Diseñadores como Ailanto, Ana Locking e Ion Fiz se han decantado por los estampados de motivos naturales y animales, mientras Torreta ha centrado su discurso con binomios de color.
“Es una colección, colorista, dulce y optimista”, explicó a EFEstilo, el diseñador argentino Roberto Torretta, quien, en esta ocasión, ha dejado descansar al tono negro y ha preferido trabajar y aliarse con tonos alegres como el amarillo o el naranja.
Inauguró su desfile con un camisero brocado con blanco y negro de líneas suaves y femeninas y continuó con una serie de vestidos en los que ha mezclado distintas texturas y distintos colores. Todos ellos presumían de una buena dosis de fiesta y se adornaban con suaves volantes en el pecho.
“Mis propuestas son de fiesta, he querido trabajar patrones para eventos especiales, las líneas más de sport ya se hacen muy bien y a precio muy asequibles”, dijo Torreta, quien ha confeccionado estas prendas con crep de seda, viscosa y algodón, además de algún que otro tejido tecnológico.
A lo largo del desfile también se vieron “tops”, pantalones tanto de pierna ancha como estrecha,” parkas” de lujo, chaquetas cortas, “shorts” y sutiles y relajados vestidos de noche con soberbios escotes en la espalda y dulces y delicados pliegues y drapeados.
Una vez más, el diseñador echó mano de la napa y el cuero para coser prendas atemporales y favorecedoras que se actualizan y se refrescan gracias a su nueva carta de colores, a la que también se sumaron el azul glaciar, el verde menta y los colores tierra.
En cuanto a las siluetas, Roberto Torreta maneja unas sueltas con más movimiento y otras más estrechas y ceñidas al cuerpo con el único fin de realzar la figura de la mujer, una de las obsesiones del diseñador. ¿Complementos?. Importantes y barrocos brazaletes de noche firmados por Titina Meyer.
Con punto de venta en México, los hermanos Ailanto se mantienen ajenos a las tendencias y, fieles a su personal imaginario. Hoy presentaron una colección inspirada en una villa de los años cincuenta, que cede todo el protagonismo a la blusa, resaltada por los volúmenes en las mangas y el contraste de tejidos y colores.
“Los tejidos son los que te llevan a las prendas”, indicó Iñaki Muñoz momentos antes de su desfile. Una propuesta inspirada en los suelos, texturas y la naturaleza tropical de Villa Planchart (Caracas, Venezuela, 1956), una obra del arquitecto GioPonti que mostraron en el ecuador de Madrid Fashion Week.
Entre los siete estampados diferentes que han trabajado, destacan las formas adiamantadas de los suelos de mármol de esta obra maestra de la arquitectura, los motivos naturales del jardín, los papagayos y tucanes, y los tréboles de cuatro hojas.
A lo largo de las 43 salidas, el color primó en la mayoría de las propuestas de Kina Fernández gallega, que presentó una serie de vestidos con detalles bordados metálicos a modo de flecos y bañados en tonos rosas, turquesas, ocres.
Como las propuestas de fiesta y noche de la firma son las más solicitadas por las mujeres rusas y árabes, la diseñadora sacó a la pasarela vestidos minimalistas aderezados con tirantes joyas,bordados y detalles de pedrería.
Estampados también, pero más barrocos, los de Maya Hansen, que ha creado un sello “tropical punk” para una colección en la que si bien los corsés siguen siendo la pieza estelar, tiene “menos presencia”que en anteriores ocasiones, según explicó.
La madrileña combina su “apasionada relación de amor” con México, con las estructuras de metal, en unas propuestas futuristas.