Nadal y Federer están mostrando un nivel de juego altísimo en este Open de Australia. Los dos están recuperando el tenis que los llevó a mantener durante varios años la rivalidad más grande que ha conocido en su historia el mundo del tenis. La mayoría sueña con una final que reedite un nuevo duelo entre ambos.
Federer y Nadal. Una de las rivalidades más grandes de la historia del deporte está siendo la pareja de moda en este Open de Australia. El regreso de ambos a su mejor tenis, ha hecho que las eliminaciones de Djokovic y Murray en las primeras rondas hayan caído en el olvido. Uno y otro, muy lejos actualmente de los puestos en el ránking ATP que dominaban hace no mucho tiempo, están mostrando un juego en este torneo a la altura de sus mejores épocas.
¿Cuál es la razón de este renacimiento de ambos? Existe una casualidad entre ambos en el último año. Los dos retocaron el cuerpo técnico que los acompaña con la incorporación de jugadores que hasta hace poco fueron destacados en el mundo del tenis. El manacorí se decidió por la presencia de Carlos Moyá -ex número 1- junto a los ya habituales Toni Nadal y Francis Roig que siempre lo han acompañado. Federer, por su parte, optó por contar con los consejos de Ljubicic, croata que estuvo activo hasta el 2012. Casualidad o no, los dos tenistas han mejorado ostensiblemente su rendimiento en este inicio de año.
Pero existe otro aspecto en el que ambos también coinciden. Han llegado al torneo australiano en un estado de forma envidiable. ¿La causa? Ambos se han visto obligados a parar en los últimos meses por problemas físicos. El suizo durante seis meses y el español durante un poco más de dos meses. A los dos la edad les pesa. El primero estuvo aquejado de una rodilla que le viene dando guerra desde hace tiempo. El segundo, por una muñeca izquierda que también le privó de poder rayar a buen nivel el pasado año. El descanso extra del que han podido disfrutar, les ha permitido llegar en unas condiciones más que óptimas al evento. Precisamente a dos jugadores que no se han podido permitir ni el más mínimo parón en los últimos años.
¿Una nueva final Federer-Nadal en Australia?
El gran nivel de los dos está siendo la sensación del torneo. Hasta tal punto que son muchos los que sueñan con un nuevo duelo entre ambos para la final. Y no es para menos. No ha existido rivalidad en el mundo del tenis más grande que la mantuvieron Nadal y Federer hasta no hace mucho tiempo. Entre los dos se repartieron el número 1 del ránking ATP desde julio de 2005 hasta el mismo mes de 2011. Desde Wimbledon en 2003 hasta Roland Garros en 2011, se repartieron entre ambos 26 de los 32 Grand Slam.
Su balance de encuentros es notoriamente favorable a Nadal. Se ha llevado 23 encuentros, por los 11 del helvético. Se han cruzado en ocho finales de Grand Slam, también decantándose del lado del español con seis victorias. Nadal le tenía comida la moral. El culmen llegó precisamente en el Open de Australia de 2009, cuando un frustrado Federer no pudo contener las lágrimas en la celebración delante de todo el público. Nadal le consoló en su discurso, muestra del respeto que siempre se profesaron ambos.
Pero volviendo al actual torneo, son muchos los que ya piden una final que una de nuevo la categoría de ambos. El mismo Rod Laver, considerado uno de los tenistas más grandes de la historia y al que debe su nombre la pista central de este Abierto, comentaba estos días que vería con muy buenos ojos un duelo entre ambos en la última instancia: “Sí, sería agradable verles en la final. Han luchado entre ellos durante los últimos 11 años y tienen opciones de lograrlo“.
El tema coge más fuerza después de la temprana eliminación de los dos actuales números 1 y 2 del mundo: Murray y Djokovic. La falta de más atractivos en el torneo invita a que los aficionados sueñen con un duelo ‘vintage’, que hasta hace muy poco era lo habitual en cada torneo: “Es maravilloso pensar que Federer está jugando tan bien ahora mismo. Ha estado trabajando muy duro y creo que eso ha sido lo mejor; probablemente nunca haya tenido tan tiempo para prepararse”, explicaba Rod Laver sobre el gran regreso de Federer.