En un comunicado difundido por varios medios estadounidenses, la oficina del presidente electo Donald Trump informó que su yerno Jared Kushner será asesor senior del mandatario y trabajará con Reince Priebus, jefe del gabinete, y Stephen K. Bannon, jefe de estrategia y asesor principal.
El nombramiento podría violar las leyes antinepotismo estadounidense, según destaca el Times, al ocupar un familiar cercano al magnate un puesto clave en la Casa Blanca. El comunicado destacó el papel que tuvo Kushner en la campaña electoral que culminó con los comicios del 8 de noviembre y dijo que su participación “fue instrumental para formular y ejecutar la estrategia” que llevó a la victoria a Trump en esos comicios.
Es poco frecuente la presencia de familiares del presidente como altos cargos, y menos desde que en 1967 el Congreso aprobara la norma, que crea un estatuto federal, después de que el presidente Kennedy hubiera nombrado Fiscal General a su hermano Robert. El texto legal prohíbe la presencia de familiares como “cargos públicos” en agencias de la Administración de los Estados Unidos. Entre el calificativo de “cargos públicos” parece claro que puede encontrarse el presidente.
La posibilidad de que el yerno de Trump se sume a su equipo se venían manejando desde hace varias semanas, lo que iba a representar desafíos personales para Jared Kushner porque tendría que desvincularse de sus negocios para poder asumir un cargo oficial.
Kushner es el director general de una compañía que está centrada en negocios inmobiliarios en Nueva York y en el vecino estado de Nueva Jersey y que desde 2007 ha completado transacciones por cerca de 13.000 millones de dólares, según datos de la empresa.