Desde su llegada al trono de San Pedro en marzo año 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, Francisco se ha puesto como tarea una labor que le implica muchos desafíos, resolver varios conflictos en el mundo
Uno de sus triunfos en esa materia se dio luego del descongelamiento de las relaciones entre Washington y La Habana, luego de 50 años de disgustos entre la unión americana y la isla caribeña de Cuba.
Otro desafío que emprendió Francisco desde el Vaticano fue mediar en la crisis interna venezolana y tratar de zanjar las diferencias entre el Gobierno de Maduro y sus férreos opositores.
Si bien es cierto que la mesa de diálogo venezolana pasa por sus momentos más críticos porque el gobierno de Nicolás Maduro no ha cumplido con sus compromisos, y por la falta de confianza mutua, de alguna manera ha servido para desactivar, al menos de momento, lo que podría ser una bomba social a punto de explotar que pudo haber sembrado la violencia en las calles del vecino país.
Y ahora, el Papa Francisco se enfrenta ante un reto de grandes proporciones, lograr reconciliar al presidente Juan Manuel Santos y al expresidente Álvaro Uribe.
A esta hora Santos y Uribe permanecen reunidos con el Papa en el Vaticano, esto luego que Francisco invitara al expresidente colombiano a la reunión que sostendría este viernes con Santos quien está de gira en Europa.
Mientras la reunión avanza en el Vaticano, en Colombia aumenta la expectativa ante los resultados que pueda dejar el encuentro.