El arquitecto de las curvas

“Cuando la vida se degrada y la esperanza huye del corazón de los hombres, la revolución es el camino a seguir.” Óscar Niemeyer

La guerra declarada al ángulo recto y a la rigidez de las formas fue el legado que Óscar Niemeyer dejó a la humanidad en una longeva trayectoria de sueños y trabajos que hoy son piezas de arte vinculadas con los ciudadanos que las viven. Creía que a partir de un trazo nace la arquitectura, pero cuando este trazo es bonito, produce sorpresa y es bien conducido, puede llegar a un nivel superior sólo comparable con una obra de arte.

“Las formas de los edificios no son gratuitas. Cuando Niemeyer diseñaba, intentaba buscar la poesía de la forma (del edificio) en armonía con el lugar en el que emplazaba el edificio teniendo en cuenta el paisaje”, señaló Martha Thorne directora ejecutiva del Premio Pritzker de Arquitectura, considerado como el premio Nobel en esta área. Por demás, las curvas de sus edificios son las de las montañas y los paisajes de su país, Brasil, las curvas de las mujeres que le sugerían sensualidad y libertad. No solo revolucionó las formas, también los materiales para crearlas, descubrió la capacidad moldeable del hormigón armado.

Niemeyer había nacido el 15 de diciembre de 1907 en Río de Janeiro y aunque presentó quebrantos de salud, sobre todo al final de su vida, siempre pregonó que “La vida es más importante que la arquitectura”,” y quizás por esta razón se apego al mundo regalándole su propia visión, con hermosos edificios de concreto con curvas libres de soportes, que sobresalen por su dinamismo y ligereza.

De su genio progresivo se impulsa una ciudad casi hecha sobre planos, Brasilia que le dio la gran libertad de llenar espacios con sus construcciones, con su fantasía y su deseo por cambiar el mundo. A propósito de su vida, mencionó en una entrevista: “La vida es un soplo. Todo acaba. Me dicen que después que yo muera, otras personas verán mi obra. Pero esas personas también morirán. Y vendrán otras, que también se irán. La inmortalidad es una fantasía, una manera de olvidar la realidad. Lo que importa, mientras estamos aquí, es la vida, la gente. Abrazar a los amigos, vivir feliz. Cambiar el mundo. Y nada más”.

Sus obras que se salieron del Brasil para volverse universales con voz y magia propia se albergaron en diferentes ciudades para el deleite de las personas. Entre sus obras destacadas y merecedoras de diferentes premios por innovación, estructura y estética están:

Catedral de Brasilia
Su entrada está ubicada en el subsuelo para que el público desde la oscuridad absoluta ingrese a una iglesia luminosa. Niemeyer quería producir la sensación de llegar al “cielo” y evitar las soluciones de las viejas catedrales que evocaban la culpa y el pecado asociado a la penumbra.

Museo Nacional Honestino Guimaraes
Fue inaugurado en 2006, cuando el artista cumplió 99 años, el museo de forma cúpula es una de las grandes obras de Niemeyer en Brasilia.

Congreso Nacional
Como metáfora del sistema bicameral del Brasil. La cúpula convexa es la Cámara de Diputados, y la cóncava corresponde al Senado, como dos entes compatibles. Las curvas dominan casi todas sus obras, incluso la sede del PC en París, que realizó tras el golpe de Estado de 1964 que lo llevó al exilio.

Sede de la ONU en Nueva York

El brasileño participó del proyecto, que fue dirigido por el arquitecto norteamericano Wallace Harrison, junto a un consejo de asesores para su diseño, que fue conformado por el francés Le Corbusier, el uruguayo Julio Vilamajó y Niemeyer, entre otros.

Centro Cultural Le Havre

Fue construido en 1982 en Le Havre, Francia, es conocido como el Volcán, y alberga un cine, estudios de grabación, salas de extensión y un teatro.

Serpentine Gallery
Está ubicado en el Hyde Park de Londres. Es un centro que reúne obras principalmente de arte moderno y contemporáneo. Niemeyer diseñó uno de sus pabellones que fue inaugurado en 2003.

Museo de Arte Contemporáneo de Niterói
Niemeyer consideraba la estructura como una flor. Tiene un tamaño de 817 metros cuadrados y una cúpula de 50 metros de diámetro y tres pisos de altura. Está ubicado en la ciudad de Niterí, en el estado de Río de Janeiro, y fue una de las últimas obras que diseñó.

Universidad Constantine
La Universidad ubicada en la ciudad de Constantine, en Argelia, fue construida entre 1969 y 1972. Su diseño fue inspirado en la Universidad de Brasilia, buscando agrupar todas las facultades en una misma explanada.

Sede del Partido Comunista Francés

Fue diseñada en 1966, el artista explicó que en su diseño “se mostró la importancia de mantener exteriormente un juego harmonioso de volúmenes y espacios libres, lo que explica que se haya encontrado el gran salón de la clase obrera en el sótano”.

Editorial Mondadori
El edificio inaugurado en 1968, en Milán, fue inspirado en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil (también diseñado por Niemeyer). El edificio está emplazado junto a un lago y destaca por sus fachadas y estructuras con arcos.