Le pido a Duque ponerle más ánimo a los proyectos anticorrupción: Rodrigo Lara

Por Oscar Sevillano | El senador de Cambio Radical, Rodrigo Lara, le solicita al presidente Duque ponerle mayor ánimo al trámite en el Congreso de la República de los proyectos anticorrupción y pide además, abandonar la prevención frente a los nombramientos de los ministros con representación política, argumentando que esto de ninguna manera es malo, porque según él, “son personas que cuentan con representación, capacidad, vocería y respeto para dialogar con los diferentes sectores y convencerlos de las decisiones que se deben tomar en beneficio de la ciudadanía”.

Usted fue una de los senadores que apoyó abiertamente la consulta anticorrupción, ¿considera también como lo asegura la excongresista Claudia López que el Gobierno Nacional le está haciendo conejo a los compromisos asumidos en el comité técnico?

Rodrigo Lara (RL): Personalmente yo le pido al Gobierno Nacional, ponerles más ahínco y más ánimo a estos proyectos anticorrupción. Me parece que deben hacer parte integral de la agenda y de sus prioridades.

Una de las críticas que hacen algunos promotores de la Consulta Anticorrupción es que al Gobierno Duque le ha faltado mayor coordinación para estos temas, ¿está de acuerdo?

RL: El Gobierno Nacional se apresuró a la hora de apropiarse de unos proyectos que tal vez no convirtió en el congreso como una de sus prioridades. De pronto también hay que interpretar eso en el contexto general de una agenda legislativa del Palacio de Nariño que no ha tenido mucho éxito. Más que alguna postura deliberada frente a los proyectos anticorrupción, hay que ver que lo presentado de manera general desde la presidencia de la república no tuvo eco, ni fuerza.

¿El hecho de no entregar puestos a cambio de apoyo legislativo a los proyectos que presenta el Gobierno Nacional, no es acaso una manera de luchar contra la corrupción?

RL: Es muy relativo. Los Gobiernos son productos de coaliciones políticas, que tienen reflejo en el congreso de la república. No conozco un solo país del mundo donde no se gobierne de esta manera. Sucede en cualquier parlamento europeo, donde se hace a partir de coaliciones reflejos de la realidad del legislativo. Lo que no puede se puede politizar son los cargos que dependen del proceso de carrera administrativa, es decir las direcciones, secretarías generales, etc. Cualquier ministro europeo que se nombre tiene origen político y partidario. Es más, para ocupar estos cargos, ellos deben hacerse elegir en el parlamento. Lo grave es politizar lo que depende de la administración pública, porque es allí donde se definen las situaciones de gastos y es ahí de donde parte la corrupción. Nombrar ministros que tengan alguna filiación política, de ninguna manera es malo, porque son personas que cuentan con representación, capacidad, vocería y respeto para dialogar con los diferentes sectores y convencerlos de las decisiones que se deben tomar en beneficio de la ciudadanía.

“Yo prefiero una persona que se deba a la voluntad popular y no alguien que se deba al sector privado con intereses muchas veces semiocultos”.

¿Cómo entender que al senador Antanas Mockus se le haya aplaudido la decisión radical de no conceder puestos ni gabelas a los concejales al interior de su gabinete Distrital en dos alcaldías, y al presidente Duque se le caiga encima por no ofrecer puestos a los congresistas, con una baja aceptación popular, calificándole además de “paquete” y de no coordinar a su equipo, como lo aseguró Claudia López?

RL: Es distinto. El exalcalde Antanas Mockus no compró votos en el Concejo de Bogotá en sus dos administraciones hecho que aplaudo, pero que es diferente a no tener ministros con representatividad política. La política es un ejercicio noble, lo grave es cuando este ejercicio se tergiversa y se convierte en una representación de intereses privados. No es lo mismo cuando se nombra representación política en un gabinete ministerial como sucede en todas las democracias del mundo, a ofrecer puestos y gabelas a cambio de apoyos a las iniciativas del Gobierno. Esto es violento, porque es tergiversar el ejercicio de la política.

Las posiciones que usted asume en ocasiones van en contravía de lo que decide la bancada de Cambio Radical ¿es esto una especie de inicio de un posible divorcio?

RL: Estoy obrando con absoluta independencia. Cambio Radical es un partido independiente, posición que yo asumo y que demuestra que si quiero estar como congresista. Cuando usted ejerce algo tan noble y tan elevado como la representación del pueblo colombiano, lo ideal es ser independiente respecto del Gobierno, porque usted se debe al ciudadano y lo lógico es apoyar los aciertos del presidente y ejercer el control político en lo que se equivoca. No he tenido ni la obligación, ni la necesidad de pensar u opinar con las mayorías de la bancada como me sucedió en el cuatrienio pasado que, al ser presidente de este grupo político, me debía a unas responsabilidades que muchas veces no tienen ninguna relación conmigo, pero donde se debe poner la cara. Siempre he pensado que esto se asume en la dignidad del cargo.