El célebre escándalo sexual protagonizado por el francés Dominique Strauss-Kahn llegará a las salas de cine colombianas, luego de afrontar problemas para ser estrenada en Francia. Los directores colombianos Jairo Carrillo, Harold Trompetero y Simón Brand, hablan sobre la censura y los problemas de distribución y exhibición a los que se enfrenta la industria cinematográfica.

Welcome to New York está inspirada en el polémico escándalo de 2011 en el que se vio envuelto el ex-presidente del FMI Dominique Strauss-Kahn y que dio la vuelta al mundo, cuando una empleada de un hotel de New York le acusó de asaltarla sexualmente.

Protagonizada por Gérard Depardieu, la cinta dirigida por Abel Ferrara, tuvo que afrontar muchas dificultades de financiamientos y permisos para su realización en Francia, así que finalmente el mismo Depardieu gestionó el financiamiento de un productor independiente y fue filmada en New York, incluso en la misma comisaría de Harlem donde Strauss-Kahn pasó varias horas encarcelado.

En Francia tuvo que ser estrenada “a la carta”, y los espectadores debieron verla por internet, ante la negativa de los exhibidores de presentar “la película francesa más escandalosa de los últimos tiempos”.

Por ello, Confidencial Colombia habló con los cineastas colombianos Jairo Carrillo, Harold Trompetero y Simón Brand, sobre la censura y los problemas de distribución y exhibición a los que se enfrentan las películas.

Yo creo que la censura es disfrazada porque no tienen viabilidad comercial, por esto puede no sacarla o estrenarla, los teatros son de grandes empresas entonces a uno lo pueden sacar a uno en cualquier momento diciendo que no cumple con los requisitos comerciales osea que no cumple con los asientos.

Creo que la censura existe, por esas grandes empresas pero no te van a decir que por el tema, o no directamente, te sacan con otras excusas. Son los grandes poderes que no les interesa que vea algún tema. Sobre todo cuando son películas que son difíciles de digerir y necesitan tiempo.

Antes cuando se entrenaba una película y el público la fuera viendo poco a poco y la gente la fuera conociendo y la fuera viendo, que duraba 6 meses en cartelera eso ahora es imposible. Ahora las películas de arte o que tienen una visión de autor es imposible que dure bastante para que vaya cogiendo su público porque todo está manejado por la inmediatez.

Paradójicamente hoy que hay más posibilidades de hacer cine es más difícil mostrar películas en las salas comunes, pero se abren nuevas posibilidades con el internet que ya una película no tiene un catalizador de censura porque tú colocas algo en internet y la gente la puede ir viendo.

Entonces yo creo que aunque la censura exista hay medios para mostrar el mensaje que se quiere dar, evidentemente se perjudica el autor porque en internet usted no puede cobrar por lo que se difunde pero si es un buen medio para llevar el mensaje que uno quiere mostrar. En Estados Unidos la asistencia a las salas de cine ha disminuido por la fuerza que han tomado medios como Netflix y todos estos nuevos medios.

Y si una película es buena no hay límite de tiempo porque va creciendo por el voz a voz y puede durar lo que uno quiera ahí, es decir si un producto es bueno así lo quieran tapar no van a poder. Si afecta económicamente y creo que la censura se trata de eso de intereses de plata.

Yo creo que en el negocio del cine uno se arriesga a eso, a que esto ante todo es un negocio y entonces uno tiene que jugar con muchas variables. Primero que todo son los derechos, obviamente si uno no tiene los derechos de las historias, o si uno no ha consultado con las personas o no ha negociado con ellos de alguna manera pues esas personas tienen todo el derecho de que no quieran presentar su película.

Los temas y las vidas de las personas no creo que sean objeto de dominio de cualquier persona sino que es de personas que les corresponde entonces me imagino que si en este caso no se tenía el consentimiento de los protagonistas reales de la película creo que eso se debió la censura.

La censura en países muy radicales como los de oriente o cuba o que tienen posiciones muy radicales, a parte de esos yo no si la censura se esté ejerciendo realmente en el mundo, pero yo creo que cuando una película es censurada se beneficia a nivel de mercadeo porque no hay nada más apetecido que lo prohibido.

Que una película no sea permitida genera una sed en los espectadores por verla , es lo que está pasando con esta película; se genera toda la polémica y esto genera publicidad y entonces la gente quiere verla. Entonces yo creo que al contrario el producto se beneficia en mercadeo y publicidad así tengas discrepancias con la censura.
Por otro lado me imagino que hay muchos temas políticos que pueden herir suceptibilidades o generar demandas y pues nadie quiere verse inmiscuido en eso entonces prefiere obviar esto el estar inmiscuido en una película que pueda generar una demanda económica o una represión política.

Creo que es una satanización muy entredicha y la censura es más el alboroto que se genera alrededor que lo que afecta a la industria cinematográfica.

Uno como director no piensa que en le van a censurar algo, realmente con las películas que he hecho no he tenido problemas con la censura, ni nada de este tipo, entonces no podría hablar en carne propia de esa problemática. Obviamente hoy en día existen una cantidad de medios y ventanas de exposición para las cuales la censura no es aplicable, entonces me parece que hoy en día no hay excusa para ‘autocensurarse’ uno.