Wall Street frenaba hoy el desplome del inicio de la jornada y hacia la media sesión el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, recuperaba casi 900 puntos y retrocedía un 0,67%.

Ese índice perdía a esta hora 110,12 puntos hasta 16.349,63 puntos, después de una mañana frenética en la Bolsa de Nueva York en la que el Dow Jones llegó a desplomarse hasta 15.370,33 puntos en los primeros minutos de contrataciones.

Nunca antes el Dow Jones se había hundido tanto en el arranque de una jornada, y el anterior récord fue el 29 de septiembre de 2008, en plena crisis financiera, cuando esa referencia de Wall Street se desplomó 777 puntos, según apuntaba la cadena de televisión CNBC.

El índice compuesto del mercado Nasdaq borraba casi todas las pérdidas acumuladas en el arranque y cedía ahora un 0,29% hasta situarse en 4.692,22 unidades, con lo que lograba recuperar 400 puntos animado por valores tecnológicos como Apple.

Una recuperación que también se dejaba notar en el selectivo S&P 500, que perdía a esta hora un 0,9% y se situaba en 1.953,16 puntos, después de haber caído durante la mañana hasta 1.867,01 unidades.

La oleada de ventas vino arrastrada por las dudas sobre la marcha de la economía china, la segunda mayor del mundo, tras unos datos macroeconómicos mediocres en los últimos meses que han instalado el temor en los mercados sobre el crecimiento del gigante asiático.

La bolsa de Shanghái se hundió un 8,49% y el otro parqué chino, el Shenzhen, cayó un 7,83%, extendiéndose el pánico como un tifón por el resto de plazas asiáticas, donde Tokio perdió un 4,61%, su mayor caída desde mayo de 2013, y Seúl se dejó un 2,77%.

En la misma línea, las plazas europeas cerraron con fuertes pérdidas: Atenas se desplomó un 10,54%, Milán un 5,96%, París un 5,35%, Madrid un 5,01%, su mayor caída en tres años, Fráncfort un 4,7% y Londres un 4,67%, su peor caída en cuatro años.

Algunos analistas atribuían buena parte de la recuperación en Wall Street a la búsqueda de los operadores bursátiles de «gangas» en el mercado

«Cuando se viene un desplome suele haber un efecto contagio en bloque pero a medida que las cosas se van calmando, pueden aparecer oportunidades de compra muy buenas», explicó Ryan Larson, de la firma RBC Global Asset Management, al periódico Wall Street Journal.

Para tratar de suavizar la apertura, la operadora de la Bolsa de Nueva York (NYSE) puso en marcha la llamada «Regla 48», a la que recurre en condiciones de volatilidad extrema, que permite suspender la difusión pública de los precios antes de abrir las negociaciones.

El pánico en los mercados financieros se trasladaba también a las materias primas, y el petróleo de Texas, de referencia en Estados Unidos, bajaba a media sesión un 3,56% hasta 39,01 dólares, mientras que el crudo Brent perdía un 3,94% y cotizaba en Londres a 43,65 dólares.

La multinacional Coca-Cola encabezaba las pérdidas en el Dow Jones, con un descenso del 2,45%, por delante de UnitedHealth (-2,3%), DuPont (-1,87%), Cisco Systems (-1,85%), General Electric (-1,77%), McDonald’s (-1,74%) o Travelers (-1,73%).

Otros seis componentes de ese índice bajaba también más de un punto porcentual: Merck (-1,69%), Exxon Mobil (-1,69%), American Express (-1,48%), JPMorgan Chase (-1,38 %), Procter & Gamble (-1,38%) y Pfizer (-1,3%).

Al otro lado de la tabla se situaban en territorio positivo tres de los principales valores tecnológicos: Intel subía ahora un 3,2%, Apple avanzaba un 1,94% y Microsoft sumaba un 0,06%, además del grupo de entretenimiento Disney, que progresaba un 0,34%.

En otros mercados, el oro retrocedía hasta 1.155,6 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba al 2,039 % y el dólar perdía posiciones frente al euro, que se cambiaba ahora a 1,1525 dólares.