El sector del transporte de carga tiene nuevo presidente, Juan Miguel Durán. No obstante, es un viejo (aunque joven) conocedor del sector, pues en 2010 fue Superintendente de Puertos y Transporte, y más tarde como consultor de para USAID y el Banco Mundial trabajó en diversos proyectos de movilidad y transporte. Su último cargo fue en la alcaldía de Bogotá, donde dirigió dos secretarías durante el gobierno de Peñalosa. Su siguiente reto, manejar una gremial (COLFECAR) con 130 grandes empresas afiliadas que copan casi el 80% del sector en Colombia.
Llega al puesto en un momento caliente con la polémica de los combustibles en el sector y el drama de la vía al Llano…
Esos son unos problemas actuales que debemos afrontar para dar respuesta a las necesidades del sector, pero no los únicos. Debemos enfocar los esfuerzos en abaratar los costos de las empresas con economías de escala ganar en competitividad. Las diferencias que tenemos con los transportistas ecuatorianos. Mejorar los tiempos. Mayor formalización del sector, esto es un llamado al gobierno para unir fuerzas y ser más competentes.
¿No le da la impresión que parte de estos problemas es porque el parque móvil de camiones en Colombia es muy viejo?
Respecto a la chatarrización se ha hablado por muchos años y el Gobierno ha dado pasos importantes. Es necesario que este proceso sea escalonado. Los propietarios tercerizados son los que primero deben acceder a comprar flota más nueva por encima de las empresas. Así también seremos más productivos.
¿En Colombia no hay un monopolio del transporte terrestre?
Es mayoritario por encima del 70%, pero no crea que siempre es lo más óptimo. Como sector vemos muy bien que se fortalezca y consolide un transporte multimodal junto con el transporte férreo, aéreo o el marítimo. Ahora no somos todo lo eficientes que quisiéramos porque la mayoría de la carga viaja en una dirección, pero regresa vacía. Lo ideal serían trayectos más cortos y de carga completa de ida y regreso. Hay que mejorar este engranaje.
¿Y el estado de las vías? ¿Cuándo Colombia tendrá una malla vial decente?
Colombia ha avanzado mucho en infraestructura en carreteras y en el modelo de concesión. Históricamente se ha visto la construcción como un contrato de obra y hay que evolucionar a que se vea como un servicio. No solo es generar una carretera, sino que los servicios y la seguridad vial sea una responsabilidad. El reciente caso de Villavicencio es claro. El gobierno debe exigir al contratista un estudio geológico, que se encargue del mantenimiento y no solo que haga la vía y ya. Nada se gana si hacemos unas vías que duran poco o se dañan continuamente.
¿Cómo ve a las empresas del sector?
Las empresas de transporte vienen haciendo durante muchos años grandes esfuerzos para mantener altos estándares de calidad para ser competitivos. Y tienen todas las ganas de seguir fortaleciéndose para mejorar. La competencia no es interna sino las cadenas transfronterizas. En referencia a los conductores debemos mejorar muchos aspectos en temas de capacitación. Que estén mejor preparados. No puede ser que duerman en hamacas debajo de camiones, mejorarles la calidad de vida con exenciones tributarias. Y que los gremios de camioneros se sientan partícipes del gremio como las propias empresas.