El 2015 será un año complejo para la economía colombiana debido a unos menores precios del petróleo, a la incertidumbre que generan la reforma tributaria y la política fiscal, a un entorno de crecimiento económico mundial débil, y al eventual comienzo de la normalización de tasas de interés en EEUU.
Demanda privada se desacelerará notablemente en 2015. Así se puede concluir del informe anual de proyecciones económicas para 2015, presentado en el foro organizado por la Corporación Financiera Colombiana, Corficolombiana, a cargo de Andrés Pardo Amézquita, Director Ejecutivo de Investigaciones Económicas.
De acuerdo con el informe, la economía nacional crecerá 4,5% en 2015 frente a un 5% en 2014, con una notable desaceleración de la demanda privada.
El debilitamiento económico se presentará por cinco factores: un impacto negativo de los menores precios del petróleo sobre el ingreso nacional y la demanda interna; un menor crecimiento del gasto público; un impacto moderado de la reforma tributaria sobre la inversión privada; incertidumbre sobre la situación fiscal más allá de 2015; y un menor optimismo en el impulso que se esperaba de los proyectos de infraestructura de cuarta generación (4G) en 2015.
Sin embargo, la demanda interna seguirá siendo el principal motor del crecimiento económico y los nuevos programas gubernamentales de estímulo a la construcción de vivienda compensarán parte de la desaceleración de la actividad local en 2015.
La demanda originada en el exterior también enfrenta retos importantes: el crecimiento económico de EEUU seguirá siendo moderado; el riesgo de una nueva recesión en la Eurozona se ha incrementado; la actividad en Japón se ha resentido por el aumento de impuestos en el primer semestre de 2014; y en las economías emergentes no se espera un repunte, en parte por el pobre dinamismo de América Latina y el sombrío panorama de Brasil.
En materia de inflación, Corficolombiana estima que la tasa anual se situará por encima de la meta de 3% del Banco de la República durante todo 2015, especialmente en la primera mitad del año, como resultado de la mayor indexación de precios, los posibles efectos del Fenómeno de El Niño, la depreciación del peso, y algunas renovadas presiones de costos laborales y no laborales. Sin embargo, la inflación bajará en el segundo semestre para cerrar el año en 3%, frente a 3.4% en 2014, debido al debilitamiento de la demanda interna y a rebajas en los precios de los combustibles.
En consecuencia, el Banco de la República se enfrentará a una inflación que se ubicará en la parte alta de su rango meta durante la mayor parte del año y a unos riesgos importantes a la baja en el desempeño económico local. Por estas razones, Corficolombiana estima que la tasa de interés de política monetaria se mantendrá en 4,5% a lo largo de 2015, aunque no descarta algún recorte en la segunda mitad el año.
A nivel de tasa de cambio, Corficolombiana señala que el principal determinante será el precio internacional del petróleo, cuyo nivel espera que sea sustancialmente menor al promedio observado en 2014, pero mayor al observado recientemente, pues considera que ha incorporado un pesimismo excesivo sobre la evolución de la actividad económica global y que no es consistente con los fundamentales de oferta y demanda. Por esto, la Corporación estima una tasa de cambio promedio de 2.075 pesos por dólar en 2015.
Otro factor que incidirá significativamente en la tasa de cambio será la política monetaria altamente expansiva en los principales países desarrollados, que parece ser una historia sin fin. Corficolombiana anticipa que la normalización de tasas de interés en EEUU comenzará más tarde de lo previsto, mientras que los programas de inyección de liquidez provenientes de la Eurozona y Japón se intensificarán. Su magnitud será mayor a la del último programa de estímulo que llevó a cabo EEUU en 2013 y 2014. Este entorno de holgada liquidez compensará gran parte de las presiones devaluacionistas sobre la tasa de cambio, lo cual sustenta la estimación de 2.000 pesos por dólar al cierre de 2015.