Jackson, el alto precio de ir al fútbol chino

Es el mejor ejemplo de cómo puede salir mal la experiencia del fútbol chino. Jackson llegó hace un año al Guangzhou Evergrande para convertirse en la estrella del equipo y en la actualidad pelea por mantenerse en el equipo. Su valor se ha depreciado 21 millones de euros en tan solo doce meses. Su rendimiento en este tiempo ha sido pobrísimo, solo cuatro goles en 15 partidos

“Quien va a China acepta que su carrera se acabó”, la demoledora frase de Arjen Robben sobre los jugadores que han sido cautivados por los millones de China se corresponde con el pensamiento que muchos profesionales del fútbol aún tienen de la exótica liga asiática. La Superliga se está convirtiendo en el resort preferido para varias estrellas del fútbol mundial. Un nuevo destino que hace pocos años nadie elegía y al que ahora todos prestan atención, viendo ésta como la mejor opción para atar un último gran contrato para retirarse.

Un cementerio de elefantes, es lo que se pensaba que iba a llegar a ser este intento de la liga China por convertirse en uno de los principales campeonatos del mundo. Pero, para sorpresa de todos, muchos de los fichajes que han hecho los clubes en los últimos meses no han sido para nada jugadores en el ocaso de su carrera, sino estrellas mediáticas en pleno apogeo futbolístico que han sido cautivadas por los millones. Casos como el Teixeira, Witsel, Hulk, Óscar… sacudieron el mercado mundial. Jugadores estos por los pujaban grandes equipos de Europa, pero que no tuvieron la más mínima oportunidad de competir contra las mareantes ofertas del fútbol chino.

Otro caso de estos es Jackson Martínez. Después de fichar por el Atlético de Madrid por 42 millones de euros, no llegó a terminar su primera campaña como rojiblanco cuando puso rumbo al exotismo de China. Su mal rendimiento lo puso en la puerta de salida del Calderón y al delantero no le quedó otra que hacer maletas. Dirigido por su representante, Jorge Mendes, terminó aceptando a regañadientes la oferta del Guangzhou Evergrande. Llegó como una estrella, y un año después podría estar saliendo por la puerta de atrás. Su caso es el vivo ejemplo de lo erróneo que pueda llegar a ser tomar la decisión de cambiar millones por competitividad para después acabar desapareciendo del mapa.

En tan solo un año, su precio de mercado ha caído 21 millones de euros. Según datos de la página especializada en el valor de mercado, Transfermarkt, Jackson está tasado en estos momentos en 9 millones de euros, lejos de los 30 millones en el lo valoraban en el momento de su venta al club chino, y más aún de los 35 en los que le tasaron en su época en el Porto. Su escaso rendimiento lo ha devaluado enormemente en un periodo de tiempo demasiado escaso. Ni siquiera en sus seis meses en el Atlético donde apenas anotó 3 goles en 22 partidos bajó tanto su precio -solo 5 millones-. En el doble de tiempo en China se ha llegado desvalorizar el cuádruple.

El rendimiento de Jackson en el Guangzhou Evergrande ha dejado mucho que desear. Tan solo cuatro goles en quince encuentros. Llegó para convertirse en la figura del equipo, el delantero estrella. Y ha fracasado estrepitosamente en el intento. Hasta tal punto que el goleador del equipo ha terminado siendo el mediapunta, Ricardo Goulart, quien se destacó con 35 goles entre todas las competiciones. Jackson desapareció de los planes de Scolari, que prefirió confiar para su posición en el brasileño Alan. Toda esta situación lo ha llevado incluso a quedarse fuera de las convocatorias de Pékerman. Chachachá era un habitual en los llamados del técnico argentino, pero después de su pésimos rendimiento en el último año ha sido borrado de los planes del seleccionador.

En la actualidad está peleando por mantenerse en el club chino. La nueva normativa que ha impuesto la liga por la que los equipos no podrán alinear en su once a más de tres extranjeros lo pone en una situación muy difícil. Jackson ocupa una plaza junto a otros cinco foráneos que militan en el Guangzhou: Goulart, Alan, Paulinho, Kim Young-Gwon -baja en estos momentos por lesión- y Kim Hyung-Il. Teniendo en cuenta que además de los tres en el campo solo pueden incluir a otros dos en el banco, esto obliga a que el club tenga que poner fin al contrato de uno de ellos. El bajo nivel que ha mostrado hasta ahora el delantero colombiano, lo ponen en la picota.

Cierto es que en la última parte de la campaña, sus problemas en el tobillo lo dejaron fuera. Precisamente el jugador se encuentra estos días entrenándose con su anterior club, el Porto, para recuperarse del todo de estas molestias. Una situación que llevó a pensar con un posible regreso al equipo en el que se encumbró en Europa, idea esta que está totalmente descartada. Jackson viajará de nuevo en los próximos días para unirse de nuevo a las órdenes de Scolari e intentar cambiar el curso en este segundo año. De momento su experiencia en el fútbol asiático, al contrario de dar frutos, está sumiendo al jugador en un ocaso que no se esperaba le llegara a tan temprana edad.