haberle dicho a Petro que él no filtró a los medios de comunicación el documento de los reparos que tenían varios ministros de gabinete a la propuesta de Corcho.

«No creo que la Reforma a la Salud sea una buena reforma», dijo Alejandro Gaviria, quien añadió que el ejercicio de debate que tuvo con la ministra «no funcionó, seguramente en el Congreso va a funcionar más que en el gabinete».

Además, Gaviria mencionó que fue Laura Sarabia -jefa de gabinete- quien le informó que ya no había confianza en él por parte del gobierno.

Después de su salida, él señaló que rechazó una propuesta de Gustavo Petro de ejercer como embajador de Colombia en el Reino Unido.

Le puede interesar: Petro declara insubsistente a María Isabel Urrutia, que le respondió

Miedos infundados

En un país de desigualdades altísimas en el que además los ganadores lo controlan todo, las diferencias entre las vidas de los pobres y los ricos son insubsanables. La opción de lograr una vida digna o  de vivir sabroso empezando de abajo es casi una imposibilidad.

El Estado aquí es fundamental. Es el encargado y tal vez el único capaz de nivelar la cancha al proveer mediante políticas públicas acertadas la provisión de bienes y servicios para que la gente no tarde cinco generaciones en salir de la pobreza. Esta es la primera vez que un gobierno electo a nivel nacional pone la lucha contra la desigualdad en el centro de las reformas. Eso quiere decir que hay que priorizar, y por supuesto la triada salud, educación y trabajo es la que efectivamente lleva a obtener resultados, pero todo depende de la calidad de la política.

El gobierno parece estar demasiado ansioso y en eso está sacrificando la calidad. La reforma a la salud pudo hacerse mucho mejor, no empezando por el final, recolectando evidencia, integrando a todos los sectores y no dejándose llevar por el debate espurio de lo público vs lo privado, donde la evidencia mundial es ínfima.  Otro ejemplo de oportunidad perdida fue la concreción de la promesa de campaña de la Renta Básica Universal sin condicionamientos con una institución que ya había avanzado lo suficiente y que sólo necesitaba un liderazgo con experiencia directa y conocimiento en la materia. Esa posible victoria temprana se perdió.

Ahora el presidente Petro tiene una nueva oportunidad con la reforma laboral, que puede ser el avance más exitoso de este gobierno. No es difícil. Colombia se raja en materia laboral en todos los aspectos. El empleo formal es escaso, la cultura laboral es tóxica, la jornada laboral es infame y la productividad es una de las peores en América Latina.  Ante eso, los pasados gobiernos basaron sus políticas en el mito del emprendimiento, que está ampliamente demostrado que tiene resultados mucho menores y frágiles, menor población atendida, son más costosos para la sociedad y generan menos resultados de largo plazo. En Colombia, el 85% de los emprendimientos fracasan antes de los cinco años.

Es verdad que la reforma laboral va a tener retos, que pueden ser perfectamente atendidos con una buena orientación de la política pública de apoyo a la pequeña y mediana empresa, vía incentivos directos o tributarios. Aquí la oposición se ha centrado en argumentos sin evidencia y por el contrario están atribuyendo a la formalización laboral cosas que son producto de la cultura. Por ejemplo, se les endilga a las licencias de maternidad que no se contraten mujeres, cuando las medidas de protección a las mujeres, incluyendo las licencias maternas y paternas, las leyes de cuotas y otras similares han permitido que el mundo avance en la lucha por la equidad. Modelos de libertad absoluta como el norteamericano tienen resultados malísimos en la tasa de ocupación femenina.

Otro argumento incoherente es afirmar que no podemos avanzar en la formalización cuando somos improductivos. Falso. La productividad y la creatividad están directamente relacionadas con las buenas condiciones laborales que logran retener el talento y hacerlo crecer. Si se quiere corregir la improductividad sería mucho mejor reducir las jornadas laborales e invertir en capacidad, estabilidad y cultura laboral – desde el Estado, incluso – que proteger esperpentos como la jornada laboral de 46 horas.

El miedo al colapso de las empresas es un miedo infundado. Los riesgos pueden ser perfectamente mitigables con una buena política de apoyo a los pequeños y medianos. Mucho de lo que se va a reformar, los grandes ya lo implementan mediante sus propias políticas laborales o de retención del talento. Donde sí debe haber miedo es en la clase política. Si el Estado logra avanzar en la formalización laboral, quiénes han convertido a las entidades públicas en su bolsa de empleo clientelista si deben estar seriamente preocupados. Las OPS han sido un mecanismo de desigualdad, corrupción y ansiedad social. El país merece funcionarios técnicos, independientes y comprometidos, cuyo vínculo clientelista no determine su vida diaria.

Ñapa: el nombramiento reciente de la nueva directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas ejemplifica muy bien mi punto: se pueden hacer nombramientos técnicos, serios y eficientes, con mecanismos de transparencia y que funcionen. Una experta como ella en el montaje de los mejores sistemas de información pública de este país tiene mucho que enseñarnos. Enhorabuena.

Laura Bonilla

Unidad en defensa de la Salud

Mal terminaron las volteretas de Petro y Corcho sobre acabar las EPS, promesa que tantos votos les reportó: “que sí, que no, que sí y que en definitiva no se acaban”, sometiéndose a Santos, César Gaviria, Efraín Cepeda, Dilian Francisca y Roy, entre otros. Porque el acuerdo final de Petro con ellos, que respaldó el Pacto Histórico, se limitó “a privilegiar la atención primaria y el sistema preventivo en la salud, eliminar la integración vertical” y promover “la territorialización” del sector, informó la Casa de Nariño (enlace).

Nada pactaron sobre otros cambios muy importantes y urgentes, empezando por controlar los abusos y la famosa corrupción en el sector. ¿O no es cierto que varias EPS y su organización fueron sancionadas por cobrar dos veces el mismo servicio? ¿O que presidentes de Saludcoop y Cafesalud EPS fueron condenados a cárcel por corruptos? ¿O que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó liquidar a Medimás EPS, con inmensas pérdidas, porque el minSalud Alejandro Gaviria promovió su creación violando la ley? ¿Y no son estos unos casos entre otros incontables?

Ese acuerdo es peor, porque por los errores políticos de Petro y Corcho en el trámite de la ley, los más poderosos de la salud –que deciden sobre $70 billones anuales de recursos públicos– pudieron montar una campaña que ocultara las graves fallas del sector.

Silencian el mucho maltrato en la atención a los enfermos y la mucha enfermedad y muerte, presentando las medicinas prepagadas –4,7 millones de usuarios– como si fueran las de los 50 millones de colombianos. Ocultan que estar carnetizado no equivale a tener adecuado acceso a la salud, como lo prueba el pésimo servicio en casi todos los 1.123 municipios. Y se conocen las inmensas fallas de la red pública hospitalaria, el maltrato laboral a médicos, enfermeras y demás trabajadores de la salud y a los médicos rurales y residentes e internos, las enormes deudas de las EPS a las IPS públicas y privadas y las prácticas abusivas en la facturación que les imponen, los costos excesivos de los medicamentos extranjeros y la falta de respaldo oficial a la fabricación de medicinas en Colombia.

Son tales las fallas estructurales del sector, que de las 30 EPS que quedan, hay 10 en liquidación y 10 vigiladas por la Supersalud. Y en la base de estas malas cifras está el relativamente escaso gasto público en salud de la subdesarrollada Colombia.

Sobre mis propuestas, enfatizo:

Hay que reducir en grande los costos del aseguramiento, de las EPS –con medidas serias y robustas a las que es ajeno el proyecto de Petro–, porque de ello dependen los mayores recursos necesarios para todo el sector y evitar que se agrave su crisis, presionada por la alta inflación y la fuerte caída de la economía del país. Para reducir las ganancias de las EPS en beneficio de pacientes, IPS y trabajadores del sistema de salud, también pueden promoverse las EPS sin ánimo de lucro.

Deben fortalecerse la prevención y la atención primaria y prohibirse la integración vertical, fuente de abusos y corruptelas. Hay que atender los reclamos de los médicos rurales, residentes e internos. Urge financiar bien la red pública hospitalaria y quitársela a la politiquería incapaz y corrupta, igualar la UPC para todos, crear un eficaz sistema nacional de compras de medicamentos costosos para abaratarlos y respaldar la industria farmacéutica nacional.

Esta es una propuesta pensada para unir a los colombianos, de forma que estos cambios puedan hacerse realidad en la ley de reforma a la salud en trámite.

Jorge Enrique Robledo

Excongresista

Partido Liberal votará en bancada la reforma a la salud

El Partido Liberal tomó la decisión de aplicar Ley de Bancada para votar el proyecto de reforma a la salud puesto a consideración del Congreso de la República por el Gobierno del presidente de Gustavo Petro.

La bancada llegó a esta decisión finalizada la última reunión que sostuvo con el director único del liberalismo, Cesar Gaviria.

“Tendrá que ser obligatorio el voto, tanto en Cámara como en Senado”, lo cual significa que se hará efectiva la Ley de Bancadas para garantizar unanimidad en el comportamiento de los congresistas”, explicó el senador Mauricio Gómez Amín, vocero de la bancada.

Él director único, Cesar Gaviria, esta vez no dará una opinión: dará una instrucción de cómo se votará la reforma a la salud. Va a ser una decisión de bancada, obligatoria”, agregó el congresista.

Las bancadas de Senado y Cámara del liberalismo presentarán propuestas para modificar el articulado en los próximos días y definirán además el sentido de su votación.