Humberto de la Calle Lombana será el encargado de dirigir el equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz que inician con las Farc. Es un conocedor de la entraña política del Estado y ha estado presente en procesos de paz positivos como el del M-19 y de la Corriente de Renovación Socialista.
Con 66 años, Humberto de La Calle asume uno de los retos más importantes de su vida política: “Comandar” un equipo de negociación que conforman: Luis Carlos Villegas, Oscar Naranjo, Jorge Enrique Mora Rangel, Frank Pearl y Sergio Jaramillo.
De la Calle ha dicho que “repudia como el que más las acciones de la guerrilla”. Sin embargo, ha abogado por la solución política al conflicto. También, ha sostenido que las nuevas circunstancias hacen viable un acuerdo con las Farc.
Su historial político y sus conocimientos como abogado ha estado marcado por el servicio público. Durante los 80, fue Registrador Nacional y Magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
En los 90, ofició como Ministro del Interior de César Gaviria. Se desempeñó con éxito pues tuvo que lidiar con una coalición institucional que enfrentó al narcotráfico. También consolidó el sistema político que fue trazado por la Constitución de 1991 e, incluso, representó al Gobierno en la Constituyente.
Luego, fue elegido fórmula vicepresidencial de Ernesto Samper. En 1994 llegó al cargo. Fue vital para el sostenimiento del Gobierno, que atravesó graves problemas por sus nexos, por lo menos financieros, con el Cartel de Cali.
Dos años más tarde, en 1996, renunció a su cargo. A su juicio, la crisis institucional que había generado el proceso 8.000 requería la renuncia del Presidente. Fue desoído y salió con dignidad de ese episodio vergonzoso para el país.
Su distanciamiento con Ernesto Samper lo llevó a vincularse a la campaña conservadora para 1998, respaldando a Andrés Pastrana. Entre los años 2000 y 2001 fue designado por éste como Ministro del Interior. Al final de ese cuatrenio, entró a la representación de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA)
Durante la presidencia de Álvaro Uribe, a pesar de estar durante los primeros 5 meses en Washington, representando a Colombia, se mantuvo en la oposición y fue un duro crítico de la parapolítica, la salida militar al conflicto y Agro Ingreso Seguro.
Su cercanía e histórica presencia en el Partido Liberal, así como su experiencia en el Gobierno durante los procesos de Tlaxcala y Caracas y el Caguán, le dan un plus a su participación en las negociaciones.
