El presidente de Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y su hijo, Gorka Villar han sido sorprendidos por una macropoeración en España que ha acabado con su arresto y el del vicepresidente económico de la Federación, Juan Padrón, por supuestos manejos económicos de la RFEF en provecho propio.
La Guardia Civil Española ha procedido a la detención de padre e hijo en la mañana, que parte de la denuncia que realizó en 2016 el Consejo Superior de Deportes de España. Las agentes registran 10 lugares, entre ellos la sede de la Federación Española y esperan diez detenciones en total en operación denominada Soule.
Al parecer, Villar habría impulsado partidos amistosos para conseguir contraprestaciones en beneficio de su hijo, Gorka. Además de esto se le acusa de delitos de corrupción entre particulares, falsedad, administración desleal, apropiación indebida y posible alzamiento de bienes. Precisamente su hijo, llegó al puesto de Conmebol, gracias al poder de influencia de Ángel María Villar en Sudamérica.
Villar, vicepresidente de la FIFA y representante con más jerarquía en estos momentos del organismo, es otro dirigente de la vieja escuela que ha sido detenida por casos de corrupción en famoso escándalo FIFAgate destapado por la justicia estadounidense. Entre todo su clan de amigos se encontraba Luis Bedoya. Exdirigente de la Federación Colombiana de Fútbol, que fue vetado de por vida del ámbito deportivo internacional, por ser culpable de esquemas de pago y recepción de sobornos relacionados con la venta de los derechos de los medios de comunicación y la comercialización de los torneos de fútbol.
Su relación con Villar era estrecha. El presidente de la Federación Española de Fútbol siempre fue el puente entre el viejo poder y la FIFA en anterior esquema. Su detención se rumoreaba desde hace tiempo entre varias filtraciones. EL ‘amigo’ de Bedoya comparte hoy en día su mismo final, detenido por corrupción en su dirigencia.