Nairo Quintana salvó una nueva llegada peligrosa con una caída con bastante polémica en los metros finales. Una llegada marcada por el codazo antideportivo de Peter Sagan a Marl Cavendish en la recta final.
Este sprint caótico lo aprovechó un Arnaud Demare que se alzó con la victoria en la cuarta etapa. Muy celebrada por los locales, ya que desde 2006 un campeón francés no se hacía con la victoria de etapa en el Tour.
La caída final fue lo más reseñable de una jornada en la que no sucedieron más novedades. Nairo sigue a la misma distancia de sus rivales directos. Se mantiene a 36 segundos del líder, Geraint Thomas, y mantiene intactas sus aspiraciones en la ronda gala.
Mañana llega su terreno favorito con una prueba montañosa en al que se esperan cambios en la General.