A pesar de los esfuerzos del Gobierno Nacional, el sector privado y la sociedad civil por combatir la corrupción en Colombia, la percepción sobre cómo este problema afectó al sector público en el país no ha tenido cambios.
En el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2015 de Transparency International Colombia, obtiene un puntaje de 37 sobre 100 (siendo 0 mayor percepción de corrupción y 100 menor percepción de corrupción), exactamente la misma calificación del año anterior, ocupando el puesto 90 entre los 176 países evaluados.
El Índice, que resulta de opiniones sobre la situación del país por parte de analistas y expertos, plantea nuevamente la aguda afectación que sufre la gestión pública por la corrupción tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo y el Judicial.
En esta medición de percepción de corrupción que se realiza desde 1995, Colombia nunca ha logrado un puntaje positivo. Sin embargo, la calificación de 2016 se da a conocer en un contexto de creciente consenso social de “¡no más a la corrupción!”, que demanda acciones más agresivas, corajudas e independientes de intereses políticos para combatirla.
A propósito de esta situación es que Transparencia por Colombia ha insistido en la alerta sobre la opacidad y la precariedad de los controles al financiamiento de las campañas políticas, donde, por ejemplo, en las últimas elecciones de mandatarios locales el 64% de los recursos reportados por los candidatos corresponde a “Recursos propios”, mientras que el 25% a “Donaciones y créditos de personas naturales y jurídicas”, haciendo que en ambos casos los controles por parte de la autoridad electoral sean muy débiles.
Cortesía Transparencia Internacional