50 sombras de Hollande

Valérie Trierweiler, la excompañera del Presidente François Hollande, arrasa en su país con su libro Merci pour ce moment (Gracias por ese rato). La obra que destroza el lado más humano del jefe del Estado se ha convertido en un fenómeno comercial y político.

Ningún librero francés soñaba con vivir otro éxito de ventas como el reciente de 50 sombras de Grey. Pocos esperaban un bombazo literario similar al de Harry Potter. Pero ha ocurrido. Valérie Trierweiler, la excompañera del Presidente François Hollande, arrasa en su país con su libro Merci pour ce moment (Gracias por ese rato). La obra que destroza el lado más humano del jefe del Estado se ha convertido en un fenómeno comercial y político.

Sólo ocho meses ha tardado Valérie Trierweiler en poner por escrito su venganza contra un excompañero que la menospreciaba y engañaba, según ella, y contra todas las personas que la periodista considera culpables de la imagen que se forjó de ella una opinión pública que ahora bebe apasionadamente la revancha de la maldita. El problema es que esa historia banal de amor, pasión, celos, peleas y ruptura no sería noticia ni vendería libro alguno si no fuera porque el protagonista, el malo, es el jefe del Estado.

Con una tirada de 200.000 ejemplares, sólo la escritora superventas Amélie Nothomb, con su nueva obra, Pétronille, iguala las expectativas de Trierweiler. Salvo que el libro de la ex de Hollande es número uno en ventas y se agotó el primer día, y del de Nothomb nadie habla, para desesperación de los críticos literarios serios.


Las 318 páginas son un reportaje sobre la vida de pareja con el Presidente, mezcladas con la autobiografía de la autora. Un retrato descarnado de la cara oculta de Hollande. El político, que está fracasando al frente del Estado, conservaba al menos un coté humano: agradable, bromista, simpático y próximo con la gente de la calle. Trierweiler destroza esa cara amable del inquilino del Elíseo.

“Más vale sin dientes que sin ‘agallas’”


La frase que más ha indignado de las puestas en boca de Hollande por Trierweiler es la manera de referirse a los pobres. “Hollande miente”, afirma la autora, “decía que no apreciaba a los ricos pero, en realidad, no ama a los pobres, a los que llama los sin dientes”. (“Desdentados” es una traducción menos burlona y despreciativa en francés). Grupos de izquierda y de derechas se han cebado con esta expresión y van a incorporarla a sus futuras manifestaciones. Diferentes hastags con el famoso “sin dientes” inundan desde hace días Twitter y Facebook. Para los sin dientes de derechas, “Hollande desprecia al pueblo”. Aseguran que “más vale vivir sin dientes que sin ‘agallas’”.

Los sin dientes de izquierdas describen bajo el titular Nosotros los sin dientes a “los parados estigmatizados, los asalariados maltratados, los pobres insultados, los campesinos sacrificados y los jubilados dejados de lado…”. Hollande ha respondido desde Gales, donde se celebra la cumbre de la OTAN, asegurando: “Nunca dejaré que se ponga en tela de juicio el compromiso de toda mi vida, todo en lo que se ha basado mi vida política: estoy al servicio de los pobres”.

Trierweiler ha conseguido así, con un párrafo, alimentar políticamente a los enemigos del mandatario, que sólo cuenta ya con un 13 por ciento de apoyo en los sondeos. Pero no se queda ahí. Para demostrar que Hollande menosprecia a la “gente humilde”, la autora del best-seller describe una cena con su familia a la que Hollande es invitado. En un momento, se vuelve hacia ella y le hace un comentario en voz baja sobre las pintas de sus primos, tías, hermanas/os. Ella dice recibir el comentario como una bofetada.

Trierweiler destruye la imagen bonachona del presidente y le describe como un personaje frío, despreciativo, mentiroso, cínico… una mala persona, en el fondo. Pero el ataque a su desapego por “el pueblo” se ha quedado atragantado para los pocos defensores del presidente que han intervenido esta semana. Uno de los principales apoyos a Hollande ha venido de su exmujer, Segolène Royal, con la que tiene cuatro hijos y que es, además, uno de los principales personajes del libro de la exprimera dama.