Más de 22 millones de niños fuera de las aulas o en riesgo de dejarlas

Unos 22,1 millones de niños y adolescentes latinoamericanos y caribeños no pisan la escuela o están en grave riesgo de no poder culminar los estudios, según alerta Unicef en un amplio informe difundido hoy por internet.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, en su informe “Completar la Escuela. Un Derecho para Crecer, un Deber para Compartir”, señala que actualmente 6,5 millones de los 117 millones de niños y adolescentes que viven en América Latina y el Caribe no están escolarizados.

A ellos hay que sumar los 15,6 millones que asisten a clase enfrentando condiciones adversas y corren el riesgo de abandonar la escuela antes de concluir su educación, señala este estudio, que abarca a 31 países de la región.

Según el informe, el ingreso tardío al sistema educativo y el rezago, es decir el estar en un grado inferior al correspondiente por edad, son los principales determinantes de la exclusión escolar.

Sin embargo, el género, vivir en zonas rurales, trabajar, ser indígena o afrodescendiente y sufrir una discapacidad son factores que pueden agudizarla.

De los niños en edad de recibir educación inicial o preescolar en la región, 1,7 millones no acude a una escuela y hay nueve millones de estudiantes con un desfase dos años o más en la relación grado/edad.

Además, en la mitad de los países de la región, la asistencia a la escuela de la población en edad de estar en la secundaria alcanza a menos del 50 % en las zonas rurales.

Tras señalar que en 2008 en la región trabajaba el 10 % de los niños con edades comprendidas entre 5 y 17 años, el informe indica que en las pruebas de evaluación de la calidad educativa realizadas regionalmente, los alumnos que trabajan obtienen, en promedio, entre 7 y 22 puntos menos que los que no trabajan.

El informe identifica los obstáculos y cuellos de botella que impiden lograr las metas de escolarización en la región, que pueden ser económicos, socioculturales, materiales, pedagógicos y simbólicos, y políticos, técnicos y de financiamiento del sistema educativo.

Entre la infinidad de datos recogidos en este estudio destaca, entre otros, que en Perú, más del 70 % de los alumnos en escuelas rurales y más del 50 % de los de las urbanas asisten a establecimientos que, según los directores, necesitan una renovación completa o mejoras importantes.

Aunque el 76 % de las escuelas en América Latina y el Caribe tiene agua potable, en Nicaragua son menos de la mitad. A su vez, sólo dos tercios de los centros educativos de la región tienen baños suficientes para los estudiantes.

Un dato más positivo es que la mitad de las escuelas de Brasil, Colombia, El Salvador, México y Perú tienen biblioteca y que en el caso de Argentina, Cuba, Chile, Guatemala y Uruguay, este porcentaje es mayor al 60%.

El informe destaca que mientras América Latina y el Caribe destinan poco más del 14,4 % del gasto público total y el 4,5 % del PIB a la educación, los países más desarrollados de América del Norte y Europa asignan 12,4 % y 5,3 %, respectivamente.

Para poder cumplir las metas de mejora de la calidad y equidad educativas y la inclusión social fijadas por la Organización de Educación Iberoamericana para 2021, la región necesitará gastar en educación casi 58.000 millones de dólares más de los que gasta actualmente, según determinó la CEPAL en 2010.