Los diseñadores colombianos Francisco Leal y Karen Daccarett, creadores de la casa de modas colombiana Leal Daccarett que ha vestido a grandes celebridades como Pilar Castaño y María Antonia Santos, en entrevista con Confidencial Colombia.
Los diseñadores colombianos Francisco Leal y Karen Daccarett se conocieron en Milán mientras estudiaban diseño de modas en el Istituto Marangoni. No obstante, y pese a las posibilidades que les ofrecía el viejo continente, decidieron regresar a su tierra natal y fundar su propia casa de modas; un pequeño showroom lleno de colores donde comenzaron a coser sueños. Así nació Leal Daccarett, la casa de modas colombianas que ha vestido a grandes celebridades como Pilar Castaño y María Antonia Santos.
Confidencial Colombia: Ustedes además de empresarios son pareja ¿qué fue primero, la relación amorosa o la marca?
Leal Daccarett: Primero empezó la relación, primero amistad, luego noviazgo, nos casamos… y por ahí en la mitad nació Leal Daccarett.
C.C: ¿Dónde nace el concepto de la marca?
L.D: Desde que nos conocimos se unieron muchos gustos en común; el gusto por la belleza, por la sensualidad, por los colores, por las mezclas y ahí, empezamos a ‘cranearnos’ esto de la marca, -que además ha crecido muy orgánicamente-, así que decidimos volver a Colombia y hacer patria y hacer una marca que tuviera una identidad muy colombiana.
C.C: ¿Cómo influyen los estudios de arquitectura de Francisco en los diseños de la marca?
L.D: Pues seguramente la arquitectura te ayuda a organizar la mente de una determinada manera, yo creo que todo lo que uno estudia, lo que uno lee, lo que uno ve, le va sirviendo, y al final, hace un conjunto.
C.C: ¿cómo ha sido la acogida del público?
L.D: La marca desde un comienzo ha tenido una muy buena acogida, lo que le ha permitido crecer orgánicamente.
No creemos en el ‘boom’, todo es un tema de creer en lo que uno hace, en vender un estilo de vida, vender una marca con personalidad y todo se ha ido dando…
C.C: ¿Qué tanto los influencian las tendencias?
L.D: Cero. Estamos más enterados de lo que pasa en cocina, música, estilo de vida, más de lo que está proponiendo otro diseñador al otro lado del mundo, no nos interesa saber eso, seguimos nuestro propio instinto, tenemos nuestras propias inquietudes, además tenemos una clientela muy clara, un tipo de mujer al que queremos llegar […] la idea no es tratar de competir y ofrecerles lo mismo que pueden encontrar afuera, sino tratar de ofrecerles algo distinto.
C.C: Ustedes hablan de la inspiración de la mujer latinoamericana ¿cómo es una mujer Leal Daccarett?
L.D: Nosotros nos sentimos muy cómodos siendo colombianos, siendo latinoamericanos y teniendo una visión internacional. Consideramos que la mujer latina en la que nosotros pensamos, es una mujer fresca, que le gusta vestirse, ser coqueta, festejar en la vida, que cree además que la ropa ayuda en determinadas ocasiones, porque te empodera, te sube y te ayuda a celebrar momentos importantes. Con la ropa haces historia y no hablamos de historia patria, hablamos de tu propia historia.
C.C: Para cada colección ustedes crean una historia distinta, ¿cómo nace esa inspiración?
L.D: Son unas historias que empezamos a construir los dos, es como contar un cuento. Empezamos cada uno a ponerle la sal y la pimienta, así empezamos a crear este mundo fantástico.
C.C: ¿Cómo conjugan la vida laboral y la vida sentimental?
L.D: Es como cualquier pareja, cuando sales de la casa entras en un ambiente laboral y cuando entras a la casa entras a una vida familiar. Por ejemplo, siempre vamos a casa a almorzar con nuestro hijo, que es uno de los momentos más importantes del día, y después volvemos a trabajar… se da de manera muy natural, nunca trabajamos ni hablamos de trabajo en la casa.
C.C: ¿Cuáles consejos de estilo le dan a las mujeres?
L.D: Saber la edad, conocer el cuerpo y saber para qué evento vas, es decir, saber estar. No estar tan pendiente de las tendencias, sino saber qué le funciona a cada persona, no todo es para todo el mundo.
C.C: ¿Cómo manejan la ‘fama’ que han adquirido?
L.D: Lo vemos de manera natural, porque es fruto de un trabajo, es el trabajo el que está hablando. Es reconocimiento, no fama.